Vicente Cooper.Decido ignorar sus últimas palabras y tiro de su cuerpo encima de mí, se sienta a horcajadas sobre mi regazo y siento su intimidad rozar la mía, lo que arranca un gemido ronco de mi garganta. Su mano descarada baja por mi pecho y se mete dentro de mis shorts, su dedo juega con la cabeza hinchada y roja de mi pene con movimientos circulares, esparciendo el líquido que ya me estaba untando .- Quiero saborearte - dice ella con una pequeña sonrisa.- ¿No preferirías tomártelo con calma? - pregunto ronca de deseo.- Lo quiero todo - dice con firmeza - Quiero poner a prueba todo el conocimiento que obtuve viendo y leyendo sobre sexo.- Me encantaría ser tu conejillo de indias - Paso mi lengua lentamente sobre tu pezón - Así que cariño, quiero mi sabor en tu boca.Ella da una pequeña sonrisa y saca mi polla dura de mis pantalones cortos y boxers. Acerca su boca a mi oído y susurra.- Envíeme, señor.- Chúpame - le ordeno y ella desliza sus labios por mi pecho, su lengua se a
Angélica Ross.Me despierto sintiendo mi cuerpo agotado, pero mi alma está refrescada. Es muy extraño y nuevo para mí estar cansado del sexo y al mismo tiempo feliz y ligero. Anoche fue la mejor noche de mi vida, estoy muy contenta de que Vince fuera la primera. Abro los ojos y miro al techo recordando cada momento de ayer, fue tan perfecto que parece que todo fue solo un sueño.Después de unos momentos decido llamar a mi hermano para contarle lo de anoche y todo lo que me reveló Vicente, le prometí que no se lo diría a nadie, pero mi hermano es parte de mí, en él confío todo lo que soy.Hola vida, vuelve a mí.Te amo como nunca he amado a nadie, perdona mi desliz.Todavía puedo ser el esposo con el que sueñas.Y sigo soñando con el día en que voy a disfrutar todo de tu cuerpecito inmaculado.firmado Gayo.Leo el mensaje en cuanto tomo mi celular mi cuerpo se estremece de horror, este hombre debe estar loco y estos mensajes ya me empiezan a asustar.Respiro hondo, este hijo de credos
Vicente Cooper.Después de horas de tratar de concentrarme en algunos roles de administración del hospital, decido parar, no puedo pensar en nada más que en ese ángel de cabello negro. Ha pasado una semana desde que nos entregamos al deseo carnal que nos consumía, todavía estoy sorprendido de haber sido elegido para ser el primer hombre en su vida, me gustaría ofrecerle todo lo que se merece.- Hola - Contesto mi celular al primer timbre, me levanto y apago la computadora.- Hola hermanito, te extraño - dice Hanna del otro lado emocionada.- También.- ¿Cuándo vienes a visitarnos? - pregunta.- Breve.- He estado hablando con Ángel, cuando venga tráela - pide.- ¿De qué has estado hablando? - buscar saber.- Cosa de chicas, nos hicimos muy buenos amigos, salimos a veces - comenta.- No sabía.- No es como que deba contarte todos mis pasos, ni siquiera a ella, no tienes nada – me echa en cara.- ¿Cómo me llamaste Hanna? - pregunto impaciente.- Tranquila, solo quería saludarte y pedirt
Vicente Cooper.Me doy una ducha larga, me cambio de ropa, tomo un helado de la nevera y camino hacia el apartamento de enfrente, con el corazón desbocado. Eso es lo que me hace Angélica, me hace como una adolescente enamorada.Abro la puerta que estaba sin llave y sigo el suave sonido de su voz cantando una canción en español."Sé que un día volverásY te arrepentirás de todoMe pusiste dispuesta a tus pastelesY así sólo con desprecio me has pagado, pero ya ves"Apenas llego a la cocina me ve y deja de cantar, estoy triste porque canta muy bien y me encantaba escuchar su voz de ángel.- Por favor no te detengas - le pido - Tienes una voz hermosa.- Basta, Vince - se sonroja - No tienes que elogiarme solo para complacer.- Pero cantas bien - le digo - ¿De quién es esta canción?- Selena - dice - ¿Llevas mucho tiempo ahí?- Acabo de llegar.- ¿Sabe hablar español? - pregunta.- Entiendo pocas cosas, solo hablo inglés y francés con fluidez - le digo - ¿Cuál es la traducción de la canci
Vicente Cooper.- Vicente, estás siendo muy radical. Está bien que juegue demasiado con mis compañeros de trabajo, ponga apodos y baile como un loco frente a ellos. Y hay quien no sabe separar las cosas, pero así soy yo.Acerco su cara a la mía y la beso, tratando con ese beso de decir que me gusta exactamente así, solo que no soy muy bueno con las palabras.Mientras separamos nuestras bocas, tomo el tazón de palomitas de maíz saladas y lo coloco en el sofá entre nosotros. Comimos mientras veíamos la película, entre la mitad y el final de la misma ya estábamos acostados juntos en el gran sofá que tenía mucho espacio para los dos.- No sé si soy realmente tonto, si es dormir o si fue tu cuerpo pegado al mío lo que me quitó la concentración, porque no entendí muy bien la película - le digo suavemente al oído.Ella está acostada de espaldas a mí, después de mis palabras se voltea y tiene su rostro muy cerca del mío. Me alborota el pelo y me acaricia la cara con ternura.- Eres uno de los
Angélica Ross.Me despierto de madrugada con ganas de ir al baño, y me doy cuenta que no tengo cólicos, suspiro con alivio. Miro hacia un lado y veo a Vicente, durmiendo, sonríe apasionadamente. Se ve aún más guapo, tranquilo y descansando sobre mis sábanas.Trato de no hacer movimientos bruscos cuando me levanto y voy al baño a orinar y cambiar la toalla sanitaria. Uso el cabezal de la ducha, me pongo un tampón nuevo, me pongo crema hidratante en las piernas y me lavo los dientes, no quiero que sienta ningún tipo de disgusto conmigo, mi ciclo está por terminar, así que no tengo que hacerlo. Preocúpate de cambiar hasta el amanecer.Oigo pasos y aparece Vicente en la puerta del baño cuando estoy terminando de ponerme las bragas, está todo despeinado.- ¿Te desperté? - pregunto frustrada.- Tengo el sueño ligero, lo sentí cuando te moviste - abrázame por detrás - Huele bien - besa mi cuello, mis hombros y me hace temblar - Necesito ir al baño también.- Baje la tapa - le suplico.- Siem
Angélica Ross.- ¿Que esta pasando? - pregunta acariciando mi mejilla - ¿Por qué no te quieres bañar conmigo? ¿Hice algo que no debía? ¿Ella esta molesta?- No hiciste nada, Vince. Quiero cambiar la sábana de la cama.- Ángel, déjalo ir. ¡Lo haremos! - ofrece su mano.Me siento en la cama y trato de recuperar el movimiento de mi cuerpo, me siento débil con todo ese fuerte agarre.Acepto su mano y caminamos hacia el baño, cuando me quita el condón me doy cuenta que no se ensució mucho y me siento más aliviada. Nos metemos en la ducha y abre la ducha.Comparto la tarea de enjabonarme y disfrutar de su cuerpo desnudo, las curvas de su pecho me desvían, toda su masculinidad me deja hipnotizada. Es tan hermoso a la vista, desearía que nadie más tuviera el derecho de verlo de esa manera.- No sabía que te gustaba el jabón íntimo - le digo cuando la veo tomar mi jabón íntimo y verter un poco en su mano.- Es para ti.- Pero... - Antes de terminar penetra sus dedos entre los labios de mi vagi
Vicente Cooper.Noté mi debilidad hacia Angélica cuando no podía pensar en otra cosa al llegar a casa que no fuera llamarla para ver una película, ofrecerle un libro u ofrecerle una copa de vino.Nuestra dependencia fue aumentando día a día, que una mañana vi la luz del sol en mi rostro y descubrí que dormía en su casa.Cuando eso sucedió y me di cuenta de que estábamos más cerca de lo que deberíamos haber estado, intentaría la abstinencia viajando, ignorando la mayoría de sus mensajes y no volviendo a llamar. Pero cada vez que llegaba de uno de esos viajes, sentía en el corazón una agonía que me ahogaba, como si no pudiera prescindir de esa pasión ardiente.La llamo y le pregunto qué está haciendo en esta noche calurosa, sé que no está de turno, porque organicé minuciosamente su agenda para que ella estuviera libre cuando yo llegara de mi viaje.- Estoy acostada en ropa interior leyendo un libro. Hace mucho calor, acabo de salir de la ducha.- ¿Estás burlándote de mi?- Solo respondí