Solange no está en el apartamento, qué raro, no me llamó para decirme que iba a salir, será que se cansó de esperar y salió sola a comprar algo que necesitaba. Voy y me tiro en la cama, me siento cansado, me siento triste, estoy con Solange y eso me hace feliz, pero siento que algo se rompió en mí. Siempre soñé con tener un hijo, pero un hijo con la mujer amada, lo de Ivanna no digamos que fue un accidente, porque los hijos no podemos considerarlos un accidente, no podemos culpar al mundo por nuestros errores, Mía llegó en el momento justo, me sentía solo, presentaba una de mis crisis, ella llegó para darle un poquito de tranquilidad a mi vida, para darme un poco de felicidad, los dos primeros años con Ivanna no dígamos que fueron los más felices, pero sentí que con ella podía lograr esa felicidad, esa paz que tanto anhelaba. Pero lamentablemente esa paz duró muy poco, sólo la sonrisa de Mía me sostenía en esa casa. Sus primeros pasos, su primer balbuceo para de
Me dirijo al escritorio de la secretaria. —Buenos días, yo no tengo cita para hoy, pero me urge hablar con el doctor. Al principio la secretaria no me reconoció, con la amabilidad que siempre tiene para los pacientes, acompañada de una dulce sonrisa me dijo: —Buenos días, mi hermoso caballero, me da su nombre y después tomé asiento, ya le digo al doctor para ver si hoy puede atenderlo, ¿es la primera vez que viene? —No, yo soy su paciente, pero tengo bastante tiempo que no vengo a consulta. —Con razón su cara me es familiar, ¿me da su nombre por favor? —Samuel Alcázar. —Samuel, claro que me acuerdo de ti, caramba hijo te perdiste por un buen tiempo, pero me alegro que estés aquí, el doctor se va a contentar mucho cuando te vea, espera ya le digo que estás aquí. Me siento a esperar que me llamen para entrar al consultorio, menos mal que Antony me acompaña, así la espera no se hace tan pesada. —Samuel hablaste con Solange? —No, ella
La vida te estremece y no tienes ideas cuando lo hace, ahora a la de edad de cuarenta y dos años me ha dado mi grande estremecida. Voy llegando al apartamento, pero antes llamo a Solange. —Dime amor. —¿Quieres almorzar afuera. .—No, quiero hacerlo aquí, ya hice almuerzo te estoy esperando. —¿Tû cocinas o compraste comida hecha? —Amor, otra vez te estás burlando de mí? —Disculpa, lo que pasa es que no te veo dentro de una cocina. —Hay muchas cosas de mí, que tú no has visto. —Me gustaria verlas todas. .—Poco a poco te las voy enseñando. —Te encanta el suspenso. —A ti también te gusta. —Voy llegando. Cuando llego encuentro la mesa perfectamente arreglada, por lo visto, mi princesa conoce el protocolo para servir una mesa. —Mi amor esta mesa está preciosa, ¿ qué celebramos? —Que te amo y que tú me amas. —Eso me gusta ¿Y qué preparaste? —Carne, espero que te guste. —Si lo hiciste tú, segur
Cuando me habló del lunar, me quedo callado, mejor es que delante la abogada pase como que no entendí lo que quiso decir. Sin embargo esto no quedó así, aparte de las insinuaciones verbales también accionó, colocó su mano sobre la mía como si fuese algo normal. —Samuel no te preocupes, vamos a ganar el caso, de ahora en adelante tu vida está en mis manos, sólo tienes que hacer lo que yo te diga, tienes que dejarte llevar, con esto que me has contado ella tiene todas las de perder, voy averiguar, me dices que tuvo a la niña en el hospital que está en el centro de la ciudad. —Sí, allí fue. —Okey, voy a averiguar, ahora por favor pide dos whisky, yo voy al baño. Mientras estaba en el baño, llamo a Antony. —Amigo necesito tu ayuda, es urgente. —¿Qué pasa, se trata de Solange? —No, se trata de la licenciada. —¡Ajá! dime qué tenía razón. —Sí amigo, ya se delató. —¡Tan rápido! —Bueno no abiertamente, pero ha insinuado muchas co
—Bueno Profesor ya sé que usted es un hombre muy ocupado, pero le informo que yo soy una mujer muy insistente y cuando algo me gusta no me doy por vencida tan fácilmente, esperemos que tenga un tiempito para mí. —En otra oportunidad. —Eso espero Profesor, buenas noches Samuel. —Buenas noches Stella. Antes de irme a la habitación, voy a la cocina y me tomo un vaso con agua, no puedo llegar a la cama así, siento que la culpa me consume, que Solange me lo va a notar en la cara, en realidad yo no le he dado esperanzas a la licenciada ¿o sí? , Yo solo sé que está cuestión me puede traer problemas con Solange y eso no lo quiero, pero tampoco le puedo comentar a ella lo que está sucediendo, conociendo a Solange me va a asegurar que yo tengo la culpa de todo esto y no es así, yo no he hecho nada para que está mujer se empecine conmigo. Me tomo el agua y me voy a la cama. —¿Por qué te tardaste tanto? —Fui a la cocina a tomar agua. —¿Con quién hablaba
Samuel vamos a reunirnos con nuestras mujeres, se deben estar preguntando que tanto hablamos, que tal si nos vamos un fin de semana para las cabañas, es tiempo de relajarnos un poco. —Me gusta la idea, quizás para el otro fin de semana, está semana me deben entregar el resultado. —¿Cuál resultado? —Amigo con todo lo que está pasando con Solange y la licenciada se me olvidó decirte que hoy me hice la prueba para saber si soy el papá de Mía. —¿Y por qué te la hiciste? —Hoy en los tribunales Ivanna declaró, por su puesto en su versión de los hechos me puso como un padre irresponsable en todos los sentidos, estas fueron sus palabras textuales " mientras yo me doy la gran vida, su pobre hija estaba pasando trabajo, porque aunque ella quisiera darle todo, no puede porque su sueldo no es igual al mío" que me compré un lujoso apartamento, bueno y todo lo demás que te puedas imaginar. Cuando me toco mi turno, la licenciada habló por mí, dijo que yo la había a
Esa semana terminó sin aviso oficial de ningún tipo, ese fin de semana lo pasé con Solange en el apartamento, no quisimos salir, allí nos quedamos amándonos, mirando películas y tomando bebidas refrescantes, Solange después de la cantidad de vino que tomó con Margorie, no quiso ni oler el vino. Llegó el día lunes y también llegó la cita para los tribunales. —Amor, ¿ya te citaron? —Sí, para el lunes a las tres de la tarde. —No te olvides de tomarte la pastilla, necesitas estar tranquilo, recuerda que independientemente de lo que arrojé el resultado, Mía sigue siendo tu hija, eso no lo va a cambiar ningún papel, ahora vamos a ver lo que decida el juez. Aún habiendo tomado la pastilla, no me siento tranquilo, estoy ansioso, regreso de la universidad y me voy al apartamento para luego irme a las tres a la cita. Ya casi son las tres de la tarde, estoy en las afueras de los tribunales esperando a mi abogada para entrar con ella, allí viene Stella, atrapand
Después de pasar toda la tarde con Mía la llevo a su casa. —Hija, cuando necesites algo, no dudes en llamarme, pero eso sí no quiero intermediarios, lo haces tú directamente, otra cosa me has demostrado ser muy inteligente así que no quiero más manipulaciones por parte de tu mamá, no más chantaje, okey, no quiero que tú mamá te tome de excusa para hablar conmigo. —Está bien papi. —Eso sí por encima de todo lo que haya pasado ella es su mamá, le debes respeto por eso, tienes que respetarla, cuando estés en condiciones de asimilarlo, pídele que te confiese quién es tu papá, tú tienes derecho a saberlo y él quien quiera que sea tiene derecho a saber que tiene una hija. —Sí papá, yo se lo voy a preguntar aunque yo dudo que me lo diga. —Pregúntaselo algún día te lo tiene que decir. —Papi acuérdate que no conozco a Solange, ¿cuándo nos vamos a conocer? —Ella está viviendo conmigo en el apartamento, un día de estos te llevo para que se conozcan. —