Elza.
— ¿Por qué no se lo dices?
Miro a John por sobre mi hombro antes de resoplar.
¿Por qué todos creen que es tan sencillo dar ese tipo de noticias a las personas? Digo, sé de antemano que no es culpa de nadie, más que nuestra, que es parte de la vida lo que esta sucediendo. Pero, no por ello es fácil comentarlo a voz pública.
— ¿Como crees que lo tomará Elías en cuanto se lo diga? ¿Crees que saltará de alegría? Porque, yo no lo creo así. No estaba en sus planes nada de esto... —John toma asiento sobre una de esas sillas de cuero negro que desde lejos se ve que son incomodas.
— Lo que tú creas o no, no va a afectar en lo que él piense. Mira Elza, se supone que entre todos siempre eres la que no tiene pelos en la lengua y suelta la sopa sin pensar en los sentimiento
Elías.¿Cómo puede hacer eso? Tan siquiera... ¿Como puede pasarle por la mente perder a nuestro bebe?Digo, sé que la he tratado mal y toda la cosa al inicio de nuestra relación como amigos-enemigos, pero no creo que tanto como para crear en ella un odio irracional hacía nuestro dulce fruto.Una lágrima cae al suelo, estoy en nuestro sillón cama que por alguna razón Elza quiso en caso de que hubiera pelea entre ambos y la verdad, que tuvo mucha razón. Justo ahora es muy bueno en caso de que ella llegue y quiera darme una patada por el culo si entro a la habitación cuando este reposando.- ¡¿Por qué?! -Grito.No lo soporto. Pensé que ya pensaba mejores cosas de mí, no, un momento, no es por mí. Ella tiene algo en contra de nuestro hijo... ¡No puedo permitir que le haga algo! &iexc
Elza.Sexto mes.Ya parezco una vaca y lo siento. Lo sé, no deben venir con mentiras y más cosas que no interesan, subo las piernas sobre el escritorio. Las tengo hinchadas y la verdad me gustaría estar recostada en la comodidad de mi habitación mientras miro algún programa de moda y espero que llegue Elías para acabar con la paz del momento con sus "onde ta' bebe de papá" cosa que me hace replantearme el porque sigo con él cada que lo escucho.John entra con una caja enorme y la coloca sobre el escritorio.—De tú papá.—Alzo una ceja girando la cabeza como el exorcista y enseguida repara lo dicho.&mdas
Elías. Caminamos de un lugar a otro, en busca de eso tan especial. Carlos y Jack no paran de hablar acerca del partido de ayer y John por otra parte, no deja de mirar a los lados como si alguien más le siguiera. — ¿Me quieres explicar porqué estas así? —indago. El moreno resopla con cansancio antes de mirarme. —Dime loco, pero creo que engañar a Elza diciéndole que tendríamos una tarde de caballeros fue lo peor que pudimos hacer. Siento como si... Como si estuviera por aquí observándonos con su mirada de psicópata. Jack y Carlos se detienen unos instantes para mirar en todas las direcciones y realmente me gustaría decir que todos están paranoicos, pero no, no lo están. Yo también siento lo mismo que ellos, es como si mi querida novia tuviera ese tipo de aura que es capaz de ser percibida por quienes la conocen. —Miren, solo me van a ayudar a comprar un anillo de bodas, no creo que por eso se vaya a enojar con todos. La mirada de los tres presentes se posan en mí con enormes ojos
Elza.—¡Voy a matar a Elías! —gruño. Una nueva punzada me ha hecho sentir que el mundo se hace pequeño y que tengo unas ganas horribles de ir al baño a defecar. —Creo que... ¿Te quieres sentar? —Jack coloca una almohada sobre la silla de aluminio, lo hago a un lado tratando de poner mi hermoso culo sobre el material pero nada más de agacharme siento que alguien pincha algo dentro de mí y eso hace que me sobresalte y aleje caminando como bambi recién nacido. —Esto es un infierno— murmuro. Jack carraspea.—Ni has empezado como tal la labor de parto Elza, aguanta un poco más, al estar lo suficiente dilatada podremos entrar. —Lo miro por sobre mi hombro y él se echa hacía atrás aterrado. —No expliques lo que ya sé, explica mejor cómo le harás para llevar las flores al entierro de Elías ¡Esta es su culpa! —Chillo. —En realidad, —John aparece junto a Carlos, traen entre sus manos, mantas y ropa limpia. Supongo que son para cuando entre a la habitación y para el bebe. —Si te pones a pens
Elza, soñó con ser médico y lo logró.Elías, siguió el camino que le dictaron susPadres y llegó a ser un gran médico.Elza, luchó por una beca para llegar a obtener su título.Elías, chasqueo los dedos y sonrió para obtener lo que quiso.Elza, tuvo un sueño: "casarse". Pero antes de su boda fue engañada y no de una forma comúnmente vista, no señor, a ella su prometido la engañó con "otro".Elías, tuvo todas las mujeres que quiso, cuando quiso y como quiso a excepción de una:*Elza Rondón*La chica que lo repudiaba a él y muchos hombres más que se le acercaban... Los golpeaba; les insultaba e incluso les arrojaba cosas contundentes ganando así la reputación que tiene de: La bruja Negra.Con el alma negra.La ropa negra.El maquillaje n
"Bienvenidos a mi mundo"Elías.El timbre de mi teléfono suena indicando la hora de salida a través de la alarma, paso a paso voy en camino al área de descansos para médicos que solo consta de cuatro sillas, una mesa y un estante con una cafetera y a un lado la nevera pequeña que usamos para guardar las comidas cuando tenemos turno.Abro la puerta y doy un bostezo, Jack Phith (Cardiólogo) y Carlos Medina (Neurólogo) están sentados como de costumbres hablando de trivialidades. —Que colegas más perezosos me gané— Ambos me miran y dan como saludo un asentimiento de cabeza pero no dejan de conversar, tomo una de las sillas y postro mi trasero en ella.El sueño me está matando, quiero descansar al menos diez minutos antes de seguir con mi labor. Son las tres de la mañana y los pacientes parecen estar descansan
"No me vas a comprender"Elza.¿Cómo quieren que sea tierna?¿Cómo pueden pedir que los trate con respeto cuando se comportan como unos cerdos?.¿Acaso alguien se ha puesto en mi lugar? ¿Han sufrido lo que yo?No lo creo...Por muy tonto que suene para mí es doloroso, ser engañada por tú prometido a meses de la boda y no con cualquier chica, sino, con su amigo de la oficina.Con aquel que salía de fiestas y se quedaba a dormir en su casa por miedo a un accidente en alguna borrachera, aunque dicen que es estúpido y que debí superarlo hace mucho no es tan sencillo.¡No lo es! ¡Si no lo sufren no sabrán que se siente así que no opinen en mi vida!Golpeo la mesa en la que por desgracia me quede dormida y abro los ojos, quedando al
"Bebe de mi ser"Elías.— ¿Que le hiciste?—No lo sé, lo juro.Pamela coloca los brazos cruzados haciendo que sus senos salten, relamo mis labios deseando posarlos sobre ellos y un recuerdo fugaz de aquella noche de diversión, tras la puerta del baño en la habitación de su hija, hace que sonría. Que hermoso recuerdo, lo adoro al igual que los otros.— ¿Elías, me estas escuchando?— hace un molesto sonido, el típico de un chasquido cuando quiere llamar la atención.—Si...—Belén entra mirándome con los ojos chicos y suelta un comentario que tensa a su madre por completo.—No te presta atención, solo te imagina desnuda.—Se acuesta sobre la cama y cubre sus piernas— Me imagino que diría papá si se enterara de alguna aventura.