Llegamos a Bhuda cuarenta y cinco minutos después. Hemos tenido que esperar a que Antonio se arreglara...
Es la primera vez que lo veo, pero si tuviera que apostar diría que no es el tipo de mi amiga, a ella le gustan Adonis salidos de revistas de moda, y este chico es de lo más corrientillo tirando a feo...Cejas depiladas, crema por toda la cara y pantalones pitillos. No se que le ha visto Marta, rubia, ojos azules y delgadísima.
Lo primero que hago al llegar es buscar a Hugo. Está en la barra, mirando hacia la puerta.
Me recibe con su simpatía de siempre
-Que guapa estas- afirma mientras coloca un beso en mi mejilla.-Gracias -musito avergonzada
Me giro en busca de Marta pero no está, al final la localizo en una íntima mesa para dos.-Me acaban de dar plantón- bromeo señalando hacia mi amiga.
-Entonces es una suerte que esté yo aquí -continúa con mi broma - me alegra que estés mejor .
Sabía que tenía que llegar el espinoso tema de lo ocurrido anoche. Tengo que intentar capearlo porque no voy a explicarle lo ocurrido
-Lo estoy. Gracias por todo¿Qué bebes?
-Whisky ¿Quieres uno?- levanta una ceja y deja entrever una mueca burlona.
-Doble-río
Un par de horas después descubro que es socio de un bufete de abogados junto con su amigo Daniel, que está de viaje, para él es la fiesta de cumpleaños que estamos preparando.
-Debería irme ya -informo levantándome del asiento.
Busco con la mirada a Marta pero no la veo por ningún sitio. Mierda
- Creo que tu amiga se ha ido- dice como si nada - si quieres te llevo.
Camino hacia el baño por si está dentro. No está, se ha ido. Me muerdo el labio pensando que hacer
-Seguro que está con Antonio en su casa, no puedo ir y tengo las llaves de mi piso allí - lloriqueo-¡... y mi móvil en su coche!
Siento las emociones apoderándose de mi, como se me comienzan a humedecer los ojos.
-Vente a mi casa - sentencia encogiendo los hombros como si no entendiera donde está el problema.
Como voy a ir a su casa, es atractivo, tiene una voz grave que te envuelve, todo en él me atrae pero no puedo intimar con Hugo.- Muchas gracias... pero.. no creo que sea buena idea
-Lisa, has dejado claro que no te gusto pero podríamos ser amigos, ademas, no voy a dejar que pases la noche en la calle. Vamos - da por terminada la conversación.
Rodea mi mano con la suya, animándome a seguirlo fuera del local.
Su casa está a las afueras. Teclea un código numérico para que se abra una verja, a ambos lados hay un inmenso jardín repleto de árboles, al final del camino, se alza frente a nosotros una hermosa casa imperial.
-Antes de acostarme siempre nado un poco ¿ Te apetece?
- ¿Esta es tu casa? -exclamo admirando las escaleras a ambos lados de la pared que se juntan en la planta alta, formando una v.
-Si. Esta es mi humilde morada - bromea con una media sonrisa.
Llegamos a una piscina cubierta que hay en la parte posterior de la casa. Hugo desaparece uno minutos para volver con un bañador negro pegado. Por primera vez veo su cuerpo sin tantas capas de ropa. Abdomen perfecto y musculoso, espalda ancha...
-Si quieres nadar un poco hay algún bañador en la habitación detrás tuya.
-No, no. Gracias. Yo te espero aquí
Me siento en una tumbona para observarle mientras se acerca al borde de la piscina, se inclina unos centímetros y salta.Hace unos cuantos largos, después, se apoya en el bordillo con la barbilla encima de sus manos.
- Estas colorada. Báñate - dice mientras sale del agua y camina hacia mi.
-Estoy bien, de...verdad-titubeo conforme se va acercando.
Es cierto, hace mucho calor pero los golpes y los arañazos no se han curado del todo así que no pienso bañarme. Niego con más énfasis a medida que se acerca.
-Lisa, yo cuido de mis amigos - sentencia con una sensual voz.
Pasa los brazos por debajo de mis rodillas y de mi espalda y me levanta, como hizo anoche, caminando de vuelta hacia la piscina. Se lo que va a ocurrir.
- Hugo, por favor - suplico entre risilla y risilla.
Me ignora. Llega al borde y conmigo todavía en brazos, salta.
-¡Estas loco!-balbuceo con agua en la boca .Apoyo mis brazos sobre sus hombros, intentando hundirle pero no se deja, sabe mantenerse a flote bastante bien.Cuando decide que el juego se ha terminado rodea mi cuerpo entre sus brazos, sintiendo todos sus músculos contra mi piel y nos hace a los dos una pequeña ahogadilla. Podría haberme sentido encerrada, atrapada en esa jaula dura y fibrosa pero no es así, la dulzura y ternura con la que me trata provoca que quiera esos brazos tocándome, acariciándome, haciéndome sentir de nuevo.Nado hasta el bordillo de una forma un tanto ortopédica, se nadar pero, no soy ninguna lumbreras.Hugo me sigue, nadando a mi vera, riéndose, no se si por mi forma de intentar mantenerme a flote o por las pintas que debo tener.- Vamos a secarnos antes de que te resfríes -dice mientras me tiende una mano para ayudarme a salir.-No se si te h
Cuando abro los ojos, lo primero que veo son las ascuas rojizas de la chimenea que todavía desprende un ligero calor.Siento como mi cabeza sube y baja con la lenta respiración de Hugo.-Buenos días bella durmiente- saluda mientras se incorpora y yo, con él.-Buenos días- murmuro aun adormilada.-No sabia que una preciosidad como tu podía roncar-bromea.-Yo no ronco - afirmo arrugando las cejas.-Si lo haces .Se levanta de un salto. Escucho su risa baja;esa que puede hacer que olvide mis peores pesadillas.La puerta de la calle suena. Una mujer de mediana edad aparece en el umbral.-Buenos días señor - saluda formalmente.-Buenos días Leti, no me llames señor,ese era mi padre, esta es Lisa.-Encantada de conocerla Leti - camino hasta ella para darle un par de besos.- Igualmente señorita-dice de forma amigable con una incipiente sonrisa en el rostro.-Lisa por favorCabecea un par de veces y sale di
Han dispuesto toda la planta repleta de mesas, en los extremos unas barras para pedir bebidas, también hay dos grandes balcones adornados con el máximo gusto para los que quieran salir a fumar.Nos recibe un hombre mayor muy amable, que va recogiendo los abrigos para llevarlos al guardarropa. Hugo sigue sin hablarme. No entiendo nada, ha sido tan atento y tierno que no comprendo este cambio de actitud, a menos... que se haya arrepentido de invitarme..-¿Quieres algo de beber?-pregunta con un tono indiferente. Su cara una mascara con la mandíbula rígida.- Lo que quieras, gracias- musito algo acobardada por su actitud.Camina hacia la barra donde varios camareros esperan que los invitados hagan sus peticiones. Pocos minutos después reaparece con dos copas de champan. Me tiende una de las copas.-Gracias.-No hay de que.Una mujer que bien podría tener la edad de mi abuela sujeta un micrófono, imagino que es la anfitriona. Ll
Hugo busca mis labios y mi lengua de forma desesperada, juguetea con ella dentro de mi boca. Sus manos descienden por mi cuello hasta la espalda apretándome contra él. Siento su duro pecho contra el mío, su respiración cargada de deseo descontrolada. Continúa bajando las manos y con un soberano esfuerzo separo nuestras bocas, pego mi frente en su barbilla respirando con dificultad por la excitación.-No... no puedo -titubeo colocando las manos sobre su pecho para poder mantener la distancia de seguridad.-Está bien, lo entiendo- cierra los ojos procurando serenarse.Los próximos minutos los dedicamos a tranquilizarnos, a calmar la respiración.-¿Quieres cenar algo?-pregunto sin saber la comida que tengo en casa, no he estado comiendo mucho últimamente.-Si, me muero de hambre ¿Qué tienes?Voy hasta la cocina abro armarios y la despensa para terminar delante de la nevera. No me he dado cuenta de que Hugo había llegado hasta mi, junto a mi espalda y
Solo tengo un día y medio hasta que sea la fiesta y hay tantas cosas que preparar que decido recluirme y centrarme completamente en el trabajo, no puedo seguir perdiendo el tiempo, aunque no puedo decir que estar con Hugo sea perderlo...Estoy tumbada en el sofá con un gran cojín detrás de la espalda, un boli y una libreta, tomando nota de los últimos retoques para que no se me olvide ni el más mínimo detalle pero mi mente prefiere divagar. Hugo y yo frente a la chimenea, cenando, riendo... me riño interiormente. Lisa, céntrate o arruinaras la fiesta, no puedes comportarte como una adolescente.Jamás pensé que un hombre como él estaría al alcance de mi mano así que desde que he descubierto que siento algo por él, poco a poco, ha ido creciendo en mi interior ese miedo a perderlo, a que se de cuenta de que vale más que yo o que se canse de que le pida tiempo.Ensimismada en mis pensamientos, me sobresalta el ruido de la puerta-¡Deja de trabajar y abre perra!-
Ultimo los detalles en Holis por que solo quedan unas pocas horas para la fiesta de ¿Daniel? No recuerdo si ese era su nombre. Saco la agenda y escribo:«Preguntar a Hugo el nombre de su amigo»Me he traído la ropa y el maquillaje en una bolsa porque sinceramente, paso de volver a mi piso para tener que venir de nuevo.Mi jefe pasea la vista por los adornos estilo fútbol que a mi me resultan horribles y anti moda, pero es lo que ellos quieren.Querían una fiesta para hombres al más puro estilo caverníloca así que repartidas de forma estratégica, la sala está llena de pequeños barriles de cerveza, distintos canapés y embutidos. No sabia que los había de distinta calidad porque el jamón serrano que pidió Hugo le ha salido carísimo, pero él paga así que por mi como si quiere diamantes encima de las lonchas.-Ha quedado estupendo Lisa-afirma Martín.-Muchas gracias. Voy a arreglarme que ya mismo comenzará a llegar la gente.Bus
Veo un rostro a escasos centímetros del mío pero es borroso. Parpadeo apretando los ojos intentando enfocar la vista. Hugo me sostiene entre sus brazos. Esto se está empezando a convertir en una costumbre.-¿Qué ha pasado?- preguntoNo entiendo porque me lleva en brazos pero si tengo que ser sincera estoy muy cansada, sin fuerzas. Salimos a la calle dando grandes zancadas y siento el aire frío en mi cuerpo que termina de espabilarse.-Te has desmayado. Vamos al hospital.-No,no. Suéltame estoy bien - digo mientras me muevo un poco de forma ortopédica para que me suelte.Me ignora completamente. Sigue caminando sin hacer caso de lo que le digo. Solo me permite bajar de la protección de sus brazos cuando llegamos al coche en el que me acomoda y ata el cinturón de seguridad como si yo no fuera capaz.De pronto recuerdo lo que ha provocado que me desmayara. Él está aquí. Inconscientemente me agarro a la mano de Hugo como si fuera el lugar más seguro d
HugoEstá a punto de amanecer y aun no he podido dormir ¿ Por qué es tan testaruda? Joder, cuando alguien se desmaya es por algo. Vas al hospital, te hacen unas analíticas y todo el mundo tranquilo.Soy abogado, tendría que saber convencerla, darle razones de peso y engatusarla pero con ella no puedo. Es mi debilidad desde el día que la conocí.Todavía no comprendo como no me conocía. Constantemente se acercan chicas interesadas más que en mi, en mi dinero o en la posición que las puedo colocar. Es lo único que aborrezco de ser famoso por ser tan jodidamente bueno.Pero Lisa no me permite que me pase. Quizás sea eso lo que me resulte tan sexy de ella. Le da igual todo mi alrededor, esa sonrisa que me regala cada vez que me ve jamás podrí