Por primera vez en la vida, me sentí como si fuera una princesa en un lugar bonito. El atardecer se convirtió en un momento especial, y el día, en el que aún no había comenzado a florecer, se desvaneció. En la habitación, pensé en Lío y en que el vampiro había enviado a sus amigos para cuidar la zona. Los lobos se habían marchado, pero me quedé pensando de reojo en la herida que había sido curada con la sangre de los vampiros. En ese instante, me di cuenta de que Damián no era tan malo como aparentaba serlo.Abro la puerta y decidió explorar el castillo de noche, ya que no había tenido la oportunidad de hacerlo durante el día. Me asombra cómo el vampiro me protegió. Avanzo con sigilo hasta llegar a una enorme biblioteca que es tan extensa que mis ojos brillan. Me acerco, tomo un libro al azar y comienzo a leer sin prisa, sintiendo que en ese momento, todo podría ser mejor. Mi sonrisa se ensancha tanto que siento lo que verdaderamente es la felicidad. A pesar de que mis días a menudo s
Damián respondió: "No, eso es una antigua leyenda. De hecho, el sol no me afecta, como habrás notado". Quedé sorprendida por su respuesta, y él sonó mientras me ayudaba a recostarme y se quedó mirando hacia la ventana.Pregunté si iba a dormir, curiosa, y él respondió: "Tengo que protegerte, aunque haya otros vampiros. Los lobos son rápidos, pueden llegar en un pestañeo, y son fuertes. No creo que te hagan daño, pero hay lobos de otras manadas". que pueden estar detrás de tu compañero". Mencionó la palabra "compañero" con desagrado.En ese momento, me preguntó si extrañaba a Lío, y con sinceridad, susurré: "A veces, sí". Damián dijo:"Tú no sufres por eso". Luego me di cuenta de que mi loba se había quedado dormida, ya que últimamente no me habló. Le dije a Damián:"No, no lo hace". Él murmuró que podría ser debido a que me había marcado, y eso me dejó intrigada.Espero que esta revisión sea útil. Si tienes más preguntas o necesitas más ayuda, no dudes en preguntar.Damián repitió: "N
"¿Quién eres?" Pregunté con temor, retrocediendo un paso."Soy Lío", respondió con confusión en su voz."¿No pudiste olerme?" preguntó con curiosidad, y él negocio."No, no puedo", dijo, aún confundido. "¿Por qué no? No entiendo, ¿qué te hizo ese vampiro?" preguntó, acercándose más."¡Lío, no me toques!" le advertí, apartando su mano, sintiéndome inquieta."Eres mi alma gemela, ¿qué te pasa?"Lío parecía angustiado."Hay muchas cosas que necesitas saber.""No, dime qué te está pasando", me rogó."No puedes estar aquí, lo sabes, y es mejor que te vayas", le advertí, asustada, dando un par de pasos hacia atrás. Pero ya era tarde. Lío me tomó de la mano, me giró y me besó en los labios.Fue en ese momento que escuché a mi loba."Lío", susurré, mis ojos brillando mientras lo abrazaba."Las cosas están peligrosas. Los lobos están inquietos y dicen que te tienen que matar por ser una traidora. Pero yo... yo siempre te protegeré".Lío parecía incrédulo."¿Tendrías que ponerte de su lado?" pr
"¿Por qué lloras? ¿Estás bien?", yo… escuché de fondo. Tenía mi cabeza refugiada entre mis piernas, mientras sollozaba hasta el cansancio. Escuche el sonido de la puerta estando abierta; Sin embargo, no levante la vista en ningún momento. No tenía fuerzas para hacerlo, solo quería llorar. Y volvieron a repetir aquella frase. Sentí el colchón un poco hundido y supe que había alguien a mi lado."¿No te sinceraste?", preguntó con dolor, levantando la vista y mirándolo a los ojos."No", respondió un poco confundido. Yo suspiré, bajando la vista. "¿Es que como puede ser todo esto… verdad?", dije con dolor y mis ojos se llenaron de lágrimas."No te preocupes", dijo mientras me abrazaba. "Mírame, tú eres muy especial. No te preocupes"."¿De verdad soy especial? Yo creo que no", comenta mientras lloraba y me cubría el rostro con las manos."Yo creo que eres la persona más especial que he conocido", dijo con ternura. Yo sonreí, aunque lo hice con tristeza."¿De verdad?", pregunto mientras me
"Debemos irnos. Hay una guerra entre hombres lobos y vampiros, no solo entre humanos e híbridos"."Pero yo… no quiero irme", comentó, aferrándome a la idea de perder a Lío para siempre."Por favor, confía en mí. No haría nada para lastimarte." Cuando me miró a los ojos, supe que decía la verdad. Sus ojos eran muy transparentes. Cada vez que me miraba, mi piel se erizaba. Sin dudarlo, avanzamos. Aunque lo hacía de forma lenta, nos dirigimos al garaje donde estaba el vehículo.Me subí en el asiento del copiloto, me puse el cinturón de seguridad, y él arrancó el vehículo rápidamente, saliendo del bosque. Finalmente, nos alejamos de allí.Mi corazón se volvía cada vez más pequeño al ver cómo los árboles se hacían más pequeños, el paisaje desaparecía de mi vista y el sonido de las ruedas sobre el asfalto me desconcertaba. Más que la vista, mis ojos se llenaron de lágrimas en ese instante. Lloré amargamente porque sabía en el fondo que ya no volvería a ver a Lío. A pesar de darme cuenta de
"Bueno, para empezar, lo primero que tenemos que hacer es encontrar nuestra casa. Hace bastante tiempo...", murmuró Damián."Bien", respondió, y seguimos avanzando.Pronto llegamos frente a una bonita fachada, con árboles extensos y grandes, lo que me hizo pensar que este sitio era muy antiguo. Podía escuchar el canto de los pájaros revoloteando por ahí, el sonido del viento chocando contra las hojas, y los árboles moviéndose de un lado al otro. Algunos eran más jóvenes que otros, con troncos más finos, pero también había árboles muy antiguos con troncos tan gigantescos que no podrían abrazarlos. Estaba maravillada por todas las vistas que tenía, y todo era muy verde, incluido el pasto.Mientras avanzábamos por un pasillo en el bosque, finalmente llegamos a una hermosa casa de dos pisos que se extendía por un ancho espacio. Estaba rodeada de árboles y noté que había una piscina."Este lugar es… hermoso", comentó sorprendida, y Damián avanzando."Lo es, pero nunca vine", respondió."¿Y
Damián me miró con asombro, sus ojos abiertos como platos. "No lo digas por lástima, por favor", murmuró, bajando la vista.“De verdad te amo", dije con los ojos llorosos, y él suena. Me besó, y fue el beso más tierno que me habían dado en la vida. Nos separamos por falta de aire y volvimos a besarnos.Pero mientras sentía que también me bajaba la blusa, escuchamos una voz en el pasillo.“Puedo escucharlos”, comentó Lío, molesto, y siguió caminando por el pasillo. Reímos divertidos y nos abrazamos. Nos quedamos allí viendo televisión, porque había electricidad e incluso Wi—Fi, y nos reímos mientras nos mimábamos.Cuando llegó la noche, tocaba la parte más incómoda: cenar los tres. Lío había preparado una comida y Damián lo miraba con desconfianza. Aunque Damián no ingería alimentos, ya que bebía sangre de animales, Lío también le preparó un plato y lo puso en la mesa.“A comer”, comentó Lío, sentándose y dejando una gaseosa en medio de los dos.“Gracias", dijo mientras se ponía de pie
—.ero voy a casarme contigo por amor, no por dinero. Yo ya me casé contigo en mi corazón. —Sonreí divertida.—Esperé durante tantos años para que mi alma gemela apareciera. Ya me estaba resignando a nunca encontrarte, ¿sabes?—¿De verdad? —pregunté, sintiéndome conmovida.Damián acarició mi mejilla y me besó en los labios.—Por eso haría cualquier cosa para verte feliz. Pasé tanto tiempo solo que solo quiero que estés bien.Y así nos dormimos abrazados, sabiendo que él me amaba tanto como yo a él. Al día siguiente, Damián aún seguía dormido, ya que sabía que los vampiros se alimentaban una vez cada dos días. Tenía mucha hambre, así que me levanté, mis talones rasparon la madera, lo que fue una sensación agradable. Pronto llegué a la cocina, después de haber caminado por el pasillo, abrí la nevera y vi que quedaba algo de carne del día anterior. La calenté en el microondas, tomé algunas tostadas y preparé una taza de café.— ¿Tienes hambre tan temprano? —preguntó alguien a mis espaldas