Galeano después de haber tenido aquella conversación con Rosi, había quedado completamente en shock, no podía creer que su madre hubiera sido capaz de asesinar a Antonio, sentía que no la conocía. Pero por otro lado, estaba muy preocupado por el regreso de Rosi, eso implicaría que la vida que tenía tan feliz con Alicia, en cualquier momento se iba a desmoronar, estaba seguro de que ella no le iba a perdonar su traición, y mucho menos cuando se enterara de que Natalia, era la responsable de la muerte de su padre. Habían pasado las horas y todavía permanecía encerrado en su oficina, no se había dado cuenta de que ya se había hecho de noche, estaba muy enfocado en Rosi, y no había contestado las llamadas que Alicia le había hecho durante el día. No sabía como enfrentarla y tenía el dilema de no saber si contarle la verdad él mismo o tratar de convencer a Rosi de que desapareciera de nuevo de sus vidas. Aunque esto último era casi imposible, porque Rosi le había dejado muy en claro, q
Se sentía la tensión en la sala, Alicia estaba sorprendida con el comentario de Natalia, Galeano palideció, sintió que había llegado el momento del que había huido por mucho tiempo. Sin embargo, Alicia atribuyó el comentario desafortunado de Natalia, a su estado de ebriedad, tenía mucho tiempo entregada a la bebida y en varias oportunidades hacía comentarios que estaban fuera de lugar, por lo que pensó que era una más de sus incongruencias. — ¿Qué barbaridad acaba de decir? Por favor, ya dejé de beber licor, esto que está pasando es serio y necesitamos ahora más que nunca que usted se encuentre en su pleno juicio. Galeano muy nervioso y tratando de evitar que su madre continuara hablando, enseguida intervino diciendo mientras la tomaba por el brazo para llevarla a su habitación y alejarla lo más lejos posible de Alicia.— Por favor madre, es hora que te vayas a dormir, no necesitamos que compliques más las cosas con tus comentarios absurdos y fuera de lugar.— ¡Suéltame Galeano y r
Alicia permanecía sentada en el elegante sofá con la mirada perdida, no podía asimilar tremenda noticia. Sintió como si le hubieran partido el corazón en dos, en cuestión de segundos, le habían arrancado la felicidad que tanto le había costado encontrar y todo su mundo se había hecho añicos. — ¡Alicia mi amor! ¿Qué te pasa? ¿Qué tienes? ¡Despierta por favor! —gritaba Galeano desesperado. Alba se acercó y le dijo molesta: — Después de una noticia tan horrible como esa ¿Qué pretendías? La pobre no aguantó la impresión de haber descubierto la clase de marido que tiene. Diana fue por alcohol y untó un algodón colocándolo debajo de su nariz para que volviera en sí. Se había puesto pálida. No cabía la menor duda de que aquella noticia la había afectado en gran medida. — ¿Pero qué me pasó? Sentí que todo me dio vueltas y después vi todo negro y no supe ya nada más de mi. Galeano la tenía agarrada de la mano y enseguida le dijo con mucha sutileza: — Mi amor es que te desmayaste.
Galeano había llegado a primera hora a la oficina, al igual que Alicia, no había podido dormir en toda la noche. Tomando en cuenta que había tenido que marcharse a un hotel con su madre, en vista de la forma inesperada como se habían dado las cosas. Sabía que Rosi regresaría a la empresa, para él era muy importante volver a hablar con ella y contarle que ya Alicia sabía toda la verdad. La puerta de la oficina se abrió para su sorpresa, era la misma Rosi en persona tal y como él lo había pensado: — Hola Galeano, tenemos que hablar, la conversación de ayer quedó a la mitad y hoy espero que me tengas noticias de mi hija. — Sería muy provechoso que volvieras a desaparecer de nuestras vida por ejemplo. —dijo molesto. — Eso no va a ocurrir de nuevo, como te lo dije ayer, vine dispuesta a llevarme a mi hija. Galeano le dio un golpe al escritorio y le dijo molesto:— ¡Eso lo harás por encima de mí cadáver! Y ya puedes estar contenta, Alicia ya sabe toda la verdad.Rosi se sorprendió,
Mientras Alicia, se dirigía a ver a Galeano, Rosi, permanecía en la sala de espera junto a Miguel. Este último no perdió la oportunidad de acercarse a ella y preguntar:— Bueno Rosi, ahora que estamos a solas, creo que es un buen momento para que me digas: ¿cómo es eso de que eres la madre de Alicia? No comprendo aún todo esto. ¿Por qué no me lo dijiste durante la entrevista de trabajo que te hice? Rosi suspiró, mirando al suelo. La verdad era complicada y dolorosa.— Es una historia muy larga, Miguel, y no sé cómo lo vayas a tomar, además casi no te conozco y no creo que sea prudente en estos momentos. — Pero creo que tengo derecho a saberlo. Te presentas en nuestra empresa para una entrevista de trabajo y ahora resulta que eres la suegra de mi socio. ¿No te parece que al menos merezco una explicación? —No tenía la menor idea de que esa empresa era de Galeano, fui solo porque vi el aviso en prensa y como estaba buscando un empleo, fui a la entrevista de trabajo ignorando que me i
Los días transcurrieron mientras Galeano se recuperaba en la clínica tras el fatídico infarto. Alicia, impulsada principalmente por su hija Carlota, encontró la fuerza para seguir adelante. El daño que le habían infligido la había transformado en una mujer más fuerte y segura. Estaba decidida a enfrentarse a Rosi para evitar que le arrebataran a la niña.A pesar de su alta médica, Galeano aún debía cuidarse y continuar el tratamiento en casa. Ese día, Alicia estaba en la habitación con él, empacando sus pertenencias para irse. — Gracias por venir a buscarme, Alicia. Después de lo ocurrido, pensé que ya no te importaba —dijo Galeano.— No te confundas, Galeano. Vine porque aún eres mi esposo y tenía que pagar la cuenta de la clínica. Además, el médico recomendó reposo debido a tu delicada condición —respondió Alicia con firmeza y mucha frialdad. — Por favor, Alicia, necesitamos hablar con calma. Somos una familia y debemos arreglar las cosas —insistió Galeano.— Ya es suficiente, Gale
Había llegado el momento que todos estaban esperando, el gran día para saber los resultados de la prueba de ADN, los cuales se entregarían al juez, para el juicio de la custodia de la pequeña Carlotita. Todos estaban reunidos en la sala de espera del laboratorio, Alicia y Galeano aguardaban los resultados de la prueba de ADN. Rosi, por su parte se encontraba acompañada de su representante legal, también esperaba ansiosa, aunque ella estaba muy segura de que Galeano era el padre de su hija, por lo tanto ¿Qué podría salir mal? Era crucial esa prueba, para determinar la paternidad de la niña ante el juez.La tensión era palpable. Galeano fue el primero en abrir el sobre con los resultados. Su rostro se desfiguró al leer lo que decía. Alicia, sorprendida, le preguntó qué ocurría, mientras Rosi y su abogado observaban con curiosidad.— ¿Qué significa esto, Galeano? —preguntó Alicia.— Rosi, ¿puedes explicarme esto? —dijo él, arrojando la hoja de papel hacia ella.— ¿Qué te pasa, Galeano
Natalia se encontraba en un estado lamentable. Galeano, desesperado por conocer la verdad, la había buscado en el hotel donde se hospedaba desde que Alicia la expulsó de la mansión.Sin embargo, debido a la emergencia que tenía a todos en vilo, Galeano tuvo que llevarla de regreso. La incertidumbre sobre el paradero de la verdadera hija de Galeano y Rosi los tenía a todos muy consternados Cuando Alicia vio a Natalia entrar en la mansión del brazo de Galeano, no pudo evitar sentir rechazo al recordar que ella era la responsable de la muerte de su padre.—¿Por qué has traído a la bruja de tu madre a mi casa en ese estado? No quiero que la niña la vea así —dijo Alicia con desdén.—Alicia, entiendo que te cueste aceptar ver a mi madre después de lo que hizo, pero necesitamos saber la verdad sobre nuestra verdadera hija. No podía dejarla en el hotel por más tiempo —respondió Galeano con urgencia.—Pero mira cómo está, en ese estado de ebriedad. No es un buen ejemplo para nuestra hija, y a