Vicente Cooper.- Vicente, estás siendo muy radical. Está bien que juegue demasiado con mis compañeros de trabajo, ponga apodos y baile como un loco frente a ellos. Y hay quien no sabe separar las cosas, pero así soy yo.Acerco su cara a la mía y la beso, tratando con ese beso de decir que me gusta exactamente así, solo que no soy muy bueno con las palabras.Mientras separamos nuestras bocas, tomo el tazón de palomitas de maíz saladas y lo coloco en el sofá entre nosotros. Comimos mientras veíamos la película, entre la mitad y el final de la misma ya estábamos acostados juntos en el gran sofá que tenía mucho espacio para los dos.- No sé si soy realmente tonto, si es dormir o si fue tu cuerpo pegado al mío lo que me quitó la concentración, porque no entendí muy bien la película - le digo suavemente al oído.Ella está acostada de espaldas a mí, después de mis palabras se voltea y tiene su rostro muy cerca del mío. Me alborota el pelo y me acaricia la cara con ternura.- Eres uno de los
Angélica Ross.Me despierto de madrugada con ganas de ir al baño, y me doy cuenta que no tengo cólicos, suspiro con alivio. Miro hacia un lado y veo a Vicente, durmiendo, sonríe apasionadamente. Se ve aún más guapo, tranquilo y descansando sobre mis sábanas.Trato de no hacer movimientos bruscos cuando me levanto y voy al baño a orinar y cambiar la toalla sanitaria. Uso el cabezal de la ducha, me pongo un tampón nuevo, me pongo crema hidratante en las piernas y me lavo los dientes, no quiero que sienta ningún tipo de disgusto conmigo, mi ciclo está por terminar, así que no tengo que hacerlo. Preocúpate de cambiar hasta el amanecer.Oigo pasos y aparece Vicente en la puerta del baño cuando estoy terminando de ponerme las bragas, está todo despeinado.- ¿Te desperté? - pregunto frustrada.- Tengo el sueño ligero, lo sentí cuando te moviste - abrázame por detrás - Huele bien - besa mi cuello, mis hombros y me hace temblar - Necesito ir al baño también.- Baje la tapa - le suplico.- Siem
Angélica Ross.- ¿Que esta pasando? - pregunta acariciando mi mejilla - ¿Por qué no te quieres bañar conmigo? ¿Hice algo que no debía? ¿Ella esta molesta?- No hiciste nada, Vince. Quiero cambiar la sábana de la cama.- Ángel, déjalo ir. ¡Lo haremos! - ofrece su mano.Me siento en la cama y trato de recuperar el movimiento de mi cuerpo, me siento débil con todo ese fuerte agarre.Acepto su mano y caminamos hacia el baño, cuando me quita el condón me doy cuenta que no se ensució mucho y me siento más aliviada. Nos metemos en la ducha y abre la ducha.Comparto la tarea de enjabonarme y disfrutar de su cuerpo desnudo, las curvas de su pecho me desvían, toda su masculinidad me deja hipnotizada. Es tan hermoso a la vista, desearía que nadie más tuviera el derecho de verlo de esa manera.- No sabía que te gustaba el jabón íntimo - le digo cuando la veo tomar mi jabón íntimo y verter un poco en su mano.- Es para ti.- Pero... - Antes de terminar penetra sus dedos entre los labios de mi vagi
Vicente Cooper.Noté mi debilidad hacia Angélica cuando no podía pensar en otra cosa al llegar a casa que no fuera llamarla para ver una película, ofrecerle un libro u ofrecerle una copa de vino.Nuestra dependencia fue aumentando día a día, que una mañana vi la luz del sol en mi rostro y descubrí que dormía en su casa.Cuando eso sucedió y me di cuenta de que estábamos más cerca de lo que deberíamos haber estado, intentaría la abstinencia viajando, ignorando la mayoría de sus mensajes y no volviendo a llamar. Pero cada vez que llegaba de uno de esos viajes, sentía en el corazón una agonía que me ahogaba, como si no pudiera prescindir de esa pasión ardiente.La llamo y le pregunto qué está haciendo en esta noche calurosa, sé que no está de turno, porque organicé minuciosamente su agenda para que ella estuviera libre cuando yo llegara de mi viaje.- Estoy acostada en ropa interior leyendo un libro. Hace mucho calor, acabo de salir de la ducha.- ¿Estás burlándote de mi?- Solo respondí
Vicente cooperFinalmente llegó el día de la fiesta que tienen mis padres todos los años, como no iba a acercarme a Angélica en la fiesta, decidí pasar por su departamento antes de dirigirme al evento. Toco el timbre y su hermano abre.- Buenas noches, doctor - lo saluda - Adelante.Cuando llego a la habitación la veo aún más hermosa. Todo maquillaje, peinado, bisutería y tan bien que estoy segura de que será la mujer más bonita del baile.- Ha llegado tu novio, Ángel - me presenta.- Tono, ya te dije que no te refirieras a él de esa manera – le advierte malhumorada.- Sí, solo están teniendo sexo - dice con calma y es como si le hubieran dado una patada en los huevos.- Hola Vince, no sabía que vendrías.- Solo quería verte antes de irme - Controlo la decepción en mi voz - Te ves hermosa Angélica - Elogio y tomo mi celular fingiendo leer un mensaje para salir rápido con una excusa - Necesito irme.Me doy la vuelta y salgo a toda prisa, ella viene detrás de mí y cuando llego al pasill
Vicente Cooper.Tuve una nueva sensación, un nuevo comienzo refrescante. Cuando firmé mi divorcio, prometí no volver a involucrarme seriamente con otra mujer. Pero ahora todo parece diferente, quiero intentarlo de una manera más profunda y completa con ella.No había visto a Angélica en días, estuve dos semanas con ella solo ocupando mi puesto de director general, no me la crucé por el edificio. La extrañé mucho, y es triste saber que no estaba bien sin mí. No lo pensé con mi ex, quería que ella sufriera más. Pero con Ángel es diferente, su dolor me duele mil veces más.Lo siento claramente cuando Émile entra corriendo a mi oficina y anuncia que Angel ha resultado herida, parece que un niño pequeño pasó corriendo y chocó contra ella, ella resbaló, cayó diez escalones por las escaleras y se torció el pie. Dejo todo y corro a toda prisa hasta llegar al centro de la confusión al pie de la bendita escalera.- Estoy bien gente - escucho su voz baja de dolor.- Disculpe - le suplico.- Esto
Vicente Cooper.Ha pasado una semana desde que delaté a Angel, su hermano me ha estado informando sobre su estado. Pensé en visitarla pero ella sigue inflexible y no quiere verme.Suspiro con cansancio y voy a la sala de descanso por un café fuerte. Todavía tenía que operarme y hacer un viaje. Este doble viaje me está matando. mi celular comienza a sonar.- Hola, ¿le pasó algo? Pregunto tan pronto como respondo la llamada.- Mi hermana está bien, no te preocupes. Escuché que vas a viajar - dice.- ¿Cómo lo supiste?- Alguien le dijo a Angel, quien me dijo a mi. Pero ese no es el motivo de mi llamada.- Entonces, ¿qué es? - Pregunto con curiosidad.- Voy a tener una fiesta el domingo por la noche para celebrar mi ascenso en el trabajo. Mi hermana invitó a varios compañeros del hospital .- Aparentemente no estaba en su lista - le digo, herida.- Sé que le di una prensa, doctor. Espero que no me hayas malinterpretado, pero eres demasiado lento.- ¿Que quieres decir con eso?- Es que nec
Vicente Cooper.Vine a la fiesta de Antone, acompañada por mi hermana. He pasado los últimos días rezando para que no sea demasiado tarde y que mi ángel me acepte de nuevo en su vida, esta vez de la manera correcta.Hanna entra primero y se apresura a abrazar a Angélica, que está sentada en el sofá de la sala con el pie lesionado estirado. Escucho el sonido amortiguado, organizaron todo en el balcón del apartamento, fue una buena idea, el balcón es enorme.- Hola, no sabía que vendrías - se dan un beso en la mejilla.- No vine sola - comenta mi hermana y mira hacia atrás.Respiro hondo y me armo de valor para acercarme, necesito reconectar el puente entre nosotros que se ha roto por todas mis debilidades y miedos infundados.- Te dejaré hablar – me advierte – Voy a buscar algo de comer, tengo hambre – me advierte alejándose dejándome sola con Angélica.- Gracias Hanna - sonrío y ella baja las cortinas de la enorme puerta de cristal antes de salir y cerrarla.Miro a mi ángel y está tan