Espadas

Al día siguiente, le trajeron a su hija muy temprano y bajo a desayunar con ella en brazos esperando no ver a su esposo en el comedor, ya que el reycito siempre evitaba ese lugar cuando tenían algún episodio como ese. Y, justo como esperó, no estaba allí, por lo que pudo comer tranquilamente en compañía de su cuñada y su esposo y demás miembros del palacio.

Cuando terminó el desayuno, preguntó a Meredith por el paradero de su marido, sabiendo que sí alguien sabía, debía ser ella. En efecto, su casi-suegra le informó que el hombre de ojos claros se encontraba en su oficina ocupándose de algunos asuntos del reino o algo así.

Dejó a Shiry bajo el cuidado de Elvia y se dirigió a buscar a Tristan sin ninguna razón verdadera, solo… quería verlo… y quizás aclararle que la noche de pasión que tuvieron fue solo un desliz y que deberían tomar las cosas con más calma, aunque la verdad ni ella estaba segura de qué ritmo quería darle a su relación.

Entró en su oficina ya familiar para ella debido
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