Al escuchar al chamán pronunciar esa palabra, tanto el guerrero como el jefe se acercaron rápidamente a él. Allí estuvieron hablando, como si estuvieran discutiendo entre ellos y luego hicieron silencio y el jefe se volvió hacia Clyde.

—¿Quién eres tú? —le preguntó con su acento gutural mientras lo miraba como si lo estuviera examinando.

—Soy Clyde Mc Callum —dijo con voz firme— Y este es mi amigo, Adam Larson. Somos estudiantes de la universidad y vinimos a acampar por aquí.

Después de escuchar la explicación, el jefe asintió y luego, señalando los cadáveres volvió a preguntar.

—¿Esto lo has hecho tú? —dijo sin dejar de mirarlo minuciosamente, parecía que el jefe podía leer incluso lo que pensaba.

Clyde se preguntó si quizás era mejor mentir sobre el asunto, al final podrían denunciarlo a las autoridades, y allí sí que se enfrentarían a un problema bastante gordo, y lo menos que deseaba era tener problemas con las autoridades, ni mucho menos involucrar a Adam en ello.

Pero, por otro