MauricioLuego de haber llevado a Carla y Gabriela hasta su casa, quise pasar a saludar a mis padres no quiero que piensen que me he olvidado de ellos simplemente porque decidí vivir en el apartamento que me compre hace dos meses.—Pero mira nada más a quien tenemos por aquí, al soltero más cotizado del momento —comenta mi hermana Camila dándome un fuerte abrazo.—No exageres solo hace unos días me cambie —le dejo saber.—Hola Daniel que tal como estas —lo saluda mientras nos acomodamos en la sala de mi casa.— ¿Mis padres? —Pregunto insistente.—Están en el despacho con Cristian terminando de organizar los últimos detalles para el lanzamiento de mi nuevo libro, que promete ser una maravilla y espero que ese día nos acompañes —me advierte.—Cuenta conmigo —le informo.—Y tú también puedes venir si quieres Daniel —le comenta—No sé si será buena idea, no quiero tener ningún tipo de rose con tu esposo —trata de explicarle ya que Daniel fue novio de mi hermana y a Cristian no le agrada m
GabrielaHoy volví a soñar con mi Iron Man pero lo más increíble es que en ese sueño el me beso y sentí como mi cuerpo respondía a cada uno de los besos que me daba, ya no me puedo engañar, estoy enamorada de Mauricio Lescuyer y tan solo de pensar en él, me pongo a temblar como una hoja haciendo que todos mis sentidos se descontrolen, y por primera vez en mi vida tenga la ilusión de amar a un hombre sin pensar en nada.Salgo del elevador que está en este centro médico y me dirijo al escritorio de Guadalupe.—Buenas tardes Lupe — ¿Cómo has estado?— le pregunto amablemente.—Muy bien gracias a Dios, Gabriela es que te llamas ¡cierto! —me responde con una sonrisa.—Si… contesto.—Me imagino que vienes para tu consulta con el Doctor Mauricio, él está atendiendo a una paciente, si gustas puedes tomar asiento mientras voy confirmando tu llegada ¿te parece? —me informa.—Está bien, pero siempre soy la última y me toca esperar bastante, será podemos conversar un rato ¡digo si se puede! —le in
MauricioHa pasado una semana desde que vi a Gabriela y me pregunto porque no ha venido a sus terapias, no creo que este muy ocupada con la universidad, puesto que la última vez que hablamos me dijo que había ganado la materia más difícil y por eso estaba tan contenta, pero su ausencia me está matando, y si no viene hoy al consultorio iré a visitarla.—Buenas tardes doctor Mauricio —Escucho la voz de Gabriela mientras cierra la puerta del consultorio alegrándome por completo la tarde.—Mi Gaby linda te estaba esperando y le brindo mi mano para saludarla.— ¿Quiere que lo salude por cortesía o por gusto? —me pregunta dejándome la mano extendida.— ¿Cómo así? ¿Ha pasado algo Gaby? —digo desconcertado.—No ha pasado nada doctor, atiéndame y luego hablamos —contesta un poco seria acomodándose en la silla frente a mi escritorio.—Yo creo que primero hay que dialogar, es muy importante por tu salud emocional –le explico.— ¿No se acuerda que fue lo que me hizo? —pregunta con mirada matadora
GabrielaMe parece un sueño estar aquí, en este apartamento aunque sean por pocas horas, serán las más eternas de mi vida y por primera vez deseo tanto que no pare la lluvia para que el tiempo se haga largo y pueda conocer al amor de mi vida, de la manera que muchas veces lo he imaginado.—Se que te estás muriendo del frio Gaby, que te parece si mientras ponemos a secar tu vestido te presto una de mis camisas, es el único vestuario que puedo ofrecerte —me deja saber haciéndome reír.—Una de tus camisas está bien, pero antes ¿puedo utilizar tu baño y una toalla para secarme? —le pregunto porque de verdad me urge.— ¡Claro! Utiliza el que está en mi cuarto, es al fondo a la derecha y enseguida sacas del closet la camisa y todo lo que necesites, yo ocuparé el de visitas —me dice amablemente y no puedo creerlo conoceré el lugar donde duerme todas las noches.Al ingresar a su cuarto observo su espléndida cama, aunque un poco desordenada típico de un hombre soltero, para luego dirigirme a
Mauricio.Luego de haber disfrutado una deliciosa pizza con gaseosas, acompañada de una grandiosa película en Netflix llamada él es así , mi hermosa Gabriela decidió preparar un chocolate, según ella el chocolate es más rico para pasar el frio, y más si estas al lado de la persona que amas.—Todo bien —digo porque la veo mirando su celular.—Más o menos. Mi tía me pregunto que donde estaba y le tuve que mentir, le dije que estaba donde Carla –confiesa.—Y porque no le dijiste la verdad que estas aquí, conmigo, en mi apartamento –le comento.— ¿! Que!? ¿! Tú estás loco!? Mi tía me mata como se llegue a enterar que estoy aquí, en el apartamento de mi doctor y a solas. —me explica detenidamente.—Gaby ven acompáñame —le pido mientras la tomo por su mano y la llevo para que nos sentemos en el sofá que está en la sala. —esto que hemos descubierto tu yo es muy bonito pero también es un poco complicado, por eso no te he había preguntado lo que se, que toda mujer, quisiera escuchar para ini
GabrielaEsta mañana es diferente aun puedo sentir los besos de Mauricio en cada parte de mi rostro, sus manos acariciando las mías y sus fuertes brazos arropándome de ese frío que nos empaña en estos momentos, muchas veces me imagine el significado de la palabra amor, pero experimentarlo ha sido maravilloso, el aún está dormido y aunque todavía no me explico cómo es que llegamos del sofá hasta su recamara aprovecho para contemplar lo hermoso que se ve el hombre que más amo en este mundo, tocarle su cabello liso desordenado, acariciarle sus labios tan provocadores, pero sobre todo su cuerpo tan seductor, que hace que piense cosas indebidas «Gabriela compórtate» me repito mentalmente sin tratar de hacer ningún movimiento que lo vaya a despertar pero es demasiado tarde la alarma no juega a mi favor y suena haciendo que Mauricio abra sus ojos.— ¿Buenos días mi amor? —me dice haciéndome sonrojar ya que es la primera vez que me llama de esa forma.—Buenos días —le respondo un poco nervio
MauricioEl tráfico en esta ciudad ha estado bastante pesado en estos días pero eso no ha sido impedimento para que mi linda novia llegue temprano a sus clases, para ser honesto hubiese preferido quedarme con ella en mi apartamento, y así poder disfrutar un poco más de este amor que apenas está comenzando, lastimosamente las obligaciones llaman y ahora estoy en mi carro estacionado cerca de la universidad del Valle.— ¿Te vez tan linda sentada al lado mío? —la alago haciendo que me mire fijamente.—A si quiero verme siempre —responde sonriente.—Eso quiere decir que, ¿te quedaras conmigo toda la vida? —pregunto.—No lo dudes, tu eres y seguirás siendo mi gran amor —contesta con una voz tierna que me desarma.—Te amo Gaby —le digo mientras me acerco y le robo un pequeño beso.—Parece que me tendré que acostumbrar a sentir de todo, cada vez que me besas —confiesa haciéndome sonreír.—Podrías sentir más si quisieras —propongo y respira profundo.— ¡Mauricio! ya hablamos de eso —responde u
GabrielaCaminar por los pasillos de la universidad y fingir que no pasa nada todavía sigue siendo un reto muy difícil para mí, y más aún cuando sé que la suspensión que le hicieron Alonso se acaba hoy, me apresuro a llegar lo más rápido posible tomando las escaleras que me conducen a mi salón de clases y cuando estoy en la entrada de la puerta, me encuentro con una reunión de esas donde te imaginas que hay un cuis o examen oral o simplemente pasa algo extraordinario.—Buenos días —digo mientras ingreso al salón para tomar mi lugar en completo silencio.—Señorita Elizalde llegando temprano nuevamente —comenta la profesora en tono sarcástico.—El tráfico estaba bastante pesado lo siento —explico cruzando mis dedos sin que se dé cuenta.—Se te está volviendo costumbre —me habla bajito Carla y ni modo que diga frente a todo el grupo que el motivo de mi demora se llama Mauricio Lescuyer —luego te cuento— le informo y centro mi mirada hacia donde está la profesora que para este momento se