Las semanas pasan y Flora junto a su madre han tomado más confianza, se creen amas y señoras de la mansión Archibald, pero disimulan lo suficiente como para que Freya no se harte de ellas y termine echándolas.Freya se siente muy tensa desde que las tiene en casa, ninguna de las dos ha querido iniciar a trabajar y solamente quieren estar en casa con la excusa de que ayudándola a cuidar a los niños hacen más. Freya trata de lidiar con las cosas y no perder el control, pues no hacen nada para ayudar a las sirvientas.Alastahir por su parte trata de apoyar a su mujer, aunque verdaderamente tener a su suegra y a su cuñada en casa no es nada fácil, esas mujeres son desordenadas y no les importa con su personal de limpieza. Son exigentes y descaradas, pero no quiere incomodar a su mujer y por eso decide callarse la boca.La enemistad de los niños está escalando a otro nivel, nadie en la casa comprende como es que Connor y Khalil de ser protectores cambiaron su comportamiento de manera radic
Alastahir lo miró con severidad, ¿Por qué coñ0 le ha informado eso frente a su mujer? Gordon tensó la mandíbula por la mirada de su jefe, ha metido la pata hasta el fondo.―¿A quién encontraron? ―Quiso saber Freya. ―¿Cielo? ―Alastahir suspiró profundamente y tras darle un beso en los labios, se enderezó.―La fuente de la noticia. ―Mintió. ―Trata de descansar, la doctora ha dicho que te puedes ir hoy mismo a casa, pero debes quedarte un par de horas más. ―A Freya no le agradó la idea.―¿Qué hora es? Los niños…―Tranquila. ―Le sonrió a la fuerza. ―Nuestros hijos están bien y no pisarán la mansión si nosotros no estamos ahí. ―Freya se sintió aliviada.―No tardes, por favor. ―Alastahir asintió y salió de la habitación.―¿Eres estúpid0? ―Gruñó furioso. ―¿Cómo fuiste capaz de decir semejante estupidez frente a mi mujer? ―Gordon bajó la mirada, no lo pensó en el momento.―Lo lamento, señor. ―Se disculpó sin darle la mirada. ―Creí que seguía dormida. ―Se excusó en defensa.―¿Dónde lo tienen?
Furia, eso es lo que sienten Alastahir y Freya por las dos mujeres que se creen con derecho sobre ellos, su hogar y sus cosas. Ambos se sienten como unos rehenes en su propia casa y ya la situación no se tolera.Freya insiste en buscar una solución que no arrastre a Alastahir y no la hay, pero aun así se mantiene firme en que deberían tener al enemigo cerca hasta que todo acabe, él por supuesto no está de acuerdo y eso trae fuertes discusiones. Ella trata de protegerlo a él y él trata de protegerla a ella.―¿Te das cuenta de que estamos amargándonos y discutiendo por culpa de esas brujas descaradas? ―La miró a los ojos furioso. ―¿Desde cuándo dejaste de confiar en mí? ―Freya lo miró con dolor por su pregunta.―Siempre he confiado en ti, únicamente que no apoyo tu decisión de manchar tu reputación por protegerme a mí.―¿Entonces que debo hacer? ―Preguntó en un grito. ―¡Esas despiadadas mujeres soltaron abejas en la habitación de nuestros hijos, ¿Qué hubiera pasado si Dianela no hubiese
Faitth fue llevada con sus primos y los adultos se encerraron en la sala de cine, todos nerviosos por lo que saldría en la TV. No entienden por qué Alastahir está emocionado y hasta sonriendo, pero sí saben a la perfección que el hombre ya les destruyó la vida a esas mujeres desde mucho antes y ellas todavía no tienen conocimiento de lo que les espera.―Bienvenidas. ―La conductora les sonrió. ―Por favor, siéntanse cómodas. ―Gabrielle como siempre se sentó junto a su hija y le tomó las manos en un acto de apoyo maternal. ―¿Cómo están? ―Preguntó la mujer mirándolas con compasión.―Tristes, dolidas y utilizadas. ―Sollozó Flora. ―Lo único que deseábamos era tener más contacto con mi hermana y lo sé. ―Se limpió las lágrimas. ―Nosotras estábamos recibiendo ayuda de ella y su esposo, pero realmente pagaríamos todo.―¿Es verdad que el primer día en llegar, el señor Archibald le dio helado a la niña, aun sabiendo que era intolerante a la lactosa a niveles que podía incluso morir? ―Flora se ech
Tensión, es lo que siente Alastahir por las llamadas diarias de su madre y las constantes amenazas con respecto a estar con una mujer que le robó y después se marchó llevándose a sus hijos lejos de él.Para él no es nada nuevo ni asombroso que su madre sepa todo lo que ha pasado en los últimos años, si él tiene muchísimo poder, su madre igual y ella sí es de temer.Las cosas con su mujer e hijos van de maravillas, Alastahir no se deja intimidar por su madre y poco caso les hace a sus exigencias fuera de lugar, él es feliz ahora y lo único que le interesa es su familia y protegerla sin importar que suceda con él.Freya ha pasado por un mal momento desde que su hermana y madre fueron metidas a la cárcel, se ha dado cuenta de que siempre depende de los demás para superar las cosas y sentirse débil le hace daño, pero como siempre, sus hijos y su esposo la animan.―Te he dicho que quiero trabajar, ¿Por qué siempre te pones de malhumor cuando hablamos al respecto? ―Alastahir con su gesto os
Freya con el corazón enloquecido obedeció al hombre, no tiene buenas experiencias en los antros y por su cabeza estaba pasando un millón de posibles escenas que podrían ser el resultado de ese ataque. ¿Acaso abusarán de ella? ¿Ese hombre le robará y después la asesinará? ¿Acaso tendrá ella la posibilidad de ver nuevamente a sus hijos y a su esposo? Las lágrimas no se contuvieron y saltaron de sus ojos en abundancia.El temblor de su cuerpo le dificultaba dar los pasos, pero el objeto duro contra su espalda no le permitía detenerse ni en broma. ¿Qué es lo que estaba pensando? Esa pregunta ronda por su cabeza sin parar, como un bucle.―Por favor… no me haga daño. ―La voz no fue más que un susurro, ni siquiera estaba segura de que algo podría escucharse, pero ver el auto negro y con un hombre abriendo la puerta, la llenó de valor. ―Haré lo que usted quiera, pero no me haga daño. ―Intentó detenerse, pero el hombre la empujó con el arma.―No te detengas. ―Gruñó poniéndole los vellos de pun
No hay madre, no hay llamadas, hay éxito en la empresa, sus hijos son felices y aunque su mujer ya lleva un mes trabajando, para Alastahir la vida no puede ser mejor. Todo lo que desea lo tiene y la felicidad no falta en su vida.Como todos los viernes, se dirige junto a su mujer al colegio de sus hijos, no faltan las travesuras de esos dos y las visitas al colegio. Freya suele regañarlos, pero Alastahir se los permite todo.―¡Espuma! ―Chilló furiosa mirando a sus hijos a los ojos. ―¿Cómo fueron capaces de llenar el laboratorio de espuma? ¡Tienen siete años! ―Se llevó la mano a la frente y sus ojos verdes intensos fulminaron a sus hijos, quienes permanecen junto a su padre. ―¿Cómo es que saben hacer espuma con químicos? ―Las ganas de llorar realmente le estaban ganando, en su familia si bien no son brutos, tener dos genios es más de lo que puede manejar.―Lo leímos. ―Contestó Khalil. ―Además, el profesor dijo los procedimientos. ―Se encogió de hombros. ―No debió decir que no podríamos
―Quizás puedas fingir frente a esa mujer que no me respetas. ―Alastahir se detuvo y se tensó por completo. ―Pero yo no voy a permitir que mi propio hijo me haga un desplante por una ladrona buena para nada. ―Freya abrió los ojos con asombro. ―No hagas las cosas más difíciles para ambos, hijo, sabes que no me gustan los juegos de poder, siempre los gano sin excepción. ―Alastahir alzó el mentón.―Eres la única que ves esto como un juego, madre, debemos volver a trabajar. ―Ladeó la sonrisa. ―Y como llegaste insultando a mi mujer, creo que no será necesario que te la presente y a Zoe, no la quiero en mi casa, contigo no tengo opción, pero ella no pinta nada aquí. ―La mujer bajó la mirada con vergüenza.―Veamos quién dará las reglas después. ―Freya miró a ambas y después se dejó hacer por su marido, está totalmente plasma, ¿Qué se supone que está pasando? Se preguntó deteniéndose frente al edificio en el que trabaja.―Quiero que me expliques qué está pasando. ―Lo miró a los ojos con seried