cap 6

Cristal.

Pasaron otros 2 días después de ese encuentro tan desagradable con el sultán sin noticia alguna de nada, paso las noches platicando con Ana ya que casi todo el día no está, me ha dijo que ella está en la sección de las mujeres de servicio que atiende a las demás mujeres de este lugar, me calma un poco el alma al saber que no le hicieron nada, la convivencia con las mujeres en la habitación ha sido un poco tenza después de mi abierto rechazo hacia el sultán frente a ellas, supongo que lo que más anhelan ellas es que ese hombre venga y pase tiempo con ellas pero eso no es lo que yo deseo. Esta tarde Romina está descansando dormida cerca de Nala y a mi mente viene las razones por las cuales la anciana y Nala están aquí pero con respecto a Romina no me lo quiso decir sé que no es de mi inconveniente pero me intriga saber por qué un sultán tiene una niña tan pequeña aquí, ni siquiera tiene 10 años no lo creo tan perverso como para tomarla como concubina, me acerco a la abuela Sira y me siento a su lado.

-Le pido disculpas por mi absabrupto del otro día es que ese hombre me pone muy tensa.

-Necesita acostumbrarse a él.

-Si no es mucha de mi inconveniente ¿porque es que Romina está aquí?

-Romina es la prometida del sultán.

Esas palabras me dejan estupefacta y muy sorprendida, no puedo creer que el sultán Ismael sea tan depravado como para tener de prometida a una niña de 8 años, la abuela me mira y se sonríe.

-Sé que no lo entiende y tal vez no lo haga pero aquí las cosas son muy diferentes a su reino, ¿Por que no nos dijo que es la emperatriz del Norte?

-¿Cómo lo supo?

-La servidumbre habla y las paredes tienen oídos pero Romina es su prometida pero solo de palabra no hay nada formal de por medio solo fue algo que el sultán le dijo para mantenerla feliz en este lugar, la hermana mayor de Romina iva a ser la prometida pero el día que la trajieran y le hicieron la prueba de pureza no la pudo pasar, el sultán y su madre se sintieron tan ofendidos por el engaño de esa familia que sin pensando 2 veces fue a su casa con un pequeño ejército con el cual tomó cada miembro de la familia y los ejecuto, recorrió la casa y encontró a Romina dormida en el jardín trasero minutos antes de empezar la masacre él se apiado de la alma de la niña y lo trajo aquí cuando tenía 5 años claro nunca le han dicho lo que pasó realmente con su familia, es algo muy cruel pero la familia real jamás se debe de engañar, nosotras estamos muy agradecidas ya que nos dio una segunda oportunidad, mi destino era morir cuando el padre del sultán falleció ya que era concubina de él pero cómo fui una de las pocas que lo cuido cuando él era pequeño se apiadó de mi alma, conservo a Nala ya que era una concubina de alto rango cuando el sultán era joven pero alguien le envenenó dejando la consejera y como por ley los sultanes no deben de tener ninguna enfermedad ni defecto algún la trajo aquí para que su madre no la echará del palacio, somos la habitación puritano así es como lo llama Romina pero en verdad somos a las que el sultan Karim no desee tocar pero al entrar usted aquí eso fue muy extraño pero al ver la actitud de usted hacia él he comprendido el porqué está aquí.

Analizo lo que me dice la anciana y creo que juzgue mal al sultán no es un bruto despiadado pero todavía no me agrada para nada, eso de tener habitaciones llenas de mujeres solo para su placer me parece muy mal, sé que para ellos es muy común pero para nosotros es adulterio aunque pensándolo bien me escucha un poco hipócrita ya que mi esposo tuvo durante años un amante pero no me mantuve pura tanto tiempo para perderla ante un hombre que no me valorará como mujer y solo me tendrá como una más, estoy harta de ser el plato de segunda mano, escucho la puerta ser tocada para después ser abierta por uno de los guardias que siempre son muy silenciosos, se acerca a nosotros y hace una leve reverencia.

-Esto es un presente para usted del sultán Karim.

El guardia abre una caja de madera y en ella hay un hermoso collar con pendientes y parece que son rubis, debo admitir que esto es realmente hermoso pero no es la primera vez que me dan joyas para querer ganar mi afecto.

-Se lo agradezco mucho pero dígale a su señor que no estoy interesada, muchas gracias.

El hombre se desconcierta un poco y duda cuando cierra la caja vacila un momento antes de retirarse de la habitación.

-Eso no va a ser del agrado de sultán y pusiste en riesgo la vida de heunuco al llevarle malas noticias al sultán.

-Creí que eran guardias.

-Lo son pero solo del harem y se le llama asi ya que los han despojado de su capacidad de tener hijos.

Me sorprendo al escuchar eso y me parece algo barbarico pero supongo es una buena forma de asegurarse de que no sean tentados por las mujeres hermosas de aquí, pasan las horas y casi al caer el sol regresa el mismo heunuco con otra caja diferente, se me acerca y la abre revelando un juego de hermosos brazaletes de oro con inclustaciones de esmeraldas, es una pieza mucho más esquisita que la anterior pero tendrá el mismo resultado, le pido que la regrese de forma amable, el heunuco da un suspiro y se retira.

-¿Que está pasando?

Escucho la dulce voz de Ana y me acercó de nuevo a la rejilla con mucho ánimo por hablar con ella.

-Nada importante Ana solo que el sultan me a mandado dos presentes.

-El sultan Ismael Karim te dio dos presentes hoy.

-Si, así es.

-Discupe mi atrevimiento pero ¿Que fueron?

-Un collar con rubíes y un juego de brazaletes con esmeraldas.

-¿Los conservo?

-Claro que no se los devolví, solo espero que el heunuco no halla recibido un castigo por mi culpa.

Escucho que abren la puerta de forma brusca y escucho los gritos muy molestos del sultán qur me ase voltear casi de inmediato.

-¡DONDE ESTA!

-¿Quien mi señor?

La mirada del sultán se fija en mi y se acerco escolarizado asustando me mucho en el proceso, me toma del brazo y me levanta del suelo.

-Acaso deseás insultarme.

Calmo mi corazón y me suelto de su agarre para retroceder un poco por mi seguridad.

-No se de que me habla.

-¿Cómo te atreves a regresar mis presentes?

-No necesito de sus atenciones mejor deselas a una de tantas mujeres que tiene prisioneras aqui.

El sultán me fusila con la mirada, sé que estoy jugando con mi vida pero en realidad no deseo estar en la presencia de este hombre no importa que tan guapo sea.

-Are que te arrepientas de tus palabras.

Decido no darle una respuesta al sultan apesar de que la tengo en la punta de la lengua solo le sostengo la mirada mientras se va muy molesto, me calmó y me disculpo con las demás por molestar su descanso y vuelvo mi atención a Ana, seguimos hablando hasta que escuchó que la puerta se vuelve abrir pero esta vez del otro lado de la rejilla y solo puedo escuchar con impotencia como se llevan a Ana a la fuera, grito con desesperación para que la suelten pero es en vano, me levantó del suelo y me dirijo a la puerta pero esta esta cerrada con llave.

-¡ABRAN ESTA PUERTA! Necesito salir.

Golpeó con los puños la puerta pero es inútil, la anciana Sira se me acerca y me toma de los hombros para alejarme de ella, intenta calmar me pero mi mente solo piensa en Ana y tal vez le puedan estar asiendo daño por mi culpa, jamás perdonare al sultán si le pone un dedo encima.

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