Jacob.No sé cómo este chucho consiguió ser invitado a esa fiesta. Debo reconocer de vez en cuando su astucia.Caminamos con los jóvenes casi miembros del consejo y nuestra mate. Kell no dejaba de mover la cola como un perro faldero.Repugnante.* Cállate humano, yo conseguí que nuestra mate quisiera estar conmigo. ¿Qué conseguiste tú? Un uniforme ridículo y la confirmación de que eres idiota.No pude debatir la parte del uniforme ridículo.Llegamos a la entrada del joven Fabio custodiada por dos adolescentes con señales de acné. Al ver a Kell rápidamente le dieron paso a mis acompañantes y mientras éstos pasaron uno de los chicos me cerró el paso.- Lo... lo siento Alfa Jacob, su padre lo manda a llamar y dice que lo necesita urgente en la casa de la manada.¿Mi padre me busca? Me pregunto para qué...Kell gruñó y se puso en posición de ataque.- Por favor, Alfa Kell, yo solo soy el mensajero. - Dijo el chico mostrándonos su cuello en señal de sumisión mientras temblaba incontrolablem
Dalila.La alarma de mi despertador estaba taladrando mi cabeza. Estiré mi mano para apagarla pero solo encontré aire. Abrí un solo ojo para medio buscar dónde estaba ese despertador y me congelé.Esta definitivamente no era mi habitación. Eché un vistazo hacia abajo y ésta definitivamente no era mi ropa tampoco.¡¿Qué demonios pasó anoche?!Mientras mi yo resacoso intentaba recordar cómo terminé aquí, un suave gemido me sacó de mis pensamientos. Un lobo gris y enorme dormía a mi lado. Kell.Oh bueno, nada demasiado malo debió de haber pasado, ya que Kell estaba aquí.*Define "malo".Pegué un salto que casi hizo que me saliera de la cama. Busqué con la mirada por todo el cuarto para encontrar la voz que había dicho eso.*Uh, dudo que encuentres nada a no ser que te veas en un espejo. ¿Quieres que comparta con la clase o lo puedes descifrar tú sola?¿Espejo? ¿Descifrar...?Traté de tranquilizarme y pensar. Primero que nada tenía que centrarme en las cosas que sabía y que comenzaba a re
Dalila.Después del desayuno los chicos me acompañaron a la casa de la manada para recoger a Anita. No estaba preocupada con volverme a encontrar con Jacob, para mí ese idiota estaba muerto.Mi madre, el cielo bendiga su corazón, ya había comprado una jaula, aserrín y los trastes para su comida y agua.- Cachorra, ¿Que sucede? Tienes los ojos rojos y estoy segura de que no es por resaca. - Dijo mi madre viéndome con preocupación.- Es el polvo de Cheetos, señora S. Puede ser que nos hayamos quedado dormidos dentro de una piscina llena de comida. - Dijo Carl pasando su brazo musculoso por mis hombros.Mi madre se río y negó con la cabeza divertida.- ¿Qué planes tienen para hoy, chicos? - Preguntó mi madre.- Hoy pasaremos la mañana en la biblioteca y luego tenemos que ir a la oficina. Ya sabe, estudiar para ser miembros del consejo y todo eso. - Dijo Clara encogiéndose de hombros.Ahora que ya estaba más tranquila pude notar que Clara estaba un poco apagada.*Recuérdame que le pregun
Dalila.Mi madre se mostró tan perpleja como yo cuando le conté las novedades.- Vaya, y yo pensando que te estabas divirtiendo, conociendo a los chicos de tu edad. – Dijo negando con la cabeza sorprendida. - Sabes que lo que decidas hacer con tu vida, yo te voy a apoyar siempre. Ahora mismo no quiero tener enfrente a Jacob, creo que fui muy suave al únicamente ponerle una playera ridícula con collar a juego. Que, por cierto, no lo he visto volver a usar; pareciera que se le olvida llevar su digo, pareciera que se le olvida llevar su castigo como hombre.Mi madre siguió despotricando un rato más en contra del idiota. Mientras tanto, Marta rellenaba nuestras bebidas como si no hubiera un mañana. Yo no me quejaría nunca de este buen servicio.Cinco estrellas de cinco estrellas.Salimos y recorrimos algunas tiendas. Me enamoré de un bolso morado bastante lindo, cuando intentamos pagar, la dueña del local nos aseguró que el alfa ya se había hecho cargo.-Paps Gabe es un amor. – Dije con u
Jacob.Me fui de la casa del chico del cumpleaños. No recordaba su nombre ni me importaba.Kell se mantuvo milagrosamente callado mientras recorría las calles furioso.La biblioteca se encontraba a corta distancia y aproveché mi horrible humor para analizar la situación.Mi mate nos marcó en la madrugada como pareja y unas horas después se encontraba coqueteando con los jóvenes lobos del consejo. Si bueno, mi hermanastra podía quedarse con cualquiera, o todos, y a mí me puede chupar el trasero. Iba a averiguar cómo quitarme del cuello esto antes de un mes.El encargado de la biblioteca al verme desnudó el cuello y me dejó pasar. Bien.Helsen se encontraba en su oficina cuando azoté la puerta al abrirla. Le saqué el alma al pobre pero que se joda, necesitaba respuestas.- Helsen, tengo preguntas y tú me darás respuestas. Debo advertirte que no estoy de humor así que sé claro y dame una respuesta directa. - Helsen solo abrió los ojos sorprendido y asintió con la cabeza. - ¿Cómo me puedo
Jacob.El domingo desperté con mucha energía, incluso comencé a hacer un bailecito al dirigirme a la ducha.El día prometía ser brillante, ya que mi beta había resuelto que fuéramos ese mismo día a la reunión con el Alfa de la manada del sur.La manada Garras de Sangre era conocida por su próspero imperio de tecnología en el mundo humano; de hecho, casi toda nuestra seguridad en ese aspecto venía de nuestros tratos con esta manada.El Alfa Armando era un lobo tranquilo próximo a retirarse para dejar al mando a su hijo pequeño, Adán. Es con él con quien nos veríamos a las doce del día en una zona neutral conocida como La llanura.La llanura era una reserva natural en la que se permitían campistas humanos; nosotros teníamos nuestras propias cabañas para estas reuniones. La idea era que después de hablar de negocios nos quedaríamos para asar carne a la parrilla y beber cerveza. Luego cada quien a su manada y todos felices.Normalmente teníamos una reunión cada mes, pero el mes pasado tuv
Dalila.¡Mierda! ¡Mierda! ¡Mierda!*¡Rápido! Consigue algo de madera y ponlo entre sus dientes.Madera... madera...Muse se desplomó encima de nosotras después de que la mordiera y dos segundos después comenzó a convulsionarse.Esta vez no me desmayé y eso fue una fortuna porque si no ¿Quién estaría tirando media casa para encontrar un maldito palo de madera?Por fortuna encontré en la cocina unos palitos chinos y corrí a colocarlo entre los dientes de Muse. Después de un minuto o dos se quedó totalmente quieta.Empecé a entrar en pánico, tal vez no haya sido una buena idea.*Hora de llamar a paps Gabe.*Si, él sabría qué hacer.Marqué a su celular pero no me contestó. Le marqué a mi madre... nada.*Jacob.*Nunca.Mi muy pequeña lista de contactos se hacía cada vez más pequeña. Hasta que se me ocurrió tocar en la puerta de al lado.Corrí hasta que me di cuenta de que no sabía cuál puerta de al lado. ¿Y si me equivocaba de puerta y al no conocerme me atacan? No había tiempo para presen
-¿Qué dijo tu padre?- Le pregunté a Charlie aun encima de él mientras nos transportaba a uno de los sillones.- Papá dijo que sería más barato ponerte un anillo en el dedo. - Dijo encogiéndose de hombros. - También te manda saludos y pregunta si irás a cenar con nosotros en año nuevo. Por supuesto, nuestra querida Susie también está invitada. - Luego echó un vistazo a la habitación. - Hola chicos. Soy Charlie. - Les dijo a mis amigos.-Dylan.-Clara.-Carl.-Evan.Mis amigos levantaron una mano presentándose.- Ahora por favor, cuéntame pequeña... ¿Qué sucede?Media hora después terminé de darle el resumen. Para ese entonces por fin supimos algo de Muse.- Señor Evan, la paciente se encuentra estable. Le tuvimos en terapia intensiva y después de algunas rondas de transfusión por fin paró la hemorragia. Le realizamos estudios pero no encontramos el origen de ésta. Se encuentra en la sala de recuperación y ya puede recibir visitas... cuando su mate lo autorice, por supuesto.-¡¿Qué?!-