Bella.Había pasado los dos últimos días en ayunas rezando a la Madre por un poco más de tiempo con mi abuela. Era mi único pariente vivo y sin ella estaría sola y perdida.Nosotras veníamos de una larga línea de tejedoras cuya única misión en la vida era conservar en nuestra memoria la historia de la creación de nuestra especie y las profecías que nos confió nuestra Madre. Una de ellas decía que cuando una mujer de mi familia fuera forzada a usar la corona dorada, nuestra misión habría terminado y mi línea de sangre sería bendecida gracias a nuestro fiel servicio. Una loba vendría y sería nuestra Alfa; aquella con el poder suficiente como para volver a encaminar a nuestra raza. Con su guía y poder, nuestra raza volvería a prosperar más grande y fuerte de lo que nunca fue. Mi deber y el de toda mi línea era hablarle sobre el origen y su poder.En algún punto de mi línea una de mis parientes decidió que era mucho trabajo aprender de memoria las enseñanzas de Madre así que conforme su m
Jacob.*¿Ya llegamos?*No.Por fin pude viajar a la manada Trueno. Mis asuntos me tomaron más tiempo del que pensaba y tanto Kell como yo terminamos exasperados y mandamos el papeleo a la mierda. Damián, bendito sea su sentido del deber, solo se encogió de hombros y se encargó de todo.Han pasado años y aún no hay noticias de Jeremiah. Tenía a su mate y sus hijos casi cada semana en mi puerta pidiéndome que lo encuentre; según, padre aún puede sentirlo, así que no está muerto. Solo algo así como perdido en acción.*¿Ya llegamos?*No.Kell había estado insoportable todo el camino. Tuvo que aceptar a regañadientes que los cinturones de seguridad de los aviones (Aunque sean de nuestro avión privado) no están hechos para sujetar lobos por lo que me dejó a cargo.*¿Ya llegamos?*¡Que no, chucho!*Uy, ¿Quién orinó en tu árbol, humanito?*Aún queda una hora de vuelo y agradecería que te callaras. Estoy haciendo planes.*Oh, suena divertido. Dime pues, ¿Cuál es tu brillante plan para que mi h
Dalila.-Bueno, supongo que la raza estaba destinada a morir entonces. - Dije encogiéndome de hombros.Habían pasado tres semanas desde que habíamos salido de Trueno con el Alfa pisando nuestros talones. Gracias a que Kell me había hecho caso, ahora nos encontrábamos en una linda villita propiedad de Carl. Yo me he dedicado religiosamente a obtener el bronceado perfecto mientras las felices parejas se toman muy en serio lo de repoblar la tierra. Charlie, Adam, los cachorros y yo disfrutamos de la piscina, los mayordomos y los masajistas.-Sé seria por un minuto. Si lo que dice Bella es cierto, entonces de alguna manera estás cambiando el destino. - Dijo Adam pensativo.- ¡Qué se joda el destino! - Dijo Charlie arrojando pedazos de queso a los cachorros que meneaban la cola encantados de ser tratados como perros. - Mi amor Dalila merece más que ese intento de hombre.En los últimos minutos habíamos estado debatiendo sobre las crípticas palabras de Bella. Ella llegó a nosotros casi como
Jacob.Me había quedado una semana en la manada Trueno bajo el pretexto de agilizar el proceso de anexión al imperio. Al principio el Alfa quiso pelear conmigo e incluso hizo que peleara con su mejor guerrero: Un chico bien entrenado y con la marca de mi pareja.Una vez que los sometí a ambos, al Alfa no le quedó más remedio que someterse a la nueva administración. Yo no sé por qué lloraba, si lo único que iba a cambiar en su vida era que ahora me tenía que reportar sus problemas y yo iría a resolverlos. Como sea, chilló todo el camino hasta que Kell se cansó de sus estupideces y se transformó en su forma de lobo humanoide. Todo fue tranquilo desde entonces.¿La verdadera razón por la que nos quedamos? Por si mi pareja regresaba a esta manada. No teníamos ni una puta idea de dónde estaba, ya que su celular había estado apagado y sus amigos ya no nos reportaban su ubicación. Ninguno se había dignado a responder su maldito celular en una semana. ¿Qué mierda?Entonces, justo cuando comen
Dalila.En algún momento comencé a suplicarle al idiota. ¿Como sucedió? Bueno, supongo que es algo parecido al trabajo de parto: Un segundo estas feliz y radiante y luego llega el mundo de dolor y te transformas en una persona completamente diferente. El dolor nos hace diferentes.Nadie me dijo que el celo dolía como patada de mula. Y, la chica que se supone tiene que explicarme estas cosas, se encerró con mi amigo para comenzar el dulce ciclo de la vida. ¿No se supone que su trabajo es estar disponible para guiarme y aclarar mis dudas? ¡Qué gran chiste! Ahora me encuentro jadeando por el toque del maldito que se suponía debía amarme.Comenzó a besar mi rodilla y no pude más que gemir.-No juegues más conmigo, por favor...- Dije desesperada.- Me duele...-Tranquila preciosa, no podemos apresurarnos en nuestra primera vez. - Dijo dándome una sonrisa descarada. Maldito bastardo.-Si no vas a darme lo que quiero... entonces lárgate. - Dije ya harta de sus tonterías.-¡Que mal carácter! -
Jacob.-¡Hora de levantarse y brillar, florecitas! - Dijo una voz lejana.Yo gruñí un poco y me acomodé para seguir durmiendo. Un pequeño gemido femenino a mi lado trajo mi mente de vuelta al presente: Estaba en la cama con mi pareja. ¡Si!Con una sonrisa, acurruqué mi cabeza aún más profundo en sus impresionantes pechos.-Hablo en serio, señor Jacob. Deben levantarse e hidratarse. No es saludable seguir dormidos sin hidratarse adecuadamente después de la maratón salvaje de ayer…-¿Por qué sigue hablando? Dormida…- Dijo Dalila con un murmullo.Como todo un caballero, estiré mi mano y encontré una almohada; la lancé en dirección a la molesta voz para callarla.-Muy gracioso. - Dijo la voz malhumoradamente. - Dalila, por Dios, al menos podrías levantarte y comer algo. Les traje un poco de fruta, tostadas y jugo de naranja…Un fuerte gruñido del estómago de mi mate interrumpió su discurso. Yo abrí los ojos a regañadientes y miré quién mierda nos molestaba en nuestro nido de amor: El mald
Dalila.La espalda del bastardo era tan atractiva… y eso me hacía enojar. Seguí arrojándole cosas hasta que salió de la habitación; tal vez era idea mía, pero claramente lo vi saltando al salir y por el vínculo solo podía sentir su enorme felicidad. Idiota.Me quedé sin cosas que arrojar y me senté en la cama llevándome las manos a la cabeza y cerrando con fuerza los ojos. A pesar de que intenté no darle importancia a nuestra noche… noche de celo, no podía evitar pensar en ello obsesivamente. Despertar y encontrarlo acurrucado en mi pecho se sintió bien, aunque estaría muerta antes de admitirlo. ¿Quién diría que la intimidad podía ser así? No estoy segura de qué habría hecho si Jacob hubiera mencionado el tema con detalles.Solté un suspiro y abrí los ojos.*¿Qué opinas tú de todo esto?Esperé por unos segundos y luego me tensé al notar, o más bien no notar a mi loba en mi cabeza. Comencé a entrar en pánico mientras la llamaba a gritos; no se encontraba por ningún lado. Rápidamente me
Dalila.Cuando salí de mi estupor, me concentré en la escena. Pude reconocer a algunos de nuestros guardias y seguí la línea de la lucha. Por lo que recordaba, atacaron por nuestra frontera más débil y comenzaron a llevarse a las lobas.Como ninguno de los lobos me prestó atención, supuse que no podían verme y aproveché para investigar entre las pequeñas batallas.Un lobo gris y blanco llamó mi atención. Este era mi Alfa, West; no había encontrado a su compañera y no tenía descendencia o algún otro Alfa que pudiera ocupar el puesto. Ahora que lo pensaba, quizá fue por eso que fueron primero por nuestra manada. Se encontraba herido pero seguía luchando a lado de sus guardias moribundos.-¡No se acercarán a mi familia!- Dijo una voz a mi espalda y yo volteé al reconocer a quién pertenecía.Lágrimas corrían por mi mejilla mientras corría hacia mi padre. Pude ver como lanzaba un gruñido salvaje y se transformaba en su hermoso lobo marrón antes de unirse a la lucha. Mis rodillas cedieron y