Capitulo 44— Me lo arrebataron NarradorHabia sido un dia largo, pesado, agotador tanto como para Seth, como para Nebra por lo que tras llegar a casa, y ocuparse de sus labores ambos se fueron a descansar. Por supuesto en habitaciones separadas, la vez anterior compartieron dormitorios por la presencia de sus hermanos, pero ahora que no habia motivos para hacerlo, cada uno regresó a su refugio.Seth por desgracia esa noche, por mas que su cuerpo le pedía una siesta tenía que trabajar hasta tarde. A medida que la licitación iba avanzando mas incógnitas surgían por lo que tenía que investigar mas de lo debido para asegurarse de recabar las pruebas necesarias para llevar al responsable ante la ley.Colocándose de pie cuando sintio la garganta seca, y sus ojos llorosos debido al tiempo frente a la computadora, caminó a la cocina para tomar un poco de agua, y sirviendo en liquido vital una vez tomó un vaso, escuchó un par de gritos de Nebra provenientes de su habitaciónDejando el liquido
Capítulo 45 — A la tumbaNarradorEl día apenas iniciaba y el sol se encontraba en su punto maximo. Todos en la empresa caminaban de un lado a otro, ya que la auditoría se estaba llevando a cabo, por lo que más de uno se encontraba atento a lo que sucedería.Recargando la espalda en la silla, Seth se pasó la mano por el rostro un par de veces al recibir noticias poco alentadoras por parte de Martin, y exhalando una bocanada de aire, preguntó tratando de buscar una solución.— ¿Y si buscamos inversores? Eso nos podría ayudar. Además de intentar incursionar en la energía eólica.Asintiendo y sabiendo que estaba en lo correcto, su asistente comentó un par de salidas más, pero sabiendo que ninguna sería tan eficaz como la mencionada anteriormente, se propusieron trabajar en estos nuevos proyectos.La mañana avanzaba y con ella Seth no paraba de moverse de un lado a otro. Como director ejecutivo, su obligación era velar porque todo se hiciera como debía ser, sin mencionar que su presencia
Capítulo 46— Pensé en ellos.Narrador¿Qué podría hacer Nebra para ayudarla? ¿Sacarla de allí arrastras?Liberando un poco de aire, Nebra negó mientras empezaba a caminar por la habitación. Su cabeza no paraba de dar vueltas buscando una posible solución, la cual no encontró, porque la primera que debía estar dispuesta a salir de allí, para ser libre, era la misma Lilian—¿Al menos has intentado escapar? ¿Divorciarte de él? ¿Lilian, has pensado en tus hijos? Porque me imagino que este comportamiento no tiene dos días, sino años.Soltando un bufido seguido de una risa amarga, Lilian negó al ver que su nuera la creía tan estúpida como para no intentar de todo para liberarse del yugo de su esposo, y su padre Flavio, y bajando su rostro, confesó.— Un montón de veces, y el resultado fue el mismo... Nebra ¿acaso crees que me gusta vivir de esta forma? ¿Que soy tan pendeja como para rendirme sin luchar primero?Señalando su mejilla, Nebra tragó grueso al ver el poco tacto que tuvo por sus p
Capítulo 47— ¿Hasta dónde estaba dispuesto a llegar?Narrador El evento de la industria energética reunía a los principales líderes del sector, desde empresarios de renombre hasta inversionistas con capital suficiente para transformar por completo el mercado. Seth y Simón llegaron juntos, ambos con trajes impecables, proyectando la imagen de una compañía sólida y en crecimiento.Simón estaba más entusiasmado que su hermano. Desde hacía semanas, había estado trabajando en nuevas propuestas y, sobre todo, en encontrar financiamiento para la incursión en la energía eólica, un paso clave para la expansión de la empresa. Había conocido a un inversionista poderoso, un hombre con suficiente influencia para asegurarles contratos en países donde aún no tenían presencia.Cuando llegaron al salón principal, Simón se giró hacia Seth con una leve sonrisa de satisfacción.—Te tengo una sorpresa —dijo, con un aire de emoción contenida.Seth arqueó una ceja, observando a su hermano con curiosidad.—
Capítulo 48— El responsableNarrador Simón se bajó del coche con un nudo de rabia en la garganta. Su madre no contestaba el teléfono desde hacía días, y aunque Lilian era una experta en ocultar problemas detrás de una copa de vino y una sonrisa educada, él no era un idiota. Sabía que algo estaba mal, y su instinto nunca fallaba.Subiendo los escalones de la mansión con pasos pesados, empujó la puerta sin siquiera anunciarse, e ingresando a la amplia estancia, inició la búsqueda. No le importaba en lo absoluto lo que dijeran, desde hacía años no era bien recibido en esa casa, por lo que no se esforzo en disimular su desespero. Caminando por los pasillos recorrió el lugar con su mirada hasta llegar a la sala principal, en donde la encontró sentada en uno de sus lujosos sillones, con la luz tenue iluminando su perfil. Cuando Lilian giró el rostro hacia él, sintió que el aire le abandonaba los pulmones.Un enorme moretón cubría su pómulo izquierdo, extendiéndose hasta la línea de la man
Capítulo 49— El pasado atrásNarradorObservando el techo de su habitación mientras los pensamientos sobre una posible salida a sus problemas no dejaban de revolotear en su cabeza, Dalia sintió una ligera opresión sobre su pecho. Lo que había visto aquel día en el departamento de Simón no salía de su mente, no paraba de atormentarla robándole la paz. Aunque Nebra tenía razón, lo sucedido no dejaba de doler. Tomando una almohada a su lado, la colocó sobre su rostro, y ahogando un par de lágrimas que querían salir, trató de mantenerse serena cuando en realidad deseaba llorar hasta quedarse seca.Era muy joven para saber lo que era enamorarse de verdad, pero ella se había ilusionado con Simón, pensó que tal vez, solo tal vez, podría tener una relación real con un hombre que se preocupara por ella, y siendo golpeada por la realidad, supo que esto era imposible.—Dalia... Pareces una niña estúpida, enamorada sola.Resoplando un poco cuando sus ojos derramaron un par de lágrimas, tomó asien
Capítulo 1— El acuerdo de sus vidasNarradorSeth estaba de pie frente al altar, sus manos entrelazadas detrás de la espalda para contener el leve temblor que traía la ansiedad. No había amor en este matrimonio, solo un acuerdo frío y estratégico. Para Seth, esto era un trámite, un paso más en el tablero de ajedrez de su vida. O eso había pensado hasta ese momento.El murmullo entre los presentes se apagó cuando un rayo de luz bañó la silueta de su futura esposa.Seth se obligó a respirar, pero el aire le quedó atrapado en el pecho al verla caminar hacia él. El vestido blanco parecía flotar a su alrededor. Su cabello caía en suaves ondas, y un velo delicado enmarcaba un rostro que parecía diseñado para tentar a los hombres. No era solo su belleza lo que lo descolocaba, era algo más profundo, algo que no había anticipado.Su garganta se secó, y un calor extraño subió desde su pecho hasta su cuello y un hormigueo lo recorrió por completo.La lógica y la frialdad que lo habían llevado ha
Capítulo 2— ¿Dejar a Seth?NarradorSintiendo el vestido cada vez más asfixiante, Nebra empezó a sentir la necesidad de salir de allí, huir del lugar. Federico, durante toda la fiesta, no le había quitado la mirada de encima, lo cual la incomodaba en sobremanera. Pidiendo disculpas a los presentes, se colocó de pie de la mesa familiar para colarse al baño de damas por algo de aire, y caminando hasta este, dio un respingo, cuando su hermana, Dalia, la siguió en silencio, tomándola por sorpresa— Casi me matas del susto, DaliaSoltando un sollozo llevando las manos a su pecho al verla entrar en el sanitario, Nebra recargó ambas manos en el lavado intentando procesar todo lo que estaba pasando, y llegando a su lado la jovencita de solo diecisiete años, preguntó conociéndola muy bien— ¿Acaso esperabas a alguien más, Nebra?Enarcando una ceja, Dalia cruzó los brazos a la altura de su pecho mientras esperaba una respuesta, y liberando el aire retenido, Nebra negó— Por supuesto que no... E