Estoy gravitando en las montañas en donde conocí el amor y crié a mi hija Alinor. Los recuerdos vienen a mi mente como fragmentos desordenados. Son pedazos tristes, sí de madre, pero mi primer amor fue con Zetes. Antes con todo ese poder, no me sentía plena como cuando vivía en esta montaña con mis ovejas. Ahora soy solo la sombra de lo que fui. Desde que vi a Zetes, he tenido un cambio drástico y volver a revivir todo, me consume. Tengo miedo de perder, irónico cuando no tengo nada. Mi cuerpo fue desconectado por aquella chiquilla llena de odio, Kara. Soy solo un espíritu vagando, negándose a ir de la tierra. Sin embargo, sé que antes de ser Dilys, la madre que murió por un hombre cegado, en mi corazón inexistente fui una persona completamente diferente. Es algo grande y por eso debo soltarlo. Mi hija me necesita, en este momento no puedo ser útil y por eso desaparezco. La vibra de Zetes está a mi alrededor, piensa que no lo sé reconocer y es absurdo. Ese hombre no puede pasar desap
Estoy vagando por la cuidad Huesos Gravitando, se ve desolada y he venido con la compañía de mi padre, Zetes. Después de la visita de Helmer, chupasangre y asco de padre, no podía con la ansiedad y le propuse a papá visitar a los fantasma. Tal vez encontremos algo de Jason, en las carpas hay pocos fantasmas y algunos me han mirado mal, otros normal. Por instinto llevo a Zetes a mi auto antiguo, el cual fue mi hogar. Zetes no es un fantasma, él camina con su cuerpo deslumbrante y consigue que los fantasmas se escondan. —¡Te presento mi hogar! —abrazo mi Ford cortina azul cielo (hasta donde mis brazos me lo permiten) y la mirada de papá es emotiva—. Ahora falta que me cuentes que era tu auto. Soltó una sonora carcajada y disfruto verlo feliz. Estar a su lado es increíble y valioso. No sabía que sería tan lindo tener a mis padres. A veces al despertar espero no verlos y pasar por el golpe de la pérdida de nuevo. La vida es incierta, no siempre las cosas te saldrán bien. Por eso hay que
Nos encontramos en una barbacoa con la manada y estoy volteando la carne. El día está bonito, el sol salió aunque no calienta, pero se aprecia admirar. El encuentro con mi padre fue difícil y había salido huyendo. Al volver por Belli, Selig se encontraba tomando café y me contó que salió con Zetes para la ciudad de los fantasmas. No tenía más remedio que esperarla, me di un baño y cuando estaba secándome para vestirme, Takeo tocó fuerte la puerta. Su ataque fue para la invitación de la barbacoa y no pude evitar negarme. No me quedaría en la habitación, compartiría con mi gente. En esas estoy con un delantal que me puso Selig, es curioso, tiene fantasmas pequeños decorativos. —Lo que se pierde Alinor —lamentó Selig en la otra parrilla, él ama ver comiendo a mi chica—. Le guardaré un plato o dos —sonrió y lo veo sacar comida aparte.—Eso es trampa, ella no está y se le pondrá fría la comida. —Peleó Takeo y Selig le golpeó la mano cuando fue a agarrar el plato.—Tenemos suficiente comid
El corazón de Belli está agitado y presiento que le sucede algo. Me concentro e ignoro a Bran. Me comunico con mi chica: Bellicienta, ¿qué sucede? Te siento alterada. Hubo un breve silencio en la manada, esperan por mí y la voz de mi compañera se hace oír: Solo un susto, luego nos vemos. ¿Aún deseas verme? Sin demorar, respondo seguro y con mi corazón en la mano: Siempre te quiero ver, no lo olvides. No hay respuesta y han aparecido del lado este los chupasangres encabezados por mi padre. Vuelvo a intentar hablar con Belli: Alinor, ¿qué sucede? Siento que todo se está derrumbando. No hay respuesta de mi chica y debo ponerme en marcha.—Alinor no responde, tendremos que batallar como mejor podamos —murmuré y agarro de la mano a mamá—. Ve con Elton, no te quiero en esta lucha —le exigí, pero ella negó y se zafó de mi agarre.—Es mi manada y lucharé. —Se convirtió en loba y salió hacia los vampiros.—Intenten morderlos, eso los debilitará, no matará —enfatizó en no matará—, pero lograrán
Después de mantener a Zetes en un trance y estabilizar con mi poder, he decidido ir al castillo. Necesito poner al tanto a Berwin, he dejado un escudo alrededor de Zetes y me teletransporté. Al aparecer como fantasma, me quedo invisible y se siente el ambiente extraño. Vago fuera de la habitación y hay vampiros. Unos acostados en los muebles con cerveza en mano y comiendo porquería. «¿Qué ha pasado?», es mi primer pensamiento. Estará bien la manada, espero que sí. No estuvimos para socorrerlos y gravito hacia fuera de la casa. Es imposible que los licántropos puedan luchar solos con los chupasangres, son más ágiles en velocidad y fuerza bruta. Me quedo en shock al ver tantos lobos muertos, tirados en el suelo. Empiezo a buscar, con angustia, que sea alguien conocido. Dios que no esté Berwin, ni los chicos. Mi hija no podría perdonarse, se tiraría a la espalda otra culpa. En el medio del patio hay más cuerpos, además de parrillas y la comida regada por el pasto. Los atacaron en un compa
KaramatEste morboso plan me tiene expectante. Estoy al frente de la jaula de hierro que bloquea los poderes de los seres sobrenaturales y a mi lado el vampiro, Walas. Tengo la mirada puesta en el cuerpo tirado en la arena de Alinor, mientras froto con mi dedo índice y pulgar mi barbilla. La primera parte va en marcha, ha fluido sin contratiempos. La hija de mis enemigos, ha cooperado. Es una chica soberbia y quiero ver como su espíritu se pierde. Es sencillo convertirse en vampiro, te muerden y drenan casi toda tu sangre. Luego te matan y cuando despiertas tienes sed de sangre. Depende de la persona, puede levantarse en cinco minutos, otras en horas y luego están las que se tardan semanas. Sin embargo, llevamos solo media hora y esta chica está dando señales con su cuerpo. En dos ocasiones ha brincado su cuerpo y parece que no la está pasando muy bien. Ha soltado gemidos, puede ser que tiene tantas especies y eso le está dando conflicto. Se ha puesto en pie, sus ojos azulados se dila
Los licántropos del bosque Wentwood son bien amables, nos dieron la bienvenida y nos ubicaron en unos bohíos. Es reducida la manada, una familia a lo mucho de veinte y no tienen niños. Sin embargo, al ver a los de nuestra manada se alegraron. Ellos son libres y escaparon de su gente por no querer aceptar las reglas absurdas de los alfas. Todavía no entienden que un alfa no es solo gruñir y exigir. Necesitamos más empatía, ser un líder implica mucho más, debes conseguir que te sigan por respeto, no por miedo. El líder en este grupo es Andras, es un joven de unos veinte y tanto, es respetuoso. Estoy mirando los árboles, sentado en una roca. Las mujeres al vernos se han puesto a cocinar, muchas de ellas perdieron a un ser querido, pero eso no les quita que sigan adelante y ayuden a los demás. Algunos tenían heridas y fueron atendidos por Linette, la esposa de Elton. En este reducido grupo también tienen una enfermera que le ha dado la mano a Linette y nadie está herido de emergencia. Uno
Al pisar el pub soy recibido con las miradas curiosas y con cada paso se acercan a saludarme. Las chicas se arriman y escojo a dos para la fachada. La que mueve mi roca por corazón no está presente. Solo uso la atracción para moverme como pez en el agua. Una se guinda de mi hombro y la otra agarra mi cintura. Las ganas de apartarlas son enormes, pero debo seguir el espectáculo. Todo sea por encajar con la vida de los vampiros, debes ser un Don Juan y lo de arrogante me sale natural. Pueden preguntarle al lobo Berwin y le dará más detalles sobre ese dato. He venido esta noche porque necesito buscar información sobre lo que sucede con la semidiosa multicuerpos. Ha pasado una semana desde que Calais nos informó de la bestia. No sabemos de Alinor, andan en la manada estresados, específicamente el lobo. Además, estoy ansioso, la mujer que amo sufre y no quiere mi ayuda. Sé que no soy un Dios y estoy muy lejos de serlo. Sin embargo, tengo la solución para sus males. Entiendo su punto y sobr