Un poco de mí.
Hola mi nombre Gabriela Elizalde Valencia tengo 22 años soy una chica que mide 1.65 de estatura delgada pero con figura de guitarra, mis ojos son de color café oscuro y mi cabello es lo más extraño porque tiene un tono rojizo que realmente no se de quien lo saque pero creo que combina perfectamente con el largo de mi rostro, vivo en Miami Estados Unidos aunque en realidad no soy de aquí si no de un pueblito llamado san Francisco, pero muy seguramente no aparece en el mapa que todos conocemos porque hace aproximadamente casi 5 años unos hombres enmascarados entraron a nuestros terrenos y decidieron acabar con todo lo que estuviera a su paso incluyendo a mis papitos que esa noche se fueron para el cielo, uno de ellos intentó abusar de mi pero cuando estaba a punto de lograrlo mi tía Rosiris lo impidió golpeándolo con una botella en su cabeza, es así como logramos escapar de esa terrible realidad.
El tiempo ha pasado y aunque he intentado seguir con mi vida hay veces que tengo pesadillas y no puedo dormir, solo me tranquiliza ese hombre que aparece en mis sueños, no lo conozco en persona solamente lo vi un día en un pedazo de revista, pero es como si nada porque ni siquiera se su nombre a sí que lo he llamado Iron Man, porque cada vez que me encuentro en peligro y empiezo a ver mi mundo oscuro el aparece vestido de rojo y con su armadura me eleva por los aires cambiando mis pesadillas en un lugar donde solo existen cosas increíbles, la psicóloga que me atendió hace 4 años me dijo que esos sueños eran producto de mi imaginación y eso se debía a todo el trauma que había experimentado en mi pasado, me recomendó estudiar para tratar de llevar una vida normal, es por eso que decidí presentar el examen del estado y estudiar literatura.
Si sé que suena un poco loco pero creo que es la mejor forma de escapar de este encierro mental, mi mejor amiga se llama Carla y al igual que yo es huérfana de padres, la única diferencia es que ella no necesita mantener un buen puntaje porque tiene dinero, mientras que nosotros los becados nos toca estudiar bastante para mantener un promedio de más de 4.5 y no perder la beca, pero eso no ha sido impedimento para que nosotras nos llevemos bien, ella sabe de mis problemas y la fobia que le tengo a los hombres por eso siempre trata de ayudarme en todo lo que pueda, en las tardes le colaboro a mi tía con su biblioteca, esto lo hago con el fin de no tener que contratar a nadie y así el dinero pueda rendirnos.
Hace unos días junto con mis compañeros de la universidad organizamos una feria de reciclaje y lo hicimos con un solo propósito, ayudar a una compañera que no tenía para cancelar el semestre, pero dicha feria fue todo un éxito, que el director motivo a que se hiciera una segunda, pero esta vez todos los cursos de las diferentes facultades deberían participar, es por eso que me encuentro en primera fila como vendedora, de repente me dan unas fuertes ganas de ir al baño y es obvio por el enorme sol que está pegando he bebido mucha agua, me acerco a donde está Carla y le pido que cubra mientras voy hacer mis necesidades fisiológicas, ella accede y me apresuro a llegar al baño a paso veloz.
Cuando estoy a punto de entrar al baño de mujeres me encuentro con Alonso, el mismo chico que me ha estado persiguiendo desde hace unos días con intenciones de tener algo conmigo y al cual he rechazado, amablemente le pido que se retire porque se encuentra en el la zona de las chicas, pero él hace caso omiso a todas mis palabras y con fuerza me agarra por los brazos entramos a los baños y trata de besarme, como puedo le doy un mordisco en la mejilla, he intento gritar lo más duro posible, afortunadamente Andrés escucha mi voz, abre la puerta lanzándole un puño que lo deja tendido en el piso, rápidamente el rumor se empieza a esparcir y somos llamados ante la dirección, pero en estos momentos me encuentro en un shock emocional que no soy capaz de pronunciar ni
una sola palabra, de pronto veo llegar a mi tía que me abraza de una forma única y la maestra le comenta lo sucedido sugiriéndole que me lleve al médico, porque la reacción que nota en mí no le parece normal, ella asiente y me dice que todo estará bien que no tenga miedo.
Pero los fantasmas del pasado han vuelto a mi cabeza y no sé cómo escapar de ellos, al llegar a mi casa, entramos a mi habitación y mientras estoy acostada en la cama, mi tía me dice que lo siente mucho, pero que esta vez las cosas se salieron de control y será mejor que escuchemos la sugerencia que dio la maestra, es momento que vuelva a ver una especialista, y para ser sincera no la voy a contradecir, porque tiene razón, lo único que quiero, es que alguien me ayude a olvidar todo este asco que siento en mi cara, en mis labios, en mi piel, eliminar de mi memoria la forma en la que me han tocado, quisiera salir corriendo y tirarme de un puente para
así poder olvidar todo el daño que me han hecho, porque culpa de los desgraciados hombres, mi vida se ha vuelto un infierno y no encuentro una salida, solo la muerte me podría dar el descanso que tanto necesito.
Me levanto e intento tomarme el té de manzanilla para calmar mis nervios, mientras que mi tía llama al consultorio de la doctora Diana para apartar mi cita, cuando termina de hablar por teléfono, me informa que la cita quedó programada para mañana a las 4 de la tarde, es un alivio saber que por lo menos se la dieron rápido, porque conociendo el sistema de salud para nosotros lo de escasos recursos es complicado, la verdad no sé cómo le hizo pero lo importante es que la tengo, y estas 24 horas me parecerán eternas.
GabrielaSonó la alarma a las 5 de la mañana para ir a la universidad, pero a decir verdad no tengo muchas ganas de ir, y después de lo sucedido lo que menos quiero es que alguien se atreva a preguntarme algo. Me bajo de mi cama, me coloco mis pantuflas y con cuidado entro a la cocina a prepararme el chocolate, no quise despertar a mi tía sé que no ha pasado buena noche, y lo sé porque sentí sus pasos varias veces en mi habitación, tomo la jarra destapo la envoltura del chocolate le agrego un poco de leche hasta que empieza a hervir, luego voy por los panes que están en el gabinete, saco la mortadela de paso agarro la mantequilla y empiezo a preparar los sándwich, mientras estoy entretenida en el desayuno mis pensamientos comienza volar y solo me pregunto ¿Dónde estás Iron Man? Porque no te apareciste anoche en mis sueños ¿será que ya te cansaste de mí? O te iras porque la doctora Diana volverá a mi vida, si supieras que anhelo que me tomes de la mano y me lleves a volar para olvidar
MauricioRealmente el ser psicólogo no es tarea fácil como algunos piensan, en muchas ocasiones te encuentras con casos en los que te sorprendes, y quisieras darle una explicación lógica a tus pensamientos pero recuerdas que la mente humana es una cosa maravillosa que vale la pena explorar. No sé qué le habrá pasado a Gabriela pero cuando ingreso por esa puerta el terror en su rostro era evidente, algo muy feo ha tenido que experimentar esa chica para que le haya producido ese desmayo, es extraño pero parecía emocionada y a la vez asustada, pobrecita tan linda que es.—Doctor permiso la última paciente que nos falta es Gabriela Elizalde —pregunta Lupita.—Tranquila Lupe, estoy esperando que se recupere un poco, acabo de dialogar con su amiga y me comento que en unos minutos sale, como no hay más nada que hacer te puedes ir a descansar —le digo.—De veras mi doc. Que usted es un sol, nos vemos mañana —se despide y cierra la puerta del consultorio.Bueno Gabriela vamos a ver cómo te enc
Gabriela Han pasado dos días, desde que lo vi y todavía me parece increíble que mi súper héroe sea mi psicólogo, tengo tantas emociones encontradas y mi cabeza solo está llena de pensamientos hacia él, por lo menos se su nombre, se llama Mauricio, pero esto que siento es tan inexplicable que por eso mi tía Rosi se quedó un poco inquieta y es entendible, después de los días que he vivido es normal que imagine que me estoy volviendo loca, me acomodo un poco el cabello y entro al consultorio. —Buenas tardes —lo saludo mientras cierro la puerta. — ¡Hola! mi Gaby linda ¿Cómo has estado? —pregunta amablemente, pero cada vez que me llama linda mi corazón quiere acelerarse y no sé qué será toda esta sensación. —Muy bien Mauricio —sonrió. —hoy vamos hacer una pequeño ejercicio, pero para eso necesito que me tengas confianza, el éxito de este ejercicio depende de ti mi Gaby, vamos al sofá por favor —me dice. — ¡Claro! —respondo un poco inquieta acomodamos en el sofá, de repente me toma de
MauricioLuego de un importante congreso donde el tema principal fue la depresión, y del gran reconocimiento que me hicieron por ser unos de los mejores psicólogos del país, lo que menos me esperaba es que la vida me siguiera sorprendiendo.— ¿Me puedes explicar qué es lo que vamos hacer a esa universidad Daniel? —pregunto mientras conduzco el auto.—Hace un par de noches conocí a una mujer hermosísima, la invite a salir y acorde en recogerla hoy, después de sus clases —comenta Daniel que es todo un aventurero.—Y que pitos toco ahí, no es más fácil que la busques tú, solo —contesto un poco molesto.—Ya sé lo que estás pensando, pero de violinista no te vas a quedar, la chica se me puso un poco difícil y la única condición que me dio, es que aceptaba mi salida pero si llevaba una amiga, y ahí es donde tu entras en acción —me lo dice tan tranquilo.— ¡No! Definitivamente no, a mí no me vas a meter en tus líos, acabo de salir de una relación bien toxica para entrar en otra —le aclaro.
GabrielaPor dentro me estoy preguntando que es toda esta sensación que me brota de mi cuerpo, sobre todo cuando lo miro, me estaré interesando en él no lo sé, pero cada vez que me habla mi cuerpo se hipnotiza y la fuerte necesidad de tenerlo cerca, me tienen confundida, no creo tener la valentía de confesarle lo que estoy sintiendo y más después de la forma que me explico en ese restaurante el tema de los besos.—Es aquí por favor –le informo para que estacione el auto, de inmediato Daniel baja para abrirle la puerta a Carla al igual que Mauricio hace lo mismo conmigo ofreciéndome su mano.—¿Pensaste que no sería un caballero? —me pregunta mientras estoy sujeta a sus manos.—En mis sueños siempre lo has sido –respondo sin pensar y ahora es él quien sonríe.— ¿Acaso has soñado conmigo? –averigua con dudas.—De verdad quieres saberlo –presiono y su mirada me desarma por completo.—Sería interesante escuchar qué tan lejos hemos llegado –susurra y lentamente se aleja un poco de mi por
MauricioLuego de haber llevado a Carla y Gabriela hasta su casa, quise pasar a saludar a mis padres no quiero que piensen que me he olvidado de ellos simplemente porque decidí vivir en el apartamento que me compre hace dos meses.—Pero mira nada más a quien tenemos por aquí, al soltero más cotizado del momento —comenta mi hermana Camila dándome un fuerte abrazo.—No exageres solo hace unos días me cambie —le dejo saber.—Hola Daniel que tal como estas —lo saluda mientras nos acomodamos en la sala de mi casa.— ¿Mis padres? —Pregunto insistente.—Están en el despacho con Cristian terminando de organizar los últimos detalles para el lanzamiento de mi nuevo libro, que promete ser una maravilla y espero que ese día nos acompañes —me advierte.—Cuenta conmigo —le informo.—Y tú también puedes venir si quieres Daniel —le comenta—No sé si será buena idea, no quiero tener ningún tipo de rose con tu esposo —trata de explicarle ya que Daniel fue novio de mi hermana y a Cristian no le agrada m
GabrielaHoy volví a soñar con mi Iron Man pero lo más increíble es que en ese sueño el me beso y sentí como mi cuerpo respondía a cada uno de los besos que me daba, ya no me puedo engañar, estoy enamorada de Mauricio Lescuyer y tan solo de pensar en él, me pongo a temblar como una hoja haciendo que todos mis sentidos se descontrolen, y por primera vez en mi vida tenga la ilusión de amar a un hombre sin pensar en nada.Salgo del elevador que está en este centro médico y me dirijo al escritorio de Guadalupe.—Buenas tardes Lupe — ¿Cómo has estado?— le pregunto amablemente.—Muy bien gracias a Dios, Gabriela es que te llamas ¡cierto! —me responde con una sonrisa.—Si… contesto.—Me imagino que vienes para tu consulta con el Doctor Mauricio, él está atendiendo a una paciente, si gustas puedes tomar asiento mientras voy confirmando tu llegada ¿te parece? —me informa.—Está bien, pero siempre soy la última y me toca esperar bastante, será podemos conversar un rato ¡digo si se puede! —le in
MauricioHa pasado una semana desde que vi a Gabriela y me pregunto porque no ha venido a sus terapias, no creo que este muy ocupada con la universidad, puesto que la última vez que hablamos me dijo que había ganado la materia más difícil y por eso estaba tan contenta, pero su ausencia me está matando, y si no viene hoy al consultorio iré a visitarla.—Buenas tardes doctor Mauricio —Escucho la voz de Gabriela mientras cierra la puerta del consultorio alegrándome por completo la tarde.—Mi Gaby linda te estaba esperando y le brindo mi mano para saludarla.— ¿Quiere que lo salude por cortesía o por gusto? —me pregunta dejándome la mano extendida.— ¿Cómo así? ¿Ha pasado algo Gaby? —digo desconcertado.—No ha pasado nada doctor, atiéndame y luego hablamos —contesta un poco seria acomodándose en la silla frente a mi escritorio.—Yo creo que primero hay que dialogar, es muy importante por tu salud emocional –le explico.— ¿No se acuerda que fue lo que me hizo? —pregunta con mirada matadora