¿QUÉ TE PARECIÓ? DEJAME TUS COMENTARIOS, ALGUNA RESEÑA, TU LIKE, GRACIAS ♥
Richard llevó el desayuno a Carolina pero ella no estaba ahí, el tuvo un miedo, una pregunta interna, ¿Acaso huyó de él? ¿Por qué pensó en él? ¿Y por qué temía tanto?Cuando escuchó ruido en el cuarto de baño no dudó en entrar y verla, ella estaba en la bañera, estaba frotando su piel con jabón perfumado, él la observaba con atención, era como.si ella tuviera un poder de seducción sobre él, no podía dejar de verla y desearla, se acercó tan despacio y ella sintió su presencia, cuando pudo verla se asustó mucho.—¡¿Qué haces aquí?! —gritó ella—Lo siento, si quieres... puedo tallar tu espalda—¡No te acerques! dijo cubriéndose con sus propias manos.Él se acercó a ella y miró sus ojos, había deseo en su mirada, ella pudo sentirlo, su piel se estremeció —¿Acaso me tienes miedo? —dijo Richard—¿Miedo? ¿Qué me harías? —exclamó ellaÉl se acercó —¿Quieres saberlo? —dijo de cuclillas a su lado, muy cerca de su oído—. Te podría tallar la espalda, masajearia tu espalda con tal suavidad y ter
El teléfono de Richard resonó y él tuvo que alejarse para responder, entonces, de nuevo, Carolina sintió que recuperaba el control y la cordura que él le estaba robando, y dio unos pasos alejándose de su alcance, luego él salió y respondió pro le pasillo —¡Qué quieres, Maya? Te dije que estoy ocupado —exclamó con voz irritada —¿Acaso no vendrás a verme? —reclamó con voz aguda como si intentara contener su furia —¡No! Y mañana prepárate temprano, iré por ti, e iremos al médico, quiero que él confirme tu embarazo —sentenció Richard y colgó la llamada, cuando miró atrás se encontró con ella, Carolina estaba justo tras él, y Richard sintió una angustia que se clavaba como una punzada en su estómago, se preguntó mentalmente si lo había escuchado todo —¿Maya está embarazada? —entonces supo que sí lo escuchó todo Él bajó la mirada, parecía tan perplejo y solo asintió, pero cuando alzó la vista pudo ver en el rostro de Carolina algo de decepción, hasta tristeza, o eso creyó, ¿Acaso tambié
—¿No lo está? —exclamó él —No, señor, ella dijo tener un retraso, pero no está embarazada, haremos un examen de fertilidad si usted lo considera oportuno. —Será después, ahora debemos irnos. Richard se despidió del médico y salió de prisa, al hacerlo fijó sus ojos en la mujer con severidad, ella seguía hecha un supuesto mar de lágrimas, lo siguió y subieron al auto, pero notó el gran silencio de Richard, una vez que llegaron a la casa, entraron, ella se sentó en el sofá y se echó a llorar —Juro que la prueba de embarazo salió positiva, ¡Esto es culpa tuya! No me defendiste cuando debiste hacerlo. Richard la miró impactado de sus crueles palabras —¿Qué? Flashback: «Tres años antes: Richard y Maya estaban en la fiesta de compromiso, la abuela Marian no estaba de acuerdo con la boda, odiaba a Maya con todas sus fuerzas, y cuando Richard buscó a la prometida, le dijeron que ella estaba en el despacho de la abuela, él tuvo temor de que discutieran, y cuando entró las escuchó pelear
Carolina empujó a Richard con fuerzas para alejarlo de ella —¡¿Qué haces?! ¿Quién te crees que eres, Richard Steele? ¿Quién crees que soy yo? No soy una muñequita a la que tomas cuando se te antoja, ve a un prostíbulo y consíguete a una, pero ¡A mí me dejas en paz! O te juro que haré que te arrepientas —exclamó con furia, mordiendo cada palabra y él pudo ver que estaba odiándolo Carolina lo empujó y pasó de prisa, él la siguió —¡Carolina, espera! Hablemos —exclamó con mucha desesperación, incluso tocó la puerta, pero sintió la frustración Ella no le hizo caso, entró a su alcoba y cerró con fuerza justo detrás. Tocó sus labios sintiéndose tan extraña, no entendía que pasaba con ese hombre, era como un rayo que siempre colapsaba en su cielo, se recostó en la cama, necesitaba fortaleza para estar ahí, para no querer huir, de pronto su móvil resonó, respondió porque era Marian Steele —Hola, querida hija, ¿Cómo estás? —Hola, abuela Marian, estoy bien, ¿Sucede algo? —Si, hija, decidí
Al llegar a la casa de campo, Carolina admiró el lugar, la abuela enseñaba el lugar con gusto y calma a Sarah y al pequeño Finneas.Cuando la abuela llevó a Finneas a conocer la piscina, Sarah se distrajo y Fred fue a ella—¿Qué haces aquí? ¿Qué pretendes? Te ayudé un poco, pero no te aproveches.Sarah sintió que su corazón latía mucho y cruzó sus brazos—¿Qué te piensas que soy yo? —exclamó—¿Qué? nada, las pruebas hablan, eres una arribista, ¿Piensas que sacarás dinero de esto?Sarah sintió rabia—Tú dinero me vale un comino, pero tu abuela se oficializó como si madrina y el verano estará con él, así que mientras Finneas esté aquí, yo también.—Buena excusa, pero, entiende una cosa, no seas oportunista, entre tú y yo no hay nada —sentenció—¿Tú y yo? —Sarah rio—. En realidad, ni siquiera me interesas, ni un poco.Fred la miró tan sorprendido era la primera vez que una chica le decía que no estaba interesada en él, de pronto escucharon ruidos, gritos y la voz de una mujer barreando.
Carolina entró en la habitación que le habían asignado para ella y miró ahí mismo la maleta de Richard, eso le dio nervios, ¿Acaso él iba a dormir ahí junto a ella?Se sentó al borde de la cama, estaba pensativa.Cuando la puerta se abrió y él entró a la habitación, ella no evitó sentirse incómoda ante su presencia —¿Cómo estás?Ella le miró con duda ante su pregunta—¿Yo? Excelente, más bien, ¿Cómo estás tú?—Lamento mucho las ofensas que dijo Maya, ella no volverá a molestarte, por favor, perdóname.Carolina no entendía su actitud —Mejor será olvidar el tema —dijo ellaRichard bajó la mirada parecía tan endeble—La abuela me pidió que te enseñara el lugar, es la primera vez que vienes aquí, así que...Carolina titubeó, pero al final aceptó.Ambos salieron de la habitación, hasta el jardín. Aquella era una hacienda muy grande con jardines bellos, Richard se esforzaba por mostrarle todo ese lugar—¿Solías venir mucho aquí cuando eras niño?—Sí, cuando papá vivía sí, pero, luego de s
—¡No te metas en mi vida! —exclamó Fred furioso, alejándose de ella y Sarah solo bajó la mirada, mientras Finneas corría a abrazarlaCarolina se alejó de Richard y él la ayudó a subir al bote—Bueno, vamos a pescar un terrible resfrío.Ella rio un poco—Dicen que el agua helada ayuda a la circulación, y también pensar mejor, pero tú debes consolarte con mejorar tu circulación.Él sonrió aún fingiendose ofendido.Cuando volvieron a casa subieron a la habitación, ella fue la primera en entrar y bañarse, para cambiarse de ropa, luego fue el turno de él, para Carolina seria algo incómodo, compartir habitación con Richard, pero si hacían lo contrario, era obvio que levantarían las sospechas de la abuela Marian.Luego bajaron a cenar con todos.—¿Y entonces el niño estará con usted todo el verano, madre?Marian miró a Rachel, esa mujer siempre era muy inoportuna—Sí, querida Sarah, mientras arregló todo para qué puedas obtener la tutela de tu hermano, ahora él pasará el verano conmigo, hast
A la mañana siguiente cuando Carolina abrió los ojos sintió un calor que la arropaba, se sentía tan bien, en medio de la fría mañana, pero también sintió esos brazos fuertes que la sostenían, fue tan raro sentirse de esa manera, cuando miró justo detrás pudo sentir su cálido aliento en su cuello, era Richard, el muro estaba destruido y él la abrazaba, como si fuera algo tan normal, quiso despertarlo, pero sintió que no podía, su rostro estaba tan enrojecido y avergonzado, cuando sintió que él se movía para despertar, ella cerró los ojos asustada. Richard abrió los ojos, y sintió ese mechón de cabello oscuro que hacía algo de cosquillas en su cara, lo movió delicadamente, alejándolo de él y cuando la miró, ella estaba en sus brazos, él admiró su rostro, parecía tan dulce a su lado, como una esposa, era tan hermosa, no podía negárselo, acarició con sus dedos su rostro con suavidad, hasta que vio que se movía, lo que menos quería era despertarla, depositó un suave beso sobre su frente y