Capítulo 47— ¿Hasta dónde estaba dispuesto a llegar?Narrador El evento de la industria energética reunía a los principales líderes del sector, desde empresarios de renombre hasta inversionistas con capital suficiente para transformar por completo el mercado. Seth y Simón llegaron juntos, ambos con trajes impecables, proyectando la imagen de una compañía sólida y en crecimiento.Simón estaba más entusiasmado que su hermano. Desde hacía semanas, había estado trabajando en nuevas propuestas y, sobre todo, en encontrar financiamiento para la incursión en la energía eólica, un paso clave para la expansión de la empresa. Había conocido a un inversionista poderoso, un hombre con suficiente influencia para asegurarles contratos en países donde aún no tenían presencia.Cuando llegaron al salón principal, Simón se giró hacia Seth con una leve sonrisa de satisfacción.—Te tengo una sorpresa —dijo, con un aire de emoción contenida.Seth arqueó una ceja, observando a su hermano con curiosidad.—
Capítulo 48— El responsableNarrador Simón se bajó del coche con un nudo de rabia en la garganta. Su madre no contestaba el teléfono desde hacía días, y aunque Lilian era una experta en ocultar problemas detrás de una copa de vino y una sonrisa educada, él no era un idiota. Sabía que algo estaba mal, y su instinto nunca fallaba.Subiendo los escalones de la mansión con pasos pesados, empujó la puerta sin siquiera anunciarse, e ingresando a la amplia estancia, inició la búsqueda. No le importaba en lo absoluto lo que dijeran, desde hacía años no era bien recibido en esa casa, por lo que no se esforzo en disimular su desespero. Caminando por los pasillos recorrió el lugar con su mirada hasta llegar a la sala principal, en donde la encontró sentada en uno de sus lujosos sillones, con la luz tenue iluminando su perfil. Cuando Lilian giró el rostro hacia él, sintió que el aire le abandonaba los pulmones.Un enorme moretón cubría su pómulo izquierdo, extendiéndose hasta la línea de la man
Capítulo 49— El pasado atrásNarradorObservando el techo de su habitación mientras los pensamientos sobre una posible salida a sus problemas no dejaban de revolotear en su cabeza, Dalia sintió una ligera opresión sobre su pecho. Lo que había visto aquel día en el departamento de Simón no salía de su mente, no paraba de atormentarla robándole la paz. Aunque Nebra tenía razón, lo sucedido no dejaba de doler. Tomando una almohada a su lado, la colocó sobre su rostro, y ahogando un par de lágrimas que querían salir, trató de mantenerse serena cuando en realidad deseaba llorar hasta quedarse seca.Era muy joven para saber lo que era enamorarse de verdad, pero ella se había ilusionado con Simón, pensó que tal vez, solo tal vez, podría tener una relación real con un hombre que se preocupara por ella, y siendo golpeada por la realidad, supo que esto era imposible.—Dalia... Pareces una niña estúpida, enamorada sola.Resoplando un poco cuando sus ojos derramaron un par de lágrimas, tomó asien
Capítulo 50— Somos la excepciónNarradorLlegando a casa tras un largo, y agotador día de trabajo, Seth dejó caer las llaves sobre la mesa de la entrada, antes de empezar a despojarse del saco de su traje. Afortunadamente, la extenuante licitación había llegado a su fin, por lo que los días venideros no serían tan complicados como los anteriores, solamente restaba esperar los resultados de la misma, y una vez se conozca a fondo la situación real de la empresa, solo restaba crear una estrategia de trabajo para salvarla.Caminando por la estancia del lugar, Seth se dirigió a la cocina en donde solía estar Nebra siempre que llegaba, y encontrándola de pie en un especie de trance mientras sostenía el teléfono en su mano, él se acercó para ver qué le sucedía—¿Está todo bien?Regresando a la realidad cuando la voz de su esposo resonó por el lugar, Nebra parpadeó un par de veces tras soltar un leve gemido al ser tomada por sorpresa, y centrando la mirada en él, respondió.—No escuché cuando
Capitulo 51— Reencuentro Familiar INarradorAl caer la noche como había acordado con Dalia, Nebra empezó a prepararse para la tan esperada cena. Con manos temblorosas, y una sensación de vacío instalada en su estomago que no sabia como explicar, se acerco al espejo, y se observo en este en completo silencio.El vestido rosa tipo coctel ceñido al cuerpo le asentaba muy bien, pero en realidad no era esto lo que la mortificaba, que la hacia sentirse que pendía de un hilo, era Elena, los años sin verla, las palabras no dichas lo que la tenia de ese modo. Exhalando una enorme cantidad de aire, se mantuvo en el mismo punto por un instante, y escuchando como la puerta de su habitación se abría, desvió la mirada a esta, encontrando a Seth en el umbral.— ¿Estas lista?Apretando los labios mientras contenía el aire, Nebra negó al no estarlo aun, y tomándose el atrevimiento de seguir sin siquiera preguntar, murmuro— Todo estará bien... Solo debes pensar en Dalia, en que harás esto por ella.A
Capítulo 52— Reencuentro familiar IINarrador—Entonces... —comenzó Elena mientras le ofrecía una copa de vino— dígame, señor Arias, ¿qué se siente ser el esposo de una mujer tan... particular como Nebra?Seth aceptó la copa con una leve inclinación de cabeza y esbozó una sonrisa tranquila, de esas que ocultan más de lo que muestran.—Es un honor, señora Elena. No cualquier hombre tiene la suerte de compartir su vida con una mujer tan fuerte, inteligente y leal como ella.Elena entrecerró los ojos, como midiendo cada palabra que él soltaba, buscando la grieta por donde colarse.—Vaya... Qué halagador. No esperaba menos de alguien como usted, pero... no me negará que Nebra tiene su carácter. Siempre fue un poco... rebelde. Una pena que no haya aprendido a mantenerse en su lugar.Seth mantuvo la sonrisa, aunque su mirada se endureció apenas un poco, apenas lo justo.—Permítame decirle que, para mí, esa rebeldía es una virtud. Creo que es precisamente eso lo que la hace tan extraordinari
Capítulo 53 — Ya lo sabeNarradorSintiendo sus piernas temblorosas, así como sus manos sudorosas, Dalia avanzaba por el lobby de GreenTech Solutions con cierta prisa. Ese día comenzaría sus pasantías como acordó con Seth, por lo que sus nervios no la dejaban tranquila. A escasos metros del elevador, vio cómo las puertas de éste estaban a punto de cerrarse, y apresurando sus pasos con tacones altos, logró interponer su mano antes de que se cerraran.— Buenos días a todos.Ingresando a la caja metálica a tiempo, Dalia saludó a las personas en su interior, y al observar a Simón en una de las esquinas, aclaró su garganta ante la incomodidad de volver a verlo. Girándose sobre sus pies, sintiendo las palpitaciones de su corazón acelerarse, Dalia elevó su mano para presionar el tablero frente a ella, y al ver cómo empezaba a ascender, se mantuvo en silencio en el pequeño espacio.Por su parte, Simón, quien sentía que el lugar se hacía más pequeño con cada segundo que pasaba, no podía aparta
Capítulo 54— Un mar en contra.NarradorReteniendo el aire, sabiendo que la conversación con Seth no sería para nada sencilla, Nebra caminó al amplio sofá, en el cual tomó asiento, sintiendo cómo un vacío se instalaba en su vientre, y palmeando el espacio libre a su lado, Seth empezó a caminar hasta tomar el lugar señalado.—¿Por qué...?Dejando la frase a medias cuando las palabras se atoraron en su garganta, Seth no pudo finalizar la pregunta, y elevando su mano para apoyarla sobre la de su esposo, Nebra siguió—¿Por qué no te conté lo de tu madre cuando fui a verla? ¿Es eso lo que ibas a preguntar?Asintiendo, Seth se mantuvo en silencio a la espera de su respuesta, y liberando un poco de aire bajando su rostro por unos segundos, ella sabía que este momento llegaría tarde o temprano —Porque la misma Lilian me lo pidió ese día. Tu madre casi me suplicó para que no te dijera nada de lo que vi... Sé que hice mal, que te sientes traicionado, y tienes razón, pero yo no podía contarte a