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De nuevo
Adam decía que en el norte de la ciudad había unos sitios bastante agradables y que era más seguro que en el lado sur, sin embargo, Clyde lo dudaba.“Para conseguir gente mala solo tienes que salir de tu casa y recorrer la ciudad”Eso le había dicho Clyde.Sin embargo, para no pàrecer un aguafiestas, Clyde aceptó que fueran a la cervecería que Adam había comentado, aunque solo la conocía por lo que le habían dicho otros chicos.Habían tomado un taxi que los llevó hasta el local mismo.Desde afuera se podía apreciar lo llamativo del lugar, había decenas de personas en los alrededores, algunas tomando licor y otras conversando y fumando, y otro, que estaban hacia los lugares más apartados y oscuros consumían sustancias de procedencia ilegal.Ellos entraron en el local y se admiraron de lo grande que era, una enorme barra lo atravesaba por el lado más angosto al lado izquierdo de la entrada. Al fondo se veía una pista de baile donde varias parejas se divertían bailando las melodías que u
La pelea
A simple vista los sujetos que estaban peleando contra Adam eran unos malvivientes. Todos tenían ese aspecto de sentirse “sobrados” como si los demás no fueran capaces de enfrentarse a ellos.Clyde no se puso a averiguar la razón por la que atacaban a su amigo, mientras los dos sujetaban a su amigo y lo golpeaban había otros dos que sujetaban a una muy molesta Sandra que se debatía en sus brazos tratando de soltarse.De inmediato se plantó delante de los dos sujetos y agarró con fuerza el brazo del que estaba golpeando a Adam en el mismo momento en que lanzaba un golpe a la ya sangrante cara de su amigo. Había estado practicando sobre cómo controlar la ira a pesar de que estuviera en una situación de pelea como esta, y rogaba poder controlar la transformación.—¡Aaaagggg! —gritó el sujeto al sentir que le comprimían el brazo con una fuerza descomunal, y luego miró a Clyde con cara de atontado.—Golpear a un hombre entre dos es de cobardes —les gritó Clyde, luego empujó al sujeto que e
Megan y Clyde se acercan
Este se volteó con la rapidez suficiente para evitar la cuchillada sosteniendo con una mano el brazo armado, quien hacía fuerza para empujar el cuchillo hacia el muchacho, pero este lo resistía sin problema alguno, de pronto este hizo fuerza y el brazo de Cliff comenzó a retroceder en lugar de avanzar, y de pronto Clyde giró sobre sí mismo haciendo palanca con el brazo de Cliff en su hombro.Megan lanzó otro grito junto con el sujeto llamado Cliff, porque pudo escuchar cómo crujía el brazo del individuo al dislocarse el hombro.El tipo quedó sentado en el suelo mientras trataba de tomar su brazo roto gimiendo del dolor. En eso llegaron unos tipos que trabajaban como seguridad en el local, quienes no habían podido entrar por la cantidad de gente que estaba saliendo para huir de la pelea.Se acercaron a Adam y a las chicas primero.—Están bien —dijo uno de ellos dirigiéndose a ellas.—Sí —dijo Sandra de inmediato— Pero nuestros amigos están heridos.Uno de los de seguridad se acercó a C
La emboscada
El tipo que se llamaba Cliff fue subido a una ambulancia de los bomberos a quien alguien había llamado. Pero antes de subir le había dicho a uno de los que lo acompañaban que se acercara.—Llama a Ryker —le dijo en voz baja y al oído para que nadie escuchara— Dile que me debe esta sangre.El sujeto no dijo nada pero de inmediato se aprestó para cumplir con el encargo de su jefe. La pandilla estaba dividida en grupos y cada uno de ellos tenía un jefe, que tomaba decisiones, pero siempre bajo las indicaciones de Ryker, quien era el jefe absoluto de la banda de los Jokers.“El flaco” como lo llamaban sus amigos llamó por teléfono recostado en una pared, un poco alejado de la entrada del local donde habían estado.—Diga —se escuchó una voz gruesa al otro lado de la línea.—Ryker, soy yo, el flaco —respondió un poco asustado, no le gustaba hablar con el jefe y menos para decirle que los habían vapuleado.—Cuéntame, flaco —le dijo con voz dura— ¿por qué demonios me estás llamando tú y no Cl
El vengador ataca de nuevo
Los cuatro jóvenes se quedaron pasmados al ver a los individuos que los rodeaban, ahora eran cinco, tres de ellos eran los que habían peleado con Clyde y los otros dos les resultaban desconocidos por completo.—Veo que eres duro de pelar —le dijo a Clyde con una sonrisa torcida en los labios— Creo que tendré que pincharte un poco más fuerte —dijo mientras blandía un puñal en la mano. Clyde no sabía si era el mismo con el que lo había apuñalado.—Ahora eres más valiente porque tienes un par de amigos armados, ¿no? —le dijo con rabia.—Eres muy gallito, ya veremos si sigues tan valiente después de daros una paliza —dijo el flaco con la maldad latiendo en su voz— Luego les haremos los honores al par de golfas con las que andan.Clyde pensaba con rapidez, necesitaba encontrar una manera que las muchachas no fueran “testigos” de su cambio. Miró hacia más allá del vehículo donde se habían escondido los forajidos, era una calle larga y llena de gruesos árboles, allí podría estar a salvo de l
Un pequeño inconveniente
Como había gritado cuando Clyde lo tomó por el cabello, tanto el flaco como el otro individuo voltearon para ver qué ocurría, apenas podían medio ver las siluetas a esa distancia, uno era muy alto y el otro se debatía en el aire.—¡Pero qué diablos! —dijo el flaco— Charlie, ¿eres tú? gritó hacia ellos.Pero el llamado Charlie no contestó sino que salió corriendo como una gacela, entonces el flaco vio como la figura alta corría a una velocidad impresionante hacia ellos. Adam lo vio y sonrió con disimulo para que las chicas no lo notaran, pero estas sólo veían a la borrosa figura que corría hacia ellos.Ambas se volvieron como para protegerse y Adam se puso delante para que no vieran.Clyde golpeó con su cuerpo a los dos hombres y estos salieron rodando como si fueran bolos derribados en una cancha. En ese momento Clyde se volvió hacia Adam y le gritó—¡Corran! —les dijo, y el grito pareció salir del suelo mismo.Al escucharlo Megan levantó la cabeza y trató de ver por un costado, porqu
Megan siente inquietud
Adam y las muchachas corrían lo más rápido que daban sus piernas, al poco rato Susan sentía que se le iba a romper una costilla por el flato que sentía en el costado derecho.Habían salido corriendo hacia la avenida casi sin pensar en más nada que en huir de los malhechores, pero Megan iba muy inquieta, a pesar del cansancio no dejaba de pensar en la voz que había escuchado.«Es imposible que sea otra persona —pensó mientras corría toda marcha— Es la misma voz del sujeto que me llevó al hospital»Cuando llegaron a la avenida se detuvieron jadeando, Addam tenía las manos sobre las rodillas y parecía incapaz de hablar, sólo hacía gestos con los brazos tratando de decir algo por señas mientras procuraba recobrar el aliento. Susan estaba recostada en un poste de electricidad mientras cogía el costado con la otra mano tratando de mitigar el dolor que sentía. Megan era la que estaba en mejores condiciones, porque a ella le encantaba trotar y hacer ejercicios, aunque no era muy formal con e
El detective investiga
El detective Peter Reynolds estacionó su auto detrás de una patrulla que estaba aparcada en la entrada de la calle donde los paramédicos atendían a los heridos y los del equipo forense analizaban la escena y levantaban los cadáveres después de tomarles fotografías.Después de saludar a los muchachos del equipo forense se dirigió para hablar con el doctor Duncan, quería informarse de primera mano sobre lo sucedido allí.—Hola, doc —lo saludó al llegar a su lado, se conocían desde hacía más de diez años, por lo que se tenían una amplia confianza el uno en el otro, y cada uno respetaba las opiniones del otro— ¿Qué me tienes?—Detective —dijo el doctor volteando hacia Reynolds— Hay dos hombres muertos por politraumatismos y tres heridos.—Bonito resumen, doc —le dijo el detective con una sonrisa torcida en la boca— Pero sabes a lo que me refiero.El doctor dejó caer la cabeza del cadáver que revisaba en esos momentos y lanzó un tenue suspiro al ponerse de pie, quedando de frente al vetera