DaphneEl cambio de James me tiene totalmente sorprendida. No sé si tiene que ver con mi reciente secuestro; aunque sería tonto pensar que no es así; pero ha estado mucho más atento conmigo, y menos odioso. Incluso sugirió cocinar conmigo.Ahora mismo está sentado frente a mí en la mesa mientras él bebe café y yo un jugo de naranja.—Estuve pensando que podríamos ir a visitar tiendas de bebé, ya sabes para ir comprando su ropa —dice después de darle el último sorbo a su taza.—¿No te parece que es muy pronto? Todavía no sabemos ni su sexo.—Eso no importa, podemos comprar colores neutrales hasta saberlo con certeza.Me inclino en la mesa sin ocultar la sonrisa de mi rostro. Me encanta la idea de que él esté entusiasmándose más con este embarazo.—¿Lo dices de verdad?—Por supuesto, después de todo, “recuerdo” es importante nosotros. —Me regala una gran sonrisa, pero yo lo miro confundida.—¿“Recuerdo”?—Es raro decirle feto o embrión, no me gustan esos términos. Y pues, es el primer r
James¿Cuántas coincidencias más van a seguir surgiendo entre Daphne y yo? Todavía no puedo creer que tengamos el mismo día de cumpleaños.En años anteriores, desde que estoy con Gabriela, celebramos los cumpleaños todos los años en el mismo restaurante de lujo, pero esta vez, ella no estará. De hecho, no creo ni siquiera que se acuerde de ello. Hace varios días que no hablamos, no me llama, ni mucho menos me ha escrito, aunque sea para preguntarme por nieve.Cada vez estoy más convencido de que mi relación con Gabriela pende de un hilo. En cambio, con Daphne todo es tan diferente. Fui un tonto al pensar que ella podría engañarme, realmente es una buena persona, que por circunstancias de la vida se vio implicada en todo esto.La veo terminarse su enorme helado, en realidad pensé que no lo lograría. Algo me dice que la veré vomitando eso más adelante, pero ahora mismo, me encanta verla disfrutar de un delicioso antojo.Le he prometido que celebraríamos nuestros cumpleaños juntos el dom
DaphneHa pasado una semana y ya es domingo. Jamás había esperado con tantas ansias el día de mi cumpleaños como hoy. James había prometido llevarme a un lugar especial, sin embargo, desde aquella salida donde le conseguimos la ropa a “recuerdo” y al bebé de Bonnie, no habíamos vuelto a vernos demasiado.Él se la pasa metido en el trabajo y llega muy tarde por la noche, en las mañanas sale bien temprano, así que casi no lo he visto. Imagino que tiene demasiadas cosas que atender en la oficina, y por eso casi no hemos cruzado palabra desde entonces.Todos los días a la hora de visita correspondiente voy a ver a Bonnie y su hermosa niña, que con cada día que pasa crece más y más. El doctor le ha dado un buen pronóstico, parece que Sky va a recuperarse y llegar a las semanas que le faltaban para haber nacido, sin embargo, va a tener que quedarse en el hospital hasta que pueda respirar por sí sola y todos sus órganos se hayan desarrollado.Por otro lado, la policía ha ido un par de veces
JamesVoy en mi auto sin mirar atrás. No soy capaz de mirar la cara de decepción de Daphne una vez más. Esta ha sido la decisión más difícil que he tenido que tomar en mi vida. Sé que fui un completo cobarde al no atreverme a decirle la verdad sino hasta el último minuto; fue una jugada baja de mi parte, pero ¿qué más podía hacer?—No lo sé, James, tal vez ser sincero por una vez en tu vida y no herir a Daphne —me contesto a mí mismo en voz alta.Ella ha sido muy buena conmigo, y sé que me quiere, no soy tan tonto como para no notarlo, sin embargo, Gabriela todavía ocupa un lugar demasiado grande y especial en mi corazón. No puedo simplemente dejarla plantada cuando ha hecho todo ese esfuerzo por tratar de venir a celebrar el cumpleaños conmigo.No creo que hoy sea el día adecuado para confesarle toda la verdad, prefiero disfrutar las pocas horas que tendré en compañía de ella y ya luego le iré diciendo de a poco todo lo que sucedió. Al menos intentaré sortear el terreno mencionando p
GabrielaUna lágrima corre por mi mejilla al ver el mensaje de James. Sé que le estoy rompiendo el corazón por milésima vez, pero no podía decirle la verdad. Si supiera que en realidad me he lesionado cayendo por las escaleras, seguramente vendría a mi rescate como el caballero que es.Yo puedo resolver mis problemas sola, no necesito que esté aquí, y mucho menos que vea con lástima.—¡Gabriela! ¿Ya estás lista? —pregunta mi compañera del ballet.—Sí, ya voy —digo disimulando el dolor de mi tobillo.No quiero que nadie se entere de que estoy lastimada. Fui tan estúpida como para salir corriendo a escondidas, se supone que nadie sabe que me iba a ir. Ahora no tengo idea de cómo se supone que voy a bailar.A decir verdad, me entusiasmaba la idea de ver a James. La última vez no nos despedimos en las mejores circunstancias. Sabía que él me pediría matrimonio, pero yo no quiero estar atada a él de por vida por un contrato. Mucho menos bajo la iglesia.Mi vida es el baile. No quiero hijos,
DaphneNo voy a dejar que lo que me hizo James arruine mi cumpleaños. Llamo a Noah y le digo que después de todo, aceptaré su propuesta para salir. Él se pone muy contento de que haya reconsiderado su oferta y me dice que pasará por mí, pero yo lo sorprendo esperándolo fuera de la iglesia.—¡Wow! ¿Y este carro? ¡Hasta chofer tienes! —exclama sorprendido cuando baja hasta la puerta.—Es solo un préstamo —explico—, vamos sube.—¿Te lo dio tu esposo?—Sí —respondo a secas—, ha sido muy amable.—Creí que pasaría el día contigo y por eso me habías dicho que no —comenta como si nada.—No hablemos de eso ahora, ¿te parece?—Oh, está bien —acepta con una gran sonrisa.—Frank, por favor, llévanos al museo —le digo al hombre. Este asiente y pone en marcha el carro.—Como ordene señorita Daphne.Noah abre los ojos con sorpresa.—¿Estás seguro de que podremos entrar a la exhibición? —indago mientras miro hacia la ventana. El paisaje va pasando frente a mis ojos como una gran mancha gris.—Por sup
JamesVer a Daphne de pie frente al restaurante me cambió enseguida el ánimo. Al principio creí que se trataba de mi imaginación, pero cuando noté su mirada de pánico por descubrirla husmeando en lo que seguramente cree que es mi cita, supe que no me la estaba imaginando. Le hago una seña para que entre; al principio lo duda, pero luego avanza hasta la entrada del restaurante.Mientras camina hacia mi mesa mi corazón late acelerado. Se incluso más hermosa que en la tarde. Está sola, eso significa que el tal Noah la abandonó; me pregunto si Frank también la habrá dejado sin protección. Tendré que hablar seriamente con él al respecto.—Lo siento, no deseaba interrumpirte —dice cuando llega frente a mí.—No me has interrumpido para nada, por favor toma asiento —invito.—¿Qué hay de tu novia? ¿No se ofenderá por verme aquí contigo cuando salga del baño?Me echo a reír por su suposición, ¿eso es lo que la tiene así? Pareciera que fuese a cometer un robo en cualquier momento, mirando a todo
Daphne La noche de mi cumpleaños terminó siendo una de las mejores de toda mi vida. Sé que soy una tonta sin remedio, perdonando las actitudes de James una y otra vez. Cada vez que él me hace algo que me hace sufrir, luego termina recompensándome con otras acciones mucho mayores. Mi memoria es corta (o selectiva), porque rápidamente vuelvo a ilusionarme cuando se comporta de tan buena manera conmigo. Esa noche terminé por reconocer que estoy muy, muy enamorada de él. Si olvido todas las cosas malas que hemos pasado, James es como un príncipe hecho realidad para mí. Han pasado dos días desde el domingo y él ha retornado a esa actitud dulce y hasta un poco obsesiva a mi lado. Se preocupa por mí, me lleva el desayuno a la cama, incluso ha estado volviendo más temprano del trabajo solo para pasar tiempo conmigo.Esta noche nos encontramos en la sala frente al gran televisor de ochenta pulgadas que está empotrado en la pared. James preparó pop corn dulce y salado para la ocasión.—¿Qué