Jacob.Me había quedado una semana en la manada Trueno bajo el pretexto de agilizar el proceso de anexión al imperio. Al principio el Alfa quiso pelear conmigo e incluso hizo que peleara con su mejor guerrero: Un chico bien entrenado y con la marca de mi pareja.Una vez que los sometí a ambos, al Alfa no le quedó más remedio que someterse a la nueva administración. Yo no sé por qué lloraba, si lo único que iba a cambiar en su vida era que ahora me tenía que reportar sus problemas y yo iría a resolverlos. Como sea, chilló todo el camino hasta que Kell se cansó de sus estupideces y se transformó en su forma de lobo humanoide. Todo fue tranquilo desde entonces.¿La verdadera razón por la que nos quedamos? Por si mi pareja regresaba a esta manada. No teníamos ni una puta idea de dónde estaba, ya que su celular había estado apagado y sus amigos ya no nos reportaban su ubicación. Ninguno se había dignado a responder su maldito celular en una semana. ¿Qué mierda?Entonces, justo cuando comen
Dalila.En algún momento comencé a suplicarle al idiota. ¿Como sucedió? Bueno, supongo que es algo parecido al trabajo de parto: Un segundo estas feliz y radiante y luego llega el mundo de dolor y te transformas en una persona completamente diferente. El dolor nos hace diferentes.Nadie me dijo que el celo dolía como patada de mula. Y, la chica que se supone tiene que explicarme estas cosas, se encerró con mi amigo para comenzar el dulce ciclo de la vida. ¿No se supone que su trabajo es estar disponible para guiarme y aclarar mis dudas? ¡Qué gran chiste! Ahora me encuentro jadeando por el toque del maldito que se suponía debía amarme.Comenzó a besar mi rodilla y no pude más que gemir.-No juegues más conmigo, por favor...- Dije desesperada.- Me duele...-Tranquila preciosa, no podemos apresurarnos en nuestra primera vez. - Dijo dándome una sonrisa descarada. Maldito bastardo.-Si no vas a darme lo que quiero... entonces lárgate. - Dije ya harta de sus tonterías.-¡Que mal carácter! -
Jacob.-¡Hora de levantarse y brillar, florecitas! - Dijo una voz lejana.Yo gruñí un poco y me acomodé para seguir durmiendo. Un pequeño gemido femenino a mi lado trajo mi mente de vuelta al presente: Estaba en la cama con mi pareja. ¡Si!Con una sonrisa, acurruqué mi cabeza aún más profundo en sus impresionantes pechos.-Hablo en serio, señor Jacob. Deben levantarse e hidratarse. No es saludable seguir dormidos sin hidratarse adecuadamente después de la maratón salvaje de ayer…-¿Por qué sigue hablando? Dormida…- Dijo Dalila con un murmullo.Como todo un caballero, estiré mi mano y encontré una almohada; la lancé en dirección a la molesta voz para callarla.-Muy gracioso. - Dijo la voz malhumoradamente. - Dalila, por Dios, al menos podrías levantarte y comer algo. Les traje un poco de fruta, tostadas y jugo de naranja…Un fuerte gruñido del estómago de mi mate interrumpió su discurso. Yo abrí los ojos a regañadientes y miré quién mierda nos molestaba en nuestro nido de amor: El mald
Dalila.La espalda del bastardo era tan atractiva… y eso me hacía enojar. Seguí arrojándole cosas hasta que salió de la habitación; tal vez era idea mía, pero claramente lo vi saltando al salir y por el vínculo solo podía sentir su enorme felicidad. Idiota.Me quedé sin cosas que arrojar y me senté en la cama llevándome las manos a la cabeza y cerrando con fuerza los ojos. A pesar de que intenté no darle importancia a nuestra noche… noche de celo, no podía evitar pensar en ello obsesivamente. Despertar y encontrarlo acurrucado en mi pecho se sintió bien, aunque estaría muerta antes de admitirlo. ¿Quién diría que la intimidad podía ser así? No estoy segura de qué habría hecho si Jacob hubiera mencionado el tema con detalles.Solté un suspiro y abrí los ojos.*¿Qué opinas tú de todo esto?Esperé por unos segundos y luego me tensé al notar, o más bien no notar a mi loba en mi cabeza. Comencé a entrar en pánico mientras la llamaba a gritos; no se encontraba por ningún lado. Rápidamente me
Dalila.Cuando salí de mi estupor, me concentré en la escena. Pude reconocer a algunos de nuestros guardias y seguí la línea de la lucha. Por lo que recordaba, atacaron por nuestra frontera más débil y comenzaron a llevarse a las lobas.Como ninguno de los lobos me prestó atención, supuse que no podían verme y aproveché para investigar entre las pequeñas batallas.Un lobo gris y blanco llamó mi atención. Este era mi Alfa, West; no había encontrado a su compañera y no tenía descendencia o algún otro Alfa que pudiera ocupar el puesto. Ahora que lo pensaba, quizá fue por eso que fueron primero por nuestra manada. Se encontraba herido pero seguía luchando a lado de sus guardias moribundos.-¡No se acercarán a mi familia!- Dijo una voz a mi espalda y yo volteé al reconocer a quién pertenecía.Lágrimas corrían por mi mejilla mientras corría hacia mi padre. Pude ver como lanzaba un gruñido salvaje y se transformaba en su hermoso lobo marrón antes de unirse a la lucha. Mis rodillas cedieron y
Jacob.-Levanta la cabeza, hijo mío. - Dijo Madre y yo automáticamente hice lo que me pidió. - Te he traído aquí porque tu compañera ya se encuentra en mis dominios…-¡¿Qué?! - Dije en pánico. Ella no podía estar muerta, no cuando dejamos tantas cosas por decir y hacer. - Por favor madre, llévame a mí también, no quiero una vida sin ella. - Dije suplicando.Ella me miró por un largo tiempo antes de sacudir su cabeza. Mi corazón se partió y me desplomé en el piso lleno de dolor.-No me refería a eso, Jacob, hijo de Gabe Luna. - Dijo Madre divertida. - Levántate y escúchame. Tengo poco tiempo y necesito darte algunas instrucciones antes de reunirnos con Dalila.Yo lo miré con lágrimas corriendo libremente por mi cara y confundido.-Significa… ¿Puedo estar con ella? - Pregunté esperanzado mientras limpiaba mi cara con mi brazo y relajándome un poco.-Me refería a que no está muerta. - Dijo con un suspiro cansado.- Y antes de que me preguntes, nos encontramos en el velo. Lugar de espera y
Dylan. Nos apresuramos detrás de Jacob; ese lobo corría como el demonio cuando quería. Nos dejó fácilmente atrás. -¿Qué manada es la más cercana?- Preguntó Carl frunciendo el ceño. -Lazos de Sangre. - Dijo Evan con preocupación.- ¿Debemos de contactarlos y pedir un curandero? -Es una posibilidad. - Dijo Clara acomodando mejor a sus pequeños monos. Al oír que Dalila estaba mal, todos saltaron a la espalda de su madre. -No sabemos la gravedad de la situación, cachorros. Primero veamos qué sucede. - Dijo el abuelo Helsen siendo la voz de la razón, como siempre. Yo troné mi cuello. Desde esta mañana me sentía extraño; suponía que era por la maratónica semana de sexo salvaje que había tenido con mi preciosa Amelia. La miré por dos segundos y vi todo mi mundo correr a mi lado con la mirada decidida. Si, Dalila se había ganado un lugar en cada uno de nuestros corazones. Llegamos justo a tiempo a la habitación de Dalila para ver a Jacob desplomarse en cuanto tocó a nuestra amiga. Todos
Kell.Mi pareja era la más hermosa de las lobas aún es su forma espiritual. Yo dejé que mi precioso ángel, el humano idiota y el otro humano que no me interesaba recordar su nombre, siguieran discutiendo cosas que tampoco me interesaban. Lo único importante para mí en este momento era conocer a la otra mitad de mi hermoso amor.-Eres más hermosa de lo que imaginaba. - Dije con sinceridad en su pelaje mientras seguía restregándose en mi pecho.-Adulador. - Dijo con una risita y luego se puso seria alejándose un poco de mí. Yo la miré confundido. - Tenemos que hablar.-Por supuesto que si, cariño ¿Cómo te llamas? - Dije inclinando mi cabeza.-Diana.-Magnífico, como tú. - Dije asintiendo con mi cabeza.- ¿Te apetece dar una vuelta conmigo? Hablaremos de todo lo que quieras hasta que tu bello corazón esté tranquilo. - Dije notándola tensa.Me dio un asentimiento y luego se dio la vuelta. Yo la seguí como el lobo enamorado que era mientras a nuestras espaldas los humanos y mi tierno corazó