Yo era un simple empleado de una empresa de software, llevaba cuatro meses allí. Estaba a punto de cumplir los seis meses, me separaban de la anhelada estabilidad laboral.
Mis responsabilidades se centraban en la ardua tarea de redacción, encargado de hacer comprensible y amigable la información para el resto de las áreas, a veces cuando en mi área de marketing no era necesaria mi presencia. Sabía que esta era mi oportunidad dorada para obtener experiencia en este entorno implacablemente competitivo. La falta de oportunidades laborales previas había dejado una huella en mi trayectoria, pasando dos largos meses sin trabajo antes de conseguir este puesto.El ambiente en mi espacio de trabajo era algo incómodo, un solitario escritorio ubicado en medio de una sala con oficinas pequeñas. Desde allí, observaba cómo los demás empleados transitaban incesantemente, ahogándome en montañas de trabajo. Me sentía como un joven ignorado entre un mar de mujeres y hombres adultos, luchando por encontrar mi lugar en este mundo tan competitivo.La rutina tediosa y monótona que se rompió inesperadamente en un viernes fatídico. Rumores sobre el compromiso de la jefa y su próxima boda inundaron la oficina, generando un alboroto general. A pesar del revuelo, esos asuntos personales no eran importante para mí, pues mi objetivo era conseguir el dinero suficiente para darle una vida digna a mi novia. Había tenido muchos problemas con su familia, su padre era un médico y yo no le agradaba porque sentía que era un asalariado que le dañaría la vida. Así que tenía dos trabajos, uno de día. El otro casi a la madrugada de mesero, pero todo cambio una noche lluviosa, después de servir y atender las mesas. Mientras buscaba un taxi para regresar a casa, un automóvil me arrolló de un momento a otro.Trate de levantarme del suelo y una femenina se acercó angustiada hacia mí."¿Estás bien?", preguntó con voz preocupada."Aguantando el dolor", respondí, luchando por controlar el malestar que me invadía.Solo me sentí confundido, Incapaz de ver claramente a la persona que me auxiliaba, me sorprendió el aroma a alcohol que emanaba de ella."Jefa, ¿qué hace usted aquí?", pregunté confundido, reconociendo de inmediato a esa persona. Ella era una mujer de cabello castaño largo, ojos verdes, rostro redondo, media 1.70 metros y era hermosa, nunca antes había hablado con ella. Solo la veía caminar por los pasillos de la empresa. No sabía cuál era su personalidad, solo estábamos en un rol de trabajo."¿Me conoces? Yo tengo muchos empleados y no los conozco a todos. Discúlpame, no sé quién eres"Vi que ella tenía una pequeña fisura en la cabeza, tal vez por el golpe que se dio tratar de frenar. "Usted está bebiendo... La policía podría detenerla", le advertí, preocupado por su situación."Es solo un asunto externo. Lamento lo que te hice. El lunes puedes pasar, yo me haré cargo de tu incapacidad y de los daños causados", intentó evadir la situación.No podía permitir que manejará en ese estado, me levanté del suelo y la agarre de la mano."Mejor tomé un taxi, podría tener problemas con la policía", le sugerí.La vi hacer una mueca de molestia."¿Estás bien?", pregunté preocupado."Se me dobló un dedo cuando frenaba. Incluso me golpeé la cabeza", respondió con tristeza.Sentí compasión por ella, una mujer aparentemente fuerte y decidida que al parecer estaba sufriendo ahora por algo. Tomé su mano entre las mías, y le ofrecí ayuda "Te dolerá si lo acomodo, pero es mejor enfrentarlo ahora para que sea más rápido", le dije antes de realinear su dedo sin previo aviso.La vi retorcerse del dolor un poco."¡No debiste hacerlo sin avisarme! ¡Fue doloroso!", se quejó con molestia."Es mejor así, para que pueda seguir haciendo sus actividades", justifiqué mi acción, a pesar de su molestia.Pero ella no comprendía mi cambio de actitud desde el accidente."Hace un momento te retorcías del dolor y ahora te veo como si nada", expresó sorprendida."No fue tan duro, solo un golpe momentáneo", le expliqué con sinceridad.Vi que estaba mareada y no entendía todo lo que ocurría, me ofrecí a acompañarla en taxi hasta su casa."Yo la acompaño en un taxi, si lo necesitas", propuse.Ella me miró y no estaba segura si hacerlo, sin embargo, me entrego las llaves con algo de dudas, a los pocos segundos.[...]Llamamos un taxi que llegó poco desde yllegamos a un sitio llamativo, una serie de departamentos que llamaron mi atención. Podría haberme marchado en ese momento, pero la preocupación por su bienestar me impedía abandonarla. Me daba miedo su estado, y que cometiera alguna imprudencia."¿Te ayudo a subir?", pregunté con preocupación. La veía tambaleando mucho "No, estoy bien, puedo caminar", respondió, tratando de aparentar seguridad. "No podía evitar preocuparme por su estado. Le pedí que me dejara acompañarla, pero aceptó bajo una condición."Está bien, pero te vas de una vez a tu casa. Jamás te había visto en mi empresa. No sé quién eres. Solo, deje que me trajeras porque sé que no estoy bien " dijo con cierta desconfianza.Ella Estaba preocupada de lo que podría pasar allí, era evidente que quería dejar las cosas claras. A pesar de su tono desconfiado, ver que estaba más enfocada me tranquilizó. Accedí a su solicitud y me dispuse a retirarme una vez que ella estuviera en casa segura.Una vez llegamos a la entrada del apartamento, el vigilante le entregó un regalo de parte de sus familiares y para su boda. El reflejo de tristeza y molestia en su rostro me hizo comprender que algo la había afectado y probablemente ella estaba así por algo que tenía que ver con su prometido.La seguí mientras entraba al edificio. Analizando cada uno de sus movimientos.[...]Una vez en su apartamento, antes de abrir la puerta, habló conmigo."Tengo algo para ti", dijo sorprendiéndome con sus palabras.Intrigado y preocupado por su salud mental, me mantuve firme ante su propuesta. A pesar de sentirme atraído por su belleza, tenía claro que debía evitar hacer algo de lo que me pudiera arrepentir. Sin embargo, ella comenzó a sacar prendas de ropa de otro hombre, algo incómodo para mí."No puedo aceptar la ropa de otra persona. Lo siento"."La voy a quemar", amenazó, demostrando su deseo de deshacerse de todo lo que le recordara a su prometido."¿Es de su prometido? Está segura de hacer eso""Él se burló de mí, me traicionó"Ella sacó su teléfono y me mostró dos personas abrazándose y besándose, donde la mujer llevaba el uniforme de la empresa, una camisa blanca con el logotipo. Me sentí impotente por no poder consolarla. Ella estaba a punto de caer en llanto. Buscaba aprobación de su rabia.Antes de que pudiera reaccionar, ella me abrazó, desatando un malentendido. Empezó a llorar desconsoladamente, y verla en ese estado me partió el alma. Era mi jefa, aunque nunca hablamos y la miraba a veces. No pensé que pudiera verla así.Sin poder resistirme, la abracé con fuerza, acariciando suavemente su espalda. "No sé preocupé, me voy a quedar. No haga ninguna locura. Yo la cuidaré esta noche"Podía sentir su dolor y traté de reducir su dolor. Vi unas botellas de whisky, y vodka en una de las mesas de la sala. Pensé en dárselas a tomar para que se sintiera mejor y se pudiera tranquilizar un poco. La ayudé a sentarse en el sofá y fui por la botella. Le serví en unos vasos y se la di."Tome un poco, usted lo necesita, no sé preocupe, yo también tomaré"Ella no dudo en aceptarlo, pero rápidamente se tomó una copa. Trate de seguirle el ritmo e hice lo mismo, pero el sabor casi me desmaya, sentí un fastidio en la garganta. Jamás había tomado algo tan fuerte. Solo algunas cervezas, nada de esto.Puse mis manos en mis rodillas. Trate de asimilar lo que había hecho y lo que debería hacer esta noche. Debía seguir tomando con moderación, tenía que estar consciente de que no hiciera nada. Aunque me fuera en ese momento. Sabía que si algo le sucedía me culparían a mí.Seguí compartiendo la bebida con ella como si fuéramos amigos de toda la vida. Sin saber que estábamos jugando con fuego al hacer eso.El fin de semana había pasado, pero me sentía mal al recodar lo que hice, estaba arrepentido. No pude encontrar el coraje para confesarle nada a mi novia, y mucho menos hablarle a mi jefa de lo que pasó esa noche.Solo tenía vagos recuerdos entre ambos teniendo sexo y los gemidos de mi jefa cuando estábamos juntos. Lo único que recordaba con claridad es que estaba en la misma cama con ella sin ropa abrazados. Ambos cometimos un error al dejarnos llevar por el alcohol.La culpa me consumía, pues sabía que era el único culpable de lo que sucedió. Fui consciente de que algo así podía pasar al estar tan cerca y ella en ese estado de despecho porque su novio la había traicionado.El lunes, mientras volvía a la oficina, una mezcla de ansiedad y temor recorría todo mi cuerpo. No quería enfrentar a mi jefa y revivir ese bochornoso episodio. Cuando finalmente llegué a mi puesto de trabajo, la vi pasar a lo lejos. Caminando por el pasillo donde a lado y lado habían puestos de trabajos dividido
Se movía con una elegancia natural, su altura de casi 1.80 metros. Su cabello negro enmarcaba unos intensos ojos verdes, y una pequeña barba realzaba su masculinidad. A pesar de mis esfuerzos por alejar esos pensamientos, la incógnita de cómo habría terminado su relación con mi jefa seguía rondando mi mente, y sospechaba que la secretaria tenía algo que ver. No era lógico que el estuviera aquí a esta hora y menos en este momento. Intenté ignorar las tensiones que la presencia de ese hombre me provocaba y el malestar que sentía, me fui al baño, tratando de tranquilizarme un poco. Pero al mirarme al espejo, apenas reconocí al hombre que me devolvía la mirada. Mi cabello crespo estaba seco y deshidratado. Mi mirada estaba completamente perdida y mi piel era casi blanca como un papel. Me veía terrible y entendí por qué mi jefa insistió en que viera a un médico.El golpe del accidente de carro que había ignorado anteriormente ahora me estaba afectando, y comprendí que era necesario enfren
Mis manos temblaban mientras intentaba detener al sujeto furioso, lo tome de ambas manos, pero antes de que pudiera agarrarlo con fuerza, su puño se estrelló en mi estómago, y rápidamente recibí otro de un golpe en mi rostro. No podía respirar bien, me saco el aire y me sentí confundido.Varios de mis compañeros lo tomaron de las manos, y evitaron que me siguiera golpeando. Scarlett estaba allí mirando todo lo que ocurría y el sujeto parecía loco, empezó a gritar."¡Suéltenme! ¡Suéltenme! Scarlett eres una maldita zorra, te acuestas con un insignificante empleado, debería darte vergüenza. ¿Qué tiene esa insignificante basura? A leguas se ve que no pasa los 25 años. No tenías algo mejor para acostarte. Perra!"Uno de mis compañeros le tapo la boca para evitar que dijera más vulgaridades y tratara de faltarle el respeto a la jefa.Era una humillación que dañaría mi reputación y la de ella.Los ojos de todos los presentes se posaron sobre nosotros, como si estuvieran atónitos ante la esc
Desperté en una sala de hospital, una luz blanca iluminaba mi rostro. El sonido constante de las máquinas médicas flotaba en el aire. Los latidos de mi corazón resonaban en mis oídos.Mire mi mano y tenía un suero en la vena. No me agradaban en estos lugares. Sentía algo de fastidio, solo miré el techo por un rato. Hasta que mi jefa se dirigió hasta donde yo estaba. "Ya despertaste?""¿Qué me pasó?""El médico dice que probablemente estás estresado. No es nada grave, aunque el golpe que te di mi ex, si fue algo fuerte. Talvez te dejé un morado. Te harán una radiografía para saber como estás"Me sentí algo tranquilo al escuchar eso, pero aún no podía creer lo que había hecho con mi jefa y que ella estaba aquí conmigo.Trate de levantarme de la cama para irme, pero ella me tomo del brazo."No te puedes ir aún, sin la orden de un médico no puedes abandonar el hospital""Jefa, tengo cosas que hacer. Ya se acabó la jornada laboral. Usted también debe irse a casa a descansar después de tod
Al despertar al día siguiente, tenía una sensación de expectativa. Quería verme de nuevo con mi jefa. Recordé el momento en que empezamos a besarnos y estuvimos a punto de quitarnos la ropa y tener sexo. Estaba muy feliz de que ambos nos comprendiéramos y deseaba estar con ella. Con mucha felicidad miré mi celular y lo encendí, pero de repente, decenas de mensajes lo bloquearon de un momento a otro. Podía oír cómo llegaban masivamente, las notificaciones no dejaban de aparecer. Me sentí muy fastidiado, lo dejé a un lado para que cargaran todos esos mensajes, mientras me dirigía a la ducha. Antes de ir al baño, me vi en el espejo. Empecé a ver los morados en mi abdomen y rostro; tocarlos me dolía. El ex de Scarlett era bastante fuerte; si mis compañeros no se hubieran metido, tendría toda la cara hinchada. Sentía vergüenza de que alguien me viera así en la calle. Incluso que Scarlet me viera así, parecía que esos moretones habían crecido desde ayer, aunque seguían siendo de pequeños.C
El día que regresé a la oficina, el ambiente estaba enrarecido; sentí miradas de desprecio y me sentía muy mal al estar así.Era difícil caminar por esos pasillos de porcelana y respirar sin sentir miedo de que alguien me dijera algo ofensivo.Los minutos pasaron y traté de calmarme; tan solo llevaba media hora en mi puesto de trabajo. Pensé que tal vez eran impresiones mías; sin embargo, noté que ninguno de mis compañeros de trabajo me escribió para decirme nada. Yo dependía de lo que ellos hicieran para llevar a cabo el marketing de la empresa. Si ellos no me mandaban la información, yo no podía realizar mi trabajo.Me levanté de la oficina simplemente para preguntarle a un compañero, pero allí sentí que algo estaba mal. Todos me quedaron mirando como si yo fuera alguien peligroso, como si no valiera nada.Al notar ese ambiente decidí ir a la oficina de Yerson y hablar con él sobre lo que pasaba. No podía continuar bien en la empresa de esa forma.[...]Cuando llegué a la oficina, Y
Pasaron dos semanas y mi jefa no regreso a la oficina. Después del día en que Yerson hablo conmigo el ambiente cambio un poco, pero no lo suficiente. Algunas personas aún creían que yo si le había hecho algo a Scarlet.Recién eran las nueva de la mañana, y me fui a la cafetería para tomar un café. Cuando trate de regresar a mi puesto, no te que algo habia pasado que los tenía algo hiperactivos. No le hice caso a eso, sin embargo. Cuando me acerque a mi oficina. Alguien me tomo del hombro. Di la vuelta y era ella, se veía algo decaída."¡Jefa!" "Adrian ven a mi oficina necesito decirte algo"Me dejó frío verla y sentirla tan cerca de mi, pero parecía algo deprimida."Si, jefa, ya voy", le respondí.Todos me miraron sorprendidos por la naturalidad con la que hablamos delante de todos como si nada, después de esos rumores.Yo dejé que ella llegará primero a su oficina, se sentía extraño que todos nos miraran para corroborara versión de Yerson o hacer cualquier chisme.[...]Cuando llegu
Salí de la oficina y vi a las dos personas que salieron hace poco de allí. Los dos estaban incomodos y preferí no decirles nada. Solo esperaba que no hubiera mal entendidos por lo que vieron.Estaba muy distraído, de tan solo pensar que tendría una familia y me puse rojo. Trate de buscar información para la prueba de parternidad en el computador, pero corrobore lo que dijo Scarlet, eran pruebas que se hacían de la 10 y 15 semana de embarazo. Debía esperar dos meses para tener ese resultado.Mi jefa me escribió para decirme lo mismo que ví hace rato. (Yo quiero estar contigo está noche. Te puedes que dar un poco más tarde en la oficina)Me dió cierta felicidad al leer ese mensaje y le respondí.(Si, me quedé muy frío esa noche deseo estar contigo)(Ok, te estaré esperando. Te amo)Hablar con ella era motivante, su regreso me hizo sentir regenerado. Era una situación era muy linda. Mucha más afectiva que mi anterior relación. Sin embargo el ambiente en mi oficina no había cambiado much