°Narra Kenny Stewart° El sol se ve completamente hermoso desde este punto de mi departamento. Por ello, escogí este lugar. Me gusta por las mañanas contemplar el amanecer y el atardecer. Como explicarlo… me hace sentir tranquilo y relajado.Olfateo el agradable aroma del café y lo bebo sosteniéndolo con una mano mientras que, la otra, la tengo sumergida en el bolsillo de mi pantalón, como de costumbre.El sabor amargo de mi bebida, lo disfruto con deleite. Detallo, como las personas inician su día. Salen por la ventana y sacuden sábanas o todo tipo de prendas. Cosa que me causa algo de extrañeza. A veces, me pregunto: Si yo hubiese sido una persona común y corriente de igual manera, ¿Cómo hubiese sido?Tener un padre y una madre amorosa, junto con mi hermano. Salir, sobrevivir el día a día por nuestros sueños de querer ser un doctor, un abogado, o un empresario renaciente.A veces, por no decir casi todo el tiempo, me realizo variedades de cuestionamientos. Envidio a las personas que
°Narra Morelia Dalas°Kenny me había pillado. La verdad, que cuando me desperté sentí sorpresa al ver esa enderezada y elegante espalda en frente de mis ojos. Después de tantos años creyendo que ya no lo tendría así de cerca, decidí aprovechar la inesperada situación para únicamente contemplarlo sin pensar en nada más.Luego, hizo latir mi corazón con su cambiada forma de ser. Ese roce de sus dedos en mi barbilla me había estremecido por completo que, ni bien salió de su habitación, me sonrojé intensamente sin controlarme. No podía creerlo, estaba en su departamento, uno nuevo, claro, pero estaba aquí.Obedecí y me fui a bañar, después me cambié y me puse, el polo de color negro que me había dejado para utilizar y un pantalón gris de lana delgada. Su ropa me quedaba algo grande, pero no me pareció tan mal.Me vi al espejo algo emocionada, hasta que abruptamente aterricé, y recordé la gravedad de la realidad: Kenny definitivamente había perdido la memoria y no me recordaba.Sin embargo
•Narra Morelia Dalas•—Una disculpa por la demora, Señor Stewart —se excusa la señorita que estuvo a cargo de mi preparación.Aprieto mis manos que no paran de sudar.Sé que, ahora, para situaciones importantes, me visto diferente y me siento cómoda, sin dudarlo. Pero siendo Kenny quien comanda cada detalle de mi vestuario y maquillaje a su gusto, me hace sentir nerviosa.Es una locura, todo lo que estoy haciendo, lo es.No escucho alguna respuesta de Kenny sobre las palabras de la señorita. Supongo que seguro le ha respondido con solo una seña.—Señorita Dalas, ¿Está lista? —me dice ella, entonces trago saliva y me dispongo a cruzar el velo oscuro, que es lo único que nos separa, para posicionarme en frente de Kenny.Kenny se encuentra de espalda con el celular en su oído, seguramente estaba por realizar una llamada. Él se gira y su gesto cambia drásticamente.Fijo su intensa mirada, apretando mis labios con timidez. Y él, abre un poco los suyos como si su aliento se le detuviera en c
•Narra Kenny Stewart• Todo el tiempo estuve tratando de concentrarme en mis objetivos. Hice como si no me importara el inoportuno actuar de Matt, porque tenía cosas más fundamentales de que tocar con mis supuestos amigos. No percibí nada de lo que sucedía a mi alrededor hasta que vi como Matt trataba a Morelia. Ella le seguía a cada coqueteo, así que supuse que le gustaba. Con un fastidio, siendo que era mi acompañante, ignoré con más intensidad el asunto. A los minutos, la aparición de Belunia me había sorprendido. La muy sexy mujer, me tomó a fuerzas para bailar. No pude negarme. Incluso, realmente, lo estaba disfrutando, pero mi terca mente me hacía regresar de nuevo a Morelia. Ahí es cuando me percaté de que Matt estaba siendo insistente, todo se había tornado desagradable. Estuve por avanzar hacia ellos, pero una figura se interpuso entre ambos y yo. Arrugué toda mi frente a la expectativa de aquello que sucedería, esa osadía de ambos hombres me estaba molestando por completo
•Narrador Omnisciente• Las cosas se habían vuelto un poco turbias e inesperadas para Morelia. Kenny llevaba un pie delante de la puerta mientras ella aún no la cruzaba por completo. El brazo extendido hacia atrás de Kenny, le hizo comprender a Weber lo que sucedía. Él tenía curiosidad de quien era su acompañante, aunque no sospechaba que "ella" fuese su antiguo amor. Morelia, ni bien oyó la voz de Weber, se le encogió el corazón por completo en un hilo. Ella, automáticamente, retrocedió un paso como resistiéndose a proseguir. Sin embargo, inesperadamente una mano diferente sobre su hombro, la sorprendió pausándola.Oliver, como el caballero salvador de la noche, había aparecido en el acto. Él se había percatado de la abrupta situación, oportunamente, cuando llegaba al perímetro de la entrada. El terror en la cara de Morelia, le hizo sacar conclusiones exactas, por ello decidió interceder. Morelia, en ese instante, lo miró fijamente, tragó saliva y correspondió con obediencia al g
•Narra Kenny Stewart•Mi puño ya arremetió contra su rostro.Llevo solo segundos que la angustia me ganó al escucharlos y, sobreentender el momento. —¡Kenny! —escucho a Morelia, gritar con exaltación.«Cinco…, cuatro…, tres..., dos…» Por un momento, siento que quiero calmarme, pero la manera desafiante en la que me mira Collins, no me aleja de mi mal humor.Ahora detallo, de más cerca, los labios manchados del labial de Morelia, sobre los labios de Collins.Aquello es un punto nada a su favor.Sin tener éxito a tranquilizarme, lo sostengo de nuevo, con más potencia, de su camisa y, lo fulmino directo a los ojos.No entiendo por qué me hierve hasta la mínima gota de sangre de todo mi ser.Arrugo más su camisa, con mi puño y mandíbula apretada.Collins me muestra su odio en la mirada y refleja media sonrisa.—Ahora, comprendo. Así que eres tú por quien Morelia se encuentra en esta circunstancia.—¿Qué? —respondo antes su voz arrebatada. Y lo acerco a mi mirada por unos segundos, con la
•Narra Morelia Dalas• —Pe-pero ¿Qué está diciendo? —tartamudeo, mientras detallo esos ojos dilatados. Esa mirada muy decidida—. ¿Por qué me pide eso? Kenny alza su mentón, como tratando de bajar un poco su humor y me dice: —¿A caso no estás sin trabajo? —Sí, pero… —¿Ya ves? Yo necesito alguien que me ayude con este enredo mental que llevo encima. Y tú necesitas un trabajo. Eso trataba de verse algo lógico de su parte, sin embargo, de la mía no. Obviamente, soy su ex, no soy cualquier persona. Las cosas habían tomado otro rumbo abrupto. Desde que me di cuenta de que estaba enamorada de Kenny, me consideré loca. Loca, porque una persona no aguantaría amar tanto, a otra, que ni siquiera sabe de sus sentimientos. Todo era un sueño para mí, un sueño que se había vuelto realidad. ¿Puedo seguir con esta locura? Kenny…, Kenny también tenía sueños, sueños que ya los iba cumpliendo, pero su madre y ese desgraciado de su padre… se lo habían quitado de la noche a la mañana. No ima
•Narra Kenny Stewart• —Deseo un café —le digo a la chica que está a cargo de mí estos días en casa. Ella está ordenando la sala, y se gira a verme cuando le hablo—. Tomaré una ducha. En quince minutos lo quiero listo.—Sí, señor —me responde y asiente.Ingreso a darme un baño, un baño bien frío y refrescante. Hoy, no pude dormir por nada del mundo debido a mis pesadillas con Morelia.¿Cuánto más me piensa torturar esa mujer? Ayer, nada fue a mi favor. Había decidido quedarme; me sentía tan avergonzado de haber mostrado una escena bochornosa que no pude negarme al pedido de su amiga.En tanto proseguía la película, bebí copas tras copa de vino, fundiéndome más en mi traicionera mente.Mi mirada rebelde, sin poder evitarlo, en cada momento se impregnaba en Morelia.Aquello me daba incomodidad, pero no sé... ese perfil…, ese perfil con esa pequeña nariz…, era… era completamente tierna, y, esas mejillas un poco sobresalientes eran… eran increíbles, desde mi lado.Todo se intensificaba c