Solange se ve cansada, la conversación que sostuvo con su hermano en el restaurante la agotó emocionalmente, ahora acá en la cama envuelta en mis brazos lo que necesita es descansar, por más ganas que tenga de estar con ella, la dejo que duerma en mis brazos, me conformo con tenerla pegada a mi cuerpo, con besarle la frente y arrullarla, como cuando yo era niño y mi mamá lo hacía conmigo. Mi Solange es hermosa, he sido premiado sólo con tener esta hermosa criatura a mi lado, le toco suavemente su cara angelical, no quiero que despierte, me gusta estar así con ella, que ella duerma tranquila soñando que a su lado tiene a alguien que la protege. Hoy es mi última noche aquí en este hotel, me voy y la dejo entre ese nido de serpientes, no quisiera irme, pero tengo que hacerlo, me espera mi trabajo, mis alumnos, además tengo que resolver lo de Solange, sólo le queda un año para graduarse, no quiero que pierda su año y se atrase su graduación. Tengo que pensar muy bien
De regreso a mi ciudad, siento un vacío espiritual muy grande, me siento humillado, herido, maltratado, lo más doloroso es que los improperios vinieron de personas que no me conocen, bueno, pero ahora sí me van a conocer, ellos no se imaginan de lo que soy capaz con tal de defender a la mujer que amo. Llego al apartamento, estoy en la ducha cuando escucho mi célular sonar, es Ivanna. —Samuel, necesito que vengas ahora para la casa es urgente. —¿Y eso para qué? —¿Mia se siente mal? —¿Qué tiene? —tiene dolor en el abdomen, fiebre. —¿Desde cuándo está así? —Desde ayer. —¿Y por qué no la llevaste al médico? —Yo te llame, pero no me respondiste. —No era necesario que yo te respondiera tenías que llevarla. —¿Vas a venir? —Sí ya voy, espérame. Salgo del hotel, lo más rápido que puedo llego a la casa de Ivanna. Subo las escaleras y veo a mi niña, está revolcándose en la cama del dolor. —Hola mi niña, ¿te du
Nuevamente estoy aquí durmiendo en la casa de mi ex, nunca pensé que volvería a dormir en esta casa, pero la vida es así a veces nos sorprende con cosas que no esperamos. Antes de irme a dormir paso por la habitación de mi hija. —Hola papá. —Hola mi niña. —Papá ya no soy una niña —Para mí sigues siendo mi niña. —¿Cómo te sientes? —Todavía me duele un poco, pero bastante mejor. —Me alegro, pero recuerda que estás de reposo, tienes que cuidarte para que sanes rápido. —Papá lamento mucho que por mi culpa estés durmiendo aquí. —No te preocupes mi bebé, tú estás enferma y es mi responsabilidad cuidarte. —Me gusta mucho que estés conmigo, pero yo no soy tonta sé que mi mamá está aprovechando mi enfermedad para chantajearte. —Mi amor eso lo sé, pero te repito yo estoy aquí por tí,en cuanto te mejores me voy. —Papi ya me siento mejor, así que mañana puedes dormir en el hotel. Mi hija no sabe que ya me entregaron el ap
Tan pronto Solange sale de mi apartamento yo tomo las llaves del auto y me voy a la casa de Ivanna. No voy a esperar que amanezca ella me tiene que explicar porque hizo eso. Llego a la casa y toco la puerta, yo no tengo llave de está casa, cuando salí para no volver, le di mi juego de llaves a Ivanna, para demostrarle que ya no quería volver, La Nana despierta y me abre la puerta. —Señor Samuel, ¿pasa algo? —No te preocupes, quiero que estés pendiente que ya me voy, sólo voy a estar un momento. Subo las escaleras y llego a la habitación de Ivanna, abro la puerta sin tocar y de un zarpado le quito la manta que la cubre, ella se despierta asombrada, pero de inmediato reacciona. —Samuel mi amor yo sabía que ibas a volver, ¿por qué tardaste tanto? Tomo mi teléfono y se lo muestro. —Dime, ¿Por qué hiciste esto? —Caramba tan rápido te fueron con el chisme. —Me tienes asombrado, jamás pude imaginar que viviera tantos años con una se
Último día de la semana, termino mis clases en la universidad y me voy a buscar a Solange. El día de trabajo ya ha terminado, estoy en el estacionamiento cuando escucho una bocina de un auto, me parece que es Margorie, en efecto si es. Me bajo del auto cuando la veo que se acerca. —Hola Margorie ¿cómo estás? —Hola Samuel, no es una visita de cortesía, sólo vine a decirte algo, nos podemos sentar en algún lugar. —Por aquí cerca está un lugar muy cómodo, podemos ir hasta allá. —Okey vamos en automóvil. —Sí, me puedes seguir. —Perfecto, yo te sigo. Llegamos a un sitio muy agradable y muy fresco. —Me imagino que vienes a hablarme de Solange. —Sí,me dijo Antony que hoy vas a buscarla. —Así es, salgo dentro de una o dos horas. —A eso vine, a pedirte que no vayas a verla. —¿Quién te lo pidió ella? —No, ella no sabe que tú vas a verla, pero si hablé con ella y se lo que piensa hacer, cosa con la que no estoy muy
Escucho la voz de Antony, pero no me puedo mover. —Samuel, ¿me escuchas? —Como puedo le hago señas con la cabeza que si lo escucho. —¿Quieres que te lleve al médico? —Le hago señas que no. —Okey, entonces me quedo aquí, hasta que te pase, relájate esto va a pasar. Antony se quedó a mi lado, no sé por cuánto tiempo, al rato me levanto de la cama. —¿Ya te sientes mejor? —Sí. —¿Cuánto tiempo tenías que no tenías esa reacción? —Hace bastante tiempo, pensé que ya lo había superado. —Pues no, tuviste un detonante y volvió, sé lo que pasó, Solange me llamó, por eso estoy aquí. —¿Solange te llamó? —Sí está preocupada, eso significa que te ama. —Pero se va a casar. —Todavía no lo ha hecho, el caso es que me llamó, me contó que estaba chateando contigo, de repente tú no le respondistes más, ella te envío una cantidad de mensajes, en vista que no respondiste te llamó y tampoco contestaste, se preocupó y me llamó par
Definitivamente yo amo a esta mujer, por lo tanto no me puedo quedar tranquilo, tengo que aceptar la ayuda de mi amigo. La celebración está en pleno calor, los invitados están eufóricos, aún los novios no se han ido, de mi mesa no dejo de mirar a Solange, me doy cuenta que Marcus le coloca el brazo en los hombros y ella se lo quita, quiso tomarle la mano y ella lo rechazó, hasta quiso darle un beso en la mejilla y ella volteó la cara, sólo me mira y yo no dejo de buscarla con la mirada. Voy y busco a Antony. —Necesito tu ayuda. —¿Como en los viejos tiempos? —Sí, pero con la indicada. —Okey, vete a la habitación, de lo demás yo me encargo. —Okey, pero no te tardes. —No me voy a tardar, cuando yo te he fallado, anda espera allí, no te preocupes no va haber interrupciones, ya saqué mi maleta está en la habitación de Margorie, así que la noche es tuya, no me defraudes. Me voy para la habitación y allí espero, la angustia se estaba apoderan
Despierto y la veo durmiendo a mi lado, esta vez no fue un sueño es real, aún dormida es hermosa, ¡Dios! cuánto la amo. Me levanto con sumo cuidado para no despertarla, voy al baño y luego bajo a las tiendas del hotel a comprarle ropa para que se cambie. Entro a una que me parece juvenil, los trajes que están en la vidriera creo que son del gusto de Solange, una de las vendedoras sale a mi encuentro. —Buenos días señor, en que le puedo ayudar —Buenos días señorita, necesito su ayuda. Le digo lo que quiero comprar, la señorita me pregunta: —Dígame, ¿cómo es ella? Le pregunto para poder ayudarlo. —Ella es bella, con unos hermosos ojos grises, con una cabellera de color negro que le llega a la cintura y una piel blanca que hace contraste con su pelo y sus ojos y su cuerpo es precioso, sus curvas son impresionantes, sus caderas no son muy pronunciadas, pero tan poco carentes de ellas, sus piernas son delineadas como si las hubiese hecho un escultor