— Buenos días Alyssa— respondió Stephen— eres madrugadora.

— Tengo clases muy temprano hoy— respondió sentándose a la mesa.

— Alyssa, quiero pedir disculpas por mi manera de saludarte apenas te conocí— dijo Stephen— a veces no sé cómo comportarme ante una mujer tan hermosa.

— Acepto tus disculpas— dijo Alyssa— no me gustan los babosos.

— ¡Touché!— exclamó Stephen— tienes razón, no debí comportarme como uno, mil disculpas.

Stephen Wilkel extendió su mano en gesto de amistad y dijo:

— ¿Amigos entonces?

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Alyssa, a pesar del recelo que sentía, extendió su mano hacia él, estrechando, en gesto de amigos genuinos la mano de Stephen, al tocar la mano de éste hombre, sintió aún más marcado, el sentimiento de desagrado y rechazo.

Se dijo:

" Lo mejor es, andar con cuidado ante éste lobo disfrazado de oveja".

Disfrutó del desayuno en silencio, Stephen de vez en cuando la miraba a hurtadillas, mientras más la observaba, pensaba este hombre, más le gustaba y más reafirmaba su deseo de quit