-Hay una clara diferencia entre llamar mi atención jalándome el cabello a los cinco años y tratar de matarme a sus... ¿Qué? ¿Veinticinco?-Veintiseis. - Dijo Evan.-Bueno, es solo mi opinión, pero podría asegurar que solo es estúpido porque no sabe expresar sus sentimientos. - Dijo Charlie encogiéndose de hombros.-Yo tampoco sé expresarlos y no me ves caminando hacia él para arrancarle los ojos de gigoló. - Dije a la ligera.Bailamos más canciones y nos despedimos de las parejitas de nuestros amigos. Evan y Charlie prometieron quedarse conmigo hasta que me quisiera ir. Yo estaba bien con eso porque actuaban como un muro natural entre los otros lobos solteros y yo. Ya me encontraba incómoda al saber que varios lobos le habían pedido permiso a Paps Gabe para cortejarme y no estaba lista para enfrentar a mis pretendientes todavía. Estúpido Grayson, ahora tenía que rechazar a mis "citas".*¿Por qué? Puede que alguno merezca nuestro tiempo.Yo ignoré a mi loba. No estaba en condiciones de
-En realidad, no me siento muy bien... Jacob me cargó hasta el baño y yo me incliné hacia el lavabo. Dejé correr el agua fría cuando comencé a sentir que mi cuerpo se sobrecalentaba. M****a, no volvería a beber; seguramente éste era mi castigo por ese último vaso... que, ahora que recordaba, sabía diferente... Una nueva ola de mareo me redujo a una bola temblorosa en el cuarto de baño. Luces de colores nadaban en mi campo de visión y en la esquina vi un hermoso vals entre dos ranas enamoradas. Que bonito. -¿Dalila? -¡Shh! No interrumpas, estoy segura de que la rana le pedirá que se casen. Míralos bailar, son una pareja hermosa... -De... de acuerdo. Vamos, el doctor te verá en unos momentos. -¿Podemos quedarnos hasta que se besen? Nunca he visto cómo se besan las ranas. -Lo siento cariño, necesito que el doctor te revise...-Yo comencé a gimotear por la injusticia- ... pero podemos regresar para la boda. -Oh... está bien. Me gustan las bodas. - Dije sin poner resistencia cuando
Dalila. A la m****a los recuerdos, culparía al alcohol. Bajé los escalones y me encontré con una pequeña reja que impedía el paso a este piso. Intenté desbloquearla y para mi suerte estaba abierta. Con una sonrisa la atravesé y luego la azoté porque podía. Era mi "Jódete Jacob" alto y claro. Mientras continuaba mi recorrido por la casa de la manada en mi búsqueda implacable por la salida, recordé poco a poco la noche anterior. No podía creer que el bastardo me dejara pintar su ventana. Me encogí de hombros, se lo tenía merecido y no me iba a disculpar por ello. El resto de la noche y las partes sexys preferí dejarlas a un lado por el momento; no quería analizar mis sentimientos. *¿Estamos en negación? *Estamos en shock. Le dije muy segura a mi loba mientras ella se partía de risa. *¿Cómo puedes encontrar divertida la situación? *Uh, bueno... es reír o llorar sobre nuestra suerte cada que nos emborrachamos y a mí me gusta ver el vaso medio lleno. Yo suspiré. Menos mal que mil
Dalila. (Actualmente)Jacob corría por el bosque con Charlie corriendo tras nosotros. Ignoraba si iríamos a la casa de la manada por armas o si llegaríamos directo a la acción. Menos mal que lo que sea que había hecho Jacob estaba curando mi pierna, ya casi no me dolía. Ese último exiliado me había mordido hasta el hueso, maldito.-Oye chico amante. - Dijo Charlie resoplando. - ¿Por qué no me cargas también? El débil humano soy yo. - Dijo entre jadeos.-Porque ella es una princesa, tú solo eres una damisela en apuros. - Dijo escaneando los alrededores. - Estamos cerca, mantente alerta y cuídate de los colmillos.-No son los colmillos lo que me preocupa. Ustedes son muy fuertes, aún me duele la cabeza. ¿Estás seguro de que te seré útil si llego vomitando mis entrañas?- Dijo esquivando algunas raíces.-Pobre Charlie, ven aquí. - Dije palmeando mi regazo. - Estoy segura de que el idiota puede llevarnos a los dos. - Dije pestañeando inocentemente en dirección a la mirada molesta de Jacob
Dalila.-Resiste paps, estoy aquí. - Dije agachándome a lado de mi madre. - Solo será un segundo.Tomé una de sus manos y la mordí una y otra vez. Luego mordí mi propia mano y dejé que mi sangre goteara sobre su pecho.Por lo que podía ver, alguien había intentado llegar a su corazón. Dejé mi mente en blanco y me concentré en sangrar sobre él.-¡No me vas a dejar! ¡¿Oíste?! ¡Me niego a que me dejes sola con un cachorro! - Le gritaba mi madre. - ¡Vandalizaré tu maldita tumba si lo haces!Cuando dejó de sangrar y su color se fue recuperando, analicé el cuerpo desnudo de mi madre. Tenía una herida profunda en la cadera, varias mordidas en los brazos y la parte interna de uno de sus muslos estaba tan desgarrada que podía ver el hueso. Mierda, ¿Cómo es que podía gritarle a paps en esas condiciones?Tomé una de sus manos y la mordí unas cuantas veces. Luego repetí el proceso de morder mi mano y dejar caer sobre su muslo un poco de mi sangre. Me quedé ahí hasta que la herida fue una mancha f
Dalila.Desperté con la sensación de ser observada; los recuerdos de las últimas horas me hicieron ponerme enseguida en guardia aun con mis ojos cerrados.-Amor... ¿No quisieras terminar de despertar y probar esto? -Dijo Charlie cerca de mí.Abrí un ojo relajándome al oír su voz. Pollo y verduras se encontraban apilados en un plato.-¿Eso es para mí?- Pregunté estirándome.-Pues claro, ¿Ves a alguien más que haya dormido casi un día entero? - Dijo Charlie sentándose en la cama y acercando el plato. - ¿Cómo te sientes?-Cansada. ¿De qué me perdí? - Dije aceptando el plato.-Algunas cosas sin importancia. - Dijo y comenzó a contar con los dedos. - Fuimos a buscar al tipo... ¿Cómo se llamaba?... ¡Ah, si! Xavier, el padre de nuestro amigo Carl, y tuvimos que sacarlo de debajo de algunos cuerpos. Ahora se encuentra en una mazmorra. Luego fuimos a revisar todo el territorio en busca de lobos agonizantes y lobos rezagados; cuando peinamos dos veces la manada comenzamos a apilar cuerpos.-Em
Siete minutos después iba de la mano del idiota abriéndonos camino hacia el pequeño escenario que sería el lugar del juicio. La manada se inclinaba ante Jacob y me daban sonrisas y palmadas mientras pasábamos. Era extraño, ni siquiera quise detenerme a corregir a algunos lobos que se dirigían a mi como "Luna". -¡Lobos! Hoy estamos aquí reunidos para el juicio contra los traidores de la manada. Aquellos lobos y lobas que creíamos conocer pero vendieron a su familia, amigos y conocidos solo por motivos egoístas. -Dijo paps Gabe solemne y atrayendo la atención de todos. - Esta pequeña de aquí es Dalila, mi hija es ya conocida por todos ustedes debido a lo especial que es. Los lobeznos me saludaban agitando sus manitas entre el público y yo hice contacto visual con cada uno y los saludé de vuelta. Adorables bebés. En todo este tiempo Jacob no había soltado mi mano y yo no tenía intención de alejarlo; se sentía bien. Sobre la tarima ya se encontraban mis amigos; como miembros del Consej
-Retrocede y repíteme de nuevo la parte en donde estamos tú, yo y la hijastra de Armando. - Dije con repentina agitación.-¿Qué?... ¡Oh! No me digas que no lo sabes. - Dijo y comenzó a reír histéricamente. Jacob se adelantó y le dijo que se callara.-No estoy hablando contigo, Jacob. Estoy interrogando a la traidora, así que quítate de mi camino. - Dije cuando intentó detenerme.-Dalila, escucha yo...-CÁLLATE. - dije con todo el comando Alfa que pude reunir.-¿Esa pequeña pieza de información te la dijo directamente Jacob? O ¿Cómo fue que la conseguiste?- Dije y pude sentir cómo mis amigos formaban una barrera entre los intentos de Jacob para atraer mi atención y yo. Cosa que agradecí pero no perdí tiempo para decírselos verbalmente.Tenía un horrible presentimiento sobre todo esto y esperaba desde el fondo de mi corazón estar equivocada. Mi loba estaba igual de inquieta.-Hasta hace unos días tenía micrófonos escondidos en las oficinas de los Alfas y Betas. - Dijo apretando los dien