Ava pudo sentir que algo no iba bien, el olor a medicamentos y el sonido de las máquinas se lo indicaba, sintió mucho miedo de perder a su nana.
—Tu nana se está recuperando, la encontramos en muy mal estado, el médico ha dicho que necesitará de algunos días para recuperarse por completo, por ahora duerme.Ava estiró sus brazos intentando llegar hasta ella, Mateo la guió, enseguida buscó su cara, le empezó a hablar mientras la acariciaba, algo en su interior le indicaba que las cosas estaban peor de lo que Mateo decía.Abrazó a su nana y empezó a llorar, Aurora entraba en la habitación en ese momento, no podía entender cómo alguien era capaz de hacerle daño a ese ángel, tenía que ser de corazón negro para ocasionar todo ese daño.Afortunadamente era domingo, Mateo no se separó en todo el día chica, le insistió en que tenía que comer, Ava solo lloraba.Se imaginó la impotencia que debería de sentir la pobre chica al no poder ver cómo estaba realmente su nana, sintió un gran impulso por abrazarla.
Ava se quedó al lado de su nana, no pudieron hacer que se retirara a su habitación a descansar, había dos enfermeras cuidando a Lola, aún así Ava insistió en quedarse.
Al otro día, Matep salió hacia la oficina, tenía demasiado trabajo y aunque quisiera quedarse, la empresa necesitaba que estuviera presente, no podía descuidarla, tenía que encargarse de revisar los nuevos contratos, así que de mala gana se dirigió hacia el corporativo.Por la tarde, recordó que no había entregado a la chica el bolso con el contenido de la caja fuerte, se dirigió hacia donde Ava estaba.—Hola. —La saludó, mientras veía su rostro opacado por la tristeza.—Hola.—Olvidé darte el bolso con las cosas que saqué de la caja fuerte, traje la caja que me dijiste, también tome el dinero y joyas que ahí estaban, además de algunos documentos, pensé que podrían hacerte falta.—Muchas gracias, de verdad, no sé qué sería de nosotras sin su ayuda. —Ava lo abrazó instintivamente, él sintió un vuelco en el corazón al sentir su abrazo sincero, además de que también sintió la calidez de su cuerpo.Mateo se retiró de ella, intentó hacerlo con delicadeza para no hacerla sentir mal, su cercanía lo ponía nervioso, era algo que no podía evitar.
Días después Lola por fin abrió los ojos, Ava solo se había despegado de su lado para asearse, dormitaba con la cabeza sobre la cama aun lado de su nana.—¿Ava? — Lola movió su mano para buscarla.—Nana, mi nana. —Ava despertó, una gran sonrisa se dibujó en su rostro al escuchar la voz de Lola.—Pensé que era un sueño mi niña, estoy aquí contigo. —La nana comenzó a llorar con un profundo sentimiento.La chica también lloraba mientras besaba la mano de su nana, Mateo entró en ese momento, Aurora lo acompañaba, se alegraron al ver que ya había despertado la nana, una semana después, la nana parecía estar totalmente recuperada, aunque en su rostro aún podían verse los golpes que el cobarde de Teodoro le había propinado.—Señora Lola, me gustaría poder hablar con usted.—Claro señor, y por favor puede decirme nana como me dicen todos.—Entonces nana será, vayamos a mi despacho, Ava, ahora regresamos. —Se alejaron enseguida, a Ava le inquietó aquello, ¿Qué sería lo que Mateo necesitaba hablar con su nana?—Tome asiento nana.—¿Qué pasa? —¿Quién la golpeó de esa manera?—El señor Teodoro, está molesto porque no ha encontrado a mi niña, tiene ya todo listo para la boda, pero le falta la novia. —Mateo apretó los puños, se sintió furioso al escuchar aquello. —En verdad que tiene que ser muy desgraciado para querer casarse con la hija de su hermano.—Ese hombre lo es, el peor de todos, después de que sus padres murieran, mi niña perdió la vista, ese hombre se negó a que se le hicieran los estudios que pedían los médicos para empezar un tratamiento e intentar que recuperara la vista.—Hablaré con los mejores médicos para que la traten, no permitiré que Teodoro Miller le haga daño, eso se lo prometo.—Es usted un ángel enorme, sé que mi niña podrá ver nuevamente, lleva inmersa en la oscuridad demasiados años, hace un rato me ha dicho que mañana abrirá la caja, sus padres fueron muy específicos al pedirle que solo debería abrirla al cumplir la mayoría de edad, no tengo idea de que es lo que contiene, me pidieron estar junto a ella en ese momento, Ava me ha pedido le pregunté si podría estar usted presente, a ella le gustaría que estuviera. —A Mateo le gusto escuchar aquello, si quería que estuviera a su lado es porque confiaba en él. — Mañana no iré a la oficina, me quedaré para acompañarlas, debe ser sumamente importante y confidencial su contenido, agradezca de mi parte la confianza, suba a descansar, necesita reponerse, se ha dispuesto para usted una habitación frente a la de Ava. —Hasta mañana señor Licciardi, nunca terminaremos de pagar lo que hace por nosotras, le debemos demasiado y apenas lo conocemos. Cuando subió Lola, el abuelo y la madre de Mateo ya se habían retirado a su habitación, Ava le pidió que se quedara esa noche con ella, no quería estar sola, tenía muchas emociones encontradas. A la mañana siguiente, Lola bajó a la cocina, se sentía mucho mejor, pidió permiso para prepararle el desayuno a Ava y subirlo a su habitación. —Mujer, aquí puedes tomar lo que quieras, no es necesario que pidas permiso. —Aurora le dijo mientras sonreía.Cuando Ava salió de ducharse, enseguida reconoció el rico aroma de los panqueques con zarzamora y crema batida que eran la especialidad de su nana. —Nanny ¡Has cocinado panqueques! —Dijo con el rostro iluminado por una gran sonrisa mientras aspiraba el delicioso aroma. — Así es mi niña, preparé tus favoritos y un delicioso café, tal como te gusta. —Lola sonreía al ver la ilusión reflejada en la cara de Ava. — Gracias nanny, quiero que desayunes aquí conmigo. —Está bien, desayunamos juntas —Lola aceptó con gusto. El desayuno transcurrió entre risas y anécdotas sobre la infancia de la chica, Mateo que iba hacia la habitación, al escucharlas se sintió satisfecho al saber que había logrado reunirlas. Decidió no molestarlas en ese momento, dio la vuelta y se dirigió a su despacho, sacó su celular y buscó en su galería, había tomado una foto a Ava cuando estaba con ella en la terraza, en la imagen se veía distraída, quizá perdida en sus pensamientos, se avergonzaba de su comportamiento, parecía un adolescente, simplemente no lo podía evitar, esa chiquilla se le estaba metiendo muy rápido dentro del corazón, lo que sentía era algo más que la necesidad de protegerla.Poco después, Loren le avisó que tenía una visita, le extrañó que alguien lo visitara sin avisarle.—¿Quién es? Loren.—El señor Teodoro Miller.—¿Qué demonios quiere ese hombre en mi casa? —Se sintió sumamente molesto, le pidió a Loren que avisara a Ava y a Lola, para que no bajarán.La chica se sintió aterrada al saber que su tío estaba en esa casa, ¿Y si ya sabía que ella estaba ahí? —Tranquila mi niña, debe de ser una casualidad que haya venido.—Eso espero nana, por que solo muerta regreso a su lado.—No podría obligarte mi niña, recuerda que has cumplido la mayoría de edad hace unos días.Recordar eso tranquilizó un poco a la chica, mientras tanto, Mateo se encontraba con Teodoro, tuvo que hacer un esfuerzo para soportar estrechar la mano de ese miserable. —Buen día señor Licciardi, fui a buscarlo a su oficina, su secretaria me informó que podría encontrarlo aquí. —Después de pasarme un poco de copas anoche, decidí trabajar desde casa, ¿Dígame en qué puedo ayudarle? — Anoche escapó de casa una persona, padece un desorden mental, por lo que es demasiado peligrosa, la manteníamos bajo custodia en su habitación, creemos que ella es la culpable de la desaparición de mi sobrina, no sabemos que fue capaz de hacerle a esa pobre chica, por la mañana se informó a las autoridades, el asunto de la desaparición de mi sobrina se ha manejado con total discreción, como usted comprenderá, una noticia así perjudica a nuestras empresas, como salió antes de la fiesta, y el lugar está muy cerca de mi propiedad, quería preguntarle ¿Vio algo extraño en la carretera? —Dijo mientras lo miraba directamente a los ojos. —En lo absoluto, me sentía algo mareado, así que manejó uno de mis guardaespaldas, me quedé dormido hasta llegar aquí. —Mateo trató de conservar la calma al escuchar la sarta de mentiras que Teodoro estaba diciendo, no entendía cómo alguien podía ser tan imbécil. —En la parte del jardín extrañamente no estaban activadas las cámaras, por lo que no podemos saber si fue por ahí que escapó, nos confiamos de que teníamos seguridad en toda la casa, por lo visto no pudieron cumplir bien su trabajo, encontramos desmayados a los guardias que vigilaban esa área, presumiblemente alguien los había sedado. —Lo siento mucho señor Miller, me gustaría poder brindarle alguna información, pero como le digo, dormía profundamente, espero pronto puedan localizar a esa persona y así logren encontrar a su sobrina, si puedo ayudarlo en algo no dude en decirlo. — Una disculpa por haberlo molestado, el día lunes por la mañana es la reunión de inversionistas en la empresa, esperamos contar con su presencia, el día de hoy saldré hacia España, pero el lunes estaré de regreso. —Entonces hasta el lunes señor Miller.Teodoro se despidió con prisa, su gesto era serio, Mateo no estaba seguro sí le había creído.
Teodoro salió apresuradamente Mateo pensó que debería de estar muy apurado por encontrar a Lola, la nana representaba un grave peligro para él, pues era una testigo importante y podía meterlos en problemas si declaraba todo lo sucedido con Ava, sobre todo con el tema de la herencia. Imaginó que iría a España para intentar encontrarla, por lógica pensó que seguramente huyó hacia allá, ya que por su acento se podía adivinar que era originaria de ese país.Subió a buscar a Ava y a Lola para tranquilizarlas, debían estar muy nerviosas por la visita de Teodoro, las pobres temblaban ante la sola mención del nombre del desgraciado. —Buen día Ava, tu tío acaba de marcharse, al parecer no sospecha nada, está hablando con los invitados a la fiesta para ver si alguno puede aportar algo que les sirva en la búsqueda de Lola, imagina que quizás alguien vio algo sobre el camino. —No puedo creer el cinismo de ese hombre, imagino que mintió en cuanto al motivo por el que buscan a mi nana. —A Mateo
La cara de Guido permaneció impasible mientras su nieto lo observaba tratando de descifrar su reacción.—Necesito que te sientes hijo, con la muerte de tu padre, varios inversionistas se retiraron, la empresa tuvo pérdidas importantes, el padre de Ava acepto asociarse con nosotros inyectando a la empresa una cantidad importante, Teodoro era muy joven, pero al ser su primo, Franco le había dado la vicepresidencia de su empresa, todo iba muy bien, había altas ganancias, nuestra empresa se levantó de inmediato, pero al poco tiempo, empezó a haber faltantes de grandes cantidades en ambas empresas, Franco ordenó una investigación, poco después se presentó furioso en mi oficina, me acusaba de malversación de fondos y lavado de dinero, en el resultado de la investigación aparecía nuestra empresa como la responsable.—Pero no entiendo, ¿Cómo pudo Teodoro manejar los desvíos desde nuestra empresa? —Mateo lo pensó muy bien, pero no tenía idea de cómo podría haberlo hecho. —También ordené una
Mateo empezó a explicarle lo que harían a continuación, Ava lo escuchaba atenta, se encontraba hecha un mar de nervios. —Planearemos durante tres kilómetros a una velocidad de 250 metros por hora, yo extenderé mis brazos para lograrlo, tú no tendrás que hacerlo pues tus brazos estarán libres, el arnés sujetara tu pecho y piernas, después de unos minutos, abriré el pequeño paracaídas colocado en mi espalda, no debes de preocuparte, llevó muchos años haciéndolo.—Creo que mejor saltas solo tú, yo mejor te veo allá abajo, bueno digo te espero, porque eso de que te veo no creo ja, ja, ja.—Ava, vamos, demuéstrame que no eres cobarde, ¿Alguna vez has soñado con poder volar? —Se acercó para darle un tierno beso, con eso eliminó todas sus defensas.—Está bien, pero si algo me pasa me las pagas.—Está bien, ja, ja, ja, la adrenalina que sentirás te hará sentir más viva que nunca, sentirás una gran sensación de libertad y emoción, te aseguro que no necesitas ver para sentir la intensa mezcla
La expresión en la cara de Ava dejaba ver que se encontraba completamente aterrorizada.—Ah no señor, sobre eso si he escuchado en varios programas, de ninguna manera saltaré desde lo alto, aún conservo todos mis tornillos bien puestos en mi cerebro, eso aún me permite pensar cuerdamente.—Ja, ja, ja, ósea que todos nosotros no estamos cuerdos. —A Mateo le causo gracia su respuesta.—No lo sé, pero me parece. —No quería parecer grosera, simplemente estaba siendo sincera respecto a lo que pensaba sobre ellos.Minutos después, Ava se encontraba con el arnés puesto.—No se como es que han logrado convencerme. —Definitivamente Mateo y sus amigos tenían un gran poder de convencimiento.—Saltaremos también en tándem, así que sujétate de mí fuertemente.Le dijo Mateo justo antes de saltar, está vez el grito de Ava fue mucho más fuerte, instantes después su cuerpo subía y bajaba mientras colgaba en el aire.El miedo pronto se convirtió en adrenalina, cuánta razón tenía Mateo, al igual que
Muy pocas personas sabían que esa clase de club existía, quienes pagaban la membresía anual podían disfrutar del club completamente, siempre siguiendo las reglas especificadas previamente.Acudían tanto parejas como personas solas, lo que hay ocurría era consensuado plenamente, si alguien faltaba al reglamento, era expulsado para siempre, una gran ventaja que garantizaba que nadie divulgaría lo que sucedía, era que a nadie le convenía que su vida oculta se descubriera.Las personas comunes de saberlo los señalarían, un club donde se saciaban todos los instintos inimaginables, no sería bien visto.Ava y Mateo fueron hasta su mesa, la luz era muy poca y de un color inusual también, la música era lenta y sensual, la chica de pronto sintió curiosidad por saber el nombre.—¿Cuál es el nombre de este lugar? —Mateo hizo un sonido con su garganta antes de contestar, aquello lo tenía de los nervios.—The emotion of your sensations.—¿La emoción de tus sensaciones?—Sí.—Extraño nombre, sobre t
La pelirroja tomó lo que parecía un pequeño lápiz labial, y mientras se movía al ritmo de la música, comenzó a pasarlo lentamente por el cuerpo de Ava, la chica empezó a sentir un intenso cosquilleo que aquel aparato ocasionaba cada vez que vibraba, la mujer continuó provocando esas sensaciones en su cuerpo por un rato, después dejó el pequeño lápiz a un lado, para después tomar un pequeño fuete, con él, empezó a golpear suavemente partes muy precisas de su cuerpo, aquello hizo que las sensaciones en su cuerpo se intensificaran enormemente, eran como si fueran olas que envolvían su cuerpo lentamente. —Siente, déjate llevar por las sensaciones que recorren tu cuerpo, no trates de resistirte. —La mujer volvió a decirle al oído. Aunque Ava hubiera intentado resistirse, su cuerpo la había traicionado y abandonado a lo que sentía, no entendía qué le estaba pasando, tampoco su mente le respondía, no podía pensar, solo sentir ese inmenso placer que era totalmente desconocido para ella.
Ava empezó a abanicarse con las manos, Mateo vio que su rostro estaba enrojeciendo, en ese momento se preocupó mucho más, la tomó por la mano para ayudarla a levantar, después colocó su mano alrededor de su cintura para guiarla. —Debemos irnos, debes recostarte, quizá así logres sentirte un poco mejor. La chica se dejó llevar, el contacto con Mateo se sentía muy bien. Cuando salieron, Máx el chofer ya los estaba esperando, durante el trayecto al hotel, la cercanía del cuerpo de Mateo, encendió aún más el calor que la chica sentía, él notó que cada vez se acercaba más, al llegar, la ayudó a bajar, la guió hasta el elevador, ahí dentro la situación se puso por demás extraña, Ava se acercó a él hasta arrinconarlo contra la pared, mientras su respiración se volvía agitada. Mateo no dijo nada para no hacerla sentir mal, solo trató de esquivarla, en cuanto la puerta se abrió, la llevó hasta su habitación y la ayudó a recostarse, durante todo ese tiempo, Ava mordía su labio inferior cons
Ava tenía muchas dudas, y Mateo no contestaba, solo podía sentir su respiración agitada, por lo visto estaba nervioso, no quería presionarlo, pero tenía derecho a saber, después de todo él la había llevado. —Mateo, por favor di algo. —Ava, no me gustaría mentirte, pero es algo complicado. —No soy tonta, y aunque es la primera vez que salgo de noche a un club, sé que ahí sucede algo más que en otros lados. —Acaso me crees una tonta, que no tengo la suficiente inteligencia para entenderlo. —Mateo pudo notar en el tono de su voz que estaba molesta, y lo que menos quería es que lo estuviera. —No pienso eso Ava, solo que son cosas de las que tú aún no sabes, en eso eres inexperta. —Entonces si no las conozco, muestramelas. —Dijo de manera firme. Mateo se sentía incómodo, nervioso, no quería entrar en detalles, pero si no contestaba sus preguntas de manera creíble, seguiría insistiendo, la chica exigía respuestas. —Es un club bondage. —¿Bondage? ¿Qué es eso? —Jamás había escuchado