MauricioHa pasado una semana desde que vi a Gabriela y me pregunto porque no ha venido a sus terapias, no creo que este muy ocupada con la universidad, puesto que la última vez que hablamos me dijo que había ganado la materia más difícil y por eso estaba tan contenta, pero su ausencia me está matando, y si no viene hoy al consultorio iré a visitarla.—Buenas tardes doctor Mauricio —Escucho la voz de Gabriela mientras cierra la puerta del consultorio alegrándome por completo la tarde.—Mi Gaby linda te estaba esperando y le brindo mi mano para saludarla.— ¿Quiere que lo salude por cortesía o por gusto? —me pregunta dejándome la mano extendida.— ¿Cómo así? ¿Ha pasado algo Gaby? —digo desconcertado.—No ha pasado nada doctor, atiéndame y luego hablamos —contesta un poco seria acomodándose en la silla frente a mi escritorio.—Yo creo que primero hay que dialogar, es muy importante por tu salud emocional –le explico.— ¿No se acuerda que fue lo que me hizo? —pregunta con mirada matadora
GabrielaMe parece un sueño estar aquí, en este apartamento aunque sean por pocas horas, serán las más eternas de mi vida y por primera vez deseo tanto que no pare la lluvia para que el tiempo se haga largo y pueda conocer al amor de mi vida, de la manera que muchas veces lo he imaginado.—Se que te estás muriendo del frio Gaby, que te parece si mientras ponemos a secar tu vestido te presto una de mis camisas, es el único vestuario que puedo ofrecerte —me deja saber haciéndome reír.—Una de tus camisas está bien, pero antes ¿puedo utilizar tu baño y una toalla para secarme? —le pregunto porque de verdad me urge.— ¡Claro! Utiliza el que está en mi cuarto, es al fondo a la derecha y enseguida sacas del closet la camisa y todo lo que necesites, yo ocuparé el de visitas —me dice amablemente y no puedo creerlo conoceré el lugar donde duerme todas las noches.Al ingresar a su cuarto observo su espléndida cama, aunque un poco desordenada típico de un hombre soltero, para luego dirigirme a
Mauricio.Luego de haber disfrutado una deliciosa pizza con gaseosas, acompañada de una grandiosa película en Netflix llamada él es así , mi hermosa Gabriela decidió preparar un chocolate, según ella el chocolate es más rico para pasar el frio, y más si estas al lado de la persona que amas.—Todo bien —digo porque la veo mirando su celular.—Más o menos. Mi tía me pregunto que donde estaba y le tuve que mentir, le dije que estaba donde Carla –confiesa.—Y porque no le dijiste la verdad que estas aquí, conmigo, en mi apartamento –le comento.— ¿! Que!? ¿! Tú estás loco!? Mi tía me mata como se llegue a enterar que estoy aquí, en el apartamento de mi doctor y a solas. —me explica detenidamente.—Gaby ven acompáñame —le pido mientras la tomo por su mano y la llevo para que nos sentemos en el sofá que está en la sala. —esto que hemos descubierto tu yo es muy bonito pero también es un poco complicado, por eso no te he había preguntado lo que se, que toda mujer, quisiera escuchar para ini
GabrielaEsta mañana es diferente aun puedo sentir los besos de Mauricio en cada parte de mi rostro, sus manos acariciando las mías y sus fuertes brazos arropándome de ese frío que nos empaña en estos momentos, muchas veces me imagine el significado de la palabra amor, pero experimentarlo ha sido maravilloso, el aún está dormido y aunque todavía no me explico cómo es que llegamos del sofá hasta su recamara aprovecho para contemplar lo hermoso que se ve el hombre que más amo en este mundo, tocarle su cabello liso desordenado, acariciarle sus labios tan provocadores, pero sobre todo su cuerpo tan seductor, que hace que piense cosas indebidas «Gabriela compórtate» me repito mentalmente sin tratar de hacer ningún movimiento que lo vaya a despertar pero es demasiado tarde la alarma no juega a mi favor y suena haciendo que Mauricio abra sus ojos.— ¿Buenos días mi amor? —me dice haciéndome sonrojar ya que es la primera vez que me llama de esa forma.—Buenos días —le respondo un poco nervio
MauricioEl tráfico en esta ciudad ha estado bastante pesado en estos días pero eso no ha sido impedimento para que mi linda novia llegue temprano a sus clases, para ser honesto hubiese preferido quedarme con ella en mi apartamento, y así poder disfrutar un poco más de este amor que apenas está comenzando, lastimosamente las obligaciones llaman y ahora estoy en mi carro estacionado cerca de la universidad del Valle.— ¿Te vez tan linda sentada al lado mío? —la alago haciendo que me mire fijamente.—A si quiero verme siempre —responde sonriente.—Eso quiere decir que, ¿te quedaras conmigo toda la vida? —pregunto.—No lo dudes, tu eres y seguirás siendo mi gran amor —contesta con una voz tierna que me desarma.—Te amo Gaby —le digo mientras me acerco y le robo un pequeño beso.—Parece que me tendré que acostumbrar a sentir de todo, cada vez que me besas —confiesa haciéndome sonreír.—Podrías sentir más si quisieras —propongo y respira profundo.— ¡Mauricio! ya hablamos de eso —responde u
GabrielaCaminar por los pasillos de la universidad y fingir que no pasa nada todavía sigue siendo un reto muy difícil para mí, y más aún cuando sé que la suspensión que le hicieron Alonso se acaba hoy, me apresuro a llegar lo más rápido posible tomando las escaleras que me conducen a mi salón de clases y cuando estoy en la entrada de la puerta, me encuentro con una reunión de esas donde te imaginas que hay un cuis o examen oral o simplemente pasa algo extraordinario.—Buenos días —digo mientras ingreso al salón para tomar mi lugar en completo silencio.—Señorita Elizalde llegando temprano nuevamente —comenta la profesora en tono sarcástico.—El tráfico estaba bastante pesado lo siento —explico cruzando mis dedos sin que se dé cuenta.—Se te está volviendo costumbre —me habla bajito Carla y ni modo que diga frente a todo el grupo que el motivo de mi demora se llama Mauricio Lescuyer —luego te cuento— le informo y centro mi mirada hacia donde está la profesora que para este momento se
MauricioLuego de un largo día donde vi entrar y salir pacientes de mi consultorio con diferentes casos que le agobian a sus vidas nuevamente me encuentro solo en estas cuatro paredes en las que tantas veces he platicado con Gabriela. Me levanto de la silla que está cerca al escritorio y camino unos cuantos pasos hasta encontrarme con el sofá que será mi compañía mientras me acuesto y cierro mis ojos imaginándome esas horas que estuve con ella en mi apartamento.—Mi estimado colega me andaba buscando… escucho la voz de Daniel desde la entrada de la puerta.—Desde esta mañana ¿Dónde te habías metido? —Le pregunto al verlo llegar tan contento —por ahí— responde acomodándose en el pequeño sillón que está al lado del sofá.—Esa cara me dice que anduviste con alguna mujer cuéntame ¿Quién es la nueva víctima? —Que paso cual mujer— comenta cuestionando lo que acabo de preguntar.—Eso quiere decir que por fin enseriaron a Daniel Merkel —bromeo haciendo que me tire uno de los bolígrafos que es
GabrielaEl día de ayer estuvo lleno de muchas sorpresas en la universidad y si pensé que al llegar a mi casa iba a descansar pues me equivoque porque mi tía Rosiris al enterarse que fui seleccionada para asistir a uno de los mejores eventos que organiza la editorial CREATING BOOKS se apresuró a llevarme a una tienda de modas para comprarme el mejor vestido que hubiera sin importarle el precio, realmente no sé de donde saco el dinero, pero ese hermoso vestido se encuentra en estos momentos en el closet de mi cuarto lo único malo es que en la invitación solo figura una persona como quien dice por más que quisiera que Mauricio me acompañará este sábado no podría asistir.—Gaby ya llegue —escucho la voz de mi tía de inmediato miro el reloj y me doy cuenta que van a hacer las tres de la tarde —las terapias— me digo a misma agarro mi cartera y bajo las escaleras rápidamente —hola tía como estas— pregunto mientras le doy un beso en la mejilla.—Muy bien mi reina ayer como nos fuimos de comp