Emilia tuvo que obligarse a salir de la cama, el hecho de que su madrastra y hermana estuvieran en aquella casa simplemente no le gustaba, pero prefirió quedarse para observar en silencio cómo se daban las cosas. La chica decidió poner un poco de empeño en su ropa esa mañana, se decantó por un vestido color amarillo brillante con un hermoso lazo blanco que rodeaba su delicada cintura. Las mangas caídas dejaban a la vista sus hombros sin dejar de hacer elegante aquel vestido.La chica agradeció que Falcó hubiese comprado ropa para ella, ya que lo poco que había traído de casa de su madrastra no eran más que harapos. La mujer hizo una trenza en su cabello antes de salir de la habitación rodeada de aquel silencio que siempre la acompañaba. Emilia recordó lo que había intentado la noche anterior y su vientre se encogió un poco avergonzado.Se hundió en sus propios pensamientos mientras seguía el camino hasta las escaleras. Tendría que dormir con Falcón, había visto todo lo que tenía que
Emilia agradeció a la empleada que llevó su ropa a la habitación de Falcón mientras su madre y su hermana estaban siendo llevadas alrededor de la casa por otra de las lobas que trabajaban ahí. La chica se había encargado de permanecer lejos de ella todo el tiempo que podía, pero aquello conllevaba estar encerrada en la habitación de Falcón o lejos de la casa y realmente no quería dejar a su madrastra y hermanastra solas en aquella mención.La chica miró alrededor de la bonita habitación donde estaba, el lugar no era exageradamente decorado, pero sin lugar a dudas era bonito, amplio como ninguna otra de las habitaciones que había visto y aunque hacía poco tiempo que había estado ahí por última vez, ni siquiera había tenido tiempo de mirar alrededor debido a las circunstancias.La cama con un imponente cabecero tallado era el principal objeto de aquella habitación, había un armario, un par de libreros flotantes y un escritorio perfectamente organizado junto a lo que Emilia supuso sería
¿Por qué la habían alejado del baño?¡Por qué se sentía tan enfadada por aquello!Emilia se cuestionó si aquello era lo que se sentía cuando eras rechazada realmente por un lobo, alejó aquellos pensamientos mientras caminaba aun humedeciendo el suelo debido a la ropa mojada que tenía puesta.La chica batalló un par de minutos antes de quedarse completamente desnuda frente al closet que ahora compartiría con Falcón, tomó la falda a juego con un pequeño top de mangas largas y estuvo lista un segundo antes de que Falcón apareciera a su lado para escoger su propia ropa.Emilia tragó, miró directamente hacia el hombre que se desnudó completamente frente a ella para luego comenzar a colocarse ropa limpia una vez más. La mujer movió sus ojos hacia la espalda que parecía ahora como si jamás hubiese tenido una herida. La chica se sintió un poco bien por al menos poder haber hecho eso por él.Falcón movió su mirada hacia la chica sentada sobre la cama e intentó no desear meterse en la cama con
Emilia notó la rabia en el rostro de su hermanastra cuando entró a la habitación, donde ella y su madrastra simplemente habían estado las últimas cuatro horas mirando álbumes con fotos de otra ceremonia. La mujer había pedido unos diez platillos también para comenzar a planear un menú en el que ella ni siquiera había podido opinar.¿Por qué?Porque realmente todo aquello le interesaba muy poco, solo podía pensar en Falcón y en que esa noche dormirían completamente solos en la misma habitación. El vientre de Emilia vibró ante esa idea, peinó su cabello nerviosamente mientras tomaba otro de los álbumes, esta vez con fotografías de vestidos de distintas lobas. La chica las pasó sin mucho interés hasta que sus ojos se encontraron con el rostro de su madre en una de las páginas.La chica se quedó concentrada en aquella fotografía, nunca había visto una foto de la boda de su madre o su unión con su padre, pero ahora comprendía perfectamente que su padre la odiase por ser responsable de la m
¡Aquella sería la noche!Emilia terminó su plato con la emoción burbujeando dentro de su cuerpo, no sabía exactamente por qué estaba tan emocionada cuando aquel hombre ni siquiera la quería realmente. La chica había pasado prácticamente toda la tarde corriendo de un lado a otro mientras recordaba todo lo que su nueva amiga, la modista, le había dicho.Las dos invitadas no deseadas que compartían su mesa ni siquiera la miraron cuando carraspeó, Emilia tomó la mano de Falcón para llamar la atención del alfa y este la miró con curiosidad. La chica dio un par de respiraciones profundas antes de expresar sus ideas en voz alta.— Quiero invitar a las personas de la ciudad a la boda — Falcón pareció sorprendido ante esas palabras — quiero que mañana creemos una nueva tradición para esta manada — miró a su madrastra — ¿No crees que sería una excelente idea? — Emilia volvió su mirada al alfa a su lado — las personas de tu manada parecen ser buenas así que por qué no invitarlas.— ¿Quieres hace
Falcón no pudo un instante en acariciar la húmeda piel de su luna. El sabor dulce de su piel se mezclaba con el abrumador aroma que los rodeaba y sintió que algo más se hacía más dulce. La mujer entre los brazos del lobo no dijo mucho mientras devolvía cada uno de sus besos, cada una de sus caricias y sobre todo lo que más emocionó a Falcón fue la disposición de Emilia.No había sido aquello su primera intención cuando la dulce chica le pidió que le mostrara su lobo. Aquello había sido una gran sorpresa, no obstante, tampoco pensaba negarse a lo que estaba sucediendo entre ambos.El alfa tomó a la mujer más cerca de su cuerpo, la llevó lentamente fuera del agua. La chica entre sus brazos se dejó llevar hacia el delicado pasto alrededor del lago, el hombre miró los brillantes ojos de la dulce chica entre sus brazos y no pudo hacer otra cosa que tratar de mantener la calma. Falcón deslizó la mano por la suave curva de su cintura. Sus dedos rozaron los húmedos rizos entre sus piernas mi
Cintia miró a su madre con enfado mientras esta se preparaba para dormir. La mujer se sintió furiosa. No podía creer que la estúpida de su hermanastra tuviera tan buena suerte después de todo. Aquella chica inútil siempre le había molestado.No sabía por qué exactamente tenía que seguir viendo su cara incluso después de que su madre consiguiera echarla de casa, pero que ahora tuviera no a un simple veta, sino al mismísimo Falcón, siendo su mate, era demasiado para soportar.— Deberías dejar de verte como si la vida fuera muy mala, Cintia, te vas a arrugar antes de tiempo — la chica miró a su madre con odio.— ¿Crees que eso importa ahora, madre?, ¡Esa inútil de Emilia consiguió a Falcón y yo… yo perdí a mi novio!— Por favor Cintia, no actúes como una novia sufrida, ese sujeto solo te gustaba porque te haría estar mucho más alto en la sociedad — la mujer que estuvo cepillando su cabello colocó su gorro de seda antes de mirar directamente a su hija — deja que la inútil consiga lo que q
— ¿Qué significa esto? — Emilia miró por la ventana de la habitación que compartía con Falcón y trató de no sonar demasiado molesta con las empleadas que habían insistido en ayudarla con su vestido.La chica no podía escuchar la evidente algarabía que había en el jardín, pero sus ojos podían ver perfectamente lo que su madrastra había hecho. Las personas de la manada que habían comenzado a llegar estaban siendo enviadas a la izquierda y prácticamente al final del área organizada para la ceremonia. Había también una especie de cordón que separaba aquel espacio de las sillas acomodadas frente al pequeño altar de rosas azules que habían colocado, obviamente a gusto de su madrastra.— ¿Sucede algo, señora? — Una de las mujeres en la habitación se acercó con preocupación —. ¿Algo está mal?— Sí, pero voy a encargarme de esto por mi cuenta.Emilia alzó las faldas de su vestido de novia, se colocó los zapatos que realmente no le gustaban y salió de la habitación sosteniendo la falda del ves