A menudo las cosas buenas que nos sucedes, son vistas por ojos ajenos llenos de envidia. Se dice tambien, que no es que aquel o aquella desee tener lo mismo que tienes, mas bien, desea que específicamente tu no lo tengas. Los envidiosos jamás serán felices, pues viven deseando el mal a otros y sufren al ver la felicidad ajena, y esto es lo que siempre ocurrió con Hildegard Scott, quien realmente jamás amo a Dante, y aun cuando ya tenia dinero mas que suficiente y podía tomar los millones que se le habían ofrecido por alejarse para tener una vida por demás privilegiada y cómoda, lo que realmente la molestaba y enfurecía, era notar lo feliz que era su ex novio al lado de aquella mujer, su real deseo, era destruir la felicidad del hombre que una vez la amo, tan solo porque esta le molestaba en demasía.El reloj resonaba en medio del silencio, y la joven de piel morena, decidió bajar a la alberca techada de aquel lujoso hotel en el que se hallaba hospedada desde hacia un tiempo. Era hermo
Hay momentos en la vida que nos será imposible olvidarlos, cómo puede ser el primer beso con el primer amor, la boda de ensueño, el nacimiento de un hijo o un sin final de situaciones más. Para Emma, aquellos recuerdos especiales, eran con su madre, la primera persona a la que amó...ahora sin embargo, tenía recuerdos que de cierta manera eran más "especiales" junto a su esposo. Dante, sin duda alguna, había marcado un antes y un después de su vida, volviéndola mucho más especial, haciéndola sentir completa. Emma lloraba en los brazos de Dante, pues este estaba por partir hacia el hogar de ambos, para asistir primeramente a los funerales de su abuelo, y luego, para continuar con la búsqueda de la verdad que durante años había estado persiguiendo. Ciacco también estaría allí, y aquello no hacía más que despertar los peores temores en la rubia, pues no quería siquiera pensar en perder al hombre al que más amaba en el mundo.— Te amo mi Emma, por favor, confía en mí, te prometo que regre
Los murmullos comenzaron a sonar, al principio, demasiado bajo para que Dante comprendiera lo que aquellas personas que lo miraban fijamente, estaban diciendo. Cada mirada que se hallaba dentro del gran salón de la antigua casona Morgan, se centró en el desde el instante mismo en que lo vieron entrar. Ferdinand, empujaba la silla de ruedas en donde Dante se hallaba sentado, fingiendo ser el mismo hombre invalido de siempre, mientras sentían ambos las miradas de asombro, lastima o de disgusto que se posaban sobre ambos. Nadie se atrevió a decir nada, pronunciar palabra alguna de frente para el único nieto que Alighiero Morgan tuvo. Todos conocían aquella historia en la que trágicamente los padres del joven heredero habían muerto y donde el mismo había quedado permanentemente condenado a estar atado a esa silla de ruedas.Con orgullo, Dante avanzo hacía el frente en donde aquel ataúd estaba rodeado de rosas y arreglos lúgubres que evocaban al luto que se estaba sintiendo. Mirando a la m
—¡El escándalo ha estallado! Las declaraciones del multimillonario Dante Morgan, han puesto a su familia en el ojo del huracán. Las acusaciones contra Everard Lloyd, han trascendido como verdaderas, mientras que Dante Morgan ha declaro que…—Hildegard apago el televisor del cuarto del hotel en donde aun se estaba hospedando. Esa mañana, de nueva cuenta había recibido el llamado de Ferdinand, ofreciendo de nuevo una cantidad fuerte de dinero para hacerla salir de escena, en donde tambien se le pedía que abandonara de inmediato el país. Sus dedos chocaban sobre la mesita con ansiedad, pues ella, a pesar de lo que cualquiera pudiese suponer, no era una mujer tonta. Levantándose de la mesa, miro con cautela desde su ventana, y nuevamente vio a aquellos hombres de apariencia extranjera, que parecían curiosamente vigilar la ventana de su habitación. No se había atrevido a asomarse, pues, de hecho, las declaraciones que había dado Dante la habían puesto sobre alerta; había acusado a Everard
Ezra miraba a Emma dormir entrecortadamente. Había tenido que prepararle un té para calmarle los nervios, y hacerle compañía hasta que se quedara dormida. Por supuesto, el tambien estaba al tanto de lo que había ocurrido con Hildegard Scott y era tan atroz que ahora ya no le quedaba ni una sola duda de que había sido Ciacco desde el comienzo el asesino de los padres de Dante. Suspirando cansadamente, no quiso imaginar el como se estaba sintiendo su primo, pues, aunque el no tuvo nada que ver, y aunque quizás no imaginó hasta donde era capaz de escalar la violencia de Ciacco, estaba seguro de que se sentía culpable.En un bar de la ciudad, Ciacco celebraba por la muerte de Hildegard Scott y la del bastardo que estaba creciendo en su vientre, había mandado asesinar a una mujer embarazada. Había valido la pena empeñar todas sus propiedades, pues de después de tal muestra de poder y violencia, estaba seguro de los hombres de Gómez, con facilidad se harían cargo de su sobrino en silla de r
La ciudad completa aun se hallaba perpleja ante la crudeza de los últimos acontecimientos que ocurrieron. Ya en prácticamente todo noticiero de televisión o impreso, se había dado a conocer la supuesta muerte de Hildegard Scott, la mujer que había estado diciendo que esperaba un hijo de Dante Morgan, el famoso empresario y benefactor de la ciudad. Nunca antes se había visto tal muestra de brutalidad y violencia en aquel lugar considerado por muchos como pacifico. Dante aun se lamentaba lo ocurrido con Hilda, pero la sola idea de que hubiese sido Emma la que estuviese en su lugar, lo aterraba aún más. Levantándose por su propio pie camino hacia los archivos de su abuelo para seguir buscando alguna conexión mas que su tío pudiese estar utilizando en su contra. Ahora mas que nunca le había quedado claro lo peligroso que Ciacco era, pues no había tenido piedad y con todo uso de violencia, los hombres que contrato cegaron la vida de los suyos y la de Hildegard. No había llamado a Emma au
Emma daba muchas vueltas en el mismo lugar, a pesar de estar en la bellísima Santorini, deseaba estar junto a Dante en ese momento. No había tenido noticias de el durante varios días, aunque sabía que aun no ocurría nada malo, pues las noticias no habían pronunciado el nombre de Dante mas que para seguir hablando de las cosas que había dicho en el funeral del señor Alighiero. Estaba ansiosa, mucho mas que antes, sus hormonas la estaban constantemente traicionando, y pasaba rápidamente del llanto al enojo, y del enojo a la desesperación; los pobres de Ezra y Ezio habían estado sufriendo las consecuencias de ello, pues ambos hacían todo lo posible por tranquilizarla en casi todo momento.—Señora Emma, le traje la comida, no es necesario que salga de la habitación si no lo desea, nuestros anfitriones han sido muy amables — decía Ezio quien entraba con una bandeja que contenía pescado, alguna pasta, pan y un jugo de arándano que le supo a gloria.—¿Has sabido algo de Dante? — cuestiono.E
El manto de la noche cubría la ciudad que se hallaba completamente ajena a todo lo que estaba pasando en la mansión Morgan que se encontraba a las afueras. Los amplios campos y bastos valles, se hallaban ennegrecidos por la oscuridad que ya reinaba en aquellos lares. El silencio reinante de la fría madrugada, se había visto perturbado por el sonido de cristales rompiéndose, aunque nadie más que los perpetradores, había escuchado aquel estruendo. De vuelta al sigilo, el líder de ellos hacia una señal a los demás para hacerlos avanzar dentro de la penumbra de la mansión. Esa noche cometerían el asesinato de Dante Morgan, el heredero por el cual su tío, Ciacco, había pagado un alto precio a cambio de su cabeza.—Ahora, avancen — ordenaba Gómez, el peligroso líder criminal que Ciacco había contratado en Costa Rica.Algo andaba mal. A pesar de haber causado un escandalo cuando accidentalmente y mientras se colaban dentro, rompieron una ventana, ningún sirviente había aparecido para ver la