Capítulo 38 ¡Su propio lugar de trabajo!Sebastián no quiso seguir escuchando a Lucy— ¡Voy a traerte la leche, y alguna otra cosa de comer!Al ver que Sebastián se retiraba Britania miro a Lucy con furia— ¡Lucy debes dejar de hablar así, haces que me sienta avergonzada!—No entiendo por qué, son un hombre y una mujer, ya tuvieron una noche experimentando, y la prueba evidente es mi sobrino, así que deja de hacerte la mojigata, solo quiero que guardes el reposo convenido con el médico—mientras hablaba Lucy fue hasta el sofá, movió a Britania, se acostó allí y puso la cabeza en las piernas de su amiga— ¡Lucy, no digas cosas que me avergüencen! ¡Realmente solo hablábamos!— ¿Sí? Eso no te lo crees ni tú misma ¿No viste su mirada hacia ti? ¡El sujeto te comía con la mirada!— ¡Deja de ser tan espontánea! ¡Hay personas que no se acostumbran a eso! ¡Deberías irte a dormir!—No, yo me levanté porque no te vi, ¿Recuerdas? ¡Nos acostamos juntas en la misma cama y cuando no te vi me preocupe!
Capítulo 39 ¿Mi hermanastra?Sebastián se sintió emocionado, si hubiese sospechado que con eso bastaba para recibir su abrazo lo habría puesto en práctica hace tiempo —Sí, indícales que necesitas o cómo quieres que lo decoren, ellos te ayudaran, no sé mucho de eso, pero tú y tu amiga pueden explicarlesDe pronto Britania se dio cuenta de lo que hacía, no podía evitarlo, se sintió emocionado, Ella sonrió, su sonrisa beatífica iluminó todo su rostro, se sentía tan agradecida por su obsequio, se quiso separar de él, pero ella sostuvo y no la dejo ir, así que ella siguió abrazada a Sebastián,— ¡Lo siento! ¡Es que no lo esperaba! ¡Nunca había tenido un lugar para trabajar! ¡Me enternece que hayas pensado en eso!Él inclinó la boca hacia su oreja, sus labios murmurándole. — ¡Solo quiero que te sientas cómoda! —Al bajar la cabeza, ella casi pudo apreciar el olor a whisky escocés en su aliento.—Deberías saber algo, por lo general hacer una escultura, incluso pintar no es algo tan… limpio y
Capítulo 40 ¡No somos hermanas!— ¿Qué quieres, Penélope? ¿A qué has venido?—Solo quería verte hermanita menor—la frase fue dicha mostrando una sonrisa fría y arrogante— ¡No somos hermanas! ¡Ni siquiera somos familia y te has encargado de decírmelo de todos los modos posibles, así que deja ya el teatro que haces aquí! ¡Tampoco nos llevamos bien! ¡Deberías marcharte!Penélope la ignoró por completo y continuó como si hablara para sí misma caminando y observando todo a su alrededor—La mayoría de las personas de dinero sabe que la ubicación de este apartamento es una de la más hermosa y elegante de la ciudad, son lugares inmensos con mucha vigilancia privada y con todas las comodidades internas —Penélope recorría el salón con los ojos admirados. Cada objeto allí era valioso. En su mente, ella solo pensaba ¿Cómo esta estúpida ha sido tan afortunada?—Estaba haciéndole un chequeo en los dominios de Sebastián Myers, sabes que hace tiempo quiero hablar con él, pero parece un rey, al que ha
Capítulo 41 ¿Qué hace este hombre aquí?Una sombra de rechazo, apenas perceptible, cruzó el rostro de Sebastián. Esta expresión no pasó desapercibida para Julieta, ya que estaba pendiente hasta de los más mínimos gestos de Sebastián. Ella de inmediato se sintió despreciada, aunque trato de no demostrarlo. La ansiedad se apoderó de ella.—Julieta, no puedes malinterpretarme —dijo Sebastián con voz seria, tratando de calmarla—, si he venido aquí es por solidaridad contigo, no quiero que te hagas falsas ideas.La expresión de Julieta se ensombreció aún más, reflejando una tristeza profunda. Sebastián se sintió incómodo ante su evidente dolor.—Lo siento si te he ofendido —se disculpó—, pero es la verdad. No quiero que te hagas ilusiones. De hecho, al venir hacia aquí, mi asistente me notificó que hoy se ha publicado una foto tuya y mía en el hospital, lo que ha generado un malentendido. Incluso se habla de que hemos reanudado nuestro compromiso.Sebastián hizo una pausa, buscando las pal
Prologo Britania Rossi, a su llegada a París, lo primero que hizo fue visitar los museos de arte, especialmente el antiguo palacio donde estaba el Louvre. Un año después de su llegada a esta ciudad, confiaba firmemente en que este era sin duda alguna el mejor lugar para pensar en su futuro tan incierto. La sala estaba repleta de personas, que iban de un lado para otro para contemplar las pinturas que llenaban las paredes. Cualquier persona que la observara pensaría que esa pintura que fijamente observaba llamó fuertemente su atención. No obstante, en este justo momento, ella no estaba viendo nada, absolutamente nada. Realmente ella solo reflexionaba sobre lo que su padrastro le había ordenado hacer dos días antes, según él, ya había transcurrido un tiempo suficiente, y ella debía regresar con urgencia y dejar de perder el tiempo. Ese hombre miserable y arrogante le tenía preparado un matrimonio de conveniencia que beneficiaria a las dos partes involucradas. En otras palabras, ella
Capítulo 1¡Estaba embarazada!. Dos meses después… Britania se casaba al día siguiente y en este justo momento acababa de descubrir que estaba embarazada y no precisamente de su prometido. Sabiendo el problema que se avecinaba tenía que contarlo todo de una buena vez y que rodaran cabezas, mejor dicho que rodara su propia cabeza. Miró la varita de plástico que sujetaba con dedos temblorosos. Era uno de esos paquetes que aseguraban ser totalmente eficaz. Y en este momento mostraba sin duda alguna que estaba embarazada, destellando un anuncio luminoso, así como en Las Vegas. ¡Estaba embarazada!. Sintió revuelto el estómago y se quedó sin aire. Las rodillas se le debilitaron, y tuvo que sentarse en el sanitario, Una risa nerviosa broto de su garganta y murmuro ¿Cómo pudo pasar esto? ¿Cómo pudo ser tan fértil? Solo fue una vez, una maravillosa, sensual, exquisita y espectacular única vez. Sus dudas y sus miedos la iban a volver loca, ¿qué podía hacer? … Ese mismo día ella en pleno al
Capítulo 2 Lo descubrirás dentro de tres meses Sebastián Myers acababa de llegar al sitio donde funcionaban sus oficinas, ya había perdido la cuenta de los desayunos, almuerzos o reuniones de negocios, que había compartido en su tiempo como Director Ejecutivo de la Corporación de Medios Audiovisuales Myers.No se concebía como un empresario implacable, más bien como un negociador, ese era su fuerte, conocía las fortalezas y las debilidades humanas, tenía años escuchando a su mamá hablando de lo mismo, desde que nació, y por ende se había convertido en un negociador nato, su especialidad eran los tratos, incluso su próximo matrimonio era eso, solo un trato de negocios, para complacer a su abuelo quien veía en este matrimonio una posibilidad para asegurar un heredero.Era un hombre de negocios y cuando daba su palabra, la mantenía, siempre, eso lo sabían sus adversarios. Su ética era reconocida por todos, y nadie dudaba de su palabra, era sin duda su mejor carta de presentación.Toda s
Capítulo 3 ¿Estás segura de que ese hijo es mío? Britania Rossi se bajó del taxi apresuradamente cuando llego al sitio donde había leído que se efectuaría el compromiso, tuvo que hacer ese gastó extra, aunque no podía gastar mucho dinero, no podía llegar a ese sitio tan lujoso en autobús. Se arregló el cabello, en su huida de la mansión de Antón había metido uno de los vestidos que había comprado con el dinero de él cuando él había querido aparentar ser una familia consolidada y asistieron a una fiesta Al meterlo en su maleta, pensó ¿Por qué no? ¡Nunca sé sabe, podría venderlo más adelante! Según sus investigaciones en internet, la mujer con la que Sebastián se comprometía era Julieta Salvat. De acuerdo a sus fotos era una rubia muy hermosa, procedía de una familia con muchos recursos económicos, dueño de empresas, en resumen, esta era la chica que le convenía a este ricachón. Sebastián se comprometía justamente el mismo día en que ella debía casarse. Antes solo conocía el nombre