Samuel vamos a reunirnos con nuestras mujeres, se deben estar preguntando que tanto hablamos, que tal si nos vamos un fin de semana para las cabañas, es tiempo de relajarnos un poco. —Me gusta la idea, quizás para el otro fin de semana, está semana me deben entregar el resultado. —¿Cuál resultado? —Amigo con todo lo que está pasando con Solange y la licenciada se me olvidó decirte que hoy me hice la prueba para saber si soy el papá de Mía. —¿Y por qué te la hiciste? —Hoy en los tribunales Ivanna declaró, por su puesto en su versión de los hechos me puso como un padre irresponsable en todos los sentidos, estas fueron sus palabras textuales " mientras yo me doy la gran vida, su pobre hija estaba pasando trabajo, porque aunque ella quisiera darle todo, no puede porque su sueldo no es igual al mío" que me compré un lujoso apartamento, bueno y todo lo demás que te puedas imaginar. Cuando me toco mi turno, la licenciada habló por mí, dijo que yo la había a
Esa semana terminó sin aviso oficial de ningún tipo, ese fin de semana lo pasé con Solange en el apartamento, no quisimos salir, allí nos quedamos amándonos, mirando películas y tomando bebidas refrescantes, Solange después de la cantidad de vino que tomó con Margorie, no quiso ni oler el vino. Llegó el día lunes y también llegó la cita para los tribunales. —Amor, ¿ya te citaron? —Sí, para el lunes a las tres de la tarde. —No te olvides de tomarte la pastilla, necesitas estar tranquilo, recuerda que independientemente de lo que arrojé el resultado, Mía sigue siendo tu hija, eso no lo va a cambiar ningún papel, ahora vamos a ver lo que decida el juez. Aún habiendo tomado la pastilla, no me siento tranquilo, estoy ansioso, regreso de la universidad y me voy al apartamento para luego irme a las tres a la cita. Ya casi son las tres de la tarde, estoy en las afueras de los tribunales esperando a mi abogada para entrar con ella, allí viene Stella, atrapand
Después de pasar toda la tarde con Mía la llevo a su casa. —Hija, cuando necesites algo, no dudes en llamarme, pero eso sí no quiero intermediarios, lo haces tú directamente, otra cosa me has demostrado ser muy inteligente así que no quiero más manipulaciones por parte de tu mamá, no más chantaje, okey, no quiero que tú mamá te tome de excusa para hablar conmigo. —Está bien papi. —Eso sí por encima de todo lo que haya pasado ella es su mamá, le debes respeto por eso, tienes que respetarla, cuando estés en condiciones de asimilarlo, pídele que te confiese quién es tu papá, tú tienes derecho a saberlo y él quien quiera que sea tiene derecho a saber que tiene una hija. —Sí papá, yo se lo voy a preguntar aunque yo dudo que me lo diga. —Pregúntaselo algún día te lo tiene que decir. —Papi acuérdate que no conozco a Solange, ¿cuándo nos vamos a conocer? —Ella está viviendo conmigo en el apartamento, un día de estos te llevo para que se conozcan. —
Solange no me quita la mirada, yo me siento perdido, la licenciada se nota que tiene rato tomando. —Señor Alcázar, me gustaría que me acompañe a la mesa, estoy con unos colegas y precisamente estoy hablando de su caso, por favor quisiera que lo conocieran. Yo sé que eso es una excusa para que yo me levante de la mesa y así ella pueda hablar conmigo, pero qué hago, tampoco puedo decirle que no, eso sería muy descortés de mi parte. —¿Me acompaña profesor? —Sí, por supuesto, ya vengo mi amor. Solange me quiere matar, bueno está noche soy hombre muerto. Cuando llegamos a la mesa, la licenciada me toma del brazo y luego hizo las presentaciones, después me pide que me siente con ellos. —Samuel, por favor siéntate un momento conmigo. Me siento e inmediatamente me toma la mano, yo miro hacia la mesa donde está Solange para ver si me está viendo. —No te preocupes, tu novia no te está viendo, al parecer se molestó cuando me vio, ¿por qué no me d
Esa semana culminó sin problemas, el viernes cuando regreso de la universidad me encuentro a Solange preparando una maleta. —Hola amor. —Hola bebé, mi amor te estaba esperando para decirte que tengo que viajar. —¿Para dónde? ¿Y por qué no me habías dicho antes? —Lo pensé en la mañana, no quise decirte lo del viaje por mensaje, preferí que llegaras a casa, voy a buscar mi auto y de paso voy hablar con mi papá. —Voy contigo. —No, prefiero ir sola. —Dije, que voy contigo, eso no tiene discusión, prepárame una maleta. —Sé que no le gustó mucho la idea, pero me prepara la maleta, mientras yo me doy una ducha. —¿Preparo almuerzo antes de irnos? —No, almorzamos en el camino, nos vamos en mi auto. ¿Ya estás lista? —Sí. —Okey, me visto y nos vamos. Tomo las maletas y salimos. Esto me agarró de imprevisto, no estoy preparado para enfrentar al papá de Solange, pero esto no tiene marcha atrás, llegó la hora, así que Samue
Se abre la puerta de la habitación y entra Solange, su aspecto es el de un soldado cuando ha perdido la batalla. No me dijo nada sólo llega hasta mí y me abraza, así se queda por un buen rato, yo no pregunto nada, espero que ella se tranquilice, luego me toma de la mano y me lleva hasta la cama, allí me abraza y luego comienza a hablar. —Mi papá aunque no lo da a demostrar está destrozado, no es como dice mi hermano, no me culpa, se culpa él, siente que me falló. —¿Cómo te recibió? —Te voy a contar todo. Cuando llegué a la puerta de la residencia mi cuerpo me temblaba, te juro que por un momento me dieron ganas de regresarme, pero con mis piernas aún temblando continúe, al llegar me recibió Mildred: —Buenos días Mildred. —Buenos días señorita Solange que gusto verla de nuevo. —¿Mi papá está en la casa? —Sí, está en su oficina. —¿Y mi mamá? —Llegó hace poco, andaba de compras. —Caramba, mi mamá nunca deja de salir a compr
Me despido de mi Solange con un gran beso, ya ella tiene su auto, así que no depende de mí para que la lleve. Ella se va para la casa de sus padres y yo me quedo en la habitación, esperando la llamada del licenciado Jones. —Hola mi viejo, ¿qué pasó con lo que te pedí? —Samuelito ya eso está listo, sólo faltan unos detalles. —Okey entonces espero. —No tuve que esperar mucho, en menos de una hora ya me había enviado el correo con todo lo que pedí. —Ya me llegó el correo, gracias por la diligencia, ahora necesito otro favor. —A su orden, Samuelito dime todo lo que necesites. —Te acuerdas de Joseph, el mejor detective que tenía la empresa, bueno digo tenía porque no sé si aún permanece allí, él era un águila para resolver los problemas, para ese entonces era un poquito mayor que yo, osea que ahorita debe ser contemporáneo conmigo. —Sí, por supuesto que me acuerdo de él, es más aún trabaja con nosotros y mantiene su récord, es muy bueno.
Estoy con Solange en el aeropuerto esperando a Joseph el detective que contraté para que averigüe el robo de la empresa. Allí viene, la verdad es que aún se mantiene joven, hace veinte años que no lo veía. —Señor Alcázar, que gusto verlo después de tantos años. —Hola Joseph, qué alegría verte, ven dame un abrazo. Lo abracé con mucho cariño, era la primera persona que veía de mi mundo anterior, veinte años sin tener contacto con ninguno de ellos. —Joseph, ella es Solange, mi novia. —Mucho gusto señorita Solange, es un placer conocerla. —Bienvenido señor Joseph. —Joseph ya te reservé una habitación, vamos para llevarte y allí cenamos, puedes alquilar un auto, no te preocupes por los gastos, todo corre por mi cuenta. En el restaurante del hotel mientras cenamos lo pusimos al día de todo lo que sabíamos con respecto a la empresa. —Amor perdona, no te había hablado de esto, pero hoy me estaba tomando un café en el centro de la ciudad