Furia, eso es lo que sienten Alastahir y Freya por las dos mujeres que se creen con derecho sobre ellos, su hogar y sus cosas. Ambos se sienten como unos rehenes en su propia casa y ya la situación no se tolera.Freya insiste en buscar una solución que no arrastre a Alastahir y no la hay, pero aun así se mantiene firme en que deberían tener al enemigo cerca hasta que todo acabe, él por supuesto no está de acuerdo y eso trae fuertes discusiones. Ella trata de protegerlo a él y él trata de protegerla a ella.―¿Te das cuenta de que estamos amargándonos y discutiendo por culpa de esas brujas descaradas? ―La miró a los ojos furioso. ―¿Desde cuándo dejaste de confiar en mí? ―Freya lo miró con dolor por su pregunta.―Siempre he confiado en ti, únicamente que no apoyo tu decisión de manchar tu reputación por protegerme a mí.―¿Entonces que debo hacer? ―Preguntó en un grito. ―¡Esas despiadadas mujeres soltaron abejas en la habitación de nuestros hijos, ¿Qué hubiera pasado si Dianela no hubiese
Faitth fue llevada con sus primos y los adultos se encerraron en la sala de cine, todos nerviosos por lo que saldría en la TV. No entienden por qué Alastahir está emocionado y hasta sonriendo, pero sí saben a la perfección que el hombre ya les destruyó la vida a esas mujeres desde mucho antes y ellas todavía no tienen conocimiento de lo que les espera.―Bienvenidas. ―La conductora les sonrió. ―Por favor, siéntanse cómodas. ―Gabrielle como siempre se sentó junto a su hija y le tomó las manos en un acto de apoyo maternal. ―¿Cómo están? ―Preguntó la mujer mirándolas con compasión.―Tristes, dolidas y utilizadas. ―Sollozó Flora. ―Lo único que deseábamos era tener más contacto con mi hermana y lo sé. ―Se limpió las lágrimas. ―Nosotras estábamos recibiendo ayuda de ella y su esposo, pero realmente pagaríamos todo.―¿Es verdad que el primer día en llegar, el señor Archibald le dio helado a la niña, aun sabiendo que era intolerante a la lactosa a niveles que podía incluso morir? ―Flora se ech
Tensión, es lo que siente Alastahir por las llamadas diarias de su madre y las constantes amenazas con respecto a estar con una mujer que le robó y después se marchó llevándose a sus hijos lejos de él.Para él no es nada nuevo ni asombroso que su madre sepa todo lo que ha pasado en los últimos años, si él tiene muchísimo poder, su madre igual y ella sí es de temer.Las cosas con su mujer e hijos van de maravillas, Alastahir no se deja intimidar por su madre y poco caso les hace a sus exigencias fuera de lugar, él es feliz ahora y lo único que le interesa es su familia y protegerla sin importar que suceda con él.Freya ha pasado por un mal momento desde que su hermana y madre fueron metidas a la cárcel, se ha dado cuenta de que siempre depende de los demás para superar las cosas y sentirse débil le hace daño, pero como siempre, sus hijos y su esposo la animan.―Te he dicho que quiero trabajar, ¿Por qué siempre te pones de malhumor cuando hablamos al respecto? ―Alastahir con su gesto os
Freya con el corazón enloquecido obedeció al hombre, no tiene buenas experiencias en los antros y por su cabeza estaba pasando un millón de posibles escenas que podrían ser el resultado de ese ataque. ¿Acaso abusarán de ella? ¿Ese hombre le robará y después la asesinará? ¿Acaso tendrá ella la posibilidad de ver nuevamente a sus hijos y a su esposo? Las lágrimas no se contuvieron y saltaron de sus ojos en abundancia.El temblor de su cuerpo le dificultaba dar los pasos, pero el objeto duro contra su espalda no le permitía detenerse ni en broma. ¿Qué es lo que estaba pensando? Esa pregunta ronda por su cabeza sin parar, como un bucle.―Por favor… no me haga daño. ―La voz no fue más que un susurro, ni siquiera estaba segura de que algo podría escucharse, pero ver el auto negro y con un hombre abriendo la puerta, la llenó de valor. ―Haré lo que usted quiera, pero no me haga daño. ―Intentó detenerse, pero el hombre la empujó con el arma.―No te detengas. ―Gruñó poniéndole los vellos de pun
No hay madre, no hay llamadas, hay éxito en la empresa, sus hijos son felices y aunque su mujer ya lleva un mes trabajando, para Alastahir la vida no puede ser mejor. Todo lo que desea lo tiene y la felicidad no falta en su vida.Como todos los viernes, se dirige junto a su mujer al colegio de sus hijos, no faltan las travesuras de esos dos y las visitas al colegio. Freya suele regañarlos, pero Alastahir se los permite todo.―¡Espuma! ―Chilló furiosa mirando a sus hijos a los ojos. ―¿Cómo fueron capaces de llenar el laboratorio de espuma? ¡Tienen siete años! ―Se llevó la mano a la frente y sus ojos verdes intensos fulminaron a sus hijos, quienes permanecen junto a su padre. ―¿Cómo es que saben hacer espuma con químicos? ―Las ganas de llorar realmente le estaban ganando, en su familia si bien no son brutos, tener dos genios es más de lo que puede manejar.―Lo leímos. ―Contestó Khalil. ―Además, el profesor dijo los procedimientos. ―Se encogió de hombros. ―No debió decir que no podríamos
―Quizás puedas fingir frente a esa mujer que no me respetas. ―Alastahir se detuvo y se tensó por completo. ―Pero yo no voy a permitir que mi propio hijo me haga un desplante por una ladrona buena para nada. ―Freya abrió los ojos con asombro. ―No hagas las cosas más difíciles para ambos, hijo, sabes que no me gustan los juegos de poder, siempre los gano sin excepción. ―Alastahir alzó el mentón.―Eres la única que ves esto como un juego, madre, debemos volver a trabajar. ―Ladeó la sonrisa. ―Y como llegaste insultando a mi mujer, creo que no será necesario que te la presente y a Zoe, no la quiero en mi casa, contigo no tengo opción, pero ella no pinta nada aquí. ―La mujer bajó la mirada con vergüenza.―Veamos quién dará las reglas después. ―Freya miró a ambas y después se dejó hacer por su marido, está totalmente plasma, ¿Qué se supone que está pasando? Se preguntó deteniéndose frente al edificio en el que trabaja.―Quiero que me expliques qué está pasando. ―Lo miró a los ojos con seried
Una total pesadilla es tener a Gala Archibald y a su secuaz cerca, para Freya es una frustración muy grande ver como la abuela de sus hijos la contradice, le quita autoridad y mima a sus hijos de una manera para nada sana.Quizás si se metiera con ella más allá de sus hijos y llamarle ladrona, zorra y buena para nada, fuera mejor que ser ignorada y tratada como una más del servicio. La mujer pasa totalmente de ella y se limita a dedicarle algunas palabras cuando Alastahir la defiende.¿Qué tanto mal hizo ella en su otra vida como para que su suegra la deteste tanto y haga lo imposible para meterle a una mujer entre los ojos a su esposo? No lo sabe, pero quizás ofendió a los dioses y ahora está pagando su karma.Dianela no se ha salvado de la crueldad de la mujer, cada vez que los gemelos se dirigen a ella como yaya o abuela, Gala deja bien en claro que no es más que una sirvienta y no se merece tal nombramiento de sus nietos.Alastahir está siendo lo más fuerte posible por su familia,
Alastahir por vez primera se congeló de tal manera que no fue capaz ni siquiera de abrir la boca y hacer el intento de soltar un balbuceo. ¿Cómo puede su propia madre hacerle algo como eso?―Yo muero y vivo por esta empresa. ―La miró consternado. ―Desde mis dieciocho años me he hecho cargo y sin importar nada la he llevado a la cumbre de su éxito. ―Gala alzó el mentón. ―¿Crees tú que otra persona puede ser tan buena como yo? ―Gala lo tenía claro, nadie es mejor que su hijo, pero para ganar hay que perder.―Clyde es muy bueno. ―Le sonrió. ―Yo solo quiero que recapacites, ¡Que te des cuenta de una buena vez que esa mujer no es para ti! ―Alastahir apretó los puños, realmente estaba incrédulo con la situación.―¿Qué no es para mí? ―Endureció más el gesto. ―¡Esa mujer me amó cuando yo no era nada! ―Gritó sin importarle que frente a él está su madre y no otro estúpid0. ―¡Esa mujer ni siquiera sabia el rol que yo tenía en esta vida y aun así me amó! ―Río como un desquiciado. ―Pero si crees q