Capítulo 52— Reencuentro familiar IINarrador—Entonces... —comenzó Elena mientras le ofrecía una copa de vino— dígame, señor Arias, ¿qué se siente ser el esposo de una mujer tan... particular como Nebra?Seth aceptó la copa con una leve inclinación de cabeza y esbozó una sonrisa tranquila, de esas que ocultan más de lo que muestran.—Es un honor, señora Elena. No cualquier hombre tiene la suerte de compartir su vida con una mujer tan fuerte, inteligente y leal como ella.Elena entrecerró los ojos, como midiendo cada palabra que él soltaba, buscando la grieta por donde colarse.—Vaya... Qué halagador. No esperaba menos de alguien como usted, pero... no me negará que Nebra tiene su carácter. Siempre fue un poco... rebelde. Una pena que no haya aprendido a mantenerse en su lugar.Seth mantuvo la sonrisa, aunque su mirada se endureció apenas un poco, apenas lo justo.—Permítame decirle que, para mí, esa rebeldía es una virtud. Creo que es precisamente eso lo que la hace tan extraordinari
Capítulo 53 — Ya lo sabeNarradorSintiendo sus piernas temblorosas, así como sus manos sudorosas, Dalia avanzaba por el lobby de GreenTech Solutions con cierta prisa. Ese día comenzaría sus pasantías como acordó con Seth, por lo que sus nervios no la dejaban tranquila. A escasos metros del elevador, vio cómo las puertas de éste estaban a punto de cerrarse, y apresurando sus pasos con tacones altos, logró interponer su mano antes de que se cerraran.— Buenos días a todos.Ingresando a la caja metálica a tiempo, Dalia saludó a las personas en su interior, y al observar a Simón en una de las esquinas, aclaró su garganta ante la incomodidad de volver a verlo. Girándose sobre sus pies, sintiendo las palpitaciones de su corazón acelerarse, Dalia elevó su mano para presionar el tablero frente a ella, y al ver cómo empezaba a ascender, se mantuvo en silencio en el pequeño espacio.Por su parte, Simón, quien sentía que el lugar se hacía más pequeño con cada segundo que pasaba, no podía aparta
Capítulo 54— Un mar en contra.NarradorReteniendo el aire, sabiendo que la conversación con Seth no sería para nada sencilla, Nebra caminó al amplio sofá, en el cual tomó asiento, sintiendo cómo un vacío se instalaba en su vientre, y palmeando el espacio libre a su lado, Seth empezó a caminar hasta tomar el lugar señalado.—¿Por qué...?Dejando la frase a medias cuando las palabras se atoraron en su garganta, Seth no pudo finalizar la pregunta, y elevando su mano para apoyarla sobre la de su esposo, Nebra siguió—¿Por qué no te conté lo de tu madre cuando fui a verla? ¿Es eso lo que ibas a preguntar?Asintiendo, Seth se mantuvo en silencio a la espera de su respuesta, y liberando un poco de aire bajando su rostro por unos segundos, ella sabía que este momento llegaría tarde o temprano —Porque la misma Lilian me lo pidió ese día. Tu madre casi me suplicó para que no te dijera nada de lo que vi... Sé que hice mal, que te sientes traicionado, y tienes razón, pero yo no podía contarte a
Capitulo 55— La nueva pasanteNarrador:Simón giró la esquina del pasillo ajustándose la corbata, distraído entre papeles y el teléfono, hasta que la vio. Dalia. Cargando varias carpetas, con el cabello recogido a la ligera y unos tacones que resonaban con cada paso firme por el corredor principal de las oficinas. Por un segundo pensó que su cabeza le jugaba una mala pasada. Pero no. Era ella.Se detuvo en seco, observándola desde la distancia. Había pasado tanto tiempo evitando pensar en ella… y ahí estaba, otra vez, como si nada, caminando entre los escritorios como si ese fuera su lugar.Confundido, se acercó al mostrador donde su secretaria acomodaba algunos documentos.—¿Qué hace ella aquí? —preguntó en voz baja, sin disimular su desconcierto.La mujer lo miró sin darle demasiada importancia y respondió:—¿Dalia? Ah, claro… es la hermana de la señora Nebra.Simón sintió un golpe seco en el pecho.—Ya sé quién es —murmuró, entre dientes, sin apartar la vista de ella. Su voz sonó m
Capítulo 56— ¿Mis juegos?Narrador:El reloj marcaba las diez en punto cuando la recepcionista del edificio principal de GreenTech Solutions levantó la vista al notar la entrada de un hombre imposible de ignorar.Magnus Drakos, CEO de Drakos Energy International, avanzó con paso firme, su porte impecable como siempre, desprendiendo esa mezcla incómoda entre elegancia y amenaza. Traje oscuro a medida, mirada helada y una ligera sonrisa que nunca transmitía calidez.—Magnus Drakos. Vengo a ver al señor Simón Arias —anunció, apoyando las manos sobre el mostrador mientras la joven intentaba no quedarse embobada.—Sí, señor Drakos… El señor Arias ya fue notificado. Ahora baja.Magnus asintió con apenas un gesto y giró sobre sus talones para observar con detenimiento cada rincón del lobby. Tenía ese modo de mirar que hacía parecer que todo le pertenecía, como si ya estuviera decidiendo qué cambiaría una vez pusiera las manos en aquello.No tuvo que esperar demasiado. El ascensor se abrió, y
Capítulo 57— Medidas desesperadasNarradorIngresando al amplio lobby de GreenTech Solutions tras el pequeño enfrentamiento con Drakos, Federico sentía las palpitaciones de su corazón golpeando su pecho. La presencia de este hombre, la auditoría de Seth y la reciente pelea con Simón lo hacían sentir desequilibrado, como si pendiera de una cuerda floja, tan frágil, tan delicada que un solo movimiento en falso bastaría para caer a un precipicio tan hondo del cual difícilmente encontraría la salida.Notando cómo algunos de los empleados a su paso lo observaban detenidamente, estudiando las ligeras marchas en su rostro, Arias soltó una maldición silenciosa casi imperceptible. Era evidente que el rumor de la pelea con Simón se había extendido como pólvora por todo el lugar, por lo que él era la comidilla del día.Dirigiéndose al elevador con la intención de llegar a su oficina, este se detuvo por un instante para saludar a Milena, la directora de recursos humanos, y estampando un beso en l
Capítulo 58— La propia basuraNarradorIniciando un nuevo día, y con el sol iluminando la ciudad con sus primeros rayos, Simón se despertó esa mañana más inquieto de lo normal; ese día, más que parecer uno más para los demás, para Simón Arias era decisivo, determinante para el resto de su vida. Preparándose con algo de prisa mientras se ponía la corbata en el cuello, se observó frente al espejo por un breve instante, y exhalando algo de aire, solo asintió antes de tomar su saco sobre la cama y salir de su departamento.Al llegar al enorme edificio de GreenTech, Simón se mantuvo en silencio en el interior del vehículo, y observando la enorme edificación se preguntó¿Que haría si una vez que llegaran los informes de la licitación descubría que la malversación era más grande de lo que pensó? ¿Le contaría a Seth toda la verdad, y juntos encerrarían a su padre? ¿O simplemente callaría para salvar a Dalia? Él, mejor que nadie, conocía a Federico, lo que era capaz de hacer para salirse con l
Capítulo 59—De donde jamás debió salirNarradorSiendo entregado esposado a las autoridades por el equipo de seguridad de GreenTech, Federico se mantuvo detenido por al menos un par de horas, en las que hizo hasta lo imposible para salir de allí. Por supuesto, tras años y años de robar a los Green, había amasado una pequeña fortuna lo suficientemente grande como para vivir el resto de su vida sin tener que mortificarse por trabajar.Recorriendo la pequeña celda en la que se encontraba mientras la desesperación lo carcomía, Arias pasó las manos por su rostro, y deteniendo su andar al llegar a los barrotes, notó al guardia acercarse a él.—Tienes visita, Arias.Abriendo la pequeña reja, el oficial condujo a Federico a la sala acondicionada para recibir las visitas del día, y encontrando en este lugar a Flavio Green, Federico elevó su mentón levemente en un intento de parecer imperturbable cuando en realidad sabía que este hombre lo tenía en sus manos.Dando un par de pasos hasta tomar a