Mateo fue recuperando la consciencia poco a poco, quiso moverse y no pudo, se dio cuenta de que se encontraba atado a una silla, escuchó los gritos de súplica de Ava, volteó a ver hacia donde provenían los gritos esperando lo peor.Los hombres de Teodoro asesinaban uno a uno a sus guardaespaldas, pudo ver que estaban atados de pies y manos, agachó la cabeza sintiéndose impotente, definitivamente había sido una muy mala idea ofrecerles la misma comida que les habían llevado a ellos.Todos sus amigos también estaban atados, y agrupados en una misma área, a él lo habían dejado retirado, de frente hacia donde estaban los otros.Tadeo, Camila, Morgana, Ima y Ava se movían desesperados, intentando aflojar las cuerdas que los mantenían inmóviles, Mateo buscó con la mirada a Máx y a Akiro, pero no los encontró, imaginó que Miller también los había asesinado, sintió un profundo dolor en el pecho.Los chicos estaban amordazados, excepto Ava y Mateo, Teodoro sonrió cínicamente cuando notó que Ma
La policía pidió que el grupo acudiera a declarar, pero en las condiciones que se encontraban fue imposible, las chicas no podían hablar, estaban completamente conmocionadas, las autoridades les permitieron irse, podrían declarar en cuanto se tranquilizaran.Las alojaron en un hotel después de atender la herida de Ava que afortunadamente era superficial, fue una noche muy larga para las chicas, Ava tenía episodios de angustia que no podía controlar.En ese estado no le permitieron estar en el hospital, Lola estaba en otra habitación con el pequeño, Máx le pidió que no se acercaran a Ava, pues estaba completamente fuera de sí, en su aterrorizada mente pensaba que le estaban ocultando que Mateo estaba muerto.Máx se encargó de llamar a guardaespaldas de su confianza para que vigilarán, con ese loco suelto no podían confiarse, igual puso vigilancia en el hospital, aunque la policía ya lo había hecho creía que no era suficiente.También se encargó de hacer los trámites para que regresaran
Guido se quedó para cuidar a su nieto, mientras los demás viajaban a Milán para sepultar a Tadeo, Morgana cuidaría de Camila cuando los demás regresarán a Hawái para estar con Mateo, la pelirroja tenía miedo de que a Máx le pasará algo.El sepelio fue muy triste, el cielo parecía compadecerse del dolor de los ahí presentes, una ligera llovizna comenzó a caer en ese momento.Camila se abrazó al féretro antes de que lo bajaran, se había quedado de nuevo sola en el mundo, aunque pronto tendría a su lado a su pequeño, al haberse casado con Tadeo por bienes mancomunados, todo lo que era de él pasaría a sus manos, así no quedaría desamparada, él aun después de su muerte, había cumplido su promesa de evitar que ella sufriera de esa manera.Al terminar el sepelio, Camila se negaba a abandonar el cementerio, no quería dejarlo solo.—Por favor, no puedo irme de aquí, tengo que acompañarlo, él ya no quería volver a estar solo. —Su llanto desgarrador rompía el corazón de quienes la escuchaban.—C
Máx lo esperó en la entrada del restaurante, se preocupó cuando lo vio venir con semblante serio.—Jefe, no entendí qué fue lo que me dijo al teléfono, pero presiento que hay algo serio que no me ha contado.—Acompáñame a la estación de policía, ahí te enterarás de lo que está sucediendo, Tadeo Miller pagará hoy todas sus fechorías, junto al jefe de la banda que organiza esas malditas subastas.Máx lo siguió en silencio, no entendía nada, pero se dio cuenta por su semblante y el tono de su voz, que Mateo estaba sufriendo.Al llegar a la estación de policía, Mateo declaró todo lo que había escuchado, explicando de qué organización era jefe su abuelo, Máx no podía creerlo, tal vez Mateo se había confundido por su estado, pero era mejor corroborarlo.Se dirigieron hacía el lugar donde sería el encuentro, esperaron durante una hora, de pronto vieron que en la bodega entraba una camioneta de vidrios polarizados, poco tiempo después entraba la camioneta que manejaba el abuelo de Mateo, detr
Días después, al interior del Duomo di Milano se realizaba una ceremonia, una hermosa novia caminaba hacia el altar, ataviada con un hermoso vestido blanco, un largo y vaporoso velo de encaje cubría su rostro.Frente al altar un guapo novio la esperaba, vestido con un elegante traje negro, lo que más llamaba la atención del novio era la enorme sonrisa que tenía en su rostro, irradiaba tanta felicidad que contagiaba a los presentes.La marcha nupcial cesó, la novia llegó frente al altar, seguida de un guapo niño que sostenía la larga cola del vestido, Matt vestía un traje idéntico al de su padre.Mateo al ver a Ava, pensó que no había novia más bella en el mundo, Ava le parecía un ángel ataviada de aquella manera, se acercó para alzar el velo y descubrir su rostro, vio esos hermosos ojos azules que estaban más brillantes que nunca.La ceremonia comenzó, llegado el momento pronunciaron sus votos.—Yo Ava Miller te aceptó a ti Mateo Licciardi como mi legítimo esposo, me siento muy afortu
Un hombre se encontraba sentado en un sillón, dos chicas paradas frente a él, con movimientos suaves, acariciaban sus cuerpos, él tenía puesto un antifaz que ocultaba su rostro al igual que las dos chicas, sobre su regazo llamaba la atención un pequeño fuete.Una de las chicas se acercó a él e intentó besarlo, el hombre la detuvo bruscamente, se levantó de prisa, y sin poder ocultar su molestia, se alejó del lugar inmediatamente.—Eres una tonta, ¿Qué has hecho? Te explique bien cómo serían las cosas.—Lo siento, no pude evitarlo, me atrae demasiado, es un hombre realmente guapo.—Toma tus cosas y vete, ya sabes que no puedes decir a nadie lo que aquí sucede, has firmado un acuerdo de confidencialidad y más vale que lo respetes.La mujer salió de ahí tratando de contener las lágrimas que amenazaban con traicionarla, mientras tanto no muy lejos de ahí, una joven chica se sentía desesperada.Ava corría de prisa, su corazón acelerado amenazaba con salirse de su pecho, corría en medio de
Había pasado una semana desde que Ava llegó a la mansión Licciardi, Mateo no había vuelto a hablar con ella, era un hombre demasiado ocupado, a sus 30 años había logrado llegar muy alto, pero sacrificando gran parte de su libertad a cambio.Continuamente viajaba por negocios, se dio cuenta de que no podía sacar de su cabeza lo que le había ocurrido al estar frente a esa chica, tenía que saber qué era lo que en realidad pasaba con ella.Por la noche había regresado de Venecia, una reunión de inversionistas se había llevado a cabo y no tuvo otra opción más que acudir.A la mañana siguiente, decidió que era tiempo de hablar con Ava, el médico le comunicó que ya se encontraba mejor, necesitaba saber porque huía.No entendía cómo alguien sería capaz de intentar dañar a un ángel como ella, sin saber porque, sentía la imperiosa necesidad de protegerla, la chica le hacía sentir una extraña calidez cuando estaba junto a ella.Desde el primer día que la vio, se quedó grabada en él su mirada, es
La asistente Loren, acomodó en la habitación todo lo que Mateo había comprado para la chica, pensaba que de cierta manera era triste que la chica no pudiera ver toda esa hermosa ropa.—Señorita, el señor Licciardi me ha pedido que esté a su disposición, en el buró encontrará todos los libros que el señor trajo, frente a su cama se encuentra el televisor, se ha instalado un sistema para encenderlo por voz, así podrá poner sus programas o videos favoritos, el señor grabó su número celular en el celular que le ha traído, así podrá llamarlo cuando necesite algo.— Gracias, podrías ayudarme a elegir un vestido para la cena de favor.—Con gusto, hay un vestido rojo, es hermoso, me parece ideal para esta noche, no se si es demasiado atrevimiento de mi parte, pero si gusta puedo ayudarla a maquillarse y peinarse para la ocasión.—Estaría muy bien, mi nana es quien me ayuda a arreglarme para ocasiones especiales, para mi arreglo diario solo necesito me muestre donde está colocada la ropa inf