Estoy encerrada en una habitación, al parecer nadie dormía aquí todo se ve intacto, pero hay mucho polvo. Trato de caminar hacia las ventanas y corro las cortinas que se caen cuando hago el simple intento de tocarlas haciendo que eche hacia atrás asustada. Las ventanas están cerradas y gruño incómoda, al menos los rayos del sol entran e iluminan, suspiró y me siento en una vieja silla de hierro polvorienta.Hay una cama sin sábanas con un colchón lleno de polvo y escombros, un marco de lo que un día fue un espejo, en cierta forma todos los espejos están destrozados al parecer, Alastor odia los espejos.Había escuchado su historia, pero jamás creí verlo ni tocarlo, mi padre hablaba de él con tanto odio y asco como si fuera la peor escoria en el mundo, como todos lo ven, incluso lo usan para asustar a las personas y a los niños.—mis padres deben estar volviéndose locos porque no estoy, no porque me amen, mas bien no me pueden usar a su antojo...infelices, bastardos, infelices— se desli
Es la última noche en la que ambos están en la misma habitación, él le preparó una cama en el piso porque tener contacto con ella le afectaba en gran manera, pero esa noche la luna estaba llena y el aroma de ella fue tan fuerte que su contra parte fue quien tomó el control y soltó un gruñido inhalando el aroma de jade con desesperación. —GRRRRRRRRRRRRRRRR—ella se voltea dándole acceso a su cuello en su lado izquierdo y el gran lobo con los ojos inyectados en sangre mirando a su presa frente a él se coloca a su altura y la baba cae sobre ella la cual sin darse cuenta se rasca el cuello y gime acomodándose, la mano del alfa destroza la tela donde estaban sus pechos redondos y de su aureola rosa con el pezon hecho bolita por el frío que hacía. Sus ojos veían perfectamente en la oscuridad y se deleitaba viéndola semi desnuda, tanta fue su excitación que chupó de forma dura uno de sus pechos despertándola de forma dolorosa y nerviosa, iba a gritar, pero le tapó la boca y su cuerpo empezó
Pasó una semana desde su noche apasionada con el alfa y él le preparó una habitación a ella, después de lo ocurrido evitaba verla a toda costa, porque temía a volver a dañarla y esta vez no poder contenerse.Ella se había familiarizado un poco más con la manada maldita y en lo que fue una vez un jardín intento entretenerse cultivando flores, arlo le había había regalado unas plantitas secas y le daba un poco de agua no mucha pues no la podían desperdiciar.Pero pese a toda la situación, ella no tenía ni idea que Alastor la asechaba desde lejos observando y preguntando a arlo por ella, incluso le pareció gracioso cuando arlo le comentó que estaba plantando rosas, pero aparte de él había otra persona que también la miraba desde lejos como un pez gordo con el que podía sacar beneficios, Clark, un lobo envidioso, celoso y lleno de toda maldad que alguien se podía imaginar y un poco más. Mientras ella cultivaba las rosas él se acerca a ella y dobla el cuello —vaya, si es la favorita del a
La noche cayó y arlo cabeceaba en una silla tratando de no dormirse, pues estaba cuidando de ella. Arlo se espanta al ver la figura de Alastor parado frente a ella —vete a dormir, la curare— él se va y la toma en sus brazos, la lleva a su cama y le quita la ropa, pues no iba a lamerla sucia como estaba por todas las hierbas de curación, ya que son muy amargas. Sus ojos admiran su físico, esta vez la tuvo que ver completa y simplemente cerró los ojos sintiendo como su miembro se ponía duro y tiembla tratando de controlarse. La lleva a la bañera y la baña suavemente tocando su cuerpo parte por parte y al llegar a su intimidad detiene su mano, es una zona prohibida, pero respira muy profundo y lo hace rápido, siente sus pliegues y lo pequeño de su clitoris y al tocar su pequeño orificio se da cuenta de lo pequeño que es sabiendo que si su pene entre ahí la desgarraría. La lleva nuevamente a la cama y empieza a lamer las plantas de sus pies todas esas cicatrices que hay en ellos son
Pero en medio de su confusión cierra la puerta en la cara de arlo y quince minutos después baja y sale, jade está apretando las ramas sin importarle el dolor de las espinas y arlo le suplica que abra las manos porque se está haciendo mucho daño. Ella también pensaba que era Alastor, el sol ya pegaba fuerte y en esa manada no llovía, por eso los suelos se volvieron malditos y solo cardos y espinas crecían, pero esas fueron las primeras plantas en mucho tiempo. Cuando el alfa vio como todo estaba destrozado se quedó en silencio y veía la tristeza y el odio en la mirada perdida junto a las lágrimas que no cesaban de jade, ella volteó hacia él su mano derramaba sangre y él le habló —suelta esas espinas, solo te están lastimando las manos— su tono fue tan frío, ella caminó hacia él y estalló —si tanto me odias mátame, acaba con mi vida, pero no tenías que ser tan maldito y destruirlas no tenías que ser tan bastardo, si tú vida es tan miserable deja de querer que la vida de todos sea i
—¿crees que es bueno abusar de una mujer débil?-—no lo sé, dímelo tú, de cuantas abusaste y por qué estamos como estamos por tu culpa, eres el ejemplo alfa, no te hagas el inocente ahora— y ese dolor de cabeza de saber que siempre le echarían en cara su pasado le hacia doler la cabeza. En un momento de su vida Clark y Alastor fueron muy cercanos y llevaban una gran amistad, tanto así que él pensó que sería su mano derecha y no fue así, el elegido fue a arlo por sus grandes conocimientos y su forma tan peculiar de cuidarlo. Clark era muy vanidoso y era algo que Alastor había notado, por eso lo rechazó como mano derecha en su trono dejándolo como él que comandaba sus tropas de lobos de los cuales ya no quedan muchos, pues poco a poco se han ido enfermando y muriendo.—¿por que arruinaste sus rosas?——¿yo? Jajajajajajaj, no soy un bastardo como lo eres tú, quieres echarme la culpa para quedar bien tú?——Tú eres peor que yo, aparte de imbécil, también eres descarado— —cálmate alfa, a m
Gimotea adolorida y abre sus ojos, mientras aprieta la mano izquierda de Alastor para soportar el dolor. El no sabe que palabras de consuelo decirle, más que,—¿te duele mucho?— arlo entra rápidamente y le indica que hacer —tienes que dormirla, va a morir de dolor— sus gemidos eran agudos y tristes.—como haría algo así, ni siquiera puede hablar, no creo que pueda dormir en ese estado— de pronto la lluvia empieza a caer y truenos y relámpagos iluminan el cielo, emocionando a arlo el cual abre las puertas del balcón —Alastor, es lluvia, mira lluvia después de cincuenta años al fin…——si es lluvia, pero hay algo más importante aquí arlo, en este momento la lluvia no es tan importante-Otro punto que arlo noto muy importante y que el mismo alfa no se percataba, empezaba a dejar de ser egoísta y se preocupaba por otros en vez de sus propias necesidades, en otra ocasión deja que ella muera de dolor porque entiende que no puede hacer nada, pero ni siquiera cincuenta años en sequía y de re
La noche vuelve y como siempre preparan la cena para todos. jade se calienta acercando sus manos al fuego y se abraza, Alastor lo nota, y cuando prepara su carne se la entrega —come para que te vayas a dormir más temprano, no sea que te quemes— hablo fríamente no queriendo dejarse ver vulnerable delante de los lobos o de clark quien no perdió la oportunidad para dar su opinión —jade, así como hiciste llover ¿por que no le pides a la diosa que nos quite este castigo, digo como vemos que eres especial ante ella— todo lo que sale de su boca es con entendible sarcasmo, Alastor iba mandarlo a cerrar la boca, pero ella sonrió —¿y como sabes que aún están malditos?— todos se miraron unos con otros y rieron dejando salir comida de sus bocas, menos Alastor y arlo, y uno de los lobos respondió —¿te burlas de nosotros? A caso no ves esta miseria? La comida, las mujeres y los niños, el pasto, el vino, la Plata, todo era en abundancia, mira como estamos de a pocas porciones para sobrev