No estoy llorando...
•Sara•—Sam… Lo siento. Te engañé, estuve con alguien más.Mi corazón se quiebra y miles de fragmentos caen al verlo, destruido y desorientado, no lo puede creer.Se viste y comienza a caminar de un lado, las venas de su cuello se marcan por completo, me come con la mirada que está llena de ira.Lo estoy hiriendo y también salgo herida en el camino, es la única manera que consigo para alejarlo.Él es fuerte y esos angelitos merecen una familia normal y con Zachary la tendrán.A veces, el camino del amor es largo y tortuoso. El nuestro fue una carretera llena de baches; desde el primer momento que decidimos seguir la vía de este amor imposible.Sam se acerca y me toma de los hombros con fuerza.Sus ojos están cristalizados.—¡No me jodas, Sara! ¡Dime que me estás jugando una broma!Niego, no me salen las malditas palabras.—¡Habla! Tú no pudiste hacerme algo así ¡No! ¡No! ¡Eres mía, Sara! ¡No es verdad! ¡Me estás mintiendo! —me suelta y tira de sus cabellos.Está entrando en la locura,
•Sara• Unos brazos me envuelven, por un momento pienso que es Sam. Pero al abrir los ojos, son delgados, me apoyó en ella y lloro todo lo que debo llorar, quiero secarme, no derramar una lágrima más. Solamente recuerdo su mirada de dolor, desprecio y asco que gritaban sus ojos miel, ese amor quedó destruido en segundos. Perdí a mi amor y a mi hermano. —Shh, estoy contigo bebé. Esto pasará, sí. Estaré a tu lado, no te dejaré sola. —Lo hundí, Patri. Le mentí, le dije que estuve con otro, era la única salida—sollozo—, él nunca me perdonará. —Bien, merecido lo tiene— masculló entre sus dientes. Maikol me abraza, tratando de sostener las pocas piezas que quedan de mí. —Sara, no te preguntaré qué pasó, pero ya estoy mamado de esta relación que tienen. No sé qué más debe pasar, desde hoy, todo queda atrás —Levanta mi barbilla para verlo a sus ojos—. Es hora de seguir, de vivir. —No sé si podré estar sin él. —De la manera que lo hiciste estos días. Juntos, lo lograrás a mi lado. En
•Samuel•Daniel me insistió que viniera a la apertura del club, no quería venir, no quería volver a estar aquí. La rubia me convenció de que debía terminar de cerrar el ciclo, le conté todo, al final de ser la madre de mis hijos, se volvió mi paño de lágrimas y, sí, acepté que lo son y decidí hacerle caso a mi corazón y siento esa conexión inexplicable.Son mis hijos.Perdí a Sara y a su paso también a Maikol, lo irónico de todo, es que Bryan, no lo considero mi amigo, él sabe que tenemos una línea muy grande que nos separa, sin embargo, me está ayudando con un trabajo que le pedí. A Zachary por un mes las pesadillas no la dejaron y, cada noche, algo más salía de sus labios, la ira, me corre por las venas al recordar cada palabra, pero necesito pruebas y él, me está ayudando con eso. Según la rubia, no recuerda lo que sueña y la verdad, no la presionó en que recuerde.Me visto con algo cómodo y salgo al club, al llegar, las personas hacen filas para entrar. Camino entre la gente, le
•Samuel• Han pasado tres semanas desde que estuve con Sara, aún siento su piel en mis manos, su calor y su delicioso olor, no puedo sacarla de mi cabeza. No la llamé, ni ella a mí, eso sería la despedida que nos debíamos, aunque no queríamos, la sentí tan mía, su amor seguía en sus ojos, en sus besos, en cada entrega de su cuerpo.Tuve que cerrar dos editoriales, no están yendo muy bien en las ventas, bajaron abruptamente y algunos escritores de renombre, no quisieron volver a renovar su contrato de edición con la editorial Montiel, así que preferí cerrarlas porque tampoco tengo tiempo ni cabeza.Vamos camino para la clínica, Zachary no dejo de vomitar y, ya son cuatro meses, siempre aparecen después de cada comida que consume y si ha agarrado algo de peso, sin embargo, sigue delgada y su pequeño vientre está un poco más grande. Hoy es la última inyección para madurar los pulmones de los bebés y una ecografía para saber qué sexo son. Le conté lo que pasó con Sara, y se alegró por nos
•Sara• Esa noche no pudo terminar peor, Zac no paró de acorralarme para que le dijera la verdad, si estuve en algún momento con Samuel. Le mentí, le dije que no, que en ningún momento lo vi.Sus celos se salieron de control que, esa noche me aleje de él, no quise escuchar más sus gritos, por qué de hablar tranquilamente paso a gritarme. Los chicos estaban en su mundo bebiendo y bailando que no se percataron de nada, Zac perdió su norte nuevamente y está vez me asusto grandemente y termine por pedirle a Maikol que me llevará.Maikol no me habló en todo el camino y quien cortaba la tensión era Patricia, inocente sin saber lo que pasó, hablando incoherencias por la borrachera que traía. La mañana siguiente conversé con él y no pudo más que entenderme, le pedí que me perdonara por ser una carga para él, nadie más que yo quisiera olvidar y no sentir más.Estas últimas semanas mis manos se ponen frías al igual que mis pies, he tenido una tos extraña que se presenta al agitarme y mi pecho h
Todos están hablando y charlando, Greta está en la cocina con la señora de servicio preparando los bocadillos, no veo a tío Manuel por ningún lado. Maikol está junto a Daniel que es el DJ, por lo que veo, continuó recorriendo el lugar y veo a algunos conocidos del colegio jugando un juego de parejas y en eso mis ojos caen en el rubio que viene caminando hacia mí; está vestido con un pantalón de seda negro y una camisa de vestir ceñida a su cuerpo de color azul claro, la lleva recogida en sus codos. En sus manos trae un ramo de girasol y por más que lo evité todo este tiempo por su rección en el club, me saca una sonrisa por qué son mis flores favoritas.—La palabra preciosa queda corta—me besa la mejilla y me funde en sus músculos brazos—. Gracias, Zac.—Feliz cumpleaños, Sarita— Se separa un poco, pude verme en sus ojos azules tan claros. Es un buen chico—, no podía olvidar que hoy era tu cumpleaños y me tomé el atrevimiento de invitarme solo.Sus ojos no muestran enojo o algo pareci
•Samuel•Dos días atrás…Estoy en mi oficina terminando con lo último que faltaba para el lanzamiento de un nuevo libro de una de las mejores escritoras del país, todo está listo impreso y embalado para ser enviado al resto de las editoriales del país y fuera de él, es una de los pocos escritores que decidieron seguir con nosotros a pesar de lo último que está sucediendo estos meses con la filtración de los borradores y diseñó, todo lo tengo bajo investigación, sin embargo, el gusano que está detrás de esto sabe cómo hacer su trabajo.Entra una llamada de Margot.—Dime, Margot.—Señor, aquí afuera está la Señora Greta, se nota algo nerviosa. ¿La dejo pasar?—Sí, hazla pasar. Y, por favor, que nadie nos molesté—cuelgo y me levantó para recibirla, ella casi nunca viene para este lugar y que Margot me diga que parece nerviosa, me preocupa, porque Greta es una de las mujeres más seguras que conozco.Toca y le digo que pase, viene vestida con un pantalón bota ancha de seda de cintura alta
—Sara, está enferma, S-Sara…—solloza—, se está muriendo, tiene problemas en su corazón, se está hinchando sus pies y manos, no las siente a veces. Está débil, solo duerme. Y-y días atrás su tos fue insoportable al pasar la crisis se durmió, sin embargo, su pecho bajaba y subía muy rápido y joder, estoy segura de que algo pintaba en él. ¡Joder, Samuel!—grita y me empuja del pecho—, ¡Sara quiere morir, no quiere decirte nada ni a ti, ni a ninguno de los chicos! ¡Tiene tiempo con esto oculto y sabes algo más al enterarse de que volviste con la puta rubia y que esperan dos debes tuyos, fue suficiente para ella, para alejarte!—¿¡Mierda dices!?—le gritó ella no se inmuta—, ¡como mierda pudo ocultar algo así! ¡Joder! Es su salud y tú, cómo pudiste seguir callada, Patricia. Ella misma me alejó, yo nunca quise hacerlo, me engañó Patricia, pero eso no quiere decir que no podía decirme lo que pasaba con ella.Patricia se queda callada y mi cabeza trabaja rápidamente. Ya va, pero…, Sara me alejó