La puerta de la habitación de mi hermana estaba abierta y temía que Arlo me vea, pues se daría cuenta de que estaba en su habitación y no podía confesarle que iba a descubrir si era cierto que Alastor estaba en celo encerrado.Aunque me pregunto, ¿por qué simplemente no me lo dijo? Según lo que leí un lobo no asesina a su loba, ¿entonces por qué no quiso estar conmigo? Ni siquiera puedo ser madre, ¿Qué le aterra? No me quiero crear escenarios en mi cabeza, posiblemente no me quiere lastimar y lo entiendo.Dejo de torturarme con pensamientos que aún no les puedo dar respuesta y busco la manera de escapar. Me agacho y lentamente dando pasos, arrastrándome con las rodillas, ubico su posición esperando que estén de espalda, pero no es así, ambos están de frente. Arlo habla con ella calmadamente, ambos se empezaban a llevar bien, aunque él mantenía una distancia prudente de ella.Él se levanta para marcharse y mi corazón late frenéticamente, pensando que me van a descubrir, pero escucho a
—Ven— gruñó, provocándome escalofríos del miedo, y se colocó en una posición algo extraña e intentó correr hacia mí. Lo hizo unas dos veces y podía notar cómo las paredes se empezaban a agrietar por los jalones con fuerza, así que tomé mi ropa antes de que pueda liberarte y salí como pude, sintiendo que mi cuerpo estaba a punto de colapsar, quería ser rápida, pero no podía. No sé por qué siento que haber estado con él fue mala idea, creo que me siento arrepentida o puede ser por todo lo que me hizo a consecuencia de mi imprudencia. Estoy muy herida y adolorida, no sé si pueda sentarme en una semana, me rompió de todas formas y no paraba.Mis piernas flaquean a medida que camino fuera del lugar, y sus gruñidos agudos retumban, una sensación de temor y un sabor de amargura me embargan. Mi garganta necesita agua, la siento tan reseca que empiezo a sentir un sabor metálico en mi lengua.Al salir de la habitación, lo hice con cuidado y coloqué el seguro en la puerta. Mientras subía las esc
Cuenta la leyenda que un alfa llamado Alastor Bismarck, rey de la manada «luna blanca» fue castigado junto a todos sus lobos por la diosa luna. El pecado de ellos fue la maldad de su corazón, se destruían entre ellos y la codicia y vanidad los hacia no querer darle lugar a las lobas solteras o comprometidas abusando de ellas y quitándoles sus purezas. hacían mal a otras manadas provocando así, que todas estuvieran en contra de ellos, ya que muchas veces les robaban las mujeres qué, desde su codicia y egoísmo ellos deseaban. El alfa Alastor, era el más pequeño de cinco hermanos, pero el más sangriento y despiadado, y decidió quitarle la vida a todos sus hermanos para quedarse con el trono antes de tiempo. Tuvo un reinado próspero y fértil, pero estaba basado en la lujuria y vanidad y solo derramar sangre los hacía sentirse saciados, cualquiera que se atreviera a enfrentarlos no dudaban en derramar su sangre, inocente o culpable todos pagaban a una. Causaban el terror a su paso y eran
Cómo cada día los lobos de Luna blanca fueron en busca de agua y a cazar. Ya habían pasado cinco días desde la última caza y el hambre los atacaba.Mientras caminaban y discutían entre ellos, Arlo bufaba, pues eran tan infantiles para su gusto y hablaban tantas estupideces, que lo abrumaba su falta de inteligencia y sus pocas capacidades para pensar.—¡Agh! estoy cansado de esta maldita vida, soy un lobo de guerra, no un esclavo que tiene que buscar agua para que Alastor se lave el culo todos los días—Los demás se ríen y Arlo quien se veía como un lobo débil le gruñe enfadado.—si mantienes la boca cerrada posiblemente no le diga al señor alfa que te arranque la lengua, Clark—El abucheo de los lobos lo hizo enfurecer y soltar el cántaro para el agua, pues Clark era agresivo y uno de los que quería la cabeza de Alastor en secreto.—¿crees que porque eres la marioneta de él, te tengo miedo?— un gruñido salió desde lo más profundo de él anunciándole que quería pelea y Arlo espetó en t
Se levanta, la mira unos segundos y se va a su habitación, arlo le pregunta: —¿qué hago con ella?— pero él solo lo ignora y sube las escaleras, llega a su cuarto cierra la puerta y siente como sus rodillas flaquean, frota su mano y después de tantos siglos sonríe con calidez humana, era bueno volver a sentirse vivo después de tantos siglos, pero cierra su boca y cierra los ojos —no me vas a jugar una mala pasada diosa, no se que quieres lograr con esto pero no, ella no huele como una mujer fuerte es pequeña y débil como si su cuerpo se fuera a romper— Rechina sus dientes, pues estaba molesto, de igual forma no habían condiciones para tener una mujer en el castillo, pero su corazón no para de latir, ese aroma estaba metido entre sus fosas nasales y no sabe que hacer, jamás pensó que sería posible que una mujer llegara a su vida. Volvió a bajar las escaleras después de unas horas, la chica estaba siendo alimentada, aún con las manos atadas —¿QUIEN LOS MANDÓ ALIMENTARLA? USTEDES N
—¿por que la golpeaste?— pregunta el alfa a Clark muy molesto—nos insultó y nos llamo mugrosos, además como le dije al beta, es mejor que no conozca el camino devuelta, pues si es una espía podrá escapar y regresar con ellos, además no es la primera vez que matamos a alguien que pisa nuestros alrededores— pero Alastor conoce muy bien lo ambicioso y mentiroso que es Clark —¿estás seguro que esas fueron tus intenciones? ¿O tenías otros planes para ella? Tú cabeza siempre está llena de ideas que sólo te perjudican, Clark. No quieras usar tu inteligencia maldita conmigo, porque te conozco y se que me odias tanto como yo a ti, si te he dejado vivir es porque se el valor que tienes como guerrero y de otras cosas, de otra forma; ya te hubiese desgarrado el cuello, recuerda quien soy nunca lo olvides, si quiero matarla o dejarla vivir eso me concierne a mí, no a ti, no tomes autoridad de alfa, porque nunca lo serás— le da una mirada tan intensa que Clark baja la cabeza, imposible era resist
La tomó con salvajismos por un brazo, dejando caer la comida y se la llevó arrastrada por el suelo, logrando así que una astilla de la madera dañada se le incruste en uno de sus pies descalzos. Arlo quiso ayudarla, pero las palabras de ella al parecer fueron malentendidas por él. La llevó a la habitación y la tiro al piso sin darse cuenta de su pie herido, jade gimió por el dolor de tirarla en el piso y volvió hacia abajo furioso. —QUE SEA LA ÚLTIMA VEZ QUE LOS VEO RIENDO O TAN SIQUIERA CERCA DE ELLA, TODOS SE MANTIENEN A LA DISTANCIA, ¿ESTÁ CLARO?— Asintieron cabizbajos y se volvió a marchar, arlo camino detrás de él —Alastor no la castigues, aún es una niña, su voz y su forma de hablar lo dejan claro— —sé que es una niña, solo tiene diecisiete años, pero no dejaré que aun siendo una pequeña mocosa, quiera hacerme ver como un inútil delante de mis lobos, ¿está claro?— Él se asombra, lo que significa que sabe más cosas de ella y eso le alegra mucho —por favor, no la ahuyentes
—hoy estás más gruñón que de costumbre—pregunta arlo —no dormí nada— se estresa silenciosamente —a ver ¿ya tengo una idea de por qué?— levanta ambas cejas insinuando algo pervertido y Alastor le pega con el puño cerrado en la cabeza —¿por qué me pegas, que dije?— se acaricia la cabeza y lo mira de mala gana —no pienses tonterías ¿crees que soy tan bastardo para tocarla?— arlo se queda viéndolo y él abre la boca —okay, eso era antes... uff, ya no soy así, soy...— —TENGO HAMBRE— Alastor se espanta y mira a jade quien lo hizo dar un respingo, arlo sonríe y le agita la mano y corre a limpiar una silla para que ella se siente. Cuando intenta bajar se queja porque aún finge que le duele su pie y el alfa niega y camina a buscarla, la carga como a una novia y la sienta en la silla que arlo limpio con su ropa —¿que le pasó señorita jade?— se baja para tocarle el pie, pero él gruñe celoso, arlo se aleja —solo iba a revisarla— —ya la cure, así que no tienes que tocarle el pie— pero