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Amy estaba sentada, con las manos en su rostro, intentaba calmarse, cuando sintió que alguien tomó sus manos, ella apartó sus manos. —Amy, ¿Cómo estás? —¿Qué haces aquí, Khan? —Vine en cuanto me enteré sobre John, ¿Cómo está? —Va a recuperarse, sé que lo hará, cuando lo haga volveremos a casarnos, volveremos a la isla, ahí estaremos con nuestros hijos, estaremos bien —dijo Amy como si hablara con ella misma. Khan sintió que sus palabras lo enloquecían de rabia, no dijo nada, porque Dave se acercó a su hija. —Hola, Khan, debo llevar a Amy a comer algo, vamos, Amy. ¿Vienes, Khan? —¿A dónde irán? —A un restaurante que está a una cuadra de aquí —dijo Dave —Los alcanzaré, solo iré al baño. Amy se levantó y fue con su padre, él le pasó el brazo por los hombros, viendo lo débil que se veía Amy. Khan se acercó a una enfermera. —Necesito ver a un paciente. —Venga conmigo —dijo la mujer Pronto llegaron a la recepción. —¿A qué paciente quiere ver? —John Miller. —¿Es familiar? —S
Olivia escuchaba las palabras de Owen, una y otra vez y se sentía tan agotada, tan absurda, ella lo amó mucho en el pasado, ahora no sabía si sentía igual. —¿Me olvidaste? Ella hundió la mirada. Owen sintió que eso era posible. —Es triste cuando juras para siempre y luego solo se acaba… —¡No me culpes! Todos me mintieron, toda la vida me han mentido, ¿Como debo sentirme? —Lo sé, pero, yo no lo hice, por eso estoy aquí, venía a recuperar a mi amor, y veo que tenemos algo hermoso y nuestro, pero, tú, actúas como si yo ya no te importara, y aunque me duele, si es tu decisión si dejaste de amarme, lo aceptaré por mucho que duela, pero, no me alejes de mi hijo. Olivia bajó la mirada que se le desdibujó en lágrimas —¡Nunca quise alejarte de nuestro hijo! Solo pensé que tú ya no nos querías a tu lado. Owen la miró con ternura. —¡Nunca me olvidé de ti! Nunca hubo ni habrá nadie después de ti. Olivia se sintió culpable, recordó el pasado, cuando fue abusada, recordó también a John, e
Cuando John salió de ahí, estaba angustiado, pensaba en Julia Lang, la odiaba, era cierto, ella dañó la vida de su hermano, y también intentó matarlo, sufrió mucho a causa de esa mujer despiadada, pero le dio lástima ver en lo que terminó. Realmente el corazón de John no era tan cruel para desearle lo peor, pero supo que el karma había alcanzado a Julia Lang, y él no podría hacer nada por esa mujer. Ella ahora estaba pagando por su culpa. Amy abrazó a John con fuerza, volvieron a casa, y se recostaron entre las cobijas, dándose algo de consuelo, mutuamente. Ella acarició su cabello, Amy tampoco estuvo feliz de lo ocurrido a Julia Lang, porque en el fondo, alguna vez de niña, la vio como su hermana, y aunque no salió nada bien de esa relación, no le deseaba algo tan malo, además, Claudette sufría por su hija, y eso les causaba dolor a todos. Julia Lang fue trasladada a un hospital psiquiátrico, creyeron que tenía alucinaciones con Kenneth que le causaban tal terror, y perdió el cont
John estaba harto, hasta que el abogado apareció. —Si no se ha acusado a mi cliente de algo, les pido que lo dejen ir. El detective se sentó frente a ellos. —Hemos encontrado en casa de la occisa una nota suicida. John la miró atónito. —¿Suicida? No entiendo nada. —La señorita Natalie, había planeado su muerte, según la nota estaba deprimida, y con la noticia de que usted sería padre, tomó la decisión, pero, su nota suicida, dice que planeaba también su asesinato. John se quedó perplejo, no podía creer en esas palabras, era como si describieran a un Natalie que él nunca conoció. —¡Es imposible! Yo conocí a Natalie, ella no tomaría una decisión como el suicidio, era demasiado fuerte, se amaba a si misma, incluso era egoísta, ella no se mataría ni por mí, ni por nadie, hay algo que está mal en todo esto. El detective le miró con duda, indicaron que seguirían investigando, y por fin lo dejaron irse de ahí, pero John tuvo el presentimento de que habái algo más en todo eso. Al sal
Cuando Khan salió del hospital, se acercó al hombre que tenía ahí, acechando a Amy y a John. —Quiero saber si nacieron esos mocosos, quiero saber todo, no los pierdas de vista. —Sí, señor. Viktor miró a esos hombres, sin ser vistos, estaba receloso, cuando Rosaleen SE acercó a él. —¿Qué pasa, Viktor? —¡No soporto a Khan! Siento que algo malo esconde, siempre acechando a Amy y a John. —¿No crees que exageras? —exclamó Rosaleen. —Créeme, no lo hago, nunca lo he hecho, cuando alguien es malo, puedo sentirlo. John pasó a ver a Amy, el doctor les indicó que era probable que ella estuviera internada en el hospital por unos días, pensaban que era probable que John pasó a ver a Amy, el doctor les indicó que era probable que ella estuviera internada en el hospital por unos días, pensaban que era probable que diera a luz a bebés prematuros, su presión arterial seguía estando alta. John tomó la mano de Amy, miró su cara asustada. —Sé fuerte, mi amor, estoy contigo, siempre. Ella asint
—¡¿Dónde está mi madre?! —exclamó John desesperado, ante las palabras de Olivia. —¡La secuestró! La policía ya viene en camino, Steven está en hospitalizado, ¡Esto es un desastre! Ese maldito hombre… Pronto el teléfono de Olivia resonó, se miraron con duda, pero John respondió por ella, Owen los miraba aturdido. —Hola. —¿Quién habla? —¿Quién eres? —¿John? ¿Eres el impostor de Kenneth? —exclamó Bruce y John no tuvo la menor duda. —¡No te atrevas a lastimar a mi madre! —¿TU madre? ¡vaya! Siempre quisiste robar todo a Kenneth, ahora lo tienes, quiero dinero, John, un millón de libras, solo así, tal vez, te devuelva a tu madre. Los ojos de John se abrieron con temor. Pudo escuchar con claridad la voz de Fedora gritar con terror. Los ojos de John se volvieron cristalinos. —¡No le hagas daño! ¡Por favor! —exclamó con desesperación—. Te daré el dinero, juro que te lo daré. —Muy bien, muchacho, sabes bien lo que te conviene, y sabes de lo que soy capaz, ¿Verdad? Bien, te doy dos ho
John fue llevado en una ambulancia, aunque él suplicaba ser liberado, diciendo que necesitaba estar con su esposa e hijos, no fue escuchado. —¡Amy! —susurró al ser llevado. Lo llevaron en una ambulancia hasta un hospital cerca de donde estaba Amy. Cuando Fedora despertó estaba en la camilla, enderezó su postura asustada, mientras Olivia se acercó y tomó su mano. —¡No, mami! Calma, estoy aquí, la pesadilla acabó, ahora estoy contigo, nadie volverá a lastimarnos. Los ojos de Fedora se volvieron cristalinos, abrazó a su hija, sollozó. —¡¿Dónde está tu hermano John, y Lorraine!? —Están bien, John tuvo un roce de bala, pero el doctor no tarda en darle el alta, y respecto a Lorraine, el doctor la revisó ayer, le hicieron una prueba, ¡Madre ella pudo sentir sus piernas! Ella estará bien, pronto volverá a caminar. Fedora sonrió, estaba conmovida. —¡¿Y Steven?! —Bueno, estuvo muy mal, pero, se ha salvado, le han hecho transfusiones de sangre, el doctor dijo que estaba mejorando, y qu
Dos meses después. John miraba a Amy amamantar a uno de los bebés, el otro estaba durmiendo en su cuna. Él sonrió al verla. —¡Eres tan hermosa! —exclamó Ella levantó la vista y sonrió. —Te amo. —Yo te amo más. Cásate conmigo, otra vez. Ella lo miró con ojos grandes, sus ojos se volvieron llorosos, creyó que bromeaba. —¿Bromeas? —Claro que no, quiero casarme contigo, está vez no como un reemplazo, sino como el hombre que te ama. Ella sonrió. —Si quiero casarme contigo. Él se acercó cargó a su bebé, John besó su rostro pequeño —Mi dulce Noel, papá no tiene una sortija para mamá, promete que a ti no te pasará. —¡Oye! Nuestros hijos no darán ninguna sortija hasta dentro de muchos, muchos años. —¡Qué mamá tan celosa! —exclamó sonriente. —Nos casaremos en tres meses, en la isla, frente a los hermosos acantilados. Él sonrió al escuchar sus palabras. —Como tú digas y ordenes, yo por mí, me casaría mañana mismo, te amo tanto. Amy llevó a dormir al pequeño Noel, estaban durmie