Cristal.
No comprendo qué es lo que quiere este hombre, acaso planea ejecutarme públicamente pero si soy la emperatriz el emperador tiene más peso su cabeza que la mía, paso cerca de donde tienen retenida a Ana, no puedo evitar intentar forcejear para abogar por ella, no deseo que la maten.-¡Suélteme! Dejé la que no tiene nada que ver con nosotros es solo una sirvienta.Se que lo que digo son mentiras y que Ana represebta mucho mas que eso para mí pero es solo un método para salvar la.-Déjate de tonterías y camina.El guardia intenta empujarme pero me opongo llamando la atención del sultán que se detiene y nos mira de reojo.-Llévensela también.Ana es liberada y extiendo la mano para tomar la de ella y jalarla hacia mí, sé que tal vez la estoy jalando a su propia muerte pero es la única persona que me gustaría tener conmigo hasta el final de mi vida, nos llevan afuera del Castillo y nos suben a un carruaje custodiadas por guardias, nos alejan de mi hogar produciendo me tristeza nunca tuve amigos pero este fue el lugar de mi nacimiento, llegamos al puerto donde nos suben a un barco extranjero y nos transportan en la zona de carga como si fuéramos animales, nunca me habían tratado de esta manera, miro mi vestido y está todo sucio rasgado de la parte de abajo, miro a Ana que tiene bastante miedo a su cara voltea hacia todos lados como si buscara a alguien, intento esforzar una sonrisa en mi rostro y tomar su mano llamando su atención.-Tranquila Ana tal vez vayamos a un mejor lugar.-Señorita Cristal no sabe lo que los hombres del oriente hacen con las mujeres que capturan en sus conquistas.-Solo escuché rumores pero no creo que sean tan bárbaros y lujuriosos solo hay que esperar lo mejor.Viajamos durante dos días allá abajo donde apenas nos dieron de comer y agua, nunca había sabido que se siente tener hambre es una sensación horrible y espantosa no sé cómo hay gente que pasa toda su vida sufriendo hambre, por fin llegamos a puerto y nos bajan como nos han tratado todo este tiempo con búsqueda, no veo al sultanes Ismael en ningún lado y todo lo que miro a mi alrededor es ajeno a mi conocimiento lo único que reconozco son los camellos y un tipo de mercado, nos dirigen hasta uno de esos animales.-Suban.Miro y este animal no tiene silla de montar y con mi vestido es bastante difícil subir, no creo poder hacerlo.-Qué están esperando, el sultán no tiene tiempo que perder.-Disculpe pero no sé montar este tipo de animal de transporte si es tan amable de demostrarnos cómo.-No tengo tiempo para estarles mostrando a las niñas mimadas cómo subir a un animal, muévanse ya.Tiene el maldito atrevimiento de empujarme por la espalda y me tengo que apoyar en el camello apestoso y sucio para no caerme, volteo a ver al guardia con molestia que rápidamente se vuelve en miedo al ver cómo el sultán le pone una especie de espada curva en el cuello montando un camello.-¿Quién te crees que eres para tocar lo que me pertenece? Acaso no sabes que por tu acto tu cabeza rodará.El guardia vuelve a verlo con ojos llenos de pánico y empieza a rogar por su vida.-Lo siento mucho sultán pero es que las mujeres solo están retrasando el viaje.Me molesta que intente echarnos la culpa y que no diga la verdad y como ya no tengo que guardar silencio dejo libre mi lengua.-Es mentira, solo le pedimos que nos indicara cómo montar un camello.-Tengo entendido que en su imperio solo usan caballos pero aquí es más resistente un camello además a dónde vamos será un lugar muy alejado.El sultanes se baja del caballo y se acerca a mí tomándome de la cintura y montándome en medio de las dos jorobas del camello para después colocar un velo largo y oscuro sobre mí.-Toma las riendas con fuerza no las vayas a soltar el animal simple y sencillamente nos seguirá, no te atrevas a quitarte el velo o correrás la misma suerte que el cadáver que está a mis espaldas.El sultán se vuelve a subir a su camello y comenzar el camino hacia dónde no lo sé pero el animal que estoy montando lo sigue, este tipo de mercado es muy extraño nos ofrecen telas y jarrones junto con otras cosas al sultán lo ven con gran afecto, salimos de la baihas para adentrarnos en el desierto donde solo hay dunas de arena y no se ve nada más en kilómetros, llega el mediodía y el calor de este lugar es realmente insoportable el velo sobre mí solo impide que cualquier ráfaga de aire me pegue en la piel, la boca la siento tan reseca y amarga, hay mucho calor que me asé sentir mareada.Karim.Por fin pude apoderarme de una joya tan bella y esquisita como esa emperatriz, me pareció un insulto que un hombre tuviera una amante con una mujer tan bella como Cristal a su lado, valla que hay personas que no saben valorar lo bueno.-¡Emperatriz Cristal!La voz alarmada de la acompañante de Cristal llama mi atención, más le vale no a verse quitado el velo pero al verla en el suelo inconciente me alarmó, me bajo del camello con rapidez y me acerco a ella tomándola en mis brazos, sus mejillas están muy rojas y la temperatura de su piel es muy alta.-Rapido armen una tienda.-Si señor.Miro con atención su cuerpo y tiene demasiada ropa gruesa debo de aligerar la e idratarla antes de que sucumba por el calor del desierto, saco una daga de mi cintura.-¡Que le piensa hacer!Miro a la criada con molestia por tener el atrevimiento de gritarme, debería de darle una bofetada por ese descaro pero no tengo tiempo que perder con esta tonta, dejo de prestarle atención a la criada que me mira con miedo y sigo con lo que estaba con mi navaja comienzo a cortar el vestido que es muy bultoso, corto el vestido hasta llegar una ropa muy delgado y la alzó para llevarla a la tienda que armaron rápidamente mis guardias y la recuesto para comenzar a mojar su rostro con un trozo de seda.-Deje me ayudarlo puede irritar su piel.Miro a la criada con desagrado por dirigirse a mí sin que yo pidiera su opinión o ayuda y por aver entrado sin que yo diera permiso.-La emperatriz tiene piel muy sensible y con el más mínimo roce se enrojece.-Sultan Karim a llegado un ave con una nota.Miro a mi guardia personal que está parado en la puerta de la carpa, me levanto y me acerco a él para tomar la nota y leerla. "El duque Liam Mubon a muerto"Creo que lo que planie salió a la perfección y al no estar en el continente no puedo ser sorprecho de nada ahora solo falta su hermano menor y así su imperio quedará a mi merced, el guardia se me acerca un poco con el águila en el brazo en la espera de mi respuesta.-Pidale a Hasam que me vea en cuanto llegue.-Si sultán, ¿Que pasará con las mujeres?-Seguiremos la ruta cuando la emperatriz despierte.-Si.El guardia asé una reverencia y se retira de mi presencia, si todo sigue así me podría apoderar del continente entero solo me asé falta decidir a quien tomaré como esposa de todo mi harén.Cristal. Siento que la cabeza me duele y un ardor en mi garganta tan incómodo que me hace despertar, al abrir los ojos a la primera que veo es a Ana que me mira con preocupación pero intenta sostener una sonrisa en sus labios. -Emperatriz que bueno que ya esté despierta. ¿Cómo se encuentra? -Me siento un poco aturdida. -Quisiera poder ofrecerle algo pero no tengo nada, ni siquiera me han traído agua para beber. -Pero que hombre tan desconsiderado. Me siento en esta cama que es tan incómoda y me doy cuenta que estoy en ropa interior, me cubro con los brazos ya que nunca avía estado tan expuesta fuera de mi baño privado. -¿Dónde está mi ropa? -El sultán se la quitó cuando se uedo inconciente. Pero que atrevimiento, me siento tan avergonzada, nunca en mi vida un hombre me avía visto con tan poca ropa y supongo que el también me trago aquí. -Hasta que despertaste. Escucho la voz del sultán y lo miro parado en la entrada de la tienda sosteniendo un cuenco y una especie de vasija
Ismael Pero que mujer tan arrogante después de que le perdone la vida se atreve a verme de esa forma y hablarme así.-Creo que tu nueva joya es salvaje, no fue buena idea tomar a una emperatriz de otro continente como una más de tu harem.La voz de mi mano derecha y consejero real llama mi atención, tomo un trago de mi vino antes de responderle sin interés algunos.-Solo esta asustada pero cederá a mis órdenes. -¿Y que harás con la segunda chica? LA de cabello castaño.-No lo sé, ella quería traerla es su sirvienta personal.-Pero de esas aqui hay muchas.-Lo sé, que propones hacer con ella.-Dejarla a mi servio.Miro a Hasam con un poco de molestia ya que siempre ase lo mismo con las mujeres que le doy, solo las utiliza y cuando se aburre de ellas las desaparece para así no tener que hacerse responsable de ellas.-Otra mujer más para tu placer.Hasam solo me da una sonrisa pícara y pone su atención en las bailarinas qué están entreteniendo a los invitados.-Te negare tu petición al
Cristal.Ya pasaron tres días desde que me trajeron a esta habitación y no he sabido nada de Ana espero que este bien, esta habitación es bastante aburrida nadie viene, solo limpiamos el piso y las mujeres hablan de cosas triviales, no sabia que tan cansado es limpiar un piso bueno jamás avía limpiado algo con mis manos, miro las nuves pasar por el ventanal del techo qué ahora que lo veo con más detenimiento me doy cuenta de que está viejo y desgastado por el paso del tiempo pero aun así no le quito lo hermoso.-¡Su alteza!Escucho la voz de Ana y miro a mi alrededor en su búsqueda pero no la veo por ningún lado desilusionado me, tal vez ya estoy perdiendo la cordura por el aburrimiento.-Su alteza Cristal aqui abajo.La vuelvo a escuchar y esta vez la busco en la parte baja de la pared, miro una rejilla de piedra y atravez de esta veo el royro de Ana, me acerco con mucha alegría y me arodillo frente a la rejilla.-Ana que bueno que este bien, me preocupe mucho por ti.-Estud se preoc
Cristal. Pasaron otros 2 días después de ese encuentro tan desagradable con el sultán sin noticia alguna de nada, paso las noches platicando con Ana ya que casi todo el día no está, me ha dijo que ella está en la sección de las mujeres de servicio que atiende a las demás mujeres de este lugar, me calma un poco el alma al saber que no le hicieron nada, la convivencia con las mujeres en la habitación ha sido un poco tenza después de mi abierto rechazo hacia el sultán frente a ellas, supongo que lo que más anhelan ellas es que ese hombre venga y pase tiempo con ellas pero eso no es lo que yo deseo. Esta tarde Romina está descansando dormida cerca de Nala y a mi mente viene las razones por las cuales la anciana y Nala están aquí pero con respecto a Romina no me lo quiso decir sé que no es de mi inconveniente pero me intriga saber por qué un sultán tiene una niña tan pequeña aquí, ni siquiera tiene 10 años no lo creo tan perverso como para tomarla como concubina, me acerco a la abuela Sir
Ismael.Que irritante es que Cristal no acepté mis presentes, que tienen de malo mis joyas son de la mejor calidad y más finas de la región, se tardaron dos días en traerlas hasta el palacio y ella ni siquiera las uso una vez, maldición qué tengo que hacer para que está mujer me tenga algo de afectó y sienta aprecio por mi, las dos veces que tuve que rebajarme a ir hasta esa habitación apartada y olvidada ni siquiera me presto atención, solo le importa estar pegada a esa pared que las une a la habitación de la servidumbre, que diablos hay allí que es tan importante para ella, recuerdo la chica que vino con ella, ella fue lo único que quiso traer, mando a traerla al salón secundario mientras tomo vino mirando por la ventana las estrellas de la oscura noche, no creí que una mujer fuera tan difícil.-¿Que vas hacer con la chica?-La are hablar y así poder saber los gusto de Cristal.-Es tan extraño que la llames por su nombre.La puerta es tocada, doy el pasó y miro como entran el guardi
Cristal.Esta es la primera noche que me despierto sin que me duela la espalda por dormir en el suelo, esta noche dormí como en una especie de sillón no es tan cómodo como una cama pero ya es un avancé, al lavar me la cara para despejar cualquier rastro de sueño me percató qué en mi mano hay un moretón por aver golpeado la puerta la noche que se llevaron a Ana, no me avía percatado, al pasar mis dedos por esta un hormigueo recordé mi cuerpo por el leve dolor qué me produce, cuando nos traen el desayuno me doy cuenta que es de mejor calidad, hay pescado y fruta fresca de temporada, cera agradable comer algo que no sea arroz y pan duró, desayuno con toda comodidad en la compañía de las damas reunidas en la pequeña mesa que esta cerca de la ventana, todas se miran más felices y radiantes supongo que se sienten bien salir de esa habitación oscura, miro por la avntana y miro al jardín que esta en el primer piso que está lleno de flores y en el medio hay una fuente, recorriendo las flores c
Karim.Poder tocar los labios de Cristal fueron un extasis para mi pero al parecer no fue la misma experiencia para ella ya que me miro sorprendida y con miedo apartandose de mi, sale hullendo a la nueva habitación qué les asigne, no me gusta para nada tener traerlas a todas a esta sección del palacio pero Cristal no las quería dejar allí abajo, mi Cristal siempre tan bondadosa y generosa con los demas, llego a la habitación que les asigne pero alguien me impide la entrada, por fin entro y miro a Cristal parada cerca de la ventana me intento acerca a ella bajo la atenta mirada de las demas mujeres pero su sirvienta me impide el paso molestando me.-Apartate.-Su alteza Cristal no puede verlo en este momento.-No digas tonterías no esta asiendo nada la estoy biendo allí parada.-Dele su espacio por favor.Ana me habla en voz baja y me mira de forma sería asiendo que me moleste, no estoy acostumbrado a seguir órdenes de los demas y mucho menos de una sirvienta me dan ganas de quitarla de
Cristal.Después de la desagradable visita de esas mujeres Ana regresa a la habitación con una caja entre sus manos seguida de 2 heunucos que traen un baúl cada uno que dejan en el centro de la habitación para hacer una reverencia y retirarse.-Señorita Ana ¿Que hay en el baúl?-No lo sé, lo único que me dijeron que era para ustedes.Romina como siempre animada e impaciente como son los niños se levanta rápidamente para abrir uno de los baúles revelando que en su ropa nueva la abuela Sira se acerca y las comienza a revisar.-Mira Nala este tono se vería muy bien con tu color de cabello.-Romina me lo puedes dar por favor.Romina rápidamente le acerca la prenda y Nala la comienza a examinar con las manos, miro a Ana que me extiende la caja que está adornada con toques de oro.-Esto es para usted alteza.Abro la caja y miro un collar de perla rosas con dijes de oro, lo tomo para verlo mejor pero me doy cuenta que es muy largó y se en dos brazaletes y en uno más grande en el medio, no com