Capítulo 3 ¿Estás segura de que ese hijo es mío?
Britania Rossi se bajó del taxi apresuradamente cuando llego al sitio donde había leído que se efectuaría el compromiso, tuvo que hacer ese gastó extra, aunque no podía gastar mucho dinero, no podía llegar a ese sitio tan lujoso en autobús.Se arregló el cabello, en su huida de la mansión de Antón había metido uno de los vestidos que había comprado con el dinero de él cuando él había querido aparentar ser una familia consolidada y asistieron a una fiesta Al meterlo en su maleta, pensó ¿Por qué no? ¡Nunca sé sabe, podría venderlo más adelante!Según sus investigaciones en internet, la mujer con la que Sebastián se comprometía era Julieta Salvat. De acuerdo a sus fotos era una rubia muy hermosa, procedía de una familia con muchos recursos económicos, dueño de empresas, en resumen, esta era la chica que le convenía a este ricachón.Sebastián se comprometía justamente el mismo día en que ella debía casarse. Antes solo conocía el nombre del padre de su hijo, Sebastián Myers. Le tomo mucho tiempo decidirse, pero tenía que hablar con él, sabía las complicaciones que le podía traer a Sebastián, pero las de ellas no eran menores y debía pensar en su hijo, y además consideraba su deber informarle de su existencia. Ella misma aún no se acostumbraba y el ¿Cómo reaccionaria cuando se lo dijera? ¡Sin duda sería una gran sorpresa para él!A pesar de conocer sobre su próximo matrimonio, él debía ayudarla económicamente, era lo justo para su hijo. Al fin y al cabo ella no lo hizo sola ¿Cierto? Según averiguo él tenía mucho dinero ¡Vaya que si tenía!«A quien quiero engañar, lo que quiero es verlo de nuevo, que me acaricie como esa única vez, sus manos recorriendo mi piel posesivamente, su aliento en mi cuello ¿Qué me pasa? ¿Por qué me siento tan nerviosa? ¡No he podido olvidarlo! ¡Eres una imbécil! El tipo te olvido, fuiste una de sus conquistas de una noche, estaba comprometido y ahora a punto de casarse. ¡Es un infiel!»Una preocupación vino a su mente, es posible hacer eso, podía interrumpir en la vida de ese hombre, así como así, pues claro que sí, no era justo que el fuera feliz y ella sufriera por los resultados de lo que paso entre ellos. Además, el muy infiel traidor ya estaba de novio con esa mujer en esa oportunidad y no pensó en nada al acostarse con ella.Contemplo la fachada del lugar, intento no sentirse impresionada por el ambiente lujoso y moderno y los invitados con prendas de diseñador que entraban y salían, le costaría entrar allí, pero estaba decidida, tenía que verlo, aunque tuviera que esperarlo en la puerta, haciéndole guardia.No obstante, no era estúpida, él debería de tener un estacionamiento privado, debía existir una forma de hablar con él.Sintiendo la mirada insistente de los guardaespaldas que custodiaban el lugar, vio que se acercaban dos de ellos— ¿desea algo, señorita?—pregunto uno de ellos, por su expresión, la consideraban una persona sospechosa—Quisiera ver al señor Sebastián Myers—vio la mirada de duda del personal— ¿Tiene invitación? —le preguntaron mal encarados haciendo que ella tragara grueso, se preguntó «¿Por qué pensó que sería tan fácil?»—Lo conozco y tengo una información importante que trasmitirle—entendía sus dudas, su vestimenta no era la más adecuada para un ambiente tan lujoso, aunque era elegante, no era tan apropiado para este evento.—Si me deja su nombre y otros datos personales, puedo preguntar—le siguió diciendo el hombre de negro—De verdad es rápido, quisiera verlo, soy… Soy la hija de Antón Lewis—su padrastro era un hombre reconocido en el país, no había nadie que no supiera quién es él.—Lo siento, señorita, sin invitación, no puede entrar—insistieron ellos, ya demostrando cierto fastidio y desconfianzaDe pronto escucho una voz que pensó que no podría escuchar de nuevo— ¿Britania?En la puerta del lugar del evento, a unos cuantos escalones que lo separaban de ella, tal como lo recordaba, apareció de nuevo Sebastián Myers, con una mirada de asombro que debió ser la misma que ella tenía en sus ojos.— ¿Britania? — repitió el incrédulo— ¿Sebastián?—intento ignorar el cosquilleo al verlo de nuevo, al recordar su boca y lo que podía hacer, al notar una tensión en sus partes bajas, sus mejillas se tiñeron de rojo.«Si es cierto, es guapísimo, pero está próximo a casarse y es un infiel, un traidor y ella ya no estaba en Paris ni vivía en un sueño donde encontró un príncipe azul».…Sebastián se sentía muy incómodo en su fiesta de compromiso, no soportaba a esa mujer, si bien era una de las más pasables de la lista que le entrego el abuelo.Era cierto que al principio deseo pararse en una calle cualquiera, tomar a la primera mujer que pasara y casarse de una buena vez, de esa manera castigaba a su abuelo y se lograba el propósito de su abuelo Jackson.No concebía esa propuesta de su abuelo, todo por lo que había trabajado, se perdería si no aceptaba casarse y aún peor que eso era tener un hijo con una mujer por la cual no sentía absolutamente nada.Salió al vestíbulo del salón de eventos a caminar y a respirar aire puro, al ver hacia la entrada algunos escalones más abajo, le pareció ver una figura conocida, a alguien que no pensó ver nunca más.— ¿Britania? ¿Qué haces aquí? —pensó que estaba bellísima, la última vez que la había visto su apariencia era muy normal, casi descuidada, hoy esta mujer se presentó aquí con un vestido de noche, aunque es cierto que no tenía una gota de maquillaje, no le hacía falta, sus mejillas estaban sonrosadas y sus labios tenía un color rosado natural que la hacían ver esplendorosaBritania reaccionó después de un rato que le pareció largo, totalmente congelada y respondió desde su lugar sin moverse ni un poco—Necesito hablar contigo, mejor dicho—rectifico— me urge hablar contigoSebastián sonrió, sin duda alguna esta era la joven atolondrada, que se quedaba hablando consigo misma con frecuencia que conoció en París, la misma con la que había tenido una noche apasionada, inolvidable.—Britania, lo siento, justo este día me estoy comprometiendo—le dio pesar darle esa noticia, en verdad le hubiera gustado reencontrarse con ella, pero ya había dado su palabra y se había comprometido con otra mujer—Lo sé y lamento estar aquí, no lo estaría si no fuese absolutamente necesario—trato de justificarse nuevamente sin moverse ninguno de los dos—Podríamos hablar mañana, entiéndelo, no me parece conveniente, estoy en mi fiesta de compromiso—Mañana no sé si tendría el mismo valor, resulta que —él hizo seña a los guardaespaldas que custodiaban el lugar de que se alejaran un poco—es que… estoy embarazada y es tu hijoDecir que Sebastián se quedó mudo ante la noticia, fue quedarse corto, jamás espero que en su fiesta de compromiso volvería a ver a Britania Rossi y le saliera con esa noticia.Claro no era la primera mujer que quería endosarle un hijo, pero con ella sabía que esa había sido su primera vez y es posible que sea cierto.— ¿Estás segura de que ese hijo es mío?—se arrepintió el mismo momento en que esas palabras salieron de su boca¿Eso era todo? ¿Esa era su reacción? Al escuchar sus palabras, ella se sintió tan humillada que era posible que rompiera a llorar allí mismo, aunque no podía esperar nada menos de él, el hombre era un infiel, traiciono a su novia, como podía esperar que reconociera su paternidad. Espero que se sintiera impactado, incluso enojado, pero no esa duda insultante. Ella le dirigió una sonrisa triste.—Hablamos mañana, entiéndelo, no es el momento, déjame tu número y te llamaré, dime donde te ubico, quizás más tarde te busco—lo vio nervioso y no es para menos, Sebastián Myers es desde todo punto de vista un infiel.— ¡Sebastián!—se escuchó que llamaron desde adentro y alguien se acercó a él, era su prometidaCapítulo 4 ¿Quieres que tu madre sufra más de lo que ha sufrido?A Sebastián no le extraño para nada que Julieta apareciera, desde que le había propuesto un matrimonio de conveniencia, esta mujer no se había separado de su lado.Él le habló claro, este era un matrimonio de conveniencia, acordaron que ella recibiría una cantidad escandalosa de dinero por actuar en su papel y posteriormente en algún momento se divorciarían, cada uno viviría a su manera, con la excepción de que mientras su abuelo estuviera vivo y delante de él actuarían como una pareja que se llevaba bien.—Julieta, permíteme un momento, enseguida estoy contigo—le hablo con firmeza, harto ya de su persecución tan frecuente— ¿Y ella quién es? —pregunto con rabia disimulada, Julieta no era nada tonta en cuanto llego, sintió algo en el ambiente, además era obvio la forma en que se miraron, y para colmo de males esta era una mujer muy bella.Julieta nunca esperó que Sebastián Myers la pidiera en matrimonio, ya que había suc
Capítulo 5 ¿Qué está pasando aquí? Britania estaba tan enfadada que quería gritar, tuvo que apretar los labios para no decir una barbaridad. — ¡No me mires así! —protestó el viejo cuando vio su mirada— Alexander es un hombre de negocios muy poderoso, y no perdona a quién se enfrenta a él o incumple un trato Britania sintió que por desgracia nuevamente estaba en una situación donde se sentía como si estuviera golpeando a un bebe o inocente o a un cachorrito y tenía que enfrentar de nuevo un sentimiento de culpabilidad. Ya le había pasado de niña, veía a su mamá trabajar día con día, llegar cansada de trabajar horas extras, tenía un buen sueldo, pero su papá se lo quitaba para jugarlo y perderlo siempre. Escuchaba sus promesas de cambiar, de que esta sería la última vez, a su madre llorar por las noches cuando no tenían que comer o como comprarle sus cosas y ella aprendió desde temprana edad a sentirse mal y culpable de toda la situación, incluso nunca exigió nada, a diferencia de
Capítulo 6 ¿Qué pretende usted?Sebastián Myers entro en el despacho siguiendo al ama de llaves. Al entrar su vista se dirigió directamente a Britania antes de saludar a Antón Lewis.Britania respiro hondo tratando de controlar sus estúpidas emociones, Al escuchar su nombre, su corazón comenzó a latir desbocado, los latidos de su corazón parecían caballos salvajes.Entendía que él estaba en su derecho de preguntarle si ese embarazo era de él, tampoco era que se conocieran tanto, pero por un brevísimo instante hubiese querido que todo fuera distinto. Tenía ilusión de que al mejor estilo de los cuentos de hadas que escucho desde niña, ella conocería a su príncipe y de allí en adelante, una vez derrotados, los villanos vivirían felices para siempre con su bebe.Ese día tan hermoso, en París, se produjo una atracción indetenible, al menos de parte de ella, pasaron todo el día juntos, almorzaron y cenaron, recorrieron juntos la ciudad, y él le contó que estaba en París para asistir a un ev
Capítulo 7 ¡Es el padre de mi hijo!— ¡Qué bueno que ya no estamos entendiendo! Me disculpa. Quisiera hablar con Britania, a solas—él recalcó esta última frase—, considero que ella es mayor de edad, y puede hablar por sí misma, Señor Lewis—quizás las palabras de Sebastián podían sonar duras, pero su expresión fue calmadaSebastián Myers, con un traje hecho a medida, mantenía un aspecto distinguido, sus zapatos, su reloj, su traje, todo era de excelente calidad. Britania no podía evitar observarlo. No obstante, donde quedo el perfecto caballero que conoció en París, ese hombre tenía una eterna sonrisa llena de amabilidad. Sintió temblar sus manos y la cabeza comenzó a punzarle. El hombre que tenía en frente se mostraba intimidante y serio. En la parte de afuera debían permanecer, sus guardaespaldas, ella lo sospechaba porque en París nunca andaba sin ellos, siempre guardaban las distancias, pero excepto en la habitación del hotel, nunca lo abandonaron.— ¿Se da cuenta de que si ella c
Capítulo 8 ¡Hay peores formas de morir! «¿Sería posible pensar tanto sin llegar a perder la cordura?» Este pensamiento vino a la mente de Britania en cuestión de segundos. Britania y Victoria se miraron, la primera de ellas pensó que este era el momento perfecto de vengarse de ese viejo baboso, no obstante no podía hacerle eso a su madre. —No, él no sabía nada, me enteré hace poco, y tuve miedo de decirle, lo supo hoy en la tarde —y esta era la verdad hasta ella misma se había enterado hace poco — ¿Por qué no hablaste conmigo? —Yo… tuve miedo, no sabía que hacer… lo siento, de verdad lo siento, no he querido hacerte daño, en primer lugar nunca quise este matrimonio y de verdad no quise hacerte daño, a nadie, lamento todo lo que ha sucedido. —Yo no soy una buena pareja, tú necesitas a alguien con menos dificultades, en estos momentos tengo demasiadas complicaciones Alexander contempló a Britania, la chica tenía los ojos húmedos, indiscutiblemente había llorado en forma ininterru
Capítulo 9 ¡Quizás fue amor a primera vista! Sebastián deseó no haber abierto la boca, y decir todas esas sandeces. No se consideraba tan bestia, tampoco actuaba de esa manera ante una situación tan delicada. Ahora bien, en este momento la situación no era fácil para él. Todo hubiera sido más fácil si ella hubiese aparecido antes. Representaba todo el paquete, podía ser esposa y estaba embarazada, además se sentía atraído poderosamente por ella. No tendría que haberse liado con Julieta Salvat, mi siquiera se sentía atraído por ella. Lo que más le molestaba era no saber que terreno estaba pisando. Cuando Britania apareció de nuevo en su vida, le dijo de su embarazo, luego descubrió que se casaba el mismo día, y allí siguieron los problemas. En resumidas cuentas, esta chica debería llamarse problema o confusión. «Ahora tenía que enfrentarse a un prometido disgustado, un padrastro deseoso de casarla, una posible madre embarazada de su hijo bajo una crisis de nervios y ¿qué más? ¿Qued
Capítulo 10 Él no es lo que yo esperaba —Creo que debe recordar, que ella y yo estamos comprometidos, para todos los efectos es mi prometida y según entiendo no hemos roto nuestro compromiso — ¿Se puede ser más descarado? Britania está embarazada de mi hijo, y según entiendo, fue forzada a aceptar este matrimonio tanto por Lewis como por su supuesto prometido, y aun así ella buscó la forma de que no se realizara, así que le repito manténgase alejado de la madre de mi hijo — ¿Qué hará usted si decido no mantenerme alejado? Además, eso lo debe decidir ella. Te conozco, Sebastián Myers acabas de comprometerte ¿Piensas formar un harén? —No es tu problema lo que yo haga, solo les digo que no sigan presionando a Britania, lo que han hecho hasta ahora es lo que la ha llevado a esa cama clínica, ¿no se han dado cuenta de que se ha debilitado y necesita tranquilidad? Incluso pueden irse, nadie dirá nada, mi personal y yo mismo nos encargaremos de ella en este momento. Señora Lewis, mi respe
Capítulo 11 ¡Todo fue un trato de negocios!—No lo sé, pero no debes preocuparte por eso, Antón lo solucionará, ahora si me marchare y tú debes descansar, mañana veremos que se puede hacer— ¿Todos ellos ya se fueron?—le pregunto con curiosidad— ¿Te refieres a Sebastián?—Y a tu esposo y a Alexander—Sebastián se marchó, según él por un rato, luego volverá, le escuche decir, también dejo a cargo a su asistente, Antón me llevara a casa y Alexander imagino sé irá también. Vamos duerme tranquila, es tarde—Está bien mamita—Vendré muy temprano— ¡Mama!Victoria que iba hacia la puerta se devolvió y se colocó a un lado en su cama —Dime hija—Él… me refiero a Sebastián, está comprometido, y le ha sido infiel a su novia conmigo, yo no sabía, no me dijo nada. No es mejor que Alexander, cuando lo conocí, me gustó tanto, lo vi tan caballeroso, tan amable, me envolvió en su dulzura mamita……Mientras en casa de los padres de Sebastián—Y estás diciendo que esa chica espera a tu bebe —preguntó