Al día siguiente, el sol se alzó en el horizonte y bañó el bosque con sus cálidos rayos. Desperté en la habitación que compartía con Damián, sintiéndome agotada pero llena de confusión. Recordé la conversación de la noche anterior con Elías y cómo finalmente se había enterado de que estaba embarazada, y no solo eso, sino que esperaba a su hijo.Me preguntaba cómo reaccionaría Damián ante esta noticia, y estaba llena de aprensión al respecto. En silencio, salí de la cama y me dirigí a la cocina para preparar un poco de desayuno. Mientras cocinaba, mis pensamientos seguían ocupados con la situación. ¿Qué le diría a Damián? ¿Cómo manejaríamos esta compleja relación?Justo cuando estaba a punto de servir el desayuno, Damián apareció en la cocina. Parecía somnoliento y despeinado, pero aún así increíblemente atractivo. Nuestros ojos se encontraron y, por un momento, el tiempo pareció detenerse. Sin embargo, rápidamente aparte la mirada, incapaz de soportar la tensión.Damián se sentó en la
El cuarto día trajo consigo una sensación de normalidad, a pesar de las circunstancias extraordinarias en las que nos encontramos. Lio, Damián y yo estábamos decididos a enfrentar la situación con valentía y amor. Cada día que pasaba, nuestras conexiones se fortalecieron, y podíamos sentir que el bebé crecía en mi vientre, un recordatorio constante de nuestra unión única.Comenzamos la mañana trabajando juntos en el jardín, como solíamos hacer. Era reconfortante sentir la tierra bajo nuestros dedos y ver las plantas florecer bajo nuestro cuidado. La belleza de la naturaleza nos recordaba que la vida continuaba, a pesar de nuestras complicaciones.Después del trabajo en el jardín, nos aventuramos en el bosque en busca de frutos y hierbas. Lio tenía un profundo conocimiento de la flora local, ya menudo me sorprendía con su capacidad para identificar plantas medicinales y comestibles. Mientras caminábamos, me enseñaba sobre las diferentes especies y sus usos, y no podía evitar maravillar
La noche cayó sobre nosotros con su manto oscuro y estrellado. Después de la cena, nos sentamos en el porche de la casa, disfrutando del aire fresco nocturno. Las estrellas brillaban en el cielo, y el único sonido que rompía el silencio era el suave canto de los grillos.Lio y Damián se sentaron uno a cada lado de mí, y sus manos encontraron las mías. Era un gesto reconfortante y cariñoso que me hacía sentir segura y amada.Damián rompió el silencio. "No puedo evitar pensar en nuestro futuro, en la familia que construiremos juntos".Lío ascendió. "Tienes razón, Damián. Seremos una familia fuerte y unida. Y lo haremos funcionar, pase lo que pase".Miré a los dos hombres que tenía a mi lado y sonreí. "Sé que enfrentaremos desafíos, pero no importa lo que vengamos, siempre estaremos juntos. Eso es lo que más valoro: el amor que compartimos".La conversación se desvaneció mientras disfrutábamos de la serenidad de la noche. No necesitábamos palabras para expresar lo que sentíamos. Nuestro
Los días siguientes, fueron agradables. Salía por la mañana; Me gustaba caminar entre el bosque y perderme un poco, pero siempre en un lugar seguro, ya que nadie nos atacaba. Era una sensación de libertad. Sin embargo, una mañana, mientras caminaba de regreso a la casa, los escuché hablar acerca de conversar con el alfa para resolver la guerra que existía entre vampiros, humanos y hombres lobo. Mantuve silencio, sin querer involucrarme en medio de esa situación. Lío me miró curioso y dijo: "Tenemos que resolver esto".Pero yo pregunté: "¿A cambio de qué?". Mis ojos se llenaron de lágrimas mientras me negaba rotundamente a involucrarme en algo así. Lío comentó con tristeza, bajando la mirada: "Hay que hacerlo".Damián llegó y me dijo: "No podemos ignorar esto...".Respondí: "No… estoy embarazada, quiero tener a este bebé y… ". Lío interrumpió, preocupado:"En algún momento nos encontraremos".Yo suspiré, negando con la cabeza, sin querer aceptar esa realidad. Dije: "No lo acepto. No qu
Y un día, después de largos meses y de estar sola, fui madre. Lo hice sola porque ellos jamás volvieron. En lo peor de todo, los extrañaba cada día. Pero nada podía hacer. La última semana había estado en reposo y sola. Había tenido una pérdida, tuve que ir al hospital más cercano, incluso me internaron un día, pero con un nombre falso, para que nadie pudiera encontrarme. Después de regresar ya a todos les parecía extraño que estuviera tan triste y sola. Cuando llegué a la casa, sentí una salva. Tenía seguridad alrededor, pero nadie más me hablaba.En ese día, fui madre. Mi instinto me hizo cortar el cordón umbilical, la placenta y la congelada porque eran buenas proteínas. Me regeneré muy rápido.Mi pequeña Emma era lo más bonito que podía existir. Me miró con ojos abiertos, grandes y expresivos, con una bonita sonrisa. Era un poquito gordita, con mejillas rosadas y unos ojos de un azul profundo. Apenas tenia cabello, pero era dorado. Me enamoré perdidamente de esa niña, era lo más h
Con una sonrisa, me quedé de pie observando a mi alrededor. No vi nada sospechoso hasta que se cumplieron finalmente las tres horas. Esperaba que la guardia apareciera y finalmente lo hizo tres minutos después de que sonara la alarma.Pregunté: "¿Estás bien?"Él respondió: "Sí, un poco aburrido".Dije: "Tienes que ponerte una historia imaginaria".Él me miró con intriga. "¿Historias?" preguntó con curiosidad.El guardia explicó: "Yo trabajo de esto, así que estoy muchas horas parado sin hacer nada. Entonces me gusta imaginar historias, imagino historias y eso me ayuda bastante"."¿Cómo es?" preguntó, curioso.Él sonó y comenzó a contar: "Me imagino a una chica de color rojo caminando entre esos dos árboles" señalando hacia el frente. "Está perdida, su vestido desgastado le llega hasta las rodillas, pero antes le llegaba hasta los pies. Está muy sucio y tiene una gran abertura en el muslo, pero parece no preocuparse en absoluto".Tania tiene el cabello enredado y enmarañado, su rostro
- Me duele demasiado el corazón - murmuré, y empecé a llorar. Limpié las lágrimas, sintiendo que no podía soportar tanto dolor. Era demasiado profundo, y no sabía cuánto podría resistir.-Usted… va a morir así.Entonces, una voz desconocida habló detrás de mí, y al girarme, me encontré con una anciana de baja estatura que sostenía un bastón entre sus manos.La mujer tenía el cabello blanco y largo hasta la cintura. A pesar de sus arrugas, conservaba su belleza. Sus ojos azules eran enormes y sus labios estaban agrietados. Llevaba un poncho de piel de animal sobre su espalda.Nos miramos, y me acerqué a ella, curiosa.- ¿De qué habla? - preguntó.Ella simplemente dijo:- Morirá, pero también de dolor.- Supongo que es mi destino - murmuré.La anciana observará al bebé en los brazos de Germán.- Tienes una hija - comentando, señalando a la bebé.- ¿Cómo lo sabes? - preguntó.- Porque yo lo sé - respondió. Luego se dio la vuelta y dijo: - Sígueme.Entonces, con Germán y el vampiro herido
- Mira, estoy envejeciendo - comenta burlona, y él también se rió mientras me abrazaba.- Seguirás siendo hermosa - afirmó.- Pero en algún momento, tendrás muchas arrugas, y no me querrás - bromeé divertida.Y él respondió cariñosamente, haciéndome sentir amada y feliz a pesar del paso del tiempo.- Te amaré por siempre - comenta, y nos besamos. Emma se había convertido en una joven de 30 años, y aunque no podía tener hijos con Damián, ella fue mi única hija a lo largo de mi vida. Pero eso fue más que suficiente, porque Emma tuvo seis hijos, y sus hijos tuvieron muchos descendientes. En este hermoso domingo, después de 60 años desde el nacimiento de Emma, estábamos todos reunidos en esa casa donde todo comenzó. Éramos una gran familia, con tres largas mesas llenas de niños, nietos y bisnietos.En mi vejez, yo seguía pareciendo de 30 años, mientras Emma había envejecido. Sin embargo, eso no importaba, porque, aunque parecía que ella era mi madre y yo su hija, jamás dejamos de ser