Rosi quedó atónita al escuchar las palabras de Natalia. Nunca se había imaginado que Galeano se atrevería a revelar la verdad. El aire se volvió denso, cargado de una pesada energía que indispuso a Rosi que aún convaleciente tras la cesárea, intentó persuadir a Natalia:— ¿Pero de qué estás hablando? ¿Por qué has dicho semejante barbaridad? No comprendo de dónde has sacado eso. Natalia sonrió con malicia, cerró la puerta con seguro y se acercó a Rosi, clavando sus ojos en ella. La mirada de Natalia era como un cuchillo afilado:— No tienes que seguir fingiendo ante mi Rosi; el juego ha terminado. Sé todo lo que ocurrió entre mi hijo Galeano y tú. Sé que son amantes desde hace meses y que esa niña que acabas de tener es su hija. Las palabras de Natalia resonaron en la habitación mientras Rosi temblaba, no solo por el miedo que tenía a Antonio, sino también por la ira contenida en Natalia. Intentó balbucear tratando de encontrar cualquier excusa que pudiera justificar su falta: — Na
Se encontraba perdida, a Rosi no le quedaba otra alternativa que aceptar el chantaje de Natalia, estaba consiente de que no podía regresar a su vida de antes, tenía que renunciar no solo a su bebé recién nacida, si no además a su mansión, a su hija Alicia y sobretodo al amor de Galeano. Natalia no era nada tonta, y redactó un documento que obligó a firmar a Rosi, en donde ella de forma voluntaria cedía todos los derechos de su pequeña bebé a Galeano y a Alicia. Y decía de forma explícita cuales eran las razones de su decisión tan drástica y sorpresiva de abandonar a su hija. Natalia no podía reconocer ante Alicia, que el padre de la niña era Galeano, ya que la idea era que ella aceptara adoptarla junto con él sabiendo que era su pequeña hermanita, sin que se enterara de lo que había pasado entre su madre y él. Luego hacer creer a todo el mundo que había sido una hija nacida dentro del matrimonio y así de esta forma poder reclamar la tan ansiada herencia.—Muy bien, Rosi, con este
Galeano y Alicia después de un corto viaje lleno de mucha tensión e incertidumbre, llegaron a la mansión. Alba, su hermana los recibió con los brazos abiertos. Sus ojos se encontraron, y sin necesidad de palabras, comenzaron a llorar. La noticia de la muerte de Antonio los había devastado a todos.Diana, en cambio, permanecía sentada con su mirada fija en un punto de la pared. Las lágrimas corrían silenciosamente por sus mejillas. ¿Cuándo te enteraste de la muerte de nuestro padre? —Alba no pudo evitar preguntar.— Nos enteramos hace poco —respondió Alicia con voz entrecortada—. Es como una pesadilla. Aún no puedo creer que papá ya no esté con nosotros. Me cuesta tolerar que después de haberse recuperado batallando durante años con su inmovilidad, se haya ido a consecuencia de un infarto. En ese momento, Natalia descendía por las escaleras. Su expresión frívola contrastaba con la gravedad del momento, pero intentó mantener la compostura al hablar con Alicia.— Qué bueno que llegaron
Galeano y Alicia, ya se encontraban listos para conocer la bebé de Rosi, pero especialmente Galeano, se encontraba muy nervioso, estaba ansioso de ver a su hija por primera vez. Alicia se sentía muy afligida sin poder entender por qué la vida le había dado una prueba tan dura de cargar, el dolor de haber perdido a su padre y ahora también a su madre, aunque Rosi, solo había decidido irse, para ella no dejaba de ser una pérdida que también formaba parte de su duelo. Sin embargo, pensaba que no era justo para su pequeña hermanita, y por esa razón, iba a ser todo lo posible para que a la bebé no le faltara nada, especialmente el amor de unos verdaderos padres. La enfermera se acercó a ambos y les dijo:—Aquí está la pequeña bebé, la pobre aún tiene que permanecer en la incubadora, pero está evolucionando muy bien, así que dentro de pocos días podrán llevarla a casa. Le hemos colocado el apellido del padre, ya que la madre en vista de que abandonó la clínica sin antes avisar, ni siquier
Minutos después….Luego de leer algunos párrafos dando detalles de algunas cláusulas, llegó el momento que todos esperaban:— En pleno uso de mis facultades, he tomado la decisión de que la heredera universal de toda mi fortuna, sea mi hija Alicia.Diana enseguida se levantó del sillón y alzó la voz molesta:— ¡Eso no puede ser! Antonio no pudo dejarle todo a Alicia, porque Alba también es su hija y ella tiene todo el derecho a recibir la mitad de su herencia.Alba estaba muy apenada con la reacción de su madre, porque a ella no le interesaba nada de la fortuna de su padre, Alicia por su parte estaba muy impresionada porque jamás se imaginó que Antonio no incluyera en su herencia a su hermana y mucho menos al hijo que esperaba junto a Rosi, su madre. El abogado en ver el coraje de Diana y lo alterada que comenzaba a ponerse, se dirigió a ella diciéndole con voz apacible:— Por favor señora tiene que controlarse, esa fue la decisión del señor Antonio y debe ser respetada.— Pero e
Años después La pequeña Carlota había crecido sana, en medio de un hogar en donde todo era amor. Cada día se esmeraban en que nada le faltara, pero sobre todo se enfocaban en que fuera una niña feliz. Había crecido muy rápido, tan solo faltaban unos días para su cumpleaños número cinco.Galeano después de recibir la herencia de su padre, pudo por fin independizarse económicamente, y recuperó la mansión de sus padres y decidió fundar una empresa automotriz en sociedad con uno de sus mejores amigos. Había logrado consolidar su matrimonio con Alicia, la adopción de Carlota, que era en realidad su hija biológica, los había unido más que nunca y por fin ambos habían encontrado la paz y la estabilidad emocional por la que tanto habían luchado. Sin embargo, en su interior, Galeano no vivía en paz con los remordimientos, ya que Alicia aún no sabía que esa niña que estaba criando como si fuera su verdadera hija, era fruto de la relación entre su madre y Galeano. Aquel día Galeano estaba mu
El ambiente se tornó muy denso, Galeano se había quedado inmóvil de la impresión, mientras la mujer se acercó a él diciéndole con una sonrisa: — Veo que te ha sorprendido mi presencia. No esperabas volverme a ver. ¿No es verdad? Habían pasado casi cinco largos años sin saber nada de ella, él se sentía muy aturdido sin saber qué hacer, estaba viviendo el momento que tanto temía, el regreso de la mujer que era una pieza muy importante en su vida, pero que al mismo tiempo había sido su peor pesadilla.— ¡Dios mio! Por favor Rosi, es que esto es muy sorpresivo para mi, yo…— ¿Y no me invitas a sentarme? ¿O es que realizas las entrevistas de trabajo de pie?Galeano temblaba, estaba realmente impresionado de verla, ya no era la misma mujer bella y elegante con la que había pasado los mejores momentos de intimidad, ahora tenía frente a él, una mujer muy descuidada, y envejecida. Se veía claramente que en todos estos años, la vida la había maltratado duramente. — Por favor toma asiento…pe
Galeano después de haber tenido aquella conversación con Rosi, había quedado completamente en shock, no podía creer que su madre hubiera sido capaz de asesinar a Antonio, sentía que no la conocía. Pero por otro lado, estaba muy preocupado por el regreso de Rosi, eso implicaría que la vida que tenía tan feliz con Alicia, en cualquier momento se iba a desmoronar, estaba seguro de que ella no le iba a perdonar su traición, y mucho menos cuando se enterara de que Natalia, era la responsable de la muerte de su padre. Habían pasado las horas y todavía permanecía encerrado en su oficina, no se había dado cuenta de que ya se había hecho de noche, estaba muy enfocado en Rosi, y no había contestado las llamadas que Alicia le había hecho durante el día. No sabía como enfrentarla y tenía el dilema de no saber si contarle la verdad él mismo o tratar de convencer a Rosi de que desapareciera de nuevo de sus vidas. Aunque esto último era casi imposible, porque Rosi le había dejado muy en claro, q