Cristal.Los días pasan y el sultán no deja de tener atenciones hacia mi persona, es muy halagador pero todavía tengo ese temor que se crió en mí desde hace tanto tiempo que solo me va a hacer a un lado y quedar de nuevo en la oscuridad el unico consuelo que tengo es que Ana siempre está a mi, Nala sigue intentando enseñarme a bailar pero eso es inútil, mis caderas no se mueven con tanta facilidad y fluidez como la de ella es algo que admiro que a pesar de no poder ver no es un impedimento para ellase mira más animada cada vez que baila a pesar de que sus ojos no vean se iluminan. Esta tarde un heunuco me trae una caja de chocolates, no recuerdo cuándo fue la última vez que probé esos deliciosos bocadillos por amabilidad y cortesía le ofrecí a todas pero cuando le extendí la caja a Nala me arrebató la caja de las manos con torpeza y comienza a olerlos extrañando a todos los presentes.-Nala ¿qué estás haciendo?-Que nadie coma estos chocolates están envenenados.Al escuchar eso me qued
Karim.Le doy gusto a Cristal pero no piendo dejar que esto pase desapercibido, pido un premio por tener un poco de piedad y no me importa que Cristal terminará nuestro beso, al ver su hermoso rostro me llena de felicidad y tranquilidad pero a la ves de miedo de perderla por la culpa de alguien más aquí.-Pediré que te cambien a la ala este del palacio pero solo podrás llevar a Ana, las esas tendrán que quedarse en la habitación que tiene en estos momentos pero podrás ir a visitarlas siempre y cuando te escolte Hasam.La mirada de Cristal se apaga un poco y da un suspiro cansado.-¿Es estrictamente necesario?-Si o Deseás qué designe a alguien para que pruebe tu comida todos los días.-No, no deseo que alguien mas salga dañada por mi culpa.-Descuida solo será por un tiempo.Escolto a Cristal a asta la sala este del palcio qué solo esta reservada para mi uso personal y los únicos que tienen acceso a ella son los guardias de seguridad de mi plena confianza y nadie más, la llevo de nuev
Karim.Se que Cristal desea tener más libertad en este palacio pero mientras mi madre viva en él es peligroso además las leyes son claras y una concubina jamás debe de salir del palacio del sultán pero por lo menos me alegra poder pasar este tiempo con ella, me estoy dando cuenta de algo que al parecer Cristal no tiene mucha resistencia al vino su vista se ve cansada y sus respuestas son cada vez un poco más incoherentes, su postura es más relajada, decido quitarle la copa de las manos escuchando su quejido infantil que la hace ver mucho más linda de lo que es.-Eso es mío. Todavía no me lo a a acabo.-No señorita ya se acabó, creo que ha llegado a su límite.-Yo diré cuánto es suficiente.-Ah sí intenta pararte.-Eso es fácil.Cristal intenta pararse y como lo predije no puede cae sentada de nuevo en el cojín haciendo un puchero, Dioses esto es realmente hermoso, hace otro intento por levantarse pero obteniendo el mismo resultado solo que esta vez cae encima de mí, la trapo antes de
Cristal.Me parece un poco indignante qué Karim les diga eso a sus hermanas como si fuera nada prácticamente les dijo que las ofrecerá como contrato de paz ante un sultán pero al parecer a ellas no les importa sino todo lo contrario al parecer se emocionan de conocer a ese hombre, supongo que llevan años encerradas en este lugar pero veo que es mucho más cómodo que las demás habitaciones es muy grande, está muy bien amueblado y espacioso, en las paredes hay hermosas pinturas, incluso hay lo que parece un pequeño jardín en el centro de la habitación nada que ver con las demás habitaciones en las que he estado, me preguntan si acaso Karim y yo tenemos alguna relación establecida, tienen la esperanza de que sea la elegida para ser su esposa pero respondo de forma digna y corta evadiendo la pregunta a veces y respondiendo lo mejor que puedo, al salir de ahí le pido al sultán Karim ir a la habitación dónde se encuentra Nala para hablar con ella y demostrarle al sultán que Nala es excelente
Karim. Estoy cerca de las jaulas de los leones admirando a los nuevos especímenes que han nacido está mañana y me sorprende al ver que tengo un león blanco, son muy poco comunes y presiados en estas tierras se lo podria dar de regalo al sultan Abdel pero conosco a una persona que le justan los gatos y que admirara más este regaló. -¿Señor me mandó a llamar? Escucho la voz de Hasam pero al verlo me doy cuenta de que las ropas que traen están desordenadas y la falda está rota. -¿Pero que diablos te paso? -Unas idiotas en el basar creyeron que me podrían asaltar por mi forma de vestir. -Les diste una paliza. -Me recordarán cada vez que se sienten. Mi señor por favor no me obligue hacer esto de nuevo fue la experiencia más humillante que he tenido que pasar en mi vida. -¿Acaso los hombres no fueron amables contigo? -Jamas me avían dicho tantas bulgaridades, me sentí acosado. No puedo evitar reírme por la desgracia de Hasam pero eso se lo gana por libidinoso y mujeriego espero qu
Cristal.Sé que el sultan Karim se molesto por adseder acompañar a este hombre pero si queremos una alianza con el hay que mantenerlo feliz aunque a mi también me tomo por sorpresa la decisión del sultán Abdel, lo acompañó asta una de las mesas donde tomamos asiento a la espera de que comienza el espectáculo bajo la atenta mirada de Karim qué se ve claramente molesto.-Te preguntaras por que te pedí que me acompañaras tu, verdad.La voz del sultan Abdel rompe el silencio entre nosotros Y la verdad si tengo curiosidad de que me allá elegido ya que me dijo en la cara que soy una impertinente.-Tengo un poco de curiosidad el saber por que.-Por el simple hecho de que tu eres la única de todo el salón qué no quiere llamar mi atención. ¿Dime que planes tiene el sultán Karim al traerme aquí?-No sé absolutamente nada respecto al asunto.-Me lo suponía, el sultán Karim es bastante desconfiado.Se comienza a escuchar la musica y las puertas son abiertas por los sirvientes del palacio, veo con
Karim.Después de aver pasado la mejor noche de mi vida decido tomar un baño junto con Cristal que el principio se siente cohibida pero con mis caricias se relaja, tengo el placer y la dicha de poder lavar su cuerpo suave y terso, al salir del baño Hasam me esta esperando y se mira muy feliz.-Mi gran señor que bueno verlo despierto y de buen humor.-¿Que quieres Hasam?-Solo deseo informale qué el sultan Abdel decidió quedarse en el palacio, lo deje en una de la habitación de invitados de la zona norte y a solicitado la compañía de la bailarina Nala para el desayuno.-¿¡ De Nala !?Escucho la dulce voz de Cristal a mi espalda y la miro salir de la habitación de baño solo usando una bata, me apresuro a colocarme frente a ella e impedir que Hasam la vea aunque ella me mira un poco desconcertada.-Si su alteza Cristal.-Ya la mandaste.-Si mi señor.-En unos nimutos iré a verlo ahora tengo cosas más importantes.Hasam ase una reverencia y se retira de mi presencia volteo a ver a Cristal
Cristal.Después de un segundo baño esta mañana por fin puedo ir a ver a Nala custodiada por un guardia, encuentro a Nala en una de las salas conversando con el sultán Abdel al cual le hago una leve reverencia.-Sultan Abdel ¿ cómo se encuentra esta mañana ?-Estoy muy bien emperatriz Cristal.-Eso es grato de escuchar quisiera prestarme la dulce compañía de Nala por unos minutos.-¿ Es estrictamente necesario ?-Así lo es sultán.-Entonces es toda suya por solo media hora.-Gracias.Tomo delicadamente la mano de Nala para llevármela a una parte alejada del salón y asi poder hablar con ella, no tuve que ni siquiera pregunta ya que Nala comienza a hablar con una sonrisa en su rostro, me cuenta cómo el sultan Abdel ha sido muy amable, ha tenido atenciones y la ha tratado como a una persona normal sin importarle su ceguera, no me hace falta pregúnta cómo está ya que su aspecto, la sonrisa en su rostro y el ánimo con el que me habla me lo dice todo.-Me alegra escuchar que el sultán Abdel