Ella regresó al dormitorio pensativa, nunca pensó que Alejandro fuera gay, pero… no era del todo gay ¿o sí? porque también salía con chicas… o ¿Solo era una farsa?
Sara seguía pensando y Amanda entró en la habitación dejando sus cosas en su cama. “Hola Sara, ¿Cómo te fue en tu clase?”.
Sara estaba completamente ausente.
Amanda se acercó moviendo su mano frente a su rostro preguntando. “Oye Sara ¿Estás ahí?”.
Sara volvió a la realidad. “¿Qué, cuándo?”.
Amanda se rio. “¿Por qué estás perdida? vuelve”.
Sara sonrió apenada. “Lo siento, estaba pensando en algo”.
Amanda la miró intrigada. “¿En qué?”
Sara pensaba si era bueno decirle a Amanda.
Amanda se acomodó a su lado sentándose en la cama y la golpeó cariñosamente del hombro. “Anda dime”.
Sara se removió en la cama y preguntó. “¿Qué tanto conoces a Alejandro?”.
Amanda la miró y también se removió en la cama. “Es hijo de Mauricio Valdez, trabaja en el hospital de tu padre como Neurólogo, es muy conocido en la medicina, ha logrado mucho junto con Jackson Blake”.
Sara hizo una mueca. “Jackson nunca me ha hablado de él”.
Amando siguió explicando. “Las malas lenguas dicen que Alejandro es la oveja negra de la familia, pero es el mejor aquí en el campus, sus notas son las más altas, aunque pocas veces entra a las clases”.
Sara escuchó y con pena hizo la siguiente pregunta. “El… ¿Ha tenido alguna novia formal?”.
Amanda se paró y miró a Sara con los ojos entrecerrados. “No estarás interesada en él ¿verdad?, te dije que era un mujeriego Sara, que jugaba con las chicas, no te conviene”.
Sara negó con las manos nerviosa. “No, él no me interesa de esa forma… es que… yo lo vi…” Sara no sabía si decirle.
Amanda puso sus manos en la cintura. “Me vas a decir todo, pero ya”. La apuntó con el dedo molesta.
Sara nerviosa se acomodó y unió sus manos contándole todo lo que vivió momentos antes en la enfermería.
Su amiga se quedó en shock igual que ella con la boca muy abierta. Sara se levantó de la cama, cerró la boca de su amiga, como lo hizo Alejandro con ella.
Amanda lo pensó por un tiempo. “Bueno. Nunca pensé que él... siempre está rodeado de chicas”.
Sara contestó. “Si”.
Amanda la miró. “¿Y qué harás?”.
Sara sonrió nerviosa. “Yo no haré nada, ni diré nada, después de lo que me dijiste de ser hijo de un amigo de mi Jackson no quiero problemas”.
Amanda asintió varias veces todavía pensando en lo que Sara le contó.
“Bueno vamos a buscar algo para cenar en la cafetería” Amanda tomó su mano y la arrastró.
Sara, aunque no tenía mucha hambre la acompañó, ya en la cafetería, miraban a todos alrededor, Amanda contaba a las chicas con las que Alejandro había salido en alguna ocasión, eran demasiadas. “Si no me contaras que tu misma lo viste, nunca te creería”.
Sara levantó sus hombros negando creerlo también terminaron su comida y regresaron a descansar en su habitación.
Algunos días pasaron, en una ocasión se topó de frente con Alejandro quien bromeó con ella, pero Sara lo ignoró.
Ella estaba a punto de irse y Alejandro la tomó del brazo. “Salgamos juntos”.
Sara negó, no se le olvidaba lo que vio aquel día. “Lo siento tengo novio”.
Alejandro sonrió. “No le diremos nada”.
Sara lo miró enojada y se soltó de su agarre. “No me interesa salir contigo”.
Alejandro tomó una bocanada de aire. “Gracias por no decir nada… sobre aquel día”.
La forma en que hablaba Alejandro era más tranquila y con un tono de súplica, Sara lo miró. “No tengo porque decir algo, no es mi asunto y además no es como si conociera o hablara con tanta gente en el campus”.
Alejandro sonrió. “Lo sé, sólo Amanda es tu amiga”. El preguntó. “¿Le dijiste?”.
Sara abrió mucho sus ojos y dijo nerviosa. “Ella no dirá nada me lo prometió”.
Alejandro se rio. "Está bien, gracias".
Pasaron las tres semanas, Sara esperó a Aldo, pero nunca llegó, Joel llamaba cada semana para saber cómo estaba, Sara conversaba con él largo tiempo, al final ella preguntaba por Aldo y Joel solo decía que tenía mucho trabajo.
Así pasó otro mes, sin saber de Aldo, Sara estaba desesperada, ya era demasiado tiempo separados, pero no podía dejar las clases, estaba por terminar el semestre para poder salir de vacaciones, Joel siempre le decía que todo estaba bien y que Aldo tenía mucho trabajo, en una ocasión habló con Celeste y ella se negó a hablar de Aldo, Sara estaba frustrada.
Quedaba solo un examen para terminar, Al salir de la escuela se despidió de Amanda quien le deseó suerte, conocía toda la historia de su gran amor.
Alejandro se acercó a Amanda que despedía el auto donde iba Sara y preguntó. “¿A dónde va tan feliz?”.
Amanda giro para mirarlo con el ceño fruncido. “Iré a ver a su familia y a su novio”.
Él frunció el ceño. “¿No es la hija de Jackson Blake?”.
Amanda contestó. “Si”. Alejándose dejándolo pensativo.
Simón llevó a Sara al aeropuerto, En el camino ella imaginaba como sería el ver de nuevo a Aldo después de tantos meses. -Me extrañará- Pensaba ella.
Subió un autobús que la llevaría al pueblo, al llegar tomó su bolso caminado hasta la estación de policía, entró preguntando por Joel, pero estaba patrullando, agradeció y salió directo a la cabaña.
Al entrar observo la cabaña, aunque era vieja y anticuada era el mejor lugar que existía para ella, dejo su bolso en su habitación y salió al lago creyendo que encontraría a Aldo en la casa del árbol, subió notando que todo estaba en su lugar, Aldo lo mantenía limpio, Sara sonrió suspirando.
Bajo del árbol rumbo a la casa de Aldo, se asomó por una de las ventanas sin hacer ruido, había mucha gente adentro de la casa, todos vestían de negro.
Ella extrañada se acercó al pórtico para tocar la puerta, encontrando a Frank y a Elena tristes, llorando abrazados.
Frank la miro de pie afuera de la casa mirándolos. “¿Sara?”.
Ella se acercó a ellos. “¿Qué pasó?”. Frank se alejó de Elena quien lloraba, pero estaba sorprendida de ver a Sara en su puerta. Sara volvió a preguntar. “¿Por qué hay tanta gente?”. Frank hizo una mueca. “Es un velorio”. Ella asustada preguntó. “¿De quién? ¿Quién murió?” Frank dijo tristemente. “Mi padre”. Sara suspiró pensando en Aldo. Por un momento creyó que él había muerto. Lee lo siguiente escuchando James Arthur - Impossible... Frank giró para mirar a Elena quien entendió tácitamente lo que quería decir, ella abrió la puerta de la casa y estaba por entrar para advertir
Joel y Celeste discutían en la sala. “Ella debe irse Joel, no puede quedarse, será más lastimada al ver a la pareja juntos, además ella debe seguir estudiando”. Joel molesto le dijo. “Pero cómo voy a dejarla ir en ese estado, sabes bien que Jackson no es un buen padre con ella, mira que mandarla a vivir al campus y solo querer verla los fines de semana”. Celeste negó. “Así es como lo manejan en la ciudad, es muy diferente allá”. Ellos no quedaron en nada y mejor se fueron a dormir, a la mañana siguiente, Sara se levantó temprano apenas amanecía. Salió de la cabaña y camino por el pueblo, el señor Jorge Ruiz la vio. "Sara". "Señor Ruiz, ¿Cómo está? ¿Y su esposa?".
Ya era tarde y como no había muchos alumnos en el campus la vigilancia era mínima el trepó por entre las ventanas hasta llegar al tercer piso. Sara se levantó sin notar al hombre que subía, camino hacia la mesita de noche cerca de su cama y abrió el cajón, sacó la foto de Aldo para mirarla acariciando su rostro en la imagen. Después de unos segundos la guardó en el libro y lo acomodó en el estante. Escuchó un ruido en la ventana y giró para ver a un hombre parado, ella quería gritar, pero el hombre se acercó cubriendo su boca. “Sssshhh, no grites, soy yo Alejandro”. “¿Qué haces aquí?, tendré problemas si te encuentran”. “Si tu no haces ruido yo tampoco”. Se recostó en la cama de Amanda. “Estoy aburrido solo en el dormitorio de hombres”. Ella sin mirarlo contestó. “Si, las estrellas son mis favoritas”. Sara miró al cielo oscuro y susurró. “Sabías que el color de las estrellas depende de su temperatura…” Las lágrimas empezaron a caer en su rostro eran incontrolables, pero ella seguía mirando el cielo y dijo. “Las más calientes brillan con un color blanco verdoso y azul, las templadas brillan en amarillo y
las más frías brillan en rojo”. Alejandro la miraba detenidamente y su corazón se sintió oprimido por verla llorando. “No lo sabía”. Sara hizo una sonrisa fruncida. “Él lo sabía… pero siempre que yo lo repetía, hacía como si yo nunca se lo hubiera dicho, interesado en lo que yo dijera”. Alejandro se sentó cCAPITULO 17 LARGA HISTORIA
Un mes después Sara iba camino a la mansión, Jackson le pidió regresar, habría una cena importante en casa y tenía que estar presente. Entro a la casa y todos estaban ocupados, Martha les pedía a los sirvientes limpiar de manera más rápida, Vivian caminaba detrás de ella pidiendo opinión del vestido que usaría, el pequeño Joaquín vestía un traje negro, se veían muy guapo, estaba recostado en un sillón jugando un videojuego. Sara se acercó a su hermano y besó su frente, él le regaló una gran sonrisa. “¡Sara al fin llegas!, tu vestido está en tu habitación, debes estar lista para las siete de la noche sin retrasos”. Martha le dijo exasperada. Ella asintió subiendo a su habitación al entrar encontró un vestido azul claro en la cama, era muy anticuado, de manga larga y t
Alex miró a la chica que bailaba más tranquila. “Sara”. Ella levantó su mirada y lo observó al rostro. “mmm”. “Antes de venir aquí, mi padre me dijo que esta cena era para formalizar mi compromiso con Vivian”. Sara lo miró asombrada. “¿Te vas a casar con mi hermana?”. Alejandro la miro serio. “No, no quiero casarme con ella”. Sara miro a la gente alrededor. “Entonces qué vas hacer, me imagino que todos están aquí por eso”. “Los invitados solo saben que me comprometería con una hija de Jackson”. Sara entrecerró los ojos, viendo la mirada de Alejandro. “¿Qué piensas hacer?”. Alejandro
Tres años después…. El hospital San Rafael era uno de los más renombrados en el país, Sara, Amanda y Alex empezarían como residentes Entraron a la sala de juntas con otros diez compañeros de la carrera, estarían en el hospital por dos años, uno como servicio social y el otro como practicantes. Sara se veía muy linda con su bata blanca, llevaba un vestido de seda azul y tacones de piso. Amanda por su parte vestía un pantalón de vestir negro y una blusa blanca con algunos holanes que le daban un toque de madures. Alex llevaba un traje gris que escondía debajo de la bata médica. Era el primer día, les darían un recorrido por el hospital y servirá para conocer a los doctores especializados que trabajaban en el lugar. Alex la tomó en sus brazos hasta que se calmó. Al dejar de llorar le expresó a Alex. “Necesito estar con él”. Amanda la ayudó con su equipaje, Sara le aviso a Jackson que se iría y sus amigos la llevaron al aeropuerto. “Cuídate y llámame si me necesitas”. Amanda la abrazo entregándole algunos números de teléfono. Alex también la abrazó, acarició sus hombros y no se contuvo besando sus labios, Amanda miró asombrada se giró alejándose del lugar para darles espacio. Sara correspondió el beso y al separarse parpadeó mirando a Alex. Él sonrió acariciando su mejilla. “Si no tengo noticias de ti en una semana iré a buscarte”. Ella se despidió de ambos y subió al avión.CAPITULO 21 TRATAMIENTO