RARA COINCIDENCIA. Mientras tanto, en la ciudad de México, Luna escucho una puerta azotarse violentamente, ella que había estado por días sin saber nada de Noah y de Sheila, salió corriendo con el deseo de ver si Noah había regresado, pero solo miro la puerta cerrada.Luego escucho un estruendo dentro del apartamento, ello pensó primero que serían ladrones, pero ese lugar era demasiado seguro, no podría ser, así que con valentía toco la puerta, y una Sheila con la cara y los ojos rojos se asomó en ella.Sheila al ver el rostro de Luna, fingió estar bien, hablo con ella y la hizo seguir, mientras Luna entraba, Sheila le dijo…- Luna, como estas, ¿sabes algo de Noah? –Ella quería dirigir el tema a otra cosa para que su vecina no preguntara su situación, para Sheila no era extraño estar sin saber nada por días de Noah, porque sabía que él tenía responsabilidades en el castillo.Pero, Luna no sabía nada de esto, lo raro para Sheila es que siempre que él se iba dejaba algunos hombres ba
*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*En las frondosas playas de Acapulco, Sheila ya se relajaba en una hamaca junto a su cuñada Luna, mientras que en una tumbona desde cierta distancia un hombre buen mozo la observaba bajo sus lentes de sol.Andrea estaba muy feliz por estar al lado de Leandro, y que él dejara que ella hiciera lo que quisiera fue aún más sorprendente para ella, el estar junto a él para ella ya era un gran avance.Luego de estar ubicados en un buen lugar, reservado por Alex, las personas del servicio se acercaron a tomar el pedido de Leandro y Andrea.Hoy Alex estaba en calidad de amigo y no estaba preocupado por lo que pudiera querer su amigo Leandro, solo quería relajarse.Alex giro sus ojos al notar que Leandro estaba raramente interesado mirando hacia un lugar fijo, al ubicar su mirada se dio cuenta de que Sheila se encontraba con una bella mujer no muy lejos, él sabía que la mujer estaría en ese lugar, pero no sabía que su jefe la había u
Cuando la mujer paso por el lado de Leandro, su cuerpo tembló inexplicablemente, y antes de dar un paso más allá, su brazo fue sujetado fuertemente por una mano que su piel reconocía con un solo rose, ella ni siquiera lo miro, pero si le dijo un par de palabras.- Señor Sullivan, será mejor que me suelte –Ella se sacudió de su agarre de manera brusca y continuo su camino, pero en más puso un pie adelante, volvió a escuchar la vos de esa niña que había llegado a llamar a Alex.- Leandro, como permites que este tipo de gentuza te hable de esa forma - Andrea miro con rabia en sus ojos a Sheila, ¿cómo se atrevía ella a sacudir el brazo de su amado Leandro de esa forma?Sheila por otro lado, volvió su hermoso rostro que resplandecía por la luz solar, quito la bata de baño que tenía puesta y no solo su hermoso cuerpo quedo expuesto en su delicado traje de baño, si no también quedaron a la luz los moretones que aquel hombre pervertido le había dejado en su cuerpo, en esas continuas noches
SHEILA.Sentí el fresco del agua en mi cuerpo, mientras recordaba todo lo que había vivido en estos años fuera del castillo.Luego de un tiempo, salgo del agua, muchas personas me miraban y observaban mi cuerpo que estaba lleno de pruebas pasionales que ese hombre de hierro me dejo, pero ahora mi mente solo volvió a pensar en lo que dijo mi cuñada…¿De donde conoce Alex a Dante Spencer? mi exesposo, puede que, por negocios, pero ¿porque prestar su coche para que me llevara con él? todavía no entiendo nada, tendré que hablar con Alex y que me esplique todo eso.Luna no me dijo nada de esto aquel día que le pregunte, pero ahora necesito averiguar donde esta Dante y que paso esa noche y porque Alex lo conoce, o por lo menos saber que está pasando.Voy por una tabla para surfear y a lo lejos puedo sentir una mirada directa sobre mi cuerpo mucho más influyente en mí, que la de las personas que pasan.Levanto mis ojos para encontrarme con la del señor Sullivan, aunque tiene unos lentes oscu
No muy lejos de donde estaban Sheila y chico Flash conversando.Sheila sintió la mirada penetrante del hombre, desde que entro al agua y aun todavía podía sentir la helada mirada del hombre como un cubo del glaciar ártico y tan aguada como la de un halcón, sobre ella.Leandro, no se imaginó ver hablando a esas dos personas tan íntimamente, sabía que se conocían, pero no creía que fueran tan cercanos, como para pasar tanto tiempo juntos en el agua y seguir juntos después de salir.Un deseo de poder y posesión incontrolable emanaban del pecho de Leandro, el hombre no quería nada serio con la mujer, pero ella le pertenecía totalmente, desde el momento que la hizo suya.Andrea miro al malhumorado Leandro y le dijo.- Leandro, vamos al agua juntos, no sé nadar muy bien, pero sé que contigo estaré más que segura –Andrea solo quería estar en los brazos de Leandro, pero en ese momento dos sombras llegaron a su tumbona.Andrea miro al hombre que acompañaba a Sheila, y se sorprendió.- ¿Tío Ja
Sheila sintió un escalofrió eterno en su espalda baja, miro a su alrededor y la situación no era nada favorable para ella.Cuando los sonidos en la puerta desaparecieron, Leandro fijo su profunda mirada en la mujer, forzó las piernas de ella para que le rodeara las caderas y de un tirón abrió la bata de baño de la mujer.Sheila se apresuró, giro su mirada y dijo.- Si me tocas una vez más, te odiare –Ella estaba muy angustiada, sus marcas en su cuerpo llamaban mucho la atención, si el hombre dejaba nuevas marcas no tendría como explicarlo.Leandro sonrió de manera despectiva y le respondió.- Inténtalo… - Cuando Leandro dijo eso, Sheila sintió caer en un pozo helado y profundo, quería empezara a gritar, pero el hombre leyó sus pensamientos y le beso de una forma más fuerte la boca de la mujer.Sheila ya tenía sus labios hinchados y rojos por la fuerza que el hombre ejercía en cada beso.Sheila mordió el labio de Leandro con mucha fuerza, pero el hombre solo lamio su labio y siguió b
- oh, es…! – Sheila quería decir algo, pero al sentir los cálidos labios de Leandro subiendo por sus muslos, las palabras se le atragantaron.Cuando los labios de Leandro hacen contacto, una descarga eléctrica parece formar un aura fuerte entre ellos.- Señor Sullivan… Por… Favor –Dice la mujer con voz suave, que llegaba como cantos a los oídos de Leandro, aunque no lo llamo de la forma correcta, aun así, le gusto.- Todavía no –Dice el hombre retrasando la emoción de su pequeña ninfa.Sheila se estremece en un charco de placer cuando la lengua de Leandro se sumerge y se precipita entre sus piernas.- ¡Oooh…! - Dice Sheila, sintiendo la cálida lengua de Leandro entre sus piernas.La lengua de Leandro parece un canal, la conexión pasa de Leandro a Sheila en una rapsodia eléctrica.- Leandro… Para por favor… - Aunque en realidad ella no podía definir si quería que parara, lo que él hacía con su lengua se sentía muy bien en ella, al punto de tener que sostenerse de las paredes del p
- Señor Sullivan, muchas gracias por la bata, ahora puede irse – Sheila tenía la cara roja, sentía mucha vergüenza y todo era culpa de ese hombre, quería deshacerse del hombre malvado lo más pronto posible. Leandro, miro a Sheila y la guió por los hombros y acompaño a la mujer hasta su habitación, a Sheila se le hizo extraño, no recordaba haberle mencionado donde estaba su colcha.¿Como fue que el hombre la guió hasta su puerta? Cuando llegaron. Luna, estaba desesperada, sin saber dónde se encontraba Sheila, la había buscado por un buen tiempo por todas partes y no la pudo encontrar, en ese momento estaba hablando con Noah, estaba muy preocupada de que a Sheila le hubiera pasado algo malo. Sheila, intento abrir la puerta bajo los agudos ojos de Leandro, ella no quería que él entrara a la habitación. ¡No, claro que no! ¿Cómo le explicaría a su cuñada que todo el tiempo que se perdió, estaba con el hombre del que hablo pestes durante todo el viaje a la playa y el que decía que od