Angélica Ross.Bailo varias canciones con mi esposo, en cierto punto siento una debilidad, pero no le dije nada a Vince, la forma en que está preocupado es capaz de ponerme en una silla hasta el final de la fiesta.- Soy tan sentimental - comento secándome las lágrimas.- Lo sentimental es nuevo para mí - bromea - Hoy puedes todo mi amor.- ¿Podrías bailar con mi hermana una canción? - Antone aparece de nuestro lado.- Por supuesto - asiente Vince - Voy allí a hablar con unos amigos, cuidar a mi esposa.Nos deja y mi hermano me conduce en una canción lenta, nos sonreímos y siento todo el amor de mi hermano a través de sus ojos.- Mamá y papá estarían orgullosos de ti, Ángel. Felicidades hermana, te deseo toda la felicidad del mundo.- No quería llorar más - sonrío secándose las nuevas lágrimas que se forman en sus ojos - Estarían orgullosos de los dos - digo - No solo de mí, eres el tío que a mis futuros hijos les encantaría tener.- Voy a extrañar tu desastre - bromea.- Para ti que
Angélica Cooper.Al final de mi jornada laboral recibo un mensaje de Vicente pidiéndome que vaya a su oficina, en los últimos días ha estado más tiempo como director general, quiere adelantar algunas cosas antes del nacimiento de los mellizos.No tuvimos una luna de miel extensa, pasamos un fin de semana en una finca de su propiedad y el lugar era simplemente magnífico. Volveremos más a menudo.- Hola Vince - largo entrando a tu habitación.- Hola ángel - Me acerco a mi esposo y deposito un casto beso en sus labios - Quiero llevarte a un lugar.- ¿Dónde? - Pregunto con curiosidad. Él apaga la computadora.- Ven - extiende su mano y la tomo sin dudarlo. Nos montamos en su coche y conduce por las calles de la ciudad.- ¿No me digas? Le pregunto y él solo sonríe.Me pongo ansioso y curioso, pero me callo, pongo una lista de reproducción de canciones internacionales y me concentro en la letra.- ¿Vamos a la casa de tus padres? - pregunto luego de entrar al condominio donde viven mis suegr
Angélica Cooper.- Ángel, despierta - Oigo que me llama Vicente mientras me reparte besos en el cuello.- Buenos días, Vince - digo aún con los ojos cerrados - No quiero despertarme.- Tienes que despertarte, hoy va a ser un día ajetreado - me acaricia la barriga - Buenos días bebes - dice y besa mi barriga.Después de una sesión matinal de besos y caricias, Vicente se levanta, me tiende la mano y nos vamos a duchar juntos. Nos alistamos y nos sentamos a la mesa a desayunar.- Debes hacer tu mejor esfuerzo para mantener la calma hoy en la audiencia - pregunta Vince - No puedes emocionarte, estaré a tu lado, nada ni nadie podrá lastimarte.- Gracias por el apoyo amor, intentaré mantener la calma por nuestros bebés - digo y me como una tostada.Terminamos nuestro café y nos dirigimos al hospital, la audiencia por el intento de violación que sufrí por parte de mi ex prometido será por la tarde. Prefiero venir a trabajar a distraerme que revivirlo todo.Durante la mañana recibo algunos me
Unos meses después.Vicente Cooper.Cada día que pasa me pongo más ansioso por la llegada de los mellizos, he estado trabajando menos para poder seguir muy de cerca esta etapa de mi mujer. Tiene la barriga muy grande y por ser un embarazo doble hay cierto riesgo.Ángel duerme plácidamente en mis brazos, aún con los ojos cerrados le toco el vientre, siento crecer a mis bebés y me hace una tonta enamorada.- Vince - llega la voz en voz baja, siento una ligera sacudida en el hombro - Vicente.- Sí - digo sin abrir los ojos.- Despierta amor.- Estoy despierto.- Tiene los ojos cerrados - suspiro, los abro y me mira ahora sentada en la cama.- ¿Qué hora es? – pregunto encontrando todo demasiado oscuro para ser de día.- Las tres - responde y cierro los ojos una vez más - Sabes que me dieron ganas de comer chocolate, ya no puedo dormir solo de pensar en chocolates.- Cuando el sol salga en el cielo con todo su esplendor te traeré los chocolates. Ahora ven aquí y abrázame y duerme - digo en
Vicente Cooper.Observo cómo las enfermeras se la llevan, me pongo la ropa adecuada para la sala de partos y la sigo lo más rápido que puedo. Conozco los riesgos que conlleva un parto prematuro de mellizos, pero necesito tranquilizar a mi esposa.El parto sería por cesárea, programada para dentro de una semana, pero eso fue antes de que ella entrara en trabajo de parto, el proceso ya está un poco avanzado y temo por mi familia, rezo para que todo salga bien.Angélica está firme a mi lado, me aprieta la mano y mantengo mis ojos fijos en los suyos, puedo ver miedo en sus ojos, pero también veo determinación y la amo aún más por ser fuerte por nuestros hijos.Ella sigue todas las instrucciones del equipo médico, puedo ver lo asustada que está, pero trato de darle todo el coraje y la confianza que necesita en este momento. Beso tu frente sudorosa.- Ángel - te llama la atención la doctora - Cuando llega el dolor empujas - pide ella - Pronto veremos las caras de estos bebés tan esperados -
SIETE AÑOS DESPUES.Vicente Cooper.Aghata y Arthur protestan para salir de la piscina de bolas del centro comercial, pero tuve que ser firme y convencerlos de que era hora de encontrarse con Angélica para cenar. Soy muy estricta con su alimentación, con buen comportamiento en la escuela, con disciplina. Sin embargo, casi siempre me suavizo, es difícil decirle que no a esas miniaturas de mi amor por Ángel.Sacaron muchos rasgos físicos de su madre, el mío solo sacó ojos verdes, en cuanto a personalidad, Arthur es tímido y cerrado como yo. Con tan solo siete años ya quería saberlo todo sobre el hospital, haciendo preguntas inteligentes. Aghata, en cambio, es más extrovertida y juguetona, al igual que su madre, tiene un corazón gigante y no pierde mucho el tiempo con la tristeza. Le encanta imitar a su madre, quiere ser como ella y habla mucho.- Busquemos a mamá que está en una farmacia en el otro pasillo – les advierto y tomo sus manos, posicionándolos uno a cada lado.Nuestra casa es
Vicente Cooper.- Doctor Cooper - oigo que mi secretaria me llama - he separado algunos currículos de las personas que entrevisté para que los analice.- Puedes traerlos -respondo con un suspiro y se va.Émile es mi secretaria desde hace más o menos cinco años, es muy competente y lo mejor de todo es que nunca ha intentado seducirme. Ese hecho la ha mantenido aquí durante todos estos años.Me recuesto en mi cómodo sillón y respiro hondo y cansado, hay días que quería desaparecer y dormir durante días, pero el deber llama, porque ser el director general de uno de los mayores hospitales del país no es una tarea fácil. Sin contar que además de dirigir el hospital soy uno de los médicos jefes del centro quirúrgico, la medicina siempre ha sido mi mayor pasión, y para no dejar el hospital de mi familia en la estacada, asum&
Angelica Ross.Llego a casa feliz de la vida después de firmar un contrato para trabajar en el mejor hospital del país, para un recién licenciado esto es todo un logro. Gracias a la herencia que recibimos mi hermano y yo tras la muerte de nuestros padres, pude dedicarme por completo a mis estudios sin tener que trabajar, consiguiendo graduarme con unas notas encomiables.Yo me licencié en Medicina, uno de mis mayores sueños, y mi hermano se licenció en Ingeniería, pero tiene un gran talento para las inversiones en bolsa, aprendido de nuestro padre.Volviendo a mí, no sólo quería tener un título, quería trabajar en el mejor hospital que existe, no puedo creer que todo esté funcionando tan bien en mi vida.- Ángel, estoy en casa -oigo gritar a mi hermano y corro hacia la habitación.- Tone -llamo su atención- soy más nu