Ismael. Esta tarde me desocupo temprano y me dirijo a ver a mi dama favorita pero en el pasillo escucho gritos de mujeres, me apresuro al pensar que alguien le está asiendo daño a mi nueva joya, se muy bien que el ambiente en un harem puede ser peligroso pero al llegar a la habitación me encuentro algo que no esperaba la emperatriz Cristal esta abofetando en el suelo a una de las bailarinas de alto rango, me apresuró a detenerla antes de que se haga daño y me percató de que sus manos están rojas por los constantes golpes, la mujerzuelas en el suelo comienza a decir mentiras y a rogar piedad como si yo fuera alguien que se tiente el corazón al momento de dar castigos, la mando a la torre rojo y se desespera al eschuchar eso ya que todos saben que los que entran a esa torre solo saldrán cuando su sangre allá teñido las paredes, después de que se la llevan el medico del palcio llega con rapidez, me ase una reverencia.-Me mando a llamar sultán.-Revisa las manos de la emperatriz.-Que p
Cristal.Creo que he quedado en chock al escuchar las palabras que salieron los de los labios del sultán, hicieron que el pulso se me acelerara y que las rodillas me temblaran, el beso que me dio hizo que se ardor y extraña sensación invadiera mi cuerpo de nuevo, sentí deseos de que no detuviera el beso pero cuando sentí su mano en mi pierna me dio pánico, Ana entró casi justamente después de que él sultán se fuera y se acercó a mí con prisa.-¿Le hizo algo su alteza?Solo puedo negar ya que no se me ocurra respuesta alguna, solo pongo una mano sobre mis labios para sentir esa calidez que me dejó el sultán Karim Ismael, debo de admitir que es un hombre muy apasionado y experimentada contrario de mí que no tenga absolutamente nada de experiencia ni conocimiento alguno, mi madre siempre me dijo que el hombre siempre sabía qué hacer que yo solo debía ser sumisa para cumplir sus placeres y peticiones, después de relajar y calmar por fin mi mente llega el hombre que acompañaba al sultán es
Cristal.En estos dos días e pasado estudiando las costumbres de este imperio y la verdad todas me parecen un poco injustas para las mujeres, no tienen mucha participación en la política más que dar un heredero al sultán que tiene derecho a una esposa oficial a 4 amantes principales y todas las concubinas qué pueda mantener de forma digna pero si una mujer llega a cometer adulterio de la forma más mínima que asta una siempre pregunta a un extraño tiene sus consecuencias y la pena mínima son asotes, todo esto me parece barbarico y me molestia bastante, cierro el libro entre mis manos con frustración y doy un suspiro lleno de esta misma qué no pasa desapercibido por Ana que me esta arreglando el cabello.-¿Sucede algo alteza?-No puedo creer que las mujeres estar conforme con este estilo de vida, las leyes son tan desiguales.-Eso era algo de esperarse es otro continente mi alteza.Me quedo con tanta frustración que ni siquiera puedo comer cómodamente, Hasam viene a buscarme y su vestim
Cristal.Intento mantenerme despierta pero casi cuando solé el sol caigo dormida en la cama que es tan suave qué me recuerda a mi recamara de mi palacio, el sol golpea mi rostro aciendome despertar pero en vez de levantarme me cubro la cara con las sábanas.-No te vas a levantar.Escucho la voz molesta del sultán Karim Ismael que me ase sentarme de golpe en la cama y lo veo sentado en un sillón usando solo un pantalón con su mirada fija en mi.-¿Que ase aquí?-Esta es mi habitación y siéntete afortunada eres la primera mujer aquí.Si claro como no, desvío la mirada con molestia y me termino de levantar de la cama.-¿No te vas a disculpar?Pienso un poco y recuerdo el insidente de anoche, no pienso rebajar mi orgullo por dejarle en claro a un hombre de lo que soy capas si él fue quien destacó eso de mi.-Por que debería de hacerlo.-Por la vergüenza qué me hiciste pasar anoche.-Tu me pediste estar allí yo no te lo pedí.-Teníamos un trato si quieres salir al jardín debías de acompañar
Karim.Cuando Cristal se queda dormida parece tan pacífica qué me gustaría verla así todos los días, quisiera que volviera esa esperanza, ese brillo que tiene en el retrato qué poseo, es uno que mandaron ase años cuando contrajo matrimonio con la basura qué tenía de esposo, Ana da un suspiro cansado mientras recojo los platos y la taza vacía.-Ase mucho que no la miraba así, la última vez que lloro de esta forma fue el día que se dio cuenta que estaba casada con un monstruo.-¿Fue tan malo su matrimonio?-Malo es una palabras suave en comparación con lo que le hizo, la destruyó en todo aspecto no dejo que tuviera amistades de ningún tipo, no la dejaba viajar ni selebras su cumpleaños todas sus atenciones era para esa perra, disculpe, para esa mujer tan despreciable y vulgar, la aisló de su familia para que no les dijera nada y la tenia en la penumbra de la sociedad, la única persona que tuvo tofos estos años fui yo.-¿Siempre quisiste servir a la realeza?-No tuve opción, si deseaba s
Cristal. Ana me ayuda a salir de las penumbras de mis pensamientos con sus atenciones y con la ayuda de este amigo Ra, jamás en mi vida avía un chita pero es una criatura realmente adorable y amoroso, después de una siesta me siento mejor y tengo la grata visita de la abuela Sira y las demás para almorzar, me preguntan como estoy y como me fue en la fiesta, no les doy muchos detalles ya que me avergüenza un poco la escena que hizo el sultán Jacobo pero después de comer tenemos la visita de alguien el cual no quería ver ya que siento mucha vergüenza al verlo, el sultán Karim entra a la habitación y no se mira muy contento. -Nos podrían dejar a la emperatriz Cristal y a mí a solas. Todas se levantan hacen una leve reverencia para retirarse excepto Ana que se queda parada a mi lado, el sultán da un suspiro con frustración y se soba el entrecejo. -Ana me darías la privacidad de hablar con la emperatriz. El sultán me impresiona ya que se dirige a Ana por su nombre en vez de llamarla s
Karim.Después de relajarme con Cristal y lograr un avancé voy en busca de Hasam, tengo algo muy importante que decirle y necesito que no allá oídos indiscretos que es algo muy importante que tengo que discutir, lo localizo sería de los baños de las mujeres, maldito depravado cuantas veces vamos a tener este problema, me coloco detrás de él y saco la daga qué siempre cargo en mi persona colocandosela en los riñones.-Creo que alguien necesita una ducha fría y un castigo por adulterio.-Lo siento gran sultán solo fue un pequeño tropiezo.-Si te vuelvo a ver aquí te volveré un heunuco más.-¡ No por favor mi gran señor, le pido su perdón le prometo con mi vida qué no lo volveré hacer !Escucho como Hasam comienza a pedir clemencia con desesperación y mucho miedo, logrado mi cometido lo suelto y lo miro con una sonrisa burlona.-Te asuste.-Mi gran señor si me disculpa por un momento pensé que si lo aria.-Todavía te necesito pero es enserio que dejes de hacer estas cosas o tendre que to
Cristal.Los días pasan y el sultán no deja de tener atenciones hacia mi persona, es muy halagador pero todavía tengo ese temor que se crió en mí desde hace tanto tiempo que solo me va a hacer a un lado y quedar de nuevo en la oscuridad el unico consuelo que tengo es que Ana siempre está a mi, Nala sigue intentando enseñarme a bailar pero eso es inútil, mis caderas no se mueven con tanta facilidad y fluidez como la de ella es algo que admiro que a pesar de no poder ver no es un impedimento para ellase mira más animada cada vez que baila a pesar de que sus ojos no vean se iluminan. Esta tarde un heunuco me trae una caja de chocolates, no recuerdo cuándo fue la última vez que probé esos deliciosos bocadillos por amabilidad y cortesía le ofrecí a todas pero cuando le extendí la caja a Nala me arrebató la caja de las manos con torpeza y comienza a olerlos extrañando a todos los presentes.-Nala ¿qué estás haciendo?-Que nadie coma estos chocolates están envenenados.Al escuchar eso me qued