(Hace cuatro años.)Jacob.No pude desobedecer su orden y eso me partió el alma. Quería gritar que la amaba y que sabía que había hecho algo imperdonable, pero aun así quería que me diera la oportunidad de redimirme. Pasaría los siguientes años suplicando su perdón, diciéndole todos los días que era preciosa y que yo era estúpido.Adoraría el suelo por donde pisara y sería la mejor versión de mí mismo a la espera de una oportunidad...Madison me arrebató eso. En un segundo vi sus hermosos ojos oscurecerse de dolor y mi alma lloró junto a la suya; maldije mi nombre cuando sentí la profundidad de sus sentimientos por el vínculo.Me derrumbé en el suelo mientras las lágrimas salían de mis ojos y me negué a apartar la mirada de que la que estaba seguro que era la última vez que veía a mi pareja.Ni una sola vez miró hacia atrás. Ni una sola vez sentí el arrepentimiento en ella... Y eso me mató.Ni siquiera me importaban las miradas de desaprobación de cientos de ojos ni los murmullos casi
Dalila.-¿Crees que se quede así para siempre?- Susurró Charlie inclinándose a mi oído mientras mirábamos divertidos el espectáculo de Carl limpiando y desinfectando con alguna cosa extraña los asientos del avión en el que se iban a sentar sus hijos.-Tal vez. Ya sabíamos que nuestro Elfo doméstico es muy exigente con las normas sanitarias. - Dije encogiéndome de hombros y luego sonreí con una brillante idea- ¿Cuánto dura el vuelo?-Uh... unas tres horas más o menos. ¿Por qué? - Preguntó curioso.-Bueno, ¿Crees que aterrice el avión él mismo si le quitamos sus productos de limpieza y accidentalmente los arrojamos por el inodoro?-Eres perversa. De seguro le dará un ataque. - Dijo Charlie con una alegre carcajada.-Menos mal que soy doctora y lo de menos es resucitarlo...-¿A quién vamos a resucitar?- Preguntó Adam curioso sentándose en el asiento vacío a mi lado. - Estoy seguro de que sería ilegal hasta que nos den nuestros títulos oficialmente.-¡Vive un poco, Adibu! - Dijo Charlie c
-Kell me contactó la semana siguiente a la que nos fuimos y pidió que instalara un chip localizador en tu teléfono y tenemos que turnarnos para darle reportes diarios sobre ti: Tus planes, deseos...-Tengo que informarle si acaso llegas a cruzar miradas con otro hombre...- Dijo Charlie incómodo.-¡¿Qué?!*Es... lindo en una forma acosadora y espeluznante.-¡¿Y cómo mierda los amenazó para que siguieran sus órdenes?! ¡¿Cuándo pasó todo esto?!- Pregunté furiosa.-Uh... -Dijo Evan pero Helsen se adelantó y vino a sentarse cerca. Menos mal que casi no había pasajeros en este vuelo.-¿Recuerdas que fui en busca de lobos cercanos?-Dijo Helsen serio, yo asentí con la cabeza. - Bueno pues resulta que sí había lobos solo que amablemente fuimos a despacharlos. Kell ordenó que Reino Unido fuera evacuado o si no los cazaría y tendría sus entrañas como desayuno. Kell en los últimos años ha ganado cierta... reputación. Así que prácticamente recorrí todo el país amenazando lobos por dos años para qu
Jacob.-Si Alfa, efectivamente todos pertenecieron a mi manada y su salida fue voluntaria- Dije al teléfono. - Le agradecería mucho que los recibiera a pesar de ser exiliados.-De acuerdo. Solo quería comprobar lo que decían. Llegaron esta mañana y están siendo retenidos en la sala de visitas. - Dijo el Alfa de Trueno. Por mi vida que no podía recordar su nombre. Cuatro años sin estar en mi piel humana hacía cosas divertidas en mi cerebro y en el correcto funcionamiento de mis músculos.Esta mañana caí al piso luego de salir de la cama. Mis miembros no me respondían. El chucho durante todo ese tiempo no se rio de mí, el maldito estaba ocupado tirado de panza moviéndose de un lado a otro en mi cerebro como si estuviera en el mismísimo cielo. Supongo que recibió un buen mensaje tarde por la noche cuando se adueñó de mi celular.Colgué el teléfono cuando le aseguré que iría a una entrevista personal pronto.*De acuerdo, chucho. ¿Por qué estás tan feliz?*A ti no te hablo, humano desgraci
Dalila.-Pueden pasar a hablar con el Alfa. - Dijo una loba con aspecto de secretaria- Síganme, por favor.Nos levantamos de los cómodos sillones en los que nos hicieron sentarnos y seguimos a la loba. Atravesamos algunos pasillos con lobos yendo y viniendo.-Wow... están más organizados de lo que estábamos nosotros. -Dijo Carl con un silbido de apreciación. - ¡Baja de ahí Carson!Tres alegres risas se escondieron detrás de mí y yo los miré seria pero divertida por dentro.-Cachorros, estamos por entrar a hablar con el Alfa. Por favor, necesito su mejor comportamiento.-Si tía Dal. - Dijeron los tres y se aferraron a mis piernas haciendo difícil que caminara.Pasamos a una enorme oficina y ya había dispuesto sillas para todos nosotros.- Pasen, por favor. Mi nombre es Samuel, ¿Qué puedo hacer por ustedes? - Dijo un lobo con un traje ejecutivo.-Buenas tardes, Alfa Samuel. Estamos aquí para solicitar permiso para hablar con el encargado de su biblioteca y solicitar que nos deje echar
Llegó la comida y la devoramos en agradable silencio. Luego el Alfa llamó a reunión a toda su manada y nos guió a una enorme sala de conferencias. Parecía más un anfiteatro. Estaba impresionada.-¡Silencio, manada!- Gritó Samuel y todos los murmullos se apagaron. -Tenemos invitados. -Dijo señalándonos con un gesto de la mano. - Ahora, Dylan...- Dylan levantó la mano. - Va a pasar por todas las filas y tocará la cabeza de algunos de ustedes. Los que sean elegidos, por favor suban aquí conmigo.Dylan bajó del escenario y comenzó a pasear entre las filas deteniéndose casi cada 10 pasos a tocar a algunas mujeres y un montón de hombres. Miré hacia el Alfa que parecía tranquilo por fuera pero sus ojos decían una cosa distinta.Cuando Dylan terminó y al menos 50 lobos estuvieron en el escenario yo me dirigí al Alfa.-¿Tiene unos segundos, alfa?-Sígueme. - Me dijo en tono bajo y luego se dirigió a su manada. - Volveré en un minuto ¡No se muevan!Salimos del anfiteatro y del alcance del oído.
Bella.Había pasado los dos últimos días en ayunas rezando a la Madre por un poco más de tiempo con mi abuela. Era mi único pariente vivo y sin ella estaría sola y perdida.Nosotras veníamos de una larga línea de tejedoras cuya única misión en la vida era conservar en nuestra memoria la historia de la creación de nuestra especie y las profecías que nos confió nuestra Madre. Una de ellas decía que cuando una mujer de mi familia fuera forzada a usar la corona dorada, nuestra misión habría terminado y mi línea de sangre sería bendecida gracias a nuestro fiel servicio. Una loba vendría y sería nuestra Alfa; aquella con el poder suficiente como para volver a encaminar a nuestra raza. Con su guía y poder, nuestra raza volvería a prosperar más grande y fuerte de lo que nunca fue. Mi deber y el de toda mi línea era hablarle sobre el origen y su poder.En algún punto de mi línea una de mis parientes decidió que era mucho trabajo aprender de memoria las enseñanzas de Madre así que conforme su m
Jacob.*¿Ya llegamos?*No.Por fin pude viajar a la manada Trueno. Mis asuntos me tomaron más tiempo del que pensaba y tanto Kell como yo terminamos exasperados y mandamos el papeleo a la mierda. Damián, bendito sea su sentido del deber, solo se encogió de hombros y se encargó de todo.Han pasado años y aún no hay noticias de Jeremiah. Tenía a su mate y sus hijos casi cada semana en mi puerta pidiéndome que lo encuentre; según, padre aún puede sentirlo, así que no está muerto. Solo algo así como perdido en acción.*¿Ya llegamos?*No.Kell había estado insoportable todo el camino. Tuvo que aceptar a regañadientes que los cinturones de seguridad de los aviones (Aunque sean de nuestro avión privado) no están hechos para sujetar lobos por lo que me dejó a cargo.*¿Ya llegamos?*¡Que no, chucho!*Uy, ¿Quién orinó en tu árbol, humanito?*Aún queda una hora de vuelo y agradecería que te callaras. Estoy haciendo planes.*Oh, suena divertido. Dime pues, ¿Cuál es tu brillante plan para que mi h